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martes, 17 de julio de 2018

Estrellas del rock en casa de Groucho Marx

1975. Los Queen pasan el rato y, en lugar de hacer lo que se esperaría de una banda de rock (drogarse, romper cosas, acabar detenidos por la policía), deciden ver un clásico: "Una noche en la ópera", de los hermanos Marx. Apenas llevan unos minutos de película cuando caen en la cuenta de que "Una noche en la ópera" es un título perfecto para el álbum en el que están trabajando. Uno muy modesto, con una canción que probablemente no os sonará de nada: "Bohemian rhapsody", que sólo vendió tres millones de copias en todo el mundo.

Normal que decidieran llamar a su siguiente álbum como otra película de los Hermanos Marx, "Un día en las carreras". Funcionó, porque consiguieron el disco de oro... y que Groucho Marx les mandara una carta felicitándoles e invitándoles a su casa. Y allá que fueron todos (excepto John Deacon, que le surgió un imprevisto).

El cómico Groucho Marx posa junto al grupo de rock Queen

Almorzaron juntos y Groucho les dijo que, ya que se dedicaban a eso de cantar, pues que se cantaran algo. Hubiera sido precioso que éste fuera el comienzo de una bonita amistad, pero la cosa quedó ahí. El hueco que Groucho Marx tenía reservado para estrellas del rock melenudas ya lo llenaba otro... Alice Cooper.

El cómico Groucho Marx y el cantante Alice Cooper eran vecinos y amigos
 Groucho Marx y Alice Cooper tomando un té.

 Por si vuestra cultura musical se reduce al flamenquito random de los talents de la tele, os diré que Alice Cooper no es una mujer, sino un señor de dentadura regulera y pelo algo fosco que en realidad se llama Vincent Damon Furnier y en los 70 la liaba pardísima en sus conciertos de glam rock: disfraces, performances, una silla eléctrica por aquí, una guillotina por allá, un lanzo una gallina viva al público, ahora decapito un maniquí, efectos especiales y trucos de magia coordinados por un tal James Randi... Cooper era el más moderno del momento, tocó junto a Bowie, junto a Elton John. Y sus espectáculos, tan teatrales, tan alocados, encantaban a Marx.

Los vecinos y amigos Groucho Marx y Alice Cooper por ahí juntos
 Groucho Marx y Alice Cooper tomando una cerveza.

¿Y de qué se conocían estos dos? Pues eran vecinos en Beverly Hills. Quizá se conocieron cuando uno se quedó sin huevos y fue a pedirlos al vecino de al lado. O, en plan más americano, el uno  llevó una tarta de manzana al otro cuando se mudó. No lo sabemos a ciencia cierta. Lo que sí sabemos es que se hicieron amigos por culpa del insomnio que Groucho padecía. Cuando daban las tantas de la madrugada y no conseguía dormir, llamaba a Cooper, los dos se iban de paseo por "la urba" y a veces hasta veían películas antiguas juntos hasta que a Groucho le entraba el sueño y empezaba a cabecear. Entonces Cooper le quitaba la boina y el puro, le ponía una mantita en las rodillas, apagaba las luces y se volvía a su casa.

Una amistad tan rara como adorable.

El cómico Groucho Marx y el cantante Alice Cooper eran vecinos y sobre todo amigos
 Alice Cooper y Groucho Marx andando.

Marx llevó a sus colegas a los conciertos de Cooper. Imaginad la escena: la gallina viva por ahí volando, la guillotina, Alice Cooper en mallas y más maquillado que Kylie Jenner... y en la zona VIP observándolo todo: Mae West, Fred Astaire, Jack Benny...

Pero Alice Cooper no era el amigo más improbable de Groucho Marx, qué va. Ese era T.S. Eliot. Sí, el poeta. Se escribieron cartas durante años hasta que lograron conocerse en persona en 1964. Todo empezó cuando Eliot, cual fan normal y corriente, pidió a Marx una foto dedicada. Él se la envió y le pidió otra a cambio, y cuando la recibió Groucho dijo: "No tenía la menor idea de que fuese usted tan atractivo. El hecho de que no le hayan ofrecido el papel de protagonista en alguna película sexy sólo puedo atribuirlo a la estupidez de los directores de reparto".

No sé si podríamos considerar a Eliot como atractivo, pero intenso... intenso lo era un rato largo:

¿Cuáles son las raíces que agarran, qué ramas crecen
en esta basura pétrea?
Hijo del hombre,
no puedes saberlo ni imaginarlo, pues conoces solo
un montón de imágenes rotas

En una biografía que escribió un buen amigo de Eliot, le describía así: "a menudo se acurrucaba en el alféizar de la ventana detrás de un enorme libro, refugiándose en la droga de los sueños contra el dolor de vivir". Pero ejercer de profundo 24 horas días, siete días a la semana, tiene que ser agotador. Y Eliot se echó sus buenas risas con Marx quien, por su parte, era un gran lector y lamentaba no haberse dedicado profesionalmente a la literatura. Cuando T.S. Eliot murió en 1965, fue Groucho Marx quien dijo unas palabras. Con todo su toto, se marcó este monólogo en el funeral de un premio Nobel, repletito de intelectuales intensos:


Sí, está en inglés, toca darle al botoncito de los subtítulos.
Last, but not least, os anuncio que algún día de septiembre (el que la editorial, la imprenta y los hados decidan) se publicará mi primera novela, chispas. Ganó el premio Tandaia a mejor novela juvenil y amenazo con estar dando la brasa con el asunto de ahora a septiembre. Así que rezad porque la lancen el día 1 y no el 30. 

lunes, 7 de mayo de 2018

¿Qué tienen en común Ana Obregón y Jennifer López?

Todo vuelve, todo se adapta, todo se mezcla. Se va a estrenar un remake de "Mary Poppins" y otro de "Ha nacido una estrella", hay precuelas, cuelas y postcuelas de la saga de "la guerra de las galaxias" y el trap, esa fusión de reggaetón, electrolatino y rap lo peta entre los menores de 25. Pero, ¿cuánto se puede mezclar?, ¿qué diferencia la fusión del revoltillo?

Pongamos que me da por fusionar bollywood con música disco y la estética setentera de los zooms de Valerio Lazarov. ¿Pensáis que semejante pastiche no puede existir? Error. Existe. Ya hablé de Jimmy Ajaa, una canción clásica de Bollywood, aquí. Y una cosa os digo, "Jimmy Ajaa" no es tan loco como os creéis. Aún se puede fusionar más:


¿Está cantando en ruso? Sí, está cantando en ruso.

Resulta que la película en la que aparece la canción: "Disco dancer", es un hit en Oriente. Vamos que es subirte en el transiberiano en Moscú y todo el mundo canturrea eso de "jimmy-jimmy-jimmy, ajaa-ajaa-ajaa" hasta que te bajas en Ulan Bator.

¿Y hay algo todavía más disparatado que la versión rusa de "Jimmy"'? Pues sí, hayla. Se llama "el anillo", la canta Jennifer López y es el pastiche más grande que han visto estos ojos en mucho tiempo. No veía despropósito más grande desde el "Loba" de Shakira. JLo está a dos mallas de strass de convertirse en la Ana Obregón de los Estates, sólo le falta pasearse en minifalda por las alfombras rojas mientras dice "sexy, sexy, sexy", como Yolanda Ramos en "Homozapping".



Analicemos esta obra cumbre del batiburrillo como se merece:

