martes, 18 de septiembre de 2018

¿Qué político (bailongo) eres?

Pobres políticos. Y lo digo en serio, sin ironía. Los políticos, antes de serlo, han estudiado cosas sumamente aburridas como el derecho. Después, se afiliaron a sus partidos para poder medrar en las juventudes, así que mientras tú y yo estábamos de resaca, ellos acudían a congresos regionales. Luego estudiaron para sacar plaza en lugares tan apasionantes como los registros de la propiedad y, cuando por fin consiguieron su primer cargo oficial dentro del partido resulta que ni siquiera sabían en qué consistía su trabajo, porque, ¿para qué sirve el comité de "estudios y programas", ¿y la "vicesecretaría sectorial"?, ¿y la comisión de garantías democráticas? ¿Hacen informes?, ¿cafés?, ¿fotocopias?

Detrás de tanta burocracia, tanta comisión ininteligible y tanta puñalada trapera para que te den un puesto en un comité que ni siquiera sabes qué hace... hay personas, hay sentimientos que tienen seres humanos (o algo así). Y son personas más parecidas a ti de lo que tú crees: gente que sangra cuando les pinchan y que se arrancan a bailar cuando suena un temazo. Este test (tan fiable y minucioso como éste o éste otro) os lo va a demostrar que hay un político dentro de ti.

Un divo/a de la canción que sea tu perdición (uy, un pareado):

A. Digan lo que digan, Raphael.
B. Cualquier cantante francés, sea Edith Piaf, Charles Aznavour, Serge Gainsbourg o France Gall. Es que no hay idioma mejor que el francés. Todo en francés suena mejor.
C. Justin Bieber, mucho más que un ídolo adolescente, ¿habéis oído su último disco? Artistazo. HIT.
D. Freddie Mercury es el champion, my friend.
E. Cuatro divos: los Beatles.

Un poco de autocrítica. ¿Cuál es tu mayor defecto?:

A.  Dicen que soy inmovilista, es verdad que no me gustan los cambios. A veces moverse es bueno, otras veces, no; a veces es mejor estarse quieto y en otras es mejor que no; y en ocasiones es mejor estar en movimiento.
B. Soy cabezota, pero yo no lo veo como un defecto. Porque, si tengo la razón, ¿por qué voy a ceder?
C. La vanidad. Me miro al espejo y me quedo como hipnotizado. Mírame, ¿a ti no te pasa lo mismo conmigo?
D. Soy demasiado blando, me falta mordiente, agresividad.
E. Creo que me paso de seria, algunos dice que soy una persona sosa, pero estoy intentando ser más espontánea.

Es domingo, fuera llueve y tú te quedas en casa mirando el catálogo de Netflix una y otra vez. ¿Qué película o serie del catálogo te llama la atención y es la que acabas viendo?

A. ¿Qué es Netflix? Yo prefiero el fútbol. Cualquier partido de fútbol, sea del Madrid, de tercera división o de una liguilla regional infantil.
B. Cualquier comedia de esas que han visto un millón franceses. Un millón de franceses no pueden estar equivocados.
C.  "House of cards", "Borgen"...
D. "Estiu 1993"
E. Cualquier película de tacitas de té o una serie de la BBC ambientada en la gloriosa época en la que el imperio británico poseía medio mundo.

Si estuvieras en el corredor de la muerte y tuvieras que elegir el menú de tu última cena... ¿qué pides?:

A. Pulpo a la gallega y lacón con grelos. De postre, filloas.
B. Foie, pato a la naranja y macarons.
C. Una hamburguesa (de carne de ganadería extensiva, por supuesto), acompañada de verduras a la plancha y agua mineral. De postre me permito unas tortitas con sirope de arce.
D. Pa amb tomaquet, butifarra con mongetes, escalivada, calçots y crema catalana.
E. Fish and chips.

¿Cómo ves el mundo dentro de 50 años?

A. ¿Cómo lo ves tú?
B. Europa invadida por emigrantes de esos marrones que sólo quieren robarnos, islamizarnos y hacernos comer kebabs. Eso va a sucedernos a todos... a no ser que alguien haga algo ahora para evitarlo.
C.  Soy positivo, el mundo habrá frenado el cambio climático y todos viviremos en paz, amor, armonía y con sanidad universal.
D. La aldea global se habrá convertido en una gran federación de regiones, todas ellas con sus tradiciones, sus lenguas propias y sus platos típicos.
E. Sé que es difícil, pero sueño con un mundo civilizado, elegante, donde reine la flema británica y todas las personas hablen un inglés perfecto.

Anoche tuviste un sueño erótico... ¿con quién?

A. Con mi santa esposa.
B. Soñé con Omar Shariff, de joven, en la época de "Doctor Zhivago", ese árabe sí que me gusta.
C. Soñé que me hacía un trío con Celine Dion y Alanis Morrissette.
D. ¿Esto lo va a leer alguien? Porque si no lo va a leer nadie te digo que con Pedro Sánchez.
E. James Bond. Todos los James Bond: Pierce Brosnan, Daniel Craig, Timothy Dalton, también ése que hizo solo una película y del que nadie se acuerda... Todos, menos Sean Connery, ése no.

Mayoría de A
Mariano Rajoy



Maestro de los pasos básicos, es decir: caminar hacia delante, caminar hacia atrás y asi hasta que acabe la canción. Tu manera de bailar es conservadora, vas sobre seguro y sólo te sales del "pasito para delante", "pasito para atrás" para mover la cabeza al ritmo de la músca y, si te dejas llevar (y eres sentimientos y tienes seres humanos, también te dejas llevar de vez en cuando), puede que hasta des alguna que otra palmada. Si haces todo esto... sí, bailas como Mariano Rajoy y algún día te sorprenderá "la cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera, es cosa mayor".

Mayoría de B
Marine Lepen



Te defiendes con dignidad en la pista de baile. Si te ponen rock, te pones a dar vueltas como una peonza. Si toca reggaetón, perreas. Que pinchan a Shakira, pues mueves las caderas. Lo disfrutas, te diviertes y cualquiera que te vea pensará que eres una tipa majísima... pero no hay que fiarse. Hitler era un amante del arte y ya ves la que lió. No eres de fiar, Marine Le Pen.

Mayoría de C
Justin Trudeau



Lo tuyo es el baile. Y tener pelazo. Y sonrisa bonita. Y encanto. Y saber estar. La lotería genética ha sido muy generosa contigo y, aunque no hayas ido a clases de baile en tu vida, y menos de danza hindú, te arrancas y te sale como si llevaras bailando, no te diré que toda la vida, pero sí unos cuantos meses. Y eso mismo te pasa con todo. Qué rabia que dais, tú, y Justin Trudeau.

Mayoría de D
Miguel Iceta



Eres todo corazón. No tienes ni idea de bailar y ni falta que hace, a ti te ponen un temazo y tú lo das todo, da igual que estés en una discoteca, en un mitin, en la cola del supermercado o en un funeral. El baile te posee y tú te entregas a él. Aunque con condiciones, que tú no te entregas a la danza con cualquier cosa, lo haces con el rock. Las sardanas, para otros.

Mayoría de E
Theresa May



El sentido del ritmo y tú sois incompatibles, enemigos a muerte, como el aceite y el agua, como  Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Y mira que tú le pones buena intención, ¿eh? Pero te pasa como a Theresa May, que elige lanzarse al baile y es como ver bailar a Robocop un día en que nadie le ha echado tres en uno a sus bisagras.

Y vosotros, ¿qué político bailongo sois, según este riguroso test? Confesad.

Y recordad que "Loser" (mi primera novela, chispas) está a la venta en la web de la editorial Tandaia y también puede encargarse en grandes superficies.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

A los elefantes ni tocarlos

El logaritmo de youtube me conoce bien. No se puede decir lo mismo del de Netflix (como has visto "El alienista", te recomendamos "Villaviciosa de al lado") o del de Spotify (que en recomendaciones semanales ya me ha sugerido tres veces "Mister policeman" de Leticia Sabater).  Pero el de youtube me ha calado. Lo abro y ahí están los títulos de los videos pensados para mí: "baby gorilla cuteness", "peanut eating baby orangutan", "newborn goat Hector makes friends with barn kittens", "pit bull dog is terrified of pineapple"... y así todo.

Así que antes de visitar el Elephant Park de Chiang Mai, mis expectativas eran estas:


Yo quería lo mismo, pero sin barro y sin impermeable lila. Pocos colores peores que el lila.

Espoiler: no pasó.

Nada más llegar al parque de elefantes te dejan bien claro que tú estás ahí para mirar, no para tocar. Eres un voyeur, punto. Cada grupo de turistas sigue a una guía que en cuanto nota que un elefante se acerca un poco indica a todos que hay que apartarse.

El mayor momento de roce humano-elefante se da en la comida. Sacan unas cajas azules repletas de trozos de fruta (no trocitos de fruta tamaño macedonia, sino trozos tamaño elefante, como una piña partida en dos) y los turistas, situados tras las vallas de las instalaciones del parque, cogemos los trozos de fruta y se las damos a los elefantes. Ellos huelen con la trompa, con suerte te rozan un poco la mano y se zampan las frutas. Ahí estábamos todos: ingleses, franceses, italianos y un montón de españoles gritones compitiendo por alimentar a los elefantes cuando uno de ellos debió pensar: ¿por qué les sigo el rollo a esta panda de guiris? Decidió eliminar al intermediario (nosotros) y con su trompa volcó una de las cajas de fruta:


Los elefantes disfrutaron del buffet libre hasta que este valiente recuperó lo que quedaba de la caja de fruta:


¿Y por qué los gerentes del Elephant Park son tan crueles y nos privan del placer de revolcarnos sobre el barro con un Dumbo?, ¿por qué no nos dejan grabar nuestro propio video viral? Por esta perogrullada: los elefantes son animales salvajes. Que sus orejas grandes y su cara de buena gente no os despisten: son salvajes y, además, gigantescos. Tan gigantescos que cuando mean aquello tiene la potencia de los cañones de agua de los antidisturbios. Un animal salvaje es imprevisible, ingobernable. Ninguno se domestica a base de premios y golosinas. Si a mí me ha costado años (y varios rascadores repartidos por toda la casa) conseguir que mi gato no arañe el sofá, ¿cómo se las apañan para domar a un animal salvaje? Otra perogrullada: a golpes.

Al proceso por el que se domina a un elefante se le llama "romper el espíritu". El primer paso consiste en separarles de sus madres y sus manadas cuando son crías. Después se les encierra en jaulas y se les golpea, luego les racionan la comida y la bebida y así hasta que el animal se vuelve dócil. Estas burradas se hacen con cualquier especie salvaje, como bien cuentan en Rainfer, el refugio de primates de Madrid donde recogen a animales supervivientes de circos, zoos cutres o incluso del mundo del espectáculo (clicad aquí para llorar un poco con sus historias).

Antiguamente, en Tailandia usaban a los elefantes como animales de tiro. Hoy en día aún se saca provecho económico de ellos ofreciendo paseos turísticos a lomos de elefantes. Así que, si viajáis a Asia y queréis ver elefantes de cerca, no participéis en una industria basada en la tortura animal. Los elefantes empleados para los paseos también han sido "domesticados", también les han roto el espíritu. Tailandia ofrece otras opciones, hay varios refugios como Elephant Park, que acogen a animales que han sido usados como animales de tiro o para pasear a turistas, y que ahora son mayores para seguir trabajando.

Podría pensarse que el elefante que decidió que él era más de autoservicio que de esperar a que los turistas le dieran media piña era el animal con más carácter del Elephant Park. Pero no. En Tailandia hace mucho calor y cuando el sol aprieta, los elefantes usan hojas para protegerse la cabeza, formando una especie de sombrero. Cuando visité el Elephant Park era época de monzón, el cielo estaba encapotado, hacía calor, pero no sol... Pero eso, a él, le dio igual: 

El sombrero me queda bien y me lo pongo sea temporada o no.

Last, but no least, ¡estamos de estreno! Ya hace unos meses me dieron el premio CEPA 2018 de novela juvenil y el libro en cuestión: "Loser", ya está a la venta en la página de la editorial Tandaia. Todavía no hay fecha para la presentación, pero será en breve y, por supuesto, os avisaré.

Y vosotros, ¿cuál es vuestra experiencia con los animales salvajes?, ¿habéis conocido a alguno que sea un esclavo de la moda, como el elefante con sombrero?