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martes, 7 de julio de 2020

Los mejores capítulos de Expediente X según moi

Hoy es el día. ¿7 de julio San Fermín? Bueno, vale, sí. Pero además, Amazon lanza en su plataforma toditas las temporadas de Expediente X. Las 11. Para esas personas que dicen que ellos son más de películas o de mini series porque las series largas les agotan. Para esos que no vieron la serie en su momento. Para los que el género fantástico no les atraiga demasiado aunque hayan oído hablar mil veces de esta serie. O para los que sí la vieron pero no la recuerdan muy bien. Para todos ellos traigo una selección de los mejores capítulos de Expediente X. Porque verse 22 capítulos por temporada son muchas horas y en esta vida también hay que dormir y trabajar y comer e ir al baño e incluso socializar. Ahí van:

TEMPORADA 1
Capítulo 3, "Squeeze"
Uno de las señas de identidad de "Expediente X" son los capítulos del "monstruo de la semana", autoconclusivos. Este, Eugene Tooms, se estira y se deforma para colarse en las casas y cometer sus crímenes. La imagen de Eugene colándose por el water o los conductos de ventilación es espeluznante.

Capítulo 8, "Ice"
Un capítulo que recuerda a "La cosa", con un grupo de científicos en el Polo volviéndose locos y esos científicos son Felicity Huffman y Xander Berkeley. Otra de las gracias de revisionar hoy "Expediente X" está en reconocer a actores en sus años mozos.

Capítulo 13 "Beyond the sea"
Los protagonistas de Expediente X, Mulder y Scully son una vuelta de tuerca al clásico buddy movie del policíaco, esos compañeros opuestos condenados a entenderse, con algunos toques de la clásica tensión sexual latente. Mulder es crédulo, obsesivo aún a costa de que los demás le consideren ridículo. Scully es práctica, de mente científica y por tanto escéptica. Mulder cree que los extraterrestres abdujeron a su hermana y cree, de paso, en todo lo sobrenatural que va encontrándose capítulo a capítulo mientras Scully le mira, coge aire, se contiene, e intenta buscar una explicación con sentido.
Pues bien, en este capitulo se intercambian los roles, esta vez es Scully quien cree y Mulder no. Un preso a punto de ser ejecutado parece tener visiones sobre una pareja de estudiantes desaparecidas. En más capítulos se intercambiaran los roles, y se va profundizando en sus creencias: Mulder que cree en lo paranormal, pero no tiene fe religiosa y una Scully creyente pero no en lo paranormal, haciendo que el espectador se pregunte si no es todo lo mismo, en el fondo una cuestión de fe, de querer creer.

Capítulo 21,  "Tooms", es la segunda parte de "Squeeze".

TEMPORADA 2
Capítulo 20 "Humbug"
El humor es una de las bazas de "Expediente X", uno de los ingredientes que fueron encontrando con el tiempo y que vieron que funcionaba. En este capítulo Mulder y Scully llegan a una ciudad habitada por artistas circenses y el "monstruo de la semana" es un hombre con un siamés capaz de separarse de él y matar pero, ¿por qué mata? porque su hermano es un alcohólico al que le queda poco de vida y el siamés necesita un huésped para sobrevivir.

TEMPORADA 3
Capítulo 4 "Clyde Bruckman´s final repose"
Este capítulo es historia de la televisión. Sí, "Expediente X" tiene muchos episodios y no todos están a la misma altura, las tramas de continuidad, vistas de tirón, no tienen ni pies ni cabeza, pero este capítulo posee una hondura y una tristeza conmovedoras. Se producen una serie de asesinatos de médiums, todos ellos farsantes, pero el único que realmente capaz de ver algo sobrenatural es Clyde Bruckman, un vendedor de seguros cuyo poder consiste en saber cómo y cuándo va a morir la gente.

Capítulo 13 "Syzigi"
Adolescencia y poderes sobrenaturales es una mezcla que siempre mola. En este capítulo dos chavalas en un pueblo, la lían, literal y metafóricamente, cada vez que se juntan.

Capítulo 17 "Pusher"
La imaginación de la serie a la hora de mostrar poderes chungos es otro de sus grandes méritos. En este caso, un tipo que mata sin hacer nada, solo hablando, con palabras clave que afectan la percepción de los que acaban muriendo. Y es uno de los capítulos de Vince Gilligan, el autor de "Breaking Bad" y "Better call Saul" entró en "Expediente X" en su tercera temporada y escribió 30 capítulos. Volveremos a hablar de él más veces durante esta lista.

Capítulo 20 "Jose Chung's from outer space"
Las abducciones extraterrestres son uno de los clásicos temas de la serie. La hermana de Mulder fue abducida, Scully también lo será y habrá una trama de continuidad con una serie de mujeres abducidas y a quienes se les implanta una especie de chip. Olvidaos de todos esos capítulos con continuidad, son una huida hacia delante sin sentido, pero en este capítulo autoconclusivo, una pareja asegura haber sido abducida y conocemos el caso a través de un personaje excéntrico y maravilloso, el escritor José Chung. Lo habéis adivinado, es uno de los capítulos humorísticos.

TEMPORADA 4
Capítulo 2 "Home"
Otra de las grandes aportaciones de "Expediente X" fue su estética. En el 2020 ya está muy superado eso de considerar la televisión como algo de segunda (a no ser que seas Oliver Laxe, que sigue viviendo en al año 78, Oliver, ¡que ni siquiera habías nacido en la época de "Cahiers du cinema"!) y en parte es gracias a series como ésta, con una estética y una fotografía cuidadísimas. Pocas películas de terror me han dado más yuyo que este capítulo sobre incesto y monstruos de la América profunda.

Capítulo 13 "Never again"
A lo largo de tantísimos capítulos da tiempo para que Mulder y Scully se hagan amigos, confidentes, hasta haya momentos donde parece que se van a atrever a dar el paso y decirse que se quieren pero nunca cruzan esa línea invisible. Que Mulder cada 5 o 6 capítulos tontee con alguna secundaria tampoco ayuda. En este capítulo pasa algo asombroso: ¡es Scully quien liga!, ¡y además se enrolla con el tipo en cuestión! Por supuesto el romance acaba mal, porque el muchacho tiene un tatuaje de una pin up que le habla y le dice cosas malas, y además con la voz de Jodie Foster.



Capítulo 20 "Small potatoes"
Otro capítulo de Vince Gilligan y otro con humor a espuertas y montones de guiños a la serie B. El "monstruo de la semana" es un hombre capaz de transformarse en quien quiera con un único objetivo: embarazar a las mujeres de su pueblo. Mítico ese momento en que una de las chicas del pueblo asegura que el padre de su criatura es Luke Skywalker.

TEMPORADA 5
Capítulo 3 "Unusual suspects"
El universo de "Expediente X" no solo está formado por Mulder y Scully. En él también habitan su jefe Skinner, el misterioso y malvadísimo "Fumador", la hermana de Mulder, la familia de Scully... y tres frikis amigos de Mulder y más conspiranoicos aún que él. En este capítulo se retrocede unos años para contar cómo se conocieron Mulder y sus amigos con un tono que une intriga, paranoia y humor. Otro capítulo escrito por Vince Gilligan, by the way.

Capítulo 4 "Detour",
Mulder y Scully van, junto a otros dos agentes del FBI, camino a un seminario pero, por el camino, se desvían al saber de unas desapariciones en el bosque. Monstruos invisibles de un pasado remoto, urbanitas perdidos en el bosque y mensaje ecologista, todo junto y conviviendo en armonía.

Capítulo 5 "Modern Prometheus"
Uno de los capítulos más extravagantes y a la vez tiernos de la serie. Rodado en blanco y negro, centrado en un pueblo convencido de que entre ellos hay una especie de monstruo de Frankenstein que acaba resultando ser un chaval que se oculta debido a su deformidad y que resulta ser fan de Cher.

Capítulo 12 "Bad blood"
Icónico episodio que prácticamente cualquier que haya visto la serie recuerda. Volvemos a la América profunda, para hablar de vampirismo, con Mulder y Scully contando sus versiones de lo ocurrido con una ironía y un amor por la serie B que se transmite en cada segundo. Adivinad quién escribió el guión. Pista: empieza por G.

Capítulo 16 "Mind's eye"
Las historias sobre personajes con dones que no desean son un tema típico de la serie. Suelen ser capítulos en la onda de "Clyde Bruckman", melancólicos, trágicos y con interpretaciones perfectas. En este caso, cuentan el drama de una mujer ciega que ha tenido una vida más triste que un turno de noche en la cadena de montaje y que solo ve una cosa: los asesinatos que comete su padre. Además, ella es Lili Taylor.

TEMPORADA 6
Capítulos 4 y 5 "Dreamland I y II"
En esta serie todo puede pasar, hasta que Mulder intercambie su cuerpo con un agente de los "hombres de negro", ese agente es Michael McKean, el actor que años más tarde interpretará a Chuck en "Better call Saul", así que os podéis imaginar quién firma el guión.

Capítulo 8 "The rain king"
Un hombre controla el clima y, como su vida es triste y árida, condena a su pueblo a la sequía. Un capítulo ajeno a la oscuridad y los exteriores noche típicos de "Expediente X", con nubes esponjosas o cielos resplandecientes según evoluciona el estado de ánimo de su protagonista.

Capítulo 14 "Monday"
Versión de "Atrapado en el tiempo" protagonizado por una mujer envuelta en un robo que siempre sale mal... con una bomba explotando y provocando las muertes de Mulder y Scully. Tiene un ritmo frenético y lo escribe... sí, Vince Gilligan.

Capítulo 21 "Field trip"
Un tripi de capítulo con un comienzo genial: aparecen los esqueletos de una pareja desaparecida hace solo tres días. Mulder y Scully acuden a investigar... y encuentran a la pareja viva. Solo os intrigaré aún más diciendo que hay setas gigantes y que lo escribió Vince Gilligan.

TEMPORADA 7
Capítulo 8, "the amazing Maleeni"
Magos que se odian, asesinatos que no se sabe si lo son o si más bien se trata de trucos y la revelación de la gran verdad de la magia: que al final todo se trata de que mires a donde el mago quiere, para que él ejecute su truco sin que te des cuenta. Un poco como "El truco final", pero unos cuantos años antes y sin las ínfulas de Nolan. Vince Gilligan again.

Yo dejé de ver la serie tras la temporada 7, cuando dejó de emitirse en Tele5.  Años más tarde, pirateando, vi algunos capitulos sueltos de las temporadas 8 y 9 para descubrir que la serie sobrevivía de mala manera: a veces sin Mulder (ocupado haciendo otras cosas), a veces sin Scully (ocupada haciendo otras cosas) y así languideció hasta morir. En 2016 se anunciaron a bombo y platillo nuevos episodios. De esta temporada 10, a la que siguió una temporada 11, ambas cortas, solo diré que no tenían ni un solo episodio digno de estar en esta lista. Fue el momento en que descubrimos que quien nos gustaba era Mulder, no David Duchovny y que Gillian Anderson tiene el secreto, no de la eterna juventud, sino de mejorar cual vino de barrica:
 

Y vosotros, ¿erais fans de "Expediente X"?, ¿también creéis que el cáncer negro, el embarazo de Scully, las conspiraciones del Fumador y todas las tramas de continuidad de la serie eran un sindiós?, ¿también estabais un poquito pilladas/os por Mulder? Y, si no la habíais visto, ¿os animareis a ver la serie ahora que os he hecho una criba buena-buena, de calidad?, ¿qué otra serie de los 90 os marcó y os gustaría encontrar en las plataformas?

lunes, 12 de noviembre de 2018

Querido Brendan Dassey

Estoy enganchada al true crime. Es así. Hubo una época feliz de mi vida en la que desayunaba viendo "crímenes imperfectos". Me los sabía de memoria (uy, el del tipo que alquiló una trituradora de madera para deshacerse del cadáver de su mujer) y hasta llegué a aprender geografía gracias a que en Phoenix (Arizona) y Anchorage (Alaska) asesinan que es un primor. Ahora que ya no emiten "Crímenes imperfectos", me he entregado en cuerpo y alma a los true crime de Netflix. Podría haceros un ranking de los más interesantes (The Staircase, The keepers) a los menos (The investigator: a British crime story), pero os ahorro la turra y voy directamente al asunto de este post, la segunda temporada de "Making a murderer".

Por si sois recién llegados a este vuestro blog (¡hola!, ¡bienvenidos!, poneos cómodos) y, además, no sabéis qué puñetas diantres es "Making a murderer", echad un vistazo aquí.

La primera temporada del true crime acaba con Steven Avery y su sobrino de 16 años Brendan Dassey encarcelados, acusados del asesinato y violación de Teresa Hallbach tras una investigación más que sospechosa llevada a cabo por los mismos policías que acusaron hacía años a Avery de un crimen que no cometió. El estreno del documental provocó reacciones variopintas: por un lado, una marea de peticiones de perdón para Avery y Dassey; por otro, que los abogados de Avery, Buting y Strang, se convirtieron en sex symbols.

Buting y Strang, abogados de Avery en "Making a murderer"
Sex symbols. Estos dos.

Pasan los años. Tío y sobrino cambian de abogados, pero siguen luchando por demostrar su inocencia. Y, por supuesto, las directoras del documental, Moira Demos y Laura Ricciardi, lo graban todo.

Un grupo de abogados de un gabinete especializado en defender a menores se está ocupando de Brendan Dassey. Mientras que a la pareja de dudosos sex symbols los sustituye una abogada de campanillas: Kathleen Zellner.

Si algún día me da por matar, que me defienda ella.

Zellner es la abogada que cualquier fan de la serie espera. Cree en la inocencia de Avery, tiene experiencia en exonerar a falsos culpables, le encanta que la entrevisten, es activa en las redes sociales y tiene una biografía de lo más peliculera. Kathleen se hizo conocida defendiendo a un tal Larry Eyler, acusado del asesinato de un adolescente. En el transcurso de su defensa, él confesó unos cuantos crímenes más (nada, poca cosa, 21 muertes más). Zellner se vio obligada a mantener el secreto debido al privilegio abogado-cliente. Eyler murió al poco tiempo y Zellner pudo revelar todo lo que sabía y, desde entonces, se prometió a sí misma que no iba a defender a nadie que fuera culpable. Por supuesto, Hollywood ya está preparando una película con toda esta historia.

Pero Zellner no es el único elemento peliculero de "Making a murderer". La tragedia de Steve y Brendan se ha convertido en un espectáculo. Entre los centenares de cartas que le llegan a Steve se cuela una de una mujer (divorciada, rubia, sexy, más joven que él, residente en Las Vegas) que quiere conocerle. Avery se escribe con ella, empiezan a salir...  (en el sentido figurado, que ellos lo de salir en plan cena y cine, como que no) y ella aprovecha para contar su historia en la televisión y ganar un dinerillo. Steven se entera de todo cuando ve a su prometida en el "diario de Patricia" estadounidense, un programa llamado "doctor Phil". Discuten, rompen, ella dice que él la ha amenazado, él dice que ella solo busca la fama, ella dice que tiene cartas amenazadoras de él pero que las directoras de "Making a murderer" no han querido mostrarlas... y todo esto, claro está, lo dice en televisión.

A lo largo de esta segunda temporada, Zellner investiga y apunta a otros posibles sospechosos (cuyos nombres no os voy a decir porque hacer espoilers enfada al niño Jesús), pero también vemos cómo intentan sobrevivir los miembros del clan Avery: los padres de Steve, vetustísimos y enfermísimos, pero que no piensan morirse hasta ver a su hijo libre; su hermana, además madre de Brendan... todos con un gusto pésimo para vestirse y todos sin seguro dental.

El gabinete que trabaja en el caso de Brendan Dassey presenta un recurso tras otro. Logran que, primero un juez, y luego dos jueces de tres, decreten que el interrogatorio que se le practicó a Brendan (cuando tenía 16 años y un cociente intelectual justito) era ilegal y, por tanto, deben excarcelar a Dassey. Pero las dos veces la fiscalía recurre y las dos veces frena la liberación de Dassey. A día de hoy continúan metidos en un laberinto legal que recuerda a este momento de "las 12 pruebas" de Astérix y Obélix:



Y Brendan, mientras tanto, sigue en prisión. Ya no es un adolescente con acné, sino un señor muy gordo. No parece que le haya escrito ninguna rubia divorciada de Las Vegas y a mí me sigue dando más lástima que el principio de "Up". ¿Qué hago?, ¿le escribo? Tampoco sería la primera vez, no me fue mal en mi experiencia carcelaria anterior, pero tampoco quiero acabar prometida con Brendan, viviendo en una caravana en el condado de Manitowoc y contando mis penas a un supuesto psicólogo con programa en la tele que se hace llamar "doctor Phil".

Y vosotros, ¿qué me aconsejáis?

Por cierto, no olvidéis que "Loser" está a la venta en la web de la editorial Tandaia.

martes, 12 de julio de 2016

Películas gélidas contra la ola de calor

¿Sabéis esa gente que se pasa el año diciendo que está deseando que llegue el verano?, ¿esos que afirman que es mejor pasar calor que pasar frío?, ¿esos seres que pasan las horas en la playa o la piscina tumbados en el suelo, tomando el sol como una lagartija?, ¿esa gente como él?

Pues yo no pertenezco a esa raza.

Soy una ferviente defensora del entretiempo, esa época en la que se puede salir a la calle a cualquier hora sin la sensación de estar dentro de un secador de aire caliente. Esa época que, en Madrid, dura quince días sueltos repartidos entre abril y mayo.

Si, como yo, sufrís el drama de vivir en una ciudad calurosa y, además, no tener aire acondicionado en casa, no os preocupéis. Os ofrezco un método alternativo para luchar contra la ola de calor: películas frescas. Si después de ver un capítulo de "Mad men" se tiene resaca de tanto ver beber a sus personajes (y whiskys solos, sin coca cola ni nada) estas películas ambientadas en sitios muy pero que muy fríos conseguirán lo que tu ventilador no puede: refrescarte.

Y comenzamos la lista de recomendaciones con un clásico: La cosa

Si no habéis visto esta especie de "Alien" en medio del ártico no tenéis perdón. Entretenida, tensa, con muchísimo hielo y con Kurt Russell joven y luciendo pelazo. Si la tenéis muy vista, podéis aprovechar para ver la película en la que se basa. "La cosa" es un remake de "el enigma de otro mundo", un clásico de la serie B producido por Howard Hawks que ha envejecido un poco peor que "La cosa", pero sigue siendo una película estupenda.

Snowpiercer (Rompenieves)
En un mundo apocalíptico y glacial, los únicos supervivientes son los pasajeros de un tren que no se para nunca. Pero el tren tiene sus normas y no es lo mismo ser un pasajero de tercera que de primera clase. Los de tercera viven en la miseria más absoluta, hasta que deciden rebelarse y averiguar qué es lo que se oculta en los vagones de primera clase.

Tú, sí tú, tienes que ver esta película.

Divertida, imaginativa y a ratos hasta loca, Snowpiercer demuestra que se puede hacer una película comercial que no trate al espectador como si fuera tonto. Ignoro hasta qué punto es fiel a la novela gráfica en la que se basa ("Le transperceneige"), pero sólo por ver a Tilda Swinton con dientes postizos haciendo de una especie de Margaret Thatcher tan malvada como ridícula (vamos, como Margaret Thatcher) merece la pena ver "Snowpiercer". Además, es la primera película que Bong Joon-ho, el director de "Memories of murder" dirige en Hollywood. Os recomendaría "Memories of murder", pero es calurosa y pegajosa... mejor seguir con trenes rodeados de nieve.


Transsiberian
Allá por 1904 se fundó esta línea ferroviaria que comunicaba Moscú con China. El Transiberiano sigue existiendo hoy, y pasa por sitios tan imposibles de deletrear como Novosibirsk, Krasnoyarsk o Nizhny Novgorod. Si en un viaje en AVE de Madrid a Barcelona te da tiempo a ver una película de Adam Sandler y a envenenarte con el café de la cafetería, imagina lo que te da tiempo de hacer cuando estás atravesando toda la estepa rusa. Es probable que entables conversación con otros pasajeros pero... ¿y si sospechas que esos encantadores mochileros han cometido un crimen?

Fargo
No se puede hablar de paisajes nevados y olvidarse de "Fargo". Pero estoy convencida de que todos la habéis visto. Es más, seguro que varias veces. Pero... ¿y "Fargo", la serie? Ojo, no es una adaptación, ni un remake, ni un spin of, ni un "los mismos personajes pero en el instituto". No. Digamos que Fargo, la serie, es un homenaje al universo de Fargo, la película. Su segunda temporada es, literalmente, una marcianada, pero no me canso de recomendar su primera temporada. Magistral. Y como de eso ya hablé aquí, en esta entrada, pasamos a la siguiente recomendación:

Bron/Broen
Aquí no hay nieve, pero sí lluvia. Y frío. Y muchas nubes. Y casas enormes y minimalistas habitadas por gente turbia. Todo muy escandinavo.

Bron/Broen es una coproducción entre Suecia y Dinamarca y el bron/broen del título se refiere al puente que comunica ambos países. Supongo que el sueco y el danés son algo así como el valenciano y el catalán, pues los personajes de uno y otro lado de la frontera se comunican sin problemas. De forma tan fluida que, tres temporadas más tarde, yo sigo sin saber quiénes son los suecos y quiénes los daneses.

La gran baza de la serie, aparte de esa maña que tienen los escandinavos para hacer género negro, está en su protagonista, Saga Norén:


Imaginad un policíaco con dos agentes obligados a trabajar juntos pese a que son de dos países diferentes. Él, Martin Rohde, (¿sueco?, ¿danés?, yo qué sé) es afable, regordete, empático y con tendencia a poner los cuernos a todas sus esposas. Ella es como Sheldon Cooper si Sheldon Cooper fuera una ¿sueca?, ¿danesa? policía. Saga es tan buena policía como inútil con las relaciones sociales. Y pese a lo torpe, egoísta y hasta cruel que es a veces, se le acaba cogiendo cariño.

Y vosotros, ¿qué películas gélidas recomendáis para luchar contra el cambio climático?

lunes, 18 de enero de 2016

Series a reivindicar: Making a murderer

Basado en hechos reales.

Cuántas veces vemos estas palabras en una película y qué pocas veces significan lo que quieren decir. Las tv movies de mediodía, ésas que sirven para que nos echemos la siesta y para que los actores de "Sensación de vivir" lleguen a fin de mes, suelen estar basadas en hechos reales. Y no por eso nos conmueven lo suficiente como para impedir que nos echemos una siesta de dos horas, que nos despertamos y ha empezado otra película de mediodía, pero esta vez con actores de "Melrose Place". Las noticias están basadas en hechos reales y, sin embargo, somos perfectamente capaces de comer, inmutables, mientras se bombardea Siria o los subsaharianos trepan por la alambrada de Melilla.

¿Nos hemos hecho insensibles a los hechos reales?

Pues no. O, al menos, no del todo.

Netflix ha llegado a nuestras vidas y, entre las muchas cosas maravillosas que nos trae: Jessica Jones, Unbreakable Kimmy Schmidt, Daredevil, un documental de gorilas estupendo que se llama "Virunga"...

...y el premio Mister Guapo con gafas 2015 es para... Charlie Cox por "Daredevil".

Está la serie documental "Making a murderer".

Si sois de los que buscáis películas y series "para pasar el rato" y de "no pensar" y que "sean divertidas, que para desgracias ya está la vida", no sigáis leyendo.

"Making a murderer" cuenta la historia de Steven Avery, un hombre sencillo de un pueblo de Wisconsin, que es como ser un hombre sencillo de un pueblo de Badajoz. En Wisconsin, como en Badajoz, en Zamora o si me apuras hasta en Escandinavia, porque allí también debe existir la Escandinavia profunda, hay peleas por las lindes, tontos del pueblo y familias con mala fama. En este pueblo del condado de Manitowoc, Wisconsin, la familia con mala fama son los Avery. Steve Avery, el hijo de Albert y Dolores, los dueños del desguace del pueblo, ha cometido unas cuantas faltas, delitos de poca monta... la policía sospecha de él cuando asaltan y violan a una mujer del pueblo. Steve niega una y mil veces que sea culpable. Las pruebas que apuntan a él son totalmente circunstanciales; la policía lleva semanas vigilando a otra persona que sí tiene antecedentes por graves delitos sexuales y al que, justamente el día de la violación no tenían bajo vigilancia, pero no le investigan; y pese a todo esto, se juzga y se condena a Steve Avery, que cumple 18 años de condena. Para entonces la tecnología del ADN ha evolucionado, se hace el test correspondiente y... oh sorpresa, demuestra que Avery es inocente y que el culpable es ese tipo al que la policía vigilaba, pero pasaron de investigar.



Avery sale de prisión, vuelve con su familia, se echa una novia e inicia los trámites para demandar a la policía del condado de Manitowoc. Y entonces desaparece una fotógrafa llamada Teresa Halbach. El último en verla con vida es Avery. Así comienza "Making a murderer". Y de ahí, para arriba.

Si ya os morís de ganas por verla y preferís no saber nada más de la historia, no sigáis leyendo, que vienen spoilers.

En los siguientes capítulos de "Making a murderer" asistimos a una investigación, un proceso mediático y unos juicios que sólo pueden calificarse de kafkianos. La policía de Manitowoc dice que, por el bien de la investigación, para que no haya sombra de sospecha, se van a limitar a ayudar a los investigadores del condado vecino que vendrán a ocuparse del asunto. Y, sin embargo, cuando realizan el registro en la propiedad de Steve, son los agentes de Manitowoc quienes lo hacen. Y son ellos quienes, muchos días más tarde del primer registro de la casa de Avery, encuentran las llaves del coche de Teresa que, fíjate tú por dónde, no habían visto antes.

Las pruebas contra Steve, una vez más, son circunstanciales. Todo el mundo pone en duda el buen hacer de la policía, a fin de cuentas son los mismos que encausaron a Steve 20 años antes... hasta que Brendan Dassey, el sobrino de Avery que vive a unos metros dentro del terreno del desguace, confiesa que vio cómo su tío mataba a Teresa Halbach. A Brendan, 16 años y serios problemas de aprendizaje, se le interroga sin la presencia ni de sus padres ni de un abogado.

Durante el juicio el fiscal acorrala a Brendan y le pregunta que porqué adelgazó en la época de la desaparición de Teresa, ¿fue quizá porque se sentía culpable? Brendan, con un hilo de voz, dice que adelgazó porque su novia le había dejado y él pensaba que era por su aspecto.

Brendan durante su juicio y Brendan ahora, tras años en la cárcel.

Los diez capítulos de "Making a murderer" siguen al detalle los juicios contra Steve y su sobrino. Los intentos de los buenos abogados de Avery (pagados, paradójicamente, gracias al dinero de la demanda contra la policía de Manitowoc) y las meteduras de pata del abogado de oficio de Brendan. La lucha titánica de Steve por no rendirse. Los enfrentamientos familiares entre los Avery que llegan a dudar de Steve pese a que su madre y su padre, cada vez más cansados, cada vez más ancianos, siempre creen en él.

Los parecidos con "Paradise Lost" son evidentes. Un caso de mala praxis policial, inculpados que parecen inocentes, confesiones sacadas de mala manera a chavales jóvenes y no precisamente listos... Tanto se parecen que Damien Nichols, uno de los tres jóvenes falsamente inculpado en el caso de "Paradise Lost", ha dicho esto tras ver "Making a murderer":


Los hechos reales de "Making a murderer" te dejan sin respiración. Te dejan con un nudo en el estómago. Te dejan la imagen del desvalido Brendan grabada en la retina, porque ese chaval que había adelgazado para recuperar a su novia ahora se ha rendido. Y te deja con ganas de hacer algo. Hay dos hombres encerrados en una prisión que no han tenido un juicio justo. Y es un hecho real, no una ficción.

Por eso hay peticiones en change.org y en We the people.  Esta página de facebook sigue el caso. Y el foro de reddit sobre "Making a murderer" está que arde, con usuarios que afirman haber encontrado nuevas pruebas sobre el caso de Steven Avery.

Y vosotros, ¿habéis visto "making a murderer"?, ¿no?, ¿a qué estáis esperando?

lunes, 21 de septiembre de 2015

Estrellas sudadas y con el pelo encrespado

Qué sueño que tengo.

Anoche me sacrifiqué por todos vosotros y me quedé hasta las 2 de la mañana viendo la alfombra roja de los premios Emmy. Y viéndola por streaming, con una señal penosa pese a que era la que ofrecía la página de los propios Emmy. No, no tengo Yomvi, me estoy reservando para Netflix. De hecho espero su llegada mientras tacho los días del calendario y me muerdo las uñas.

A lo que iba, el streaming de la alfombra roja. Pese a tanto pixel, la cobertura que se ofrecía tenía su punto. Podías elegir entre varias cámaras: la de las entrevistas, donde ya sabes que el presentador va a preguntar (más a ellas que a ellos) por el diseñador de su vestido y poco más; la de la llegada en coche de los invitados; y la del photocall. Estas tres opciones te permitían ver a las estrellas en movimiento: con sus caras de aburrimiento mientras hacían la cola para entrar en el photocall; con sus problemas para andar cuando el vestido era demasiado estrecho; y con sus sudores... Porque cómo sudaban. Tanto que el entrevistador de "estás fantástica, Heidi, ¿de quién es este vestido?", acabó haciéndose con un ventilador de mano como éste y se lo pasaba a todos los invitados.

Así que no os fiéis de estas fotos, que por supuesto habrán pasado por San Photoshop y creedme, las caras de agobio, los sudores y los brillos en la cara de los actores eran evidentes. Son humanos, ¡son humanos!

Quizá ellas sean un poco menos humanas que el resto.

Entrevistadores de a pie de alfombra roja de los eventos. A vosotros me dirijo. No preguntéis sólo por el diseñador del vestido, preguntad también por el dietista/entrenador/cirujano o quien sea que haga que Jamie Lee Curtis y Christine Baranski tengan una pila de años y sigan así de estupendérrimas. Y ojalá ellas contesten, mientras sonríen a cámara: "es fácil, sangre de recién nacido para desayunar".

Los Emmy de este año han premiado a cascoporro a "Juego de tronos" una serie que yo, después de haber visto la friolera de 3 capítulos, no comparto. Me recuerda a "Roma" en su estructura de: secuencia de complot - secuencia de polvo - secuencia de pelea - desnudo frontal - bla,bla,bla - violación anal - otro complot... y así sucesivamente. "Roma" al menos hablaba de la historia, de Julio César, de Cleopatra, de cómo era la vida y la manera de pensar en aquellos tiempos remotos. "Juego de tronos", pour moi, es una especie de "Señor de los anillos" pero con tetas y culos. Los Emmys no están de acuerdo y la han premiado como mejor drama, mejor guión y mejor actor para Peter Dinlage (aka el enano de los Lannister).

Peter Dinklage podría estar escondido debajo de cualquiera de estos vestidos.

La bella señora de en medio es Lena Headey, una de las actrices de Juego de Tronos. Aquí la veis glamourosa y estupenda pero yo, que la vi en movimiento y esperando al photocall os digo que:
a. ¡sudaba!; b. estaba mascando chicle y c. tiene unos tatuajes enormes y dignos de tronista de MHYV en la espalda.

En cuanto a las otras dos actrices, la de la izquierda es Maggie Gyllenhaal, esa falsa guapa que mañana te la encuentras, qué sé yo, en el Dia haciendo la compra, y  nadie sabe que es actriz de Jolibú. La de la derecha es Elizabeth Moss, aka Peggy en Mad Men. Actriz maravillosa y que no sabía yo que fuera íntima amiga de la Infanta Elena, que le prestó el vestido de capote de torero.

Otra de las series premiadas fue "Olive Kitteridge". Injustamente olvidada en los Globos de Oro, esta vez se llevó el galardón a mejor actriz (Frances MacDormand), mejor actor (Richard Jenkins), mejor actor de reparto (Bill Murray) y mejor mini serie. Por la alfombra roja estaba otra actriz de la serie, nominada, aunque no se llevó el premio: Zoe Kazan. Y cuál fue mi sorpresa al ver que: A. el novio de Zoe es Paul Dano ("Pequeña miss Sunshine", "Prisioneros") y b. ¡¡¡que los dos tienen más de 30 años!!! Pero esta foto, pese al efecto moaré del vestido de Zoe, no les hace justicia. Es mucho mejor verles en su salsa, en Sundance, en Tribeca, en conciertos de grupos que todavía no existen o tomando un café con mocca en Portland.

 En el universo hay satélites más pequeños que la cabeza de Liev Schreiber.

Continuamos con las parejas talentosísimas. A la izquierda, Claire Danes (Homeland) y Hugh Dancy (Hannibal). Él está más guapo cuando lleva el pelo más largo, pero se lo perdono. A la derecha, Naomi Watts y Liev Schreiber. Desde aquí os lanzo un desafío: un sugus de piña para el que sepa cómo se pronuncia Schreiber. ¿Chraiber?, ¿Shaibar?, ¿Cheiber?

El premio a mejor comedia se lo llevó "Veep". Una alegría, aunque sólo sea por dejar de premiar a la sobrevalorada "Modern family", que sí, que está muy bien, pero no hace falta que le den un premio cada año. O a esa comedia que no hace gracia, "Transparent". La diferencia entre comedia y drama es muy discutible, así consideran a "Empire" un drama. Una serie en la que pasan este tipo de cosas, ¿no será más bien una parodia?

La grandiosa Taraji P. Henson (Cookie Lyon en "Empire") estaba nominada como mejor actriz de drama por esta serie y, dominada por su personaje, posó tal que así:

La de la izquierda es Lady Gaga, sí. No se puso su primera opción de la noche: un vestido hecho de tiras de bacon, porque hacía demasiado calor y se iban a freír en directo.

No hay alfombra roja sin vestidos negros, tan socorridos ellos. Y así iban Lady Gaga (que no es que se colara, es que es una de las actrices de "American Horror Story"), Julie Bowen (Modern Family) y Taraji P. Henson.

Además de hacer justicia con "Olive Kitteridge", los Emmy de este año también hicieron justicia con ese actorazo que es Jon Hamm. Le habían nominado hasta el infinito por su papel en "Mad men" y sus colaboraciones en "30 Rock" y, por fin, este año se lo dieron. Jon se arrastró (literalmente) a recogerlo y se marcó un discurso de esos tan típicos de gracias al equipo, a mis compañeros, a la cadena... pero se lo marcó con esa voz que Dios le ha dado y nos parece a todas muy bien todo.

Su hija en la serie, Kieran Shipka, tiene más glamour del que voy a tener yo en toda mi vida. Arriesgó con lo que yo pensaba que era un vestido cuando la vi en una de las entrevistas de la alfombra roja. Ahora la veo de cuerpo entero... ¡y resulta que el vestido es un pantalón! Aún así me gusta mucho, es diferente, al menos no parece del catálogo de Pronovias.

Morena Baccarin (que esta muchacha se llame Morena, es como si yo me llamara Blanca, una redundancia) optó por ponerse un salto de cama muy Joan Collins en "Dinastía".

Y llegamos a lo mejor. Que, por supuesto, es lo peor. Si ir de negro es la manera de asegurarse ir elegante, ir de amarillo Bob Esponja es la manera de asegurarse ir hecha una hortera. A las pruebas me remito:

Heidi Klum cada año que pasa se acerca más a convertirse en la Ana Obregón de Jolibú. Ya sabéis que ella no se pierde una, pero al menos a estos premios tiene sentido que acuda ya que lleva la friolera de 14 temporadas presentando un programa de televisión de moda. La mujer vestida con la bandera de Asturias es la actriz de "Orange is the new black", Danielle Brooks.

¿Y quiénes fueron las más elegantes?

No vais a estar de acuerdo conmigo, pero es que yo ya estoy un poco harta de los vestidos negros y los modelitos de princesa Disney.


Ellie Kemper ("unbreakable Kimmy Schmidt") y January Jones (Mad men) luciendo vestidos que se salen un poco de lo habitual. De hecho, el de January ni siquiera es un vestido. También es cierto que January está mona hasta cuando baja la basura en su mansión de Malibú, pero ella, como todas las estrellas que anoche sudaron como pollos, también es humana. Aquí la prueba, el día que la pillaron marcándose un paseo de la vergüenza.

Y vosotros, lectores de mis entretelas, ¿a quién elegís como más elegante de la noche?, ¿Liev Schreiber se pronuncia como si estornudaras?, ¿reconocíais a las actrices de "Orange is the new black" sin su uniforme naranja?, ¿es "Empire" un drama ambientado en el mundo del hip hop o simplemente un desmadre?, ¿habéis visto "Unbreakable Kimmy Schmidt"?, ¿no?, ¿a qué esperáis?

lunes, 13 de abril de 2015

Maldita lisiada

¡Dos semanas sin actualizar!

Los robots de Google se habrán olvidado de éste vuestro blog por incumplir el mandato de actualizar con regularidad. Pero no ha sido culpa mía, no, ha sido culpa de estas seis señoritas que me tienen todo el día que si disculpe usted mi demora, no, discúlpeme usted a mí por mi atrevimiento. Sí, lectores de mis entretelas, ando trabajando en una nueva serie de televisión, y de época. Por si lee este blog alguien de vestuario de la serie y no saben qué hacer con un vestido con un lamparón que no se va, regálenmelo a mí. Que yo cada vez que voy a la productora insinúo que no me importaría nada tener un algo de 1913 (no tiene porqué ser un vestido, un tocado, unos guantes...) y nada, oye, ni caso.

A la mayoría de los guionistas de mi generación, marcados por Indiana Jones y los Goonies, les haría una ilusión loca trabajar en Hollywood. Pero a mí me marcaron más Falcon Crest y Dinastía. Esas series de televisión donde se aprendía que el lujo consistía en levantarte por las mañanas y que tu mayordomo chino te hubiera preparado un desayuno tipo buffet, que ni en los hoteles de cuatro estrellas. Mi ración de felicidad infantil consistía en un sandwich de nocilla, una coca cola y ver el capítulo de Dinastía que ponían a media mañana:



No recuerdo dónde he dejado las llaves hace veinte minutos pero recuerdo que Linda Evans era Kristle Carrington en Dinastía, que Ana Alicia era Melissa en Falcon Crest y que hubo una abducción en un capítulo de Los Colby.

Será considerado un género menor, pero el culebrón es, en el fondo, como la ciencia ficción: todo es posible. La ciencia ficción hace posible el teletransporte, la vida inteligente en otros mundos y los extraterrestres que parecen peluches. El culebrón hace posible que las paralíticas se levanten de las sillas de ruedas, que los hermanos separados al nacer se encuentren y además se enamoren o que la gente se pelee como en una película de Bruce Lee, si Bruce Lee hubiera sido dama de honor en Miss Colombia:



Un guionista de ciencia ficción puede darse el gustazo de acabar sus tramas haciendo explotar un planeta entero. Y eso mola. Pero cargarse a un personaje haciendo que se ahogue porque su alianza se engancha en una rejilla en el fondo de una piscina... eso tampoco está nada mal. Y así es como murió la esposa de Chase Gioberti en "Falcon Crest".

Los guionistas de "Mad men" se devanan los sesos para que su serie sea todo subtexto, sutileza y un análisis devastador de la psique del hombre moderno. Y seguro que llegan a su casa muy satisfechos con el trabajo realizado y con una jaqueca terrorífica. El equipo de "Empire" no tiene ni la cuarta parte del talento del de "Mad men", pero se lo pasan pirata.

Con todos ustedes, Cookie Lyon, la mujer que mejor defiende el estampado de leopardo.

¿Que hay que traer a una actriz que interprete a una cantante politoxicómana en horas bajas? Pues traen a Courtney Love. ¿Que necesitan a una cuarentona buenorra para interpretar a la amante de un raperito de 18 años? Pues traen a Naomi Campbell. "Empire" no es una serie para hacer pensar, es más bien un despiporre. Una mezcla entre Dinastía, Meet the Kardashians y las noticias sensacionalistas sobre el mundo del hip hop, todo con una estética muy Donatella Versace.

Podría parecer que el género culebronesco sólo puede tomarse en serio si uno lo toma en broma. Los creadores de "Jane the virgin", conocedores del exceso inerente al género, juegan a la parodia. Y qué bien lo hacen los jodíos. Saben mezclar intriga, drama y comedia, con un ritmo trepidante y unos personajes tan divertidos como él, Rogelio de la Vega, international star of telenovelas, que siempre viste de color lila o melocotón y que es una reina del drama:


Y vosotros, lectores de mis entretelas, ¿seguís por aquí?, ¿me habéis abandonado por otro blog sólo porque he tardado un poco en actualizar?, ¿os habéis enganchado alguna vez a alguna telenovela?, ¿vosotros también conocisteis a Barbara Stanwyck primero por su papel en Los Colby? Y, por supuesto, no puedo dedicar un post al maravilloso mundo del culebrón sin colgar este mítico momento:


martes, 16 de septiembre de 2014

Fargo, el vecino ése que siempre saluda

Es un clásico de esos programas cuya primera mitad se dedica a la crónica negra y la segunda mitad a la crónica social. Una reportera, generalmente intrépida y menor de 35 años, se planta con su micrófono y su cámara en el edificio donde vivía ese hombre que mató a su mujer y a sus tres hijos y a su suegro y pregunta a los vecinos por el asesino:

- ¿Lo conocía usted?
- Sí, no nos podemos creer que hiciera algo así, era muy amable, siempre saludaba.

Algo en el cerebro humano de las vecinas considera lógico que los asesinos no saluden. Las buenas personas saludan, las malas no. Lo hemos visto tantas veces en la televisión que se ha merecido su sitio en una página de Facebook y todo. Es una de esas costumbres arraigadas en la sabiduría popular que no hay por dónde cogerlas. Como esa obsesión de las madres porque vayas siempre con ropa interior limpia y nueva, "por lo que pueda pasar", cuando "por lo que pueda pasar" se refiere a que tengas un accidente y los médicos de urgencias te vean con esas bragas que un día fueron blancas y ahora son amarillas. Quizá esas madres han visto demasiados capítulos de "Anatomía de Grey" y confían en la providencia para que sus hijas tengan un accidente de tráfico y las rescaten un ejército de atractivos médicos muy acostumbrados a hablar de sus sentimientos y a enrollarse con sus pacientes en el cuartito ése que tienen para las guardias.

Pero a mí "Anatomía de Grey" no me interesa nada. Y eso que en no-sé-qué temporada salía él, Kevin Mc Kidd, al que la bata de médico no le sienta tan bien como la coraza que lucía en "Roma". A mí me enganchan las series donde hay o asesinatos o mafia. Por eso en otra vida dirigiré una importante mafia internacional. En esta vida, de momento, me conformo con ver toda serie policíaca que emitan. Y mi nuevo descubrimiento es "Fargo":



Basada en espíritu y estética en la película de los Coen, "Fargo" habla de ese típico vecino de al lado que siempre saluda y al que todos consideran buena persona. Hasta que un día se carga de un martillazo a su mujer.

La América profunda de Fargo es como la España profunda, sólo hay que sustituir la meseta por la nieve y a los guardias civiles por policías de pueblo que no han tenido que disparar nunca su arma porque su trabajo se parece más al de un conductor de máquina quitanieves.

El simpático vecino es la imagen perfecta de la maldad que está ahí, junto a nosotros, y que disimula muy bien porque ya ha aprendido a saludar. En Fargo ese vecino lo interpreta Martin Freeman, un actor al que yo sólo conocía como uno de esos hobbits de esa saga llena de lugares y personajes con nombres rimbombantes. Y una cosa es digo: esos hobbits que persiguen a Frodo por paisajes diversos, lo hacen porque están platónicamente enamorados de él. Sí, para mí "El señor de los anillos", como "Ben-Hur", tiene una explicación homoerótica. Pero bajo el pelucón y el maquillaje de hobbit, resulta que Martin Freeman es un actor como la copa de un pino. En Fargo es vulnerable, miserable, tierno, ridículo y un auténtico hijo de puta. Todo a la vez.

Pero Lester, el personaje de Martin Freeman, es malo porque el mundo le hizo así. En concreto, hay alguien que le coge de la mano y le lleva a ese lado perverso que tenía dormido. Ese alguien es un asesino a sueldo, Lorne Malvo, interpretado por Billy Bob Thornton tras haberse echado un bote entero de Grecian 2000:

Ser hombre y plancharse el flequillo no es bueno. Te convierte en un sicario sin piedad.

Billy Bob no sólo es el ex marido de Angelina Jolie de su época de tipa chunga. También es un actor estupendo. Ya lo había demostrado en "Un plan sencillo", en "Monster's Ball" y en un par de películas de los Coen. Y aquí se luce. Lorne es una especie de fantasma, un tipo cuyo nombre real nadie sabe, la encarnación del mal, que suelta cosas como éstas:

A Lester:
- Tu problema es que has pasado toda la vida creyendo que hay reglas. No las hay. Nosotros antes éramos gorilas.

Al policía de tráfico que osa pararle:
- Voy a subir la ventanilla y luego me voy a ir y tú te vas a ir a tu casa con tu hija. Y cada año que pase vas a mirar su cara y a saber que estás vivo porque elegiste no ir por cierto camino cierta noche. Que elegiste ir hacia la luz en lugar de ir hacia la oscuridad.

Al funcionario de correos que no quiere darle un paquete sin documentación porque es "muy irregular":
- Muy irregular es la vez que me encontré un pie en una tostadora. Esto es simplemente raro.

Pero no os creáis que Fargo es una reflexión pedante y enrevesada sobre el mal. Eso es "True detective". Fargo tiene algo que la hace todavía mejor. Humor. Humor negro, claro, tipo esto:


Hola, soy la madre del asesino de Cuatro Caminos.

Y vosotros, ¿habéis visto ya "Fargo"?, ¿vosotros también creéis que el mejor método para saber si alguien es buena persona o no se basa en si saluda en el ascensor?, ¿Samsagaz, Pippin y el otro que no recuerdo cómo se llamaba están enamorados de Frodo?

lunes, 16 de junio de 2014

Penny Dreadful, mucho lirili y poco lerele

¿Qué tienen en común el Papa Francisco, Obama y la nueva serie de Showtime "Penny Dreadful"?

Pues que son un timo.

Como diría la sabiduría popular: mucho lirili y poco lerele.

Y es que cuando Obama fue elegido en las urnas aquello parecía no la llegada de un presidente nuevo, sino el advenimiento del Mesías. No sólo era el primer presidente negro (más bien café con leche) sino un hombre con buena percha, que hablaba bien, que parecía majete y que prometía cosas tan buenas y tan extrañas en los Estates como sanidad pública para todos o el cierre de Guantánamo.

¿Y qué ha hecho Obama, 5 años después? Pues nada de eso. Barack, el presidente con nombre de cantante de grupo de rock, sigue siendo un tipo locuaz, simpático, que habla que da gusto y ni te cuento lo bien que le sientan las camisas. Y ya.

Dos pizzas barbacoa, una cuatro quesos y otra vegetal para Michelle que está a plan. Dirección: la Casablanca.

Más o menos lo mismo podríamos decir del Papa Francisco. Que más allá de la importancia histórica que pueda tener que sea el primer Papa americano y más allá de que sea, como el rey, tope campechano, no ha hecho nada. Mucho hablar de que la pederastia es una cosa feísima, de que el amor es muy bonito incluso si es entre personas del mismo sexo y que el cristianismo consiste en compartir... pero hacer, lo que se dice hacer, no ha hecho nada. Se ha hinchado a dar entrevistas y a tocar a bebés, eso sí. Todo fachada, aunque a Francisco las camisas fijo que no le quedan como a Barack.

Pues "Penny dreadful" es tan decepcionante como estos dos señores.

Sam Mendes produciendo, Juan Antonio Bayona dirigiendo, John Logan escribiendo, Eva Green y Timothy Dalton como protagonistas, Showtime juntándolos a todos... Penny dreadful tiene todo lo necesario para despertar interés en los yonquis de las series que andamos siempre a la búsqueda de mierda de la buena a la que engancharnos. A todo el elenco de nombres famosos hay que sumar un trailer súper molón:


Misterio... Rollo victoriano... Cosas sobrenaturales... 

¿Y?

Y nada.

El piloto no está mal del todo. Se nota mucho que la serie es una mezcla de "From hell" más un poco de "La liga de los hombres extraordinarios" más otro poco del "Drácula" de Coppola. Pero eso no tiene porqué ser un handicap.

"Penny dreadful" cuenta la historia de un hombre que busca rescatar a su hija, secuestrada por vampiros. Para conseguirlo cuenta con la ayuda del personaje de Eva Green, una especie de médium, y del personaje de Josh Hartnett (muy mono con barba), un pistolero. Todo en un Londres tope chungo, donde por las noches actúa Jack el destripador, Victor Frankenstein hace experimentos y aún encima la mitad de la población tiene tisis y escupe sangre. Todo muy mal rollero, pero eso sí, con una fotografía y un vestuario que te mueres.

Diseñadores del mundo, ¿no creen que las mujeres deberíamos vestirnos rollo victoriano, al menos en invierno?:
Eva Green va más chunga en la alfombra roja que cuando sale en una serie de vampiros.

El problema es cuando llega el segundo capítulo y la trama que se había apuntado se frena en seco. Y aparece Dorian Grey, aunque no juega ningún papel en la trama más allá de hacer ojitos a toda fémina que tiene a mano, y el pistolero se enamora de una prostituta con tisis (la de veces que alguien escupe sangre en esta serie es impresionante) y hay mucho misterio, muchas puertas que se cierran, muchos insectos que salen de lugares insospechados, mucho espíritu manifestándose... pero no se sabe muy bien para qué.

Cuando llega el tercer capítulo aquello ya es el acabóse. La trama principal no avanza ni a tiros. Los diálogos se alargan, aparecen flash backs para contarnos historias que ya conocemos (la del monstruo de Frankenstein, sin ir más lejos), la médium sigue siendo poseída por todo tipo de espíritus y el padre que busca a su hija no hace nada por encontrarla. Del cuarto capítulo no os puedo decir nada, porque me planté en el tercero.


Ejercicio de agudeza visual: ¿quién es Bayona y quién Hartnett?

Lo dicho: mucho lirili y poco lerele.

Y vosotros, ¿qué serie/película/libro/personaje de trascendencia mundial os ha decepcionado más?

martes, 11 de marzo de 2014

Dime qué serie ves y te diré qué serás en otra vida


Las series de televisión son la cocaína para los que somos o demasiado mayores o demasiado tranquilos para darnos a la vida crápula.

Pero, ¿qué ofrecen las puñeteras series para que nos tengan tan enganchados? Ante todo, nos permiten vivir las vidas que nunca tendríamos porque carecemos del tiempo, de los escrúpulos, o de la suerte necesarias para vivirlas. Fuera de una serie de ficción, ¿quién iba a creerse que Woody Harrelson con su eterna cara de paleto iba a ligarse a las mozas recias que se liga en True Detective?

Seguro que hay alguien, en algún lugar del mundo, que está haciendo una tesis sobre las series de televisión y su capacidad para hacernos fantasear. En éste vuestro blog, preferimos algo más ligerito... ¡un test!

Con él comienza lo que se convertirá en una sección recurrente de éste vuestro blog, ¡los tests absurdos! Con el mismo rigor que el programa de Sandro Rey. Con el mismo calado psicológico que los cuestionarios del Cosmopolitan. Con todos ustedes, el test que les dirá cuál su fantasí oculta y cuál su serie perfecta para cumplirla. Rellenadlo y al final del post encontraréis la respuesta. Todo mazo científico.

Tu pareja ideal es:
A. Tu mejor amigo/a, con el que tienes una relación intermitente. Tú sabes que, al final, y después de que los dos os hayáis enrollado con media ciudad, volveréis a estar juntos.
B. Alguien sofisticado, misterioso, que te haga sufrir, porque los amores fáciles son súper vulgares.
C. Una ama de casa que no pregunte mucho, que se ocupe de la familia, de la casa, y sea discreta.
D. Ninguna, necesitas soledad, tener tu propio espacio y tiempo libre.
E. Policía, agente secreto, o funcionario del gobierno con espíritu crítico con sus superiores.

Un cachas de gimnasio abolla tu coche y se va corriendo sin darte los datos del seguro. Tú...
A. Te tomas una cerveza con tus amigos en el bar de abajo, les cuentas lo sucedido (porque tú a tus amigos les cuentas todo) y os reís.
B. Pagas tu enfado con tu pareja o con tu amante. O con ambas/os.
C. Cuando llegas a casa coges tu segundo teléfono móvil, ése que escondes en la cisterna del baño, haces una llamada y el cachas de gimnasio deja de ser un problema.
D. Fantaseas con lo maravilloso que sería cogar al cachas de gimnasio de unas espalderas, con pesas colgándole de las extremidades  y su musculado torso abierto en canal.
E. Ese tipo ha abollado tu coche aposta, por algún motivo, así que le sigues hasta que averiguas qué esconde.

La familia para ti, es:
A. Es importante y tal, pero tu familia de verdad son tus amigos.
B. Un grupo de gente con problemas que aparece de vez en cuando para molestar.
C. Súper importante. Pero que no se metan en tus asuntos.
D. Nada.
E. Unos pesados que te molestan para que vayas a verlos en Navidad, que insisten en que tengas una vida más ordenada y estable... pero tienes otras cosas más importantes de las que ocuparte.

No perdonas...
A. Que tus amigos hagan más caso a sus novios que a ti.
B. La vulgaridad, vestir de baratillo.
C. A los chivatos.
D. ¿Perdonar?, ¿eso qué es?
E. A los incrédulos, a los cínicos. 

Tras un día de perros, tú...:
A. Te tomas un montón de cervezas con tus coleguis.
B. Te tomas un cosmopolitan y te vas de compras.
C. Miras la caja secreta en la que tienes escondido tu dinero y se te pasan todos los males.
D. Matas a alguien. Eso siempre te relaja.
E.  Te metes en un foro de internet sobre la verdad del Área 51.

Siempre se te ha dado bien:
A. Ligar.
B. Vender, eres un seductor nato y podrías vender estufas en el Sáhara.
C. La química, la contabilidad, guardar secretos, la organización de grandes equipos de gente.
D. La psicología, la criminología y la anatomía.
E. La informática, la deducción. Ves más allá de lo que ven los demás.

¿Has contestado?

Pues aquí están las soluciones.

Brindemos porque somos chachis.
Mayoría de A
Eterno adolescente
Tú, como Roberto Carlos, quieres tener un millón de amigos