0:06, se abre plano y vemos un castillo de cuento con su lago y sus montañas, ¿sacado de una nueva versión de Blancanieves?, ¿de la nueva temporada de "Juego de tronos?, ¿es el castillo de Neuschwanstein?
0:09, primera aparición de JLo, cual reinona de cuento, con capa, corona y bien de gomina para sujetar una cola de caballo larga como un día sin pan. Contemos cuántos outfits lleva.
0:14, primera aparición de Miguel Ángel Silvestre en torso. Torse desnudo, claro, que no se contrata a MAS en un videoclip sabrosón para que pasee el torso tapado.
0:21, segundo outfit de JLo, ahora de reina ¿bizantina? Si en Bizancio hubieran vivido Dolce&Gabbana.
0:24, segunda aparición del torso de MAS (aka Miguel Ángel Silvestre).
0:40, tercer outfit de JLo, con una especie de cota de malla dorada que no serviría para protegerse de ningún ataque porque tiene demasiadas aberturas en lugares sensibles.
1:03, cuarto outfit de JLo, consistente en un body negro con transparencias de la Perla (por ejemplo).
1:05, MAS y su torso, once more.
1:07, quinto outfit de JLo, ahora de diosa hindú. Diosa hindú sexy, por supuesto.
1:23, momento baile y sexto outfit de JLo, con body con piedrecitas de strass en lugares estratégicos.
1:55, "que así somos las del Bronx", dice la letra de la canción. ¿El Bronx?, ¿qué pinta el Bronx en este castillo de cuento barroco/bizantino/hindú?
2:09, ¡Diantres! MAS... ¡vestido!
2:25, MAS vestido de soldado con capa lucha con una guerrera africana. ¿Por qué? Ay, yo qué sé.
2:34, MAS se pelea ahora con una guerrera ¿vikinga?, llueve y la pelea es a cámara lenta, a lo "300" (otra obra cumbre del horterismo).
2:40, nuevo outfit de JLo, ahora de reina de las nieves, con el pelo teñido de blanco, traje de lentejuelas plateadas y botas altas.
2:55, "cuando muevo mi cuerpo el tuyo se alborota", canta JLo y, en un movimiento sutil y elegante, mueve sus caderas arriba y abajo.
3:04, otro outfit de JLo (y van...) pelo suelto con extensiones a lo Rapunzel más lentejuelas de vedette en Las Vegas.
3:12, el torso de MAS en todo su esplendor (y van...).
3:27, MAS y su torso remojándose mientras él pone cara de placer infinito. Ese placer que se siente cuando encuentras un billete en la calle, o cuando te despiertas creyendo que es viernes y no, resulta que es sábado.
3:56, MAS vestido de principe azul/cosaco ruso/Jon Snow, se arrodilla ante JLo princesa Elsa sexy mientras oímos de fondo el estribillo: "¿y el anillo pa cuándo?".
4:10, fin. Esta obra maestra del audiovisual contemporáneo está dirigida por un tal Santiago Salviche.

Hagamos una suma de los referentes pop de este video: bollywood, los cuentos de hadas, "Juego de tronos", "300", los espectáculos de Las Vegas, Dolce&Gabbana, el reggaetón, el electro latino, Rapunzel... y seguro que me dejo algo.

Y vosotros, ¿qué es lo más kitsch que habéis visto?, ¿créeis que este video clip es tan loco que acaba siendo glorioso?, ¿y que la canción es tan mala que acaba siendo... muy mala?

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Gente molona V: Tesa Arranz

Me muero de ganas porque se acerque un platillo volante a mi ventana y salgan sus tripulantes y me lleven con ellos. Adoro a los extraterrestres.

Quizá penséis que esto lo ha dicho el adorable Jack, el futuro guardián de la galaxia. Pero no. Lo ha dicho Teresa Arranz, una mujer de casi sesenta años, pintora con una fijación por los extraterrestres, sus musos a los que dedica casi toda su obra.

Pero Teresa Arranz no es famosa por su trabajo pictórico. De hecho, sus cuadros no están a la venta. Para recordar quién es ella hay que acortarle el nombre y quitarle el apellido. Es Tesa, la de los Zombies. Los que recordéis al grupo también recordaréis que sólo sacaron dos discos, su líder, Bernardo Bonezzi, dejó la banda y se dedicó a otros menesteres. Muchos lo seguirán recordando por su carrera como compositor de bandas sonoras, desde las primeras películas de Almodóvar, Urbizu y Díaz Yanes hasta la sintonía de... ¡Farmacia de guardia!

Tesa no era compositora como Bonezzi. Cantaba lo justito. Y bailar... bueno, bailaba así:


La próxima vez que oigáis hablar del baile de San Vito ésta es la imagen que se os vendrá a la mente.

Tesa no hacía nada en concreto, pero llamaba la atención. Era todo un personaje y, sin saberlo, la esencia de eso que ahora llamamos la movida pero que ella vivió como una etapa más de su vida a la que se entregó en cuerpo y alma porque en el instituto se aburría mucho. Así que un buen día cuando Tesa aún estaba en COU, se va con su amiga Edurne a conocer al grupo de amigos de su primo, entre ellos se encuentra Miguel Ordóñez, futuro miembro de Los Zombies, todos van al Rastro y:

a lo tonto terminamos en su casa haciendo un ménage à trois Edurne, Miguel y yo.

Mientras vosotros, insípidos mortales, cuando vais al Rastro lo más extremo que os puede pasar es que a lo tonto acabéis yendo de cañas y a lo tonto lleguéis a vuestras casas borrachos cuando solo son las cinco de la tarde, Tesa, a lo tonto, acaba haciendo un ménage à trois.

De la mano de Miguel Ordóñez, Tesa y su amiga entran en el círculo de la movida, conocen a Will More (protagonista de "Arrebato"), al pintor Ceesepe... y a Bernardo Bonezzi, que las ve bailando en una discoteca y las invita a unirse a Los Zombies como go-gós. Ellas, por supuesto, dicen que sí.

Nosotros, desde la comodidad del 2017, sabemos que la cosa iba a acabar mal más pronto que tarde. Y, efectivamente, Edurne, la amiga de Tesa, se enamora de un tal Kiwo, yonqui que la arrastra hacia la heroína. En los ensayos de Los Zombies, Edurne se dedica a vomitar por las esquinas y la echan del grupo. Tesa se queda sola, lo da todo en los conciertos y también en el día a día:

Total, que acabé siendo imprescindible en el grupo sin hacer nada; bueno, sí, haciendo el gilipollas. Me movía en los conciertos sinuosa, ponía caras, agitaba los brazos, mucho glamour de pega. Lo que sí es verdad es que Bernardo, cuando componía una canción, me pedía opinión y yo le decía que era divina, aunque no me gustara nada. Y eso a él le subía la tensión, era muy inseguro, y si no le decía que el tema era divino se venía abajo.

 Bernardo Bonezzi y Tesa Arranz, jovencísimos, monísimos.

Logran fichar con una discográfica importante y su sencillo "Groenlandia" es todo un éxito. Pero en esa época las discográficas reparten muy poco de los beneficios y Tesa nunca llega a disfrutar realmente de ingresos importantes. De hecho, sigue viviendo con sus padres, deja la carrera de Derecho y se dedica a divertirse a fondo. A las anfetaminas que ya consumía en su adolescencia se suma absolutamente todo lo demás: cocaína, heroína... Conoce a Almodóvar, a Carlos Berlanga, a Fabio MacNamara, a Ana Curra, a Alaska, a Paloma Chamorro. Tesa lo prueba todo y los conoce a todos:

Almodóvar, siempre a la sombra artística de Fabio, hasta que se cansó de él. ¡Lo que ha chupado de Fabio ese hombre! (...) Y fue Fabio quien le dio todo, Fabio inspiraba a una mosca muerta, lo tenía y lo tiene todo. Me iría con él ahora mismo a un monte desierto.

Tesa conoce a toda la movida y a parte de ella la conoce también en el sentido bíblico. Entre flirteos, noviazgos, ménages à trois y rollos de una noche con músicos varios (incluidos un miembro de The Clash) mi favorito es éste con los hermanos Cano, sí, los de Mecano:

El asunto con los hermanos Cano fue la monda, ay, la que se lió. Le gustaba al pequeñito de los Mecano, a Nacho, y a mí me parecía horroroso y me propuse joderle un poco porque me caía muy gordo. Total, que me lo llevé por ahí y acabamos en la cama y a la medianoche le dije: “Tío, no me das la talla, vete a tu casa”, y lo largué así. Y llamó al hermano, indignado y lloriqueando, diciéndole que le había echado de casa, vamos, era para abofetearlo, y al rato llegó el hermano y se lo llevó.

A estas alturas todos os estaréis imaginando que la energía y la inconsciencia de Tesa no podían ser producto sólo de la politoxicomanía. Y tenéis razón. A los 21 años se come todos los tripis que le trae un amigo de Amsterdam y entra en una fase maníaca que le hace plantearse que a lo mejor sufre la misma bipolaridad que habían sufrido su padre y su abuelo (¿no lo habías sospechado antes, Tesa, reina?). Tesa desaparece de la escena de la movida, pasa por momentos de euforia y otros de depresión y entre subidas y bajadas a los 27 años tiene una revelación mística. Sí, habéis leído bien: mística.

Llegué a un estado especial siguiendo la vida de Santa Teresita de Jesús, haciendo su mismo camino, siguiendo su ascetismo, sus lecciones de humildad, para que sea Dios el que te levante, renunciando a uno mismo, al puto ego. Tú no eres nada y Él lo es todo. Llegué a no ser nada y me absorbió el todo y ahí sentí una llaga de amor que me penetró en el alma a palo seco, sin tomar ninguna droga, y el corazón me ardía. 

En esos mismos años, no sé muy bien si antes o después del momento místico (es probable que Tesa tampoco lo sepa), se enamora de Eduardo, un hombre tan desequilibrado que, en comparación, Tesa parece una balsa de aceite. Eduardo forma parte de una secta que Tesa se toma a pitorreo y cuando cuatro gallinas de la granja de la secta se mueren, Eduardo culpa a su novia por sus "malas vibraciones". Tesa se marcha y no vuelve a ver a Eduardo aunque está convencida de que se ha quedado embarazada de él. Cuando llega a Madrid queda con un amigo, Jorge, de profesión estadístico, se enrolla con él y, nueve meses más tarde, tiene a su hijo a quien le cuenta que tiene dos padres:

Yo sentí que me había quedado embarazada después de follar con el estadístico, con lo cual mi hijo es producto del empujón que dio el semen del segundo hombre, Jorge, al semen del pirado de Eduardo. El caso es que el niño salió divino y ahora tiene 25 años muy salados, es sociólogo, politólogo y toca muy bien la guitarra.

Tesa consigue dejar las drogas y encauza toda esa energía desatada en pintar cuadros de extraterrestres (quinientos) y en escribir poesías, novelas, ensayos... o lo que surja. Y sigue buscando el amor. De hecho, apareció en First Dates buscándolo sin mucho éxito.


Sólo espero que los redactores del programa se hayan fijado en ella y le haya ofrecido un formato adecuado: un reality. Yo, al menos, me muero por ver cómo pasa la Navidad Tesa junto a su familia y a su hijo el politólogo con dos padres.

Si queréis saber más sobre ella y esa época tan excesiva, casi tanto como la propia Tesa, leed esta semblanza de Germán Pose. No tiene desperdicio. 

Y vosotros, ¿conocíais la vida y peripecias de Tesa Arranz?, ¿la veríais en formato reality al estilo "Alaska y Mario" o más bien tipo "keeping up with the Kardashians"?

martes, 17 de octubre de 2017

Despacito, mojito, suave-suavecito

Hace unos meses mi amigo Antonio me pedía que escribiera en éste vuestro blog sobre la letra de una famosa canción del verano que seguro todos conocéis. Y, de repente, hete aquí que estamos en octubre y yo todavía no he publicado el post en cuestión. Así que, antes de que lleguen las lluvias y el frío (que digo yo que en algún momento llegarán), aquí va el artículo prometido.

Pensaréis que la famosa canción del verano de la que voy a hablar es "Despacito", por algo ha triunfado tanto, pero tanto, que he llegado a escucharla en versión orquesta de pueblo en las fiestas de Arequipa (Perú, que no sé si he comentado que yo he estado en Perú este verano). Si analizamos "Despacito" como analizábamos las poesías en las clases de lengua y literatura, descubrimos que usa varios tipos de rima: asonante y consonante. Lo segundo es fácil. Ya nos lo enseñó Gloria Fuertes con esas rimas míticas: "la vaca Paca se ha quedado flaca". Pero aún puede ser más fácil, para qué buscar palabras que acaben igual, usemos diminutivos, y listo:

Pasito a pasito, suave, suavecito 
Nos vamos pegando poquito a poquito
 
Para no abusar del recurso, también se puede rimar con gerundios:

Si te pido un beso, ven, dámelo 
Yo sé que estás pensándolo 
Llevo tiempo intentándolo 
Mami, esto es dando y dándolo

Arriesgando y a lo loco, en "despacito"  también le dan a la rima asonante:

Déjame sobrepasar tus zonas de peligro 
Hasta provocar tus gritos y que olvides tu apellido

"Despacito" está compuesta por (redoble de tambores) tres compositores, ¡tres! De ahí esa complejidad en la mezcla de rimas. Shakira, autora de grandes clásicos de la composición contemporánea como aquel "menos mal que mis pechos son pequeños y no los confundes con montañas", dedica una canción a su pareja, el futbolista Gerard Piqué, y escribe esto:

Mira que cosa bonita
Que boca más redondita
Me gusta esa barbita

Y luego sigue con:

Un mojito, dos mojitos
Mira que ojitos bonitos
Me quedo otro ratito

Por supuesto, no puede faltar el momento rima con gerundios y, si no cuadra bien con la música, unos oh-ohs, unos ah-ahs, y listo:

Lo único que estoy diciendo
Vayámonos conociendo
Es lo que está proponiendo, oh oh, oh oh
Nos vamos entusiasmando
Todo nos va resultando
Qué bien lo estamos pasando, oh oh, oh oh

Pero ninguna de estas dos canciones es la que mi amigo A. quería que analizara. Él estaba fascinado con "felices los cuatro" de un chaval que por lo visto es una auténtica celebridad en las Américas. Se llama Maluma:

Y siempre posa igual.

"Felices los cuatro" empieza como está mandado. Con mucho gerundio:

Apenas sale el sol y tú te vas corriendo
Sé que pensarás que esto me está doliendo
Yo no estoy pensando en lo que estás haciendo
Si somos algo y así nos queremos

Vemos que la canción trata el tema del que hablan toooodas las canciones latinas veraniegas: el amor. Amor sabrosón, amor sudoroso, amor canalla, que dé pie a que la gente perree en la oscuridad de la discoteca de turno:

Si conmigo te quedas
O con otro tú te vas
No me importa un carajo
Porque sé que volverás

En este caso, parece que la chica pasa un poco de Maluma, que ella está viendo a otro chico, y él se hace el duro, como todo buen solista latino. Ya veréis cómo al final de la canción ella vuelve a él porque los solistas latinos son como James Bond, siempre vencen.


Y si con otro pasas el rato
Vamo' a ser feliz, vamo' a ser feliz
Felices los cuatro

¿Cómo?, ¿qué ha dicho? No entiendo, ¿esto no era un triángulo?, ¿cuatro?, ¿por qué dice cuatro?

Y agrandamos el cuarto

Esto sí que es un giro. Que Maluma se estaba haciendo el duro porque él también estaba con otra y le dice a la chica que se junten todos: él y ella, y sus amantes respectivos, que será por metros cuadrados.

Y si con otro pasas el rato
Vamo' a ser feliz, vamo' a ser feliz
Felices los cuatro
Yo te acepto el trato

Esto sí que es una novedad, la canción del verano se ha renovado y ahora no canta al amor sino... ¡al poliamor!

Tatuado o sin tatuar. Afeitado o con barba de tres días. Rapado o con tupé... pero siempre con el dedito en la barbilla.

Y vosotros, ¿os consideráis capaces de componer una canción de éxito mundial a base de rimar con diminutivos y/o con gerundios?, ¿qué canción detestáis más: "despacito", "me enamoré" o "felices los cuatro"?, ¿por qué Maluma posa siempre igual? 

martes, 11 de julio de 2017

¿Qué canción (infame) del verano eres?

Las canciones del verano son infames. Y pegajosas como la arena de playa, que vas un rato a tomar el sol y tres meses más tarde aún encuentras granos de arena en tus bolsillos y hasta en tu ombligo. Pero algo tienen las canciones del verano, conectan con tu sistema límbico y se quedan a vivir en tu cerebro para siempre. Crees que las has olvidado pero un día, muchos veranos, muchos inviernos después, te despiertas cantando "tsamina mina, eh, eh, waka, waka, eh, eh" y lo que es peor... ¡bailándola!

Todos llevamos en nuestro interior una canción del verano que se niega a abandonar nuestro ser. Se nos pega como una lapa, como el demonio a la pobre Regan en "el exorcista". Pero... ¿cuál es esa melodía que te acompañará siempre? Probablemente no lo sepas porque está enterrada en lo más profundo de tu subconsciente. Para eso está este riguroso a la par que veraniego test:

¿Dónde vas a pasar las vacaciones?
A. Magaluf. O quizá Salou. Un sitio barato, con mucha marcha, gente a porrones y alcohol barato.
B. un pueblo donde se oiga cantar al gallo y no haya cobertura para el móvil.
C. qué importa el sitio, mientras pueda descansar, levantarme tarde, tirarme dos horas desayunando y echarme siestas kilométricas.
D. en la ciudad, trabajando. Es que soy autónomo.
E. en un crucero, que están muy de moda y bien de precio. Otros años he ido a resorts en Canarias y en la Riviera Maya, que también me los recomendaron. Y muy bien, ¿eh?

¿Cómo definirías tu estilo en la pista de baile?
A. arrimando cebolleta.
B. estilo verbena, es decir, las piernas separadas, rodillas ligeramente flexionadas y dando palmas. Intento que vayan a la vez que la música, pero no siempre lo consigo.
C. insinuante, sensual, lo doy todo en los bailes lentos.
D. dando botes de un lado a otro, como si me dieran calambrazos o me estuvieran sometiendo a una terapia de electrochoque.
E. ¿estilo?,  ¿qué estilo? yo solo bailo canciones cuya letra sean unas instrucciones de uso, de ésas que te dicen qué pie mover y cuándo.

Después de seis horas en la playa, empiezas a aburrirte un poco, así que...
A. empiezo a mirar el panorama: a las chicas en top less o los chicos con braga naútica marcapaquete.
B. abro la nevera portátil y me como otro filete de pollo empanado regado con un poco de vino con casera, y tan a gusto.
C. me doy la vuelta y me echo una siesta, una bien larga, de ésas que te dejan más cerca de la muerte que de la vida.
D. no piso la playa desde que fui con mis padres a Gandía en el Seiscientos familiar, allá por los años ochenta.
E. juego a las palas o alquilamos una barca con pedales entre todos. Si a los demás les apetece, claro.

¿Cuál es tu pesadilla recurrente?
A. que murmuren de mí por las esquinas, porque a mí eso me mortifica.
B. me pilla un toro en un encierro.
C. un atasco en la gran ciudad.
D. ahogarme en el mar, porque yo sólo sé nadar a perrito.
E. salgo elegido presidente en unas elecciones.

¿Qué no le perdonarías a tu pareja?
A. una infidelidad
B. la arrogancia, que me haga de menos.
C. que me atosigue.
D. que tenga que mudarse a otro país y mantener una relación a distancia.
E. la indecisión, que me obligue a mí a tomar siempre todas las decisiones.

¿Cuál es tu ciudad favorita del mundo entero?
A. Copenhague, Oslo... cualquier sitio que esté lleno de gente rubia, alta y con buenos genes.
B. cualquier pueblo que mantenga las tradiciones de toda la vida: tirar cabras del campanario, hacer guerras de tomates/vino/o lo que surja...
C. algún paraje en el Caribe
D. Madrid, lo tiene todo: el Retiro, el la Casa de Campo, miles de teatros y museos...
E. Ay, no sé, qué difícil. Elige tú mejor.


Mayoría de A: "el venao"
El verano es esa época para tener rollitos de ídem. Por eso tú te has pasado todo el invierno planeando con la cuadrilla de colegas un viaje a un templo del ligoteo y los chupitos baratos como Magaluf o Lloret de mar. No cuentas con que es muy posible que tu pareja haya pensado lo mismo y te la encuentres en una discoteca dándolo todo mientras aquello de "que no me digan en la esquina, el venao, el venao, que eso a mí me mortifica...". Quien te iba a decir a ti que una canción del verano iba a acabar siendo autobiográfica.

"El Koala" tiene una de esas caras únicas, inolvidables (mentira).

Mayoría de B: "opá, yo viazé un corrá"
El metro te convierte automáticamente en Paco Martínez Soria. Y es que eres muy de pueblo. Te gusta todo lo que huele a campo: las verbenas, los guisos contundentes con grasaza, los quintos... El verano en España está unido a las fiestas de los pueblos. Normal que haya aparecido un subgénero, al que podríamos llamar canción del verano rural, que nos ha traído clásicos tan imperecederos como "el tractor amarillo" o "opá, yo viazé un corrá".

Mayoría de C: "despacito"
Las prisas no van contigo. Por eso siempre llegas tarde a tus citas. Que podrías salir antes de casa o correr... pero no, tú eso de correr, como que no lo ves necesario. No es que seas vago, es culpa del verano, que te ralentiza el metabolismo. Dos semanas de julio cunden como dos días de invierno. Por eso las canciones de ritmo caribeño ("despacito", "la gozadera") te poseen.

La playa de Madrid son estos cuatro chorros que hay en Madrid Río.

Mayoría de D: "Aquí no hay playa"
Cuando estás en paro, porque no tienes dinero. Cuando estás trabajando, porque no tienes tiempo. Cuando te quedas en paro justo antes del verano, porque no te ha dado tiempo a planear nada. El caso es que tu verano consiste en quedarte en la gran ciudad de turno. Y si esa ciudad es Gijón, Barcelona o Málaga, bueno, pase... pero, ay, como sea en una ciudad de secano... Tú no te quejas porque siempre te quedarán El Corte Inglés y cualquier recinto cerrado con aire acondicionado a tope, pero la realidad es que ves las fotos de los pies de tus amigos que están "aquí sufriendo" y te das cuenta de que quien sufres eres tú. Y lloras.

Mayoría de E: "follow the leader"
Hay un dicho popular que dice: "¿dónde va Vicente? Donde va la gente". Pues bien, tú eres Vicente. Tienes la personalidad de un cefalópodo, te dejas guiar por las modas y la opinión general. No te gusta decidir en nada en general, así que las canciones con instrucciones de baile como "follow the leader", o "la bomba" de King África (una mano en la cabeza, una mano en la cintura, un movimiento sexy...) te gustan. Así sabes qué es lo que hay que hacer.

Y vosotros, ¿qué canción del verano sois?, ¡confesad!

lunes, 15 de mayo de 2017

Di no al Brexit, di sí a Eurovisión

Hubiera sido taaan bonito. Todos a puntuar con twelve points a Guallominí y Gran Bretaña se hubiera visto obligada a organizar Eurovisión en el año del Brexit. Pero para que eso fuera posible los europeos nos tendríamos que haber puesto de acuerdo y/o Gran Bretaña tendría que haber mandado una canción un poco molona. Y ni lo uno ni lo otro.

Sin embargo, creo que Europa puede unirse a través de Eurovisión. El festival que nos recuerda que Azerbaiján está en Europa también puede servir de contrapeso a los partidos antieuropeístas. Que la música nos una a todos. Pero no la música coñazo de baladas con su consabido crescendo vocal al final, mientras el pelazo de la cantante se agita al viento y un violinista toca un solo. No. Se trata de unir al pueblo. A la gente. A las masas. Esa música que la escuchas y te echas a bailar y a cantar, aunque sea en un idioma tan extraño como el moldavo.

Sí, amigos, ha habido éxitos moldavos. Más bien, ha habido uno. Éste.


Moldavia, como Teruel (o Azerbaiján), existe.

Yo creía que Moldavia no existía. Creía que era producto de la imaginación de los guionistas de Dinastía que hacían que Catherine Oxenberg fuera aristócrata europea sofisticada del reino de Moldavia. Otro día hablaremos de porqué no sé dónde he dejado las llaves pero sí sé el nombre de una actriz de segunda que salía en "Dinastía".

La cuestión es que Moldavia, en una alianza con Rumanía (Dragostea din tei está cantada en rumano, y el grupo estaba compuesto por moldavos y rumanos, en una unión paneuropea preciosísima) ha dado un megaéxito a toda Europa. Ése es el camino que hay que seguir.

Y otros países de chichinabo pequeños también han dado hits:


Si tuviera que enseñar qué fueron los 80 a un joven millenial nacido en el 2000 o a un extraterrestre, le enseñaría este videoclip. Y ya. 

Nada de canciones medio folclóricas cantadas en idiomas que parecen klingon, ni de baladas de portugueses tristes que llevan una coletilla como la que me pongo yo cuando voy a hacer limpieza general ni, obvio, canciones con alaridos cantos tiroleses... Todo esto lo vimos hace un par de días en Eurovisión y gracias, pero no, gracias.

Menos mal que siempre nos quedará Suecia (y los suecos). Los únicos que son capaces de hacer una puesta en escena en condiciones, que parece sacada de los Grammy y no de una retransmisión de la OTI de 1985. Quizá Suecia debería ganar siempre Eurovisión, y que los demás ni se molesten, que se queden en casa.

Queremos grandes hits. Dignas canciones del verano. Pegajosas. Eternas. De ésas que no sabías que te sabías. De ésas que no sabías que te sabías la coreografía. Como ésta. Danesa, para más señas. Las nuevas generaciones también bailan esta canción. Doy fe. Lo he visto en el Ocho y medio.

Y diréis, ¿y España qué? Fácil, que lo manden a él:



Triunfó hasta en Japón. Preguntad a cualquier mayor de 30 años de cualquier país europeo. Tararead chiquitan chiquitan-tan-tan-que-tumbanban-que tumban-que teverere y veréis cómo la reconoce.

Pero quizá el tiempo de Chimo Bayo ya pasó. Es el momento de nuevas generaciones. Y si el triste portugués de la coletilla había actuado en el Sónar, se me ocurren dos mozas que están petándolo en eso que se llama "la escena indie". Con canciones pegadizas y con su punto cómico. Imaginad qué bonito sería escuchar esta canción en un escenario de ésos tochos y llenos de efectos de luz, y ventiladores, y llamaradas, y máquina de humo y, por supuesto, junto a un violinista:


Les gusta ir al Ritz, pero al bingo también...

Y vosotros, ¿a quién llevaríais a la próxima edición de Eurovisión?, ¿también tenéis dolor de cabeza que empezó con la actuación de Rumanía y sus alaridos cantos tiroleses y que todavía no se ha ido?

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Carta abierta a Madonna

De los creadores de "yo he estado en Japón" (he estado, o mejor dicho, estuve, ¿lo he dicho en alguna ocasión?) llega... "yo he estado en Amsterdam viendo a Madonna".

No, no soy una de esas fans que siguen a sus ídolos durante toda su gira, que hacen cola para estar en primera fila y que se compran todo su merchandising. Es más, a mí Madonna me ha hecho un par de jugadas muy feas, y por eso, Madonna, reina del pop, te escribo estas líneas. Como sé que tu castellano es fluidísimo, que llevas media vida cantando "last night I dreamt of San Pedou", te escribo esta carta en el idioma de Cervantes. Y en el de Daddy Yankee, también.

Dear Madonna;

A mí no me la vuelves a dar con queso. Me sé tu juego. Tú vas y programas una sola fecha en España, pongamos por ejemplo en Barcelona y dejas unos días libres después. Por supuesto, las entradas baratas vuelan. Y es que los miembros de los clubs de fans y los apuntados a páginas como Live Nation tienen prioridad. Y allí estaba yo, con dos amigas, a las que llamaremos O. y F., atentísimas para luego descubrir que sólo quedaban a la venta las entradas VIP que cuestan unos 200 euros y la promesa de entregar a Madonna tu primer primogénito. Envalentonadas y después de haber pasado toda una mañana dándole al botón de actualizar y peleándonos con diferentes páginas de venta de entradas, decidimos ir a un concierto de la ambición rubia de todas-todas, ¿por qué no a Amsterdam, que coincide con el puente de la Constitución? En el mismo instante en que teníamos las entradas compradas... oh, sorpresa, oh aciago destino, resulta que Madonna programa otra fecha en España.

Pero te olvidas de todo, incluso de esta horterada de video, perteneciente a su último álbum, cuando empieza el concierto. Una mezcla de El circo del Sol con un pase de modelos de Dolce y Gabbana y, por supuesto, todas las obsesiones de Madonna a lo largo de sus años de carrera. En el concierto hubo bailarinas vestidas de monjas y subidas a barras de pole dance, un ejército de algo así como samuráis y hasta un cuadro flamenco de lo más bizarro, con bailarinas chinas y bailarines con camisas de encaje. 

Y luego estuvo esto:


La boca abierta.

Espero que:
a. Pagues bien a estos muchachos, Madonna.
b. Les des mucha biodramina antes de subirse ahí arriba.

A mí, que siempre me he mareado hasta en el barco vikingo de la feria, no entiendo cómo un ser humano puede hacer lo que esos bailarines hacieron.

Hubo otros números impresionantes, como la versión de Material Girl, con Madonna subida a una pantalla inclinada desde la que iba rechazando y lanzando a los bailarines al suelo (lo dicho, el trabajo de estos chicos no está pagado con dinero). Pero también hubo momentos para que la estrella pillara el micrófono por banda y se quedara sola en el escenario. Suponemos que esos ratos los aprovechaban los bailarines para cambiarse de ropa y tomarse otra biodramina. En uno de estos momentos cogió a un muchacho del público, un tal Johan, al que le regaló un plátano (¿?) y en otro se marcó una versión, ella sola con un ukelele, de "La vie en rose".



Que digo yo, Madonna, teniendo a ese ejército de bailarines y canciones como "Ray of light" o "express yourself" en tu repertorio, ¿tienes que chapurrear el francés y más en una canción tan difícil como ésta? Para la próxima gira, te sugiero que cantes más temas tuyos, de los de toda la vida, y que olvides tus últimos discos. O que saques uno bueno, que eso tampoco estaría mal.

También te sugiero que empieces a la hora, que luego salimos tarde y acabamos todos en la misma cola para coger el mismo autobús nocturno. Que tú eso no lo verás como problema porque fijo que tienes un jet privado, pero ponte en el lugar de la plebe, reina.

Y eso es todo, Madonna. Espero que hagas una nueva gira, con bailarines que parecen súper héroes, pantallas gigantes, plataformas, suelos que se abren, coreografías, cambios de vestuario y mucho de todo. Porque para cantar solo en un escenario, guitarra en mano, para eso ya están los cantautores del café Libertad. Tú eres otra cosa, tú eres una "entertainer".

Besitos.

Y os dejo con el momento, estoy sola en el bar, cerrando el garito y canto una de Madonna mientras bailo estilo caballito:


Y vosotros, ¿sois más de conciertos a lo grande o íntimos?, ¿créeis que Madonna se ha pasado al ponerse bótox hasta en las pestañas?, ¿o sois de esos fans que le perdonan hasta que perpetre "La vie en rose"?

lunes, 22 de diciembre de 2014

Cinco motivos para ver Cachitos de hierro y cromo

Los domingos por la noche son, para mí, sagrados. Ese momento que todo el mundo sufre como la antesala del traumático lunes desaparece, ¿y por qué?, ¿porque soy autónoma y para los autónomos la semana es un continuo miércoles? Bueno, también, pero la razón fundamental es que los domingos por la noche toca ver en la 2 "Cachitos de hierro y cromo".

Por si sois opositores que se pasan el día estudiando, residís en el extranjero o estáis en una cárcel y las peleas por el mando a distancia son terribles... aquí van cinco razones para que el próximo domingo veáis Cachitos:

1. Aprender historia de España
Los que nacieron después de 1980, e incluso aquellos que nacieron después de 1990 (que los hay, no debería haberlos, pero los hay) no saben que hubo una cosa llamada Transición entre la dictadura de Franco y la democracia. Ese espacio de tiempo, en lo social, se convirtió en el destape. Toda actriz menor de 35 años exhibió sus atributos en el Interviú o en alguna película que hoy da la risa floja (como ésta de Bárbara Rey y Rocío Dúrcal experimentando). En la música eso se notaba en la proliferación de galanes de voz susurrante que decían cosas como "siento aún el calor de nuestros cuerpos que, entre las sábanas, formaban una cárcel maravillosa". Con todos ustedes, Manolo Otero:


Una señora de Mazarrón se quedó embarazada escuchando esta canción.

2. Aprender narrativa audiovisual
Y para eso, quién mejor que Valerio Lazarov. Realizador y trabajador incansable, que en los 60 y 70 se hinchó a hacer programas y quién sabe si también a probar drogas lisérgicas. Videoclips llenos de baile, de humor, de sin sentido y de zooms, muchos zooms. Todo director tiene una musa. Hitchcock tuvo a Tippi Hedren y a Grace Kelly; Woody Allen a Diane Keaton y Mia Farrow... Y Lazarov tenía a Peret:



3. Encontrar excusas para explicarle a tu novia que le has puesto los cuernos con su mejor amiga.
Puede parecer un imposible, pero esa palabra no existe en el diccionario de un cantante italiano de música ligera. Aquí Sandro Giacobbe os explica qué pasos seguir para confesarle a tu novia unos cuernos del tamaño de la nave Enterprise. Primero, antes de confesar, que quede claro que tú estás tope triste:

Esta tarde vengo triste 
y tengo que decirte, 
que tu mejor amiga 
ha estado entre mis brazos. 


Antes de que tu novia te pegue un bofetón, sé rápido y acciona el ventilador de esparcir mierda. Que conste que la infidelidad no fue cosa tuya, que fue cosa de la amiga que te provocó:

Sus ojos me llamaban 
pidiendo mis caricias, 
su cuerpo me rogaba 
que le diera vida.



Y que conste también que, aunque caíste con todo el equipo, te arrepentiste enseguida:

Mi cuerpo fue gozo 
durante un minuto, 
mi mente lloraba tu ausencia.

Last, but not least, resúmelo todo con una de esas frases que sirven para explicarlo todo: unos cuernos, el nazismo, el hambre en el mundo...:

Lo siento mucho, 
la vida es así. No la 
he inventado yooo.


4. Bucear en el pasado vergonzante de otros
El archivo de TVE es como los anuarios del instituto de las pelis americanas. Allí se guarda lo más recóndito del pasado de los cantantes ahora famosos. Todos nos acordamos de la ropa estrafalaria de Mecano y de las coreografías estilo clase de aerobic... pero no recordamos que antes de escribir cosas tan inolvidables como "no hay marcha en Nueva York y los jamones son de York", "te dije, nena, dame un beso, tu contestases que no" o "magdalenas de sexo convexo" probaron suerte en un concurso de talentos cantando esto:  


Con la ropa de ir a misa los domingos.

5. Descubrir temazos cuya existencia desconocías
Porque está muy bien ver actuaciones viejunas de Depeche Mode o recordar a la perfección la letra de "tu piel morena sobre la arena, nadas igual que una sirena", de Viceversa, pero, ¿y lo genial que es descubrir canciones que no conocías? y  más si son de un grande entre los grandes, como Tino Casal. Aquí el hombre con más bisutería de la historia (con permiso de M.A. Barracus) dice cosas tan de poema de Verlaine como "ser degenerado no es amar y ser amado, ser degenerado es revolcarse entre la suciedad":


Sí, el que acapara la atención en segundo término es Fabio MacNamara.

Y también hay otro motivo más para ver este programón, pero es un motivo para el que vosotros (jajajajajaja, río pérfidamente mientras acaricio a mi gato) llegáis tarde. Cachitos hizo un concurso que permitía a los seguidores del programa rotular canciones que colgaban en su web. Las que más les gustaron se pusieron en el programa y se sorteó entre los participantes un pase VIP doble para ir al Low Festival. Adivinad a quién le ha tocado...

Y vosotros, ¿veis Cachitos habitualmente?, ¿qué canciones habéis descubierto o recordáis del glorioso archivo de TVE?, y los que estáis lejos, ¿qué canciones recordáis del pasado más remoto?

martes, 19 de agosto de 2014

Cómo sobrevivir al Sonorama

Querido Javier Ajenjo, gracias por oír mis sugerencias. Porque es evidente que el organizador del Sonorama Ribera del año 2014 se leyó este post y vio que hacía falta llevar artistas viejunos a los festivales hipsters. Como Paquita la del Barrio no es tan conocida en España como en Sudamérica, Ajenjo optó por alguien mucho más asentado: Raphael.


Todos juntos: ¡¡¡¡¡Qué pasará qué misterio habrá, puede ser mi gran noche!!!!!

Sí, amigos, Raphael ha actuado en un festival indie. Y yo, que me había jurado a mí misma, con un trozo de tierra en la mano y un atardecer de fondo, a lo Escarlata O'Hara, que no iba a volver a ningún festival, he vuelto. Eso sí, durmiendo en hostal, que los campings son para veinteañeros y mayores de 30 que siguen viviendo con sus padres. Las señoritas dormimos en hostal y para las 3 de la mañana estamos que nos caemos de sueño. Y de frío, porque hay que ver cómo refresca en Aranda en cuanto anochece. Y es que la primera clave para sobrevivir al Sonorama es abrigarse. No estamos hablando de la típica rebequita fina de las noches de verano. Esto es Burgos, y todo es a lo bruto: el sol de las 4 de la tarde es a lo bruto y el frío de medianoche también.

Por eso la segunda clave para sobrevivir al Sonorama es llevarse algo con lo que combatir el calor de mediodía. Ignoro si es una costumbre asentada o moda de este año, pero las pistolas de agua arrasaron. Las modestas tipo spray para regar las plantas y las grandes rollo metralleta.

Pensaréis que entre la mochila con el jersey para luego, más la pistola de agua, más el sudor, más los vermús a 1.50 euros no hay hipster que no acabe convertido en un despojo digno de los Sanfermines. Pues os equivocáis. El uniforme indie permite que aguantes todo el día con tu glamour intacto. La moda del 2014 dicta lo siguiente.

Para ellas:
- short vaquero muy corto. Los rotos y que se te vea medio cachete son un poco chonis, pero se admiten.
- Camisa o camiseta estampada. Las piñas son el estampado de la temporada. Seguido muy de cerca por el clásico estampado floral y las mariposas. Las rayas este año están demodé.
- Vestidito corto por encima de la rodilla. Liso o con estampado de flores, pero no de piñas. No sé porqué. Misterios de la moda.
- Sombrero tipo borsalino y gafas de sol tipo espejo. Muy útiles para retocarte los labios (rojos, por supuesto) a las 2 de la mañana.

Para ellos:
- Pantalones cortos por la rodilla. Vaqueros o lisos en tonos neutros.
- Camiseta con mensaje, sea del grupo favorito del susodicho o con alguna serigrafía de "El Nota", de Breaking Bad o algo graciosillo tipo esto:


- Camisas tropicales. Aquí las palmeras sustituyen a las piñas, ¿por qué? Yo qué sé, dejad de preguntarme cosas difíciles.
- Como complemento sirven tanto el sombrero tipo borsalino como las gafas de pasta.

Last, but not least, los festivales siempre habilitan una zona de descanso que suele estar más concurrida que la carpa dance cuando toca en directo alguien malo (Cut Copy, por ejemplo). En el Sonorama había una patrocinada por Beefeater con sillones hinchables donde proyectaban documentales musicales y video clips. Yo ahí fui feliz. Si ya hubieran tenido mantitas hubiera sido la repanocha.

Con todos estos elementos ya estás preparado para triunfar. Pero, recuerda: "lo que pasa en Aranda se queda en Aranda", como dijeron un grupo de chavales de 25. Luego comentaron lo que les pasó el año pasado, que tío, luego tu novia se entera de que te liaste con una en el cámping y eso no puede ser.  Este grupo, por cierto, estaba enfadadísimo con la inclusión de Raphael en el festival y, para demostrar su protesta, decidieron quedarse en el cámping. Estos chavales (me apuesto la metralleta de agua que robamos) ahora se están comiendo sus palabras, porque Raphael triunfó por todo lo alto. Dio el mejor concierto de todo el Sonorama.

Y no lo digo yo como fan que ya es la tercera vez que lo ve en directo. Ahí están las cifras para demostrarlo. Llenó el escenario principal.

Yo soy la cabecita número 27 de la cuarta fila desde la derecha.

Raphael se comió con patatas a todo el pop indie nacional. ¿Porque tiene mejor voz y además vocaliza? Podría ser, pero no. ¿Porque las canciones de Manuel Alejandro han envejecido divinamente y las de Australian Blonde, pues mira, chico, como que no? Tampoco. La clave de Raphael es su intensidad. Algo que falta mucho en el pop en general, y en el español más aún. Porque es my triste que en tooooodo el concierto de Nacho Vegas el momento más intenso fuera cuando se desabrochó el botón de la americana. Chico, un poco de sangre en las venas. Por no hablar de la costumbre de Iván Ferreiro de cantar encogido, como si tuviera chepa, o Depedro y su guitarra que sonaba a que en cualquier momento iba a tocar "un pueblo es".

Por si cuela, voy pidiendo ya a Javier Ajenjo que el año que viene repitan León Benavente, Second y Raphael. Y que se traiga a Raffaella Carrá. Porque los hipsters lo dan todo cuando suenan Lori Meyers o La Casa Azul, pero el delirio es total si suena "para hacer el amor hay que venir al Sur".

lunes, 12 de mayo de 2014

Es fácil ganar Eurovisión, si sabes cómo

Me voy a forrar.

Voy a escribir un best seller que lo va a petar.

¿Os acordáis de esto?


Hubo una época en la que todo fumador se había leído este libro. Incluso varias veces. Cuando recaían en el vicio, volvían a leérselo. En sus bolsos había una cajetilla de tabaco o un ejemplar de "es fácil dejar de fumar, si sabes cómo". 

Pues yo voy a hacer lo mismo pero con un libro dedicado a Eurovisión. Porque noto que los países concursantes están muy perdidos y se empeñan en llevar todos los años a la típica moza de buen ver con vestido de lentejuelas y melena al viento que canta una balada que empieza flojico y acaba en mucho gorgorito mientras actúa detrás de ella una bailarina/patinadora/trapecista. Y en toda Europa se oye un clamor. ¿No más recortes? No, ése no es el clamor, es: basta ya de baladas.

Aquí, en exclusiva, un avance de mi próximo best seller "Es fácil ganar Eurovisión, si sabes cómo", con algunas claves:

Llevar una buena canción
Podrá parecer una obviedad. Llevar un hit, una de esas canciones pegadizas, inolvidables y eternas. Como ésta. Pero no siempre funciona. Este clásico de Raphael se quedó en el puesto séptimo en la edición de 1966. "Eres tú", de Mocedades, se quedó segunda pero alcanzó el top ten en Estados Unidos, se hicieron versiones en alemán, francés, inglés, italiano y ha envejecido de mil amores. No así el vestido de Amaya Uranga:



Canta en inglés
Cantar en italiano, francés o español, pase. A fin de cuentas hay expresiones internacionales en esos idiomas: camorra, spaghetti, croissant, menage a trois, siesta, guerrilla... Cuánto dice de la imagen exterior de un país las palabras que ha conseguido convertir en internacionales. Pero cantar en armenio, montenegrino o azerbayano (¿existe el azerbayano? Es más, ¿dónde está Azerbayán?), pues mira, no.


Llama la atención a saco
Y "a saco" no es llevando un piano como el rosco de Pasapalabra.


A saco es que hablen de ti, aunque sea mal. A veces funciona, a veces no. Llevar a un cantante hombre con barba vestido de mujer, funciona.  Llevar a una rapera acompañada de mozas con escotazo que parecen sacadas de una película de Tinto Brass, no funciona. Será trending topic, provocará codazos y risitas nerviosas, pero estamos hablando de un concurso musical, y Conchita Wurst será hombre, tendrá la barba pintada cual Geyperman, pero su canción recordaba a la gran Shirley Bassey y eso bien se merece ganar Eurovisión.

Ser de la ex Yugoslavia
Las guerras civiles tienen su lado bueno. Todos aquellos que hace 15 años se pegaban tiros ahora se llevan súper bien y se dan 12 puntos los unos a los otros. Lo mismo se aplica a los países de la antigua URSS, que lo mismo un día amenazan con cortar el suministro del gas y con independizarse como que llega Eurovisión, les entra la nostalgia y venga a dar 12 puntos al país vecino que antes de ayer querían conquistar. Si yo fuera Artur Mas, usaría el argumento de arrasar en Eurovisión para convencer a Rajoy de hacer el referéndum independentista.

Sabiendo todo esto, ¿cuándo ganará España Eurovisión?

Pues fácil, cuando lleve una canción pegadiza y potente cantada por alguien que sabe llamar la atención y nos voten tanto Catalunya como Euskadi, Galicia, Andorra, Portugal, Italia y también Alemania e Inglaterra, que para entonces ya estarán llenas de emigrantes españolitos nostálgicos.

Yo calculo que para el 2020.

Y vosotros, ¿también estáis hartos de las baladas con crescendo vocal?, ¿echáis de menos el Eurovisión de nuestra infancia, cuando había una orquesta en directo y no un montaje que ni el espectáculo de luces de la fuente de Cibeles cuando la boda del Príncipe?, ¿o mejor esa época loca de Eurovisión con Chikilicuatre, el austriaco que cantó con un pavo y las yayas rusas?

Contadme...


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Paquita la del Barrio al FIB

Yo ya no soy joven. Esto, que mañana negaré haber dicho, es un hecho consumado.

No sólo tengo canas y he dejado de salir los sábados, es que hago cosas de señora como dar conversación a la frutera o cruzarme la chaqueta para remarcar la importancia de algo que voy a decir. Por eso yo ya no voy a festivales de música. Me he quitado. Se acabó eso de hacer colas para entrar en baños inundados en los que nunca hay papel higiénico. No más dormir en tiendas de campaña ni compartir litronas. Por favor, si a mí nunca me ha gustado la cerveza...


Aquí, en exclusiva mundial, el próximo cartel del Primavera Sound.

Pero estaría dispuesta a volver a algún festival si renovaran un poco el cartel. Ya vale de grupos que susurran en vez de cantar, que no vocalizan y que se hacen llamar The Lazy Skeletons cuando ellos son de Alcantarilla, Murcia. Recuperemos a las viejas glorias. Si en Benicassim o el Primavera Sound actúan señores de edad avanzada como Iggy Pop o Van Morrison, ¿por qué no Paquita la del Barrio?, ¿acaso la esencia de lo hipster no es poner de moda aquello que nunca fue cool?, ¿no dicen por ahí que el carajillo es el nuevo gin tonic? Pues tomen nota, señores organizadores de festivales, e inviten a Paquita. Una cosa les garantizo: saldrán ganando en cuanto a intensidad dramática se refiere.

Pero, ¿quién es Paquita la del Barrio? Pues la señora con pinta de regentar una mercería que canta esto desde el plató del "Ana Rosa" mexicano:


"Te voy a dar un buen consejo, si te falla el aparato, córtatelo y dale de comer al gato. No seas ingrato, no seas ingrato, dale de comer al gato".

Bajo sus vestidos de pedrería estilo madrina de boda, Paquita la del Barrio esconde rencor y despecho para alimentar decenas de álbumes de rancheras. Pero es que Paquita ha tenido una vida que ni "Topacio". 

De familia pobre, en su infancia se dedica a recolectar café o mango, vender pan y cosas así como de película de posguerra. A los 15 años se enamora de un hombre de más de 40. Cuando está embarazada se entera de que el hombre ya estaba casado y tenía otra familia, aunque aún continúa con él unos años. Tienen 2 hijos y, al final, Paquita le abandona, deja a sus hijos al cuidado de su madre y se va al DF a buscar suerte junto a su hermana Viola, con la que ya había cantado en su pueblo natal.  Tras mucho concierto en antro de mala muerte, les sale una gran oportunidad: una gira por Perú y Chile. Pero los promotores sólo quieren a Viola. Paquita decide dejar de lado su carrera como cantante, se casa con el que será su segundo marido (y que inspirará el grito de guerra de Paquita: ¿me estás oyendo, inútil?). Se trae a sus hijos a vivir con ellos, abren una fonda, Paquita pierde los gemelos que estaba esperando de su marido y adopta a una sobrina. Con los ahorros de la fonda, a mediados de los 80 autoedita su primer disco. Poco a poco va haciéndose famosa. En México, un país tradicional y machista, el público femenino se volvía loco con canciones que hablaban de "el tigre aquel que pensaba que me desgarraría las ropas, resultó ser un gatito con las uñitas cortadas":



Paquita sale en la tele. Paquita hace cameos en telenovelas. Paquita hace giras por toda Sudamérica... y Paquita, harta de las misteriosas desapariciones de su segundo marido, con el que ya llevaba casada 25 años, contrata a un detective. El detective no sólo trae pruebas de la existencia de una amante. Trae pruebas de una relación de 15 años, con un hijo en común. Paquita se divorcia, pero continúa enganchada a su ex, se siguen viendo hasta la muerte de él. 30 años juntos que inspiran álbumes como "Llorarás", "Hombres malvados", "Puro dolor", "Verdad que duele", "¿Me estás oyendo, inútil?", "Tres veces te engañé", "Acábame de matar", "las mujeres mandan", "el club de los inútiles" y canciones como "que me perdone tu perro..."


...por compararlo contigo".

¿No sería maravilloso que Paquita actuara en el próximo Primavera Sound? Imagináoslo por un momento, cartel del viernes: Los Planetas, PJ Harvey y, en el escenario central, Arcade Fire y Paquita la del Barrio. Yo, por Paquita, me planteaba volver a los festivales donde jamás hay papel higiénico.

Mientras convencemos a algún promotor para que lo haga, u organizamos un Change.org para lograrlo, os cuento que "Lo último que hago para el Notodo" sigue exhibiéndose por ahí. El día 22 en el festival de Valdés, en Asturias, y el día 23 en el de Andratx, en Baleares.

jueves, 29 de agosto de 2013

Llámalo plagio, llámalo homenaje


--> Entre Bárcenas, Siria y Egipto hemos tenido un agosto que no lo conoce ni la madre que lo trajo. 

Ni noticias sobre nuevos sabores de helado, ni sobre qué calor que hace, ni sobre las fiestas más guarras de la geografía española. Las noticias de verdad han ocupado casi todo el tiempo del telediario, y oye, se agradece. Pero siempre se acaba colando alguna de esas noticias, que en realidad deberían llamar de otra manera; anécdota, chorrada o tontunada, serían nombres mucho más adecuados. Y la tontunada de este agosto ha sido que la canción de este verano, "blurred lines", de un tal Robin Thicke, podría ser un plagio. Excusa fantástica para, de paso, poner el videoclip de "blurred lines" donde, ¡oh sorpresa! resulta que salen varias modelacas a ratos con bikini, a ratos sin bikini. 

El caso es que, oídas las dos canciones: la original de Marvin Gaye, y la de Thicke, yo no noto el plagio. Pero a mí no me hagáis caso, que nunca he distinguido a Annie B. Sweet de Russian Red...

Y de todas formas, ¿dónde está esa finísima línea que separa el plagio del homenaje, al guiño de la adaptación?, ¿es cuestión simplemente de pagar el dinerete correspondiente al homenajeado/plagiado? Porque no siempre es así.

En el mundo de la moda, por ejemplo, se plagia descaradamente. Tan descaradamente que nadie disimula. Y tampoco se paga ningún tipo de porcentaje al diseñador plagiado. Sencillamente se asume que los diseñadores de alta costura plagiados y las grandes cadenas que los copian tienen diferentes públicos.  

Unos se pueden gastar los 2.000 o 3.000 euros que vale un vestido de Valentino y otros los 29.99 que vale uno en Blanco:

En la música, si plagias te enfrentas a un juicio millonario. Pero si homenajeas, la cosa cambia. En una época en la que Zara, Mango y H&M se forran a base de clonar la ropa de los diseñadores de campanillas es normal que las bandas tributo tengan el éxito que tienen. Antes actuaban en tugurios de mala muerte, de esos que programan monólogos, magos, o bailes regionales, en una tarima de dos metros cuadrados. Ahora llenan salas de conciertos, y hasta hay agencias de representación especializadas en contratar a bandas tributo.

El auge de los grupos homenaje llega hasta el punto de que tienen que echarle mucha imaginación a sus nombres para poder distinguirse de los otros imitadores.

Así tenemos a los Zombeatles, y es que con la cantidad de imitadores que hay de los Beatles (sólo en España están Abbey Road, The Blisters, The Beatboys, The Getbackers... ), estos se distinguen porque van siempre caracterizados de zombies.
 
Gabba rinde tributo a dos grupos a la vez a ABBA y a... ¡Los Ramones!

Y mi preferido, Mandonna, que podría llamarse así en honor al genio que seguro que tiene la ambición rubia, pero no, es que son hombres imitando/homenajeando a Madonna.

En España tenemos a los Gansos Rosas (Guns'n roses), La Fuerza del Destino (Mecano) o Iberia Sumergida (Héroes del silencio). Aunque, puestos a elegir un nombre, yo personalmente hubiera elegido "No seas membrillo" para la banda tributo a Héroes y "Tú contestastes que no" para la de Mecano.

Ejercicio de agudeza visual, ¿quién es Bunbury y quién su imitador?

Yo he visto a Iberia Sumergida en directo, sin ser yo fan de Héroes del Silencio ni nada de eso. Y qué queréis que os diga, me lo pasé como una enana. Porque si hay algo que tienen tanto las bandas homenaje como su público es entusiasmo. Esos fans son tan fans que graban en su móvil hasta la actuación de los imitadores . Ese cantante de Iberia Sumergida entregado, que seguro se ha hecho la permanente para tener el pelo tan rizado como su ídolo. Y además todo por un precio de lo más asequible, oiga.

Tiene sentido brindar a los fans, que siguen siéndolo, la oportunidad de ver en directo a grupos que ya no son tales. Lo que ya es absurdo es que haya bandas homenaje de Fito y Fitipaldis, de Sabina o de Loquillo

Y vosotros, amigüitos, ¿habéis visto a alguna banda tributo?

Ah, y el sábado ¡nos vamos de boda! Se nos casa la pareja más jipiji de toda Ibiza; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. Como no me han invitado (francamente, no entiendo porqué), me conformaré con comprarme el Hola y os emplazo en este, vuestro blog, para comentarlo todo todito todo en cuanto salga la revista de las revistas. 
 
Y también el sábado hay otro evento, la proyección de "Lo último hago para el Notodo" en el festival La Nit Més Curta, en Vilassar de Dalt, Barcelona.


viernes, 25 de mayo de 2012

Señoras que pierden los papeles por Raphael


Por 25 pesetas cada una, cosas emocionantes que ponen los vellos de punta como, por ejemplo: el David de Miguel Ángel, 1, 2, 3, responda otra vez:


El David de Miguel Ángel
Michael Fassbender vestido de época en “Jane Eyre”
Cambiar de compañía telefónica a la primera y sin errores de facturación
Encontrar una ganga auténtica en rebajas
Michael Fassbender vestido de nada en “Shame”
Ver a todo un teatro en pie aplaudiendo.

Tolón tolón, tolón, campana y se acabó.

Cabrían más respuestas, sí, pero en algún momento hay que empezar el post.

Pocas veces se puede a ver todo un teatro en pie, aplaudiendo. Yo sólo lo he visto tres veces, dos, en realidad. Una en el Teatro Real, con el “Tosca” dirigido por Nuria Espert y como estaba en la típica butaca arriba del todo, y con visibilidad reducida, no estoy muy segura de si todo el mundo esta en pie o no. Otra vez fue en el Valle Inclán, con “Urtain”, todos estaban de pie, menos mis amigos y yo, porque no nos pareció para tanto y decidimos ponernos farrucos. Se notaba tanto que éramos los únicos sentados que Alberto San Juan miró mal a mi amigo Escri. O eso dice él. Que lo mismo simplemente estaban teniendo un duelo de miradas de macho alfa.

La única vez en la que todo el teatro, y todo es todo, porque las localidades estaban agotadas, estaba de pie, rendido, aplaudiendo y jaleando ha sido en el concierto de Raphael este lunes, en el teatro de la Zarzuela.

La cosa ya prometía desde el primer minuto:

19.58, termina de entrar el público, en las escaleras veo a tres generaciones de la misma familia juntas: una chica de unos 16 años, señora de cuarentaybastantes, y una anciana venerable.
20.01, teatro lleno, en el tercer piso, zona de visibilidad reducida, un grupo de mediana edad comenta que es una vergüenza que se pongan a la venta entradas tan malas, que en el teatro de la Zarzuela se ve mal, y que otros sitios son mejores, porque cuando ellos fueron a ver a Miguel Poveda en el Español, se veía mucho mejor, vamos, dónde va a parar.
20.05, Suenan los acordes de “Mi gran noche”, el grupo se calla y empiezan a oírse gritos. Raphael sale a escena y una señora con pinta de profesora de instituto sentada delante de mí se pone de pie llevada por un resorte invisible, se dirige a la barandilla y baila al lado del operador de luces.
20.06, a la profesora de instituto se suma una chica folclórica, de veintipocos, con parecido a Anabel Pantoja (la sobrina de ídem) y una horquilla con forma de mariposa plateada en la cabeza. La chica se agacha entre el de luces y la barandilla y hace fotos.
20.10, El grupo de visibilidad reducida primero farfullamos un poco y luego iniciamos una pequeña revolución y convencemos a la profesora y la folclórica para que se aparten un poco.
20.15. La folclórica vuelve a su sitio. La profesora de instituto ve que hay un asiento libre en la primera fila de nuestro piso y allá que se va. Yo me pongo en su asiento así que cuando Raphael está en la parte más a la izquierda del escenario le veo. Llevo prismáticos, y la señora que tengo al lado también.

El señor mayor allá a lo lejos sentado encima de un taburete es Raphael.

Mientras en la zona de visibilidad reducida jugamos a las sillas, en el escenario Raphael dice unas palabras sobre su compositor favorito, Manuel Alejandro, con el que ha vuelto a trabajar en su último disco. Dice que le debe estar donde está y que espera seguir trabajando con él en el futuro. Los fans de la zona de butacas aplauden hacia un punto de los palcos. No entiendo porqué hasta que Raphael señala también hacia ese mismo punto y Manuel Alejandro, trajeado y con cara de “ay qué vergüenza más grande” se levanta y saluda.

Componer canciones debe ser tan desagradecido como escribir guiones. En los dos casos uno trabaja solo. En los dos casos lo que se haga después con tu guión o partitura puede convertir tu trabajo en una boñiga de vaca. Y en los dos casos es raro recibir algún tipo de reconocimiento público. Pero es que Manuel Alejandro se lo merece, ha escrito las mejores canciones de Raphael, como este himno a la belleza y el optimismo que es “digan lo que digan”:

Más dicha que dolor hay en el mundo
más flores en la tierra que rocas en el mar
hay mucho más azul que nubes negras,
y es mucha más la luz que la oscuridad.
Digan lo que digan,
digan lo que digan,
digan lo que digan los demás.
Son muchos, muchos más los que perdonan
que aquellos que pretenden a todo condenar.
La gente quiere paz y se enamora
y adora lo que es bello nada más. 
Digan lo que digan…

También compuso las mejores canciones de ese género que suena a rancio y hortera y que es la canción ligera.  Escribió “Señora” , “Ese hombre” y “Lo siento mi amor” para Rocío Jurado , “Lo mejor de tu vida” para Julio Iglesias, el disco de Jeannette “Soy rebelde”, que ha envejecido tan bien que a día de hoy se siguen haciendo versiones de sus canciones, a mí me vuelve loca esta del Hombre Burbuja, de “frente a frente”.
"Ahora" no es de Manuel Alejandro, es de Bunbury
El concierto continuó con Raphael intenso y entregado como siempre, y su público a la altura, cantando los estribillos de horteradas como “maravilloso corasssón, maravilloso” o “escándalo”, gritando de emoción cuando Raphael hacía como que bailaba  y lanzando gritos desaforados de “no te vayas nunca”, “artista”, “guapo” o, como decía la chica folclórica: “¡qué arte, hiho!”.

La traca final llegó con “Yo soy aquel”, que estableció una especie de diálogo entre Rapahel y sus fans. Él cantaba “estoy aquí para quererte” a su público, recalcando el aquí mientras señalaba el escenario y ellos respondían cantándole “estoy aquí, aquí, para adorarte” y le señalaban a él al decir “adorarte”. No creo que exista público (fans de Justin Bieber aparte) tan entregado y tan leal a lo largo de los años. Quizá el de Isabel Pantoja, que es capaz de escribir comunicados a los medios quejándose de la injusticia del enjuiciamiento de la Panto.

Después de "yo soy aquel" todo el teatro, de pie, despedimos a Raphael. 


Es el segundo concierto suyo al que voy y al próximo me pido zona de butacas, rodeada de los fans acérrimos, que eso tiene que ser toda una experiencia sociológica. Y vosotros, ¿habéis visto alguna vez a todo un teatro en pie, entregado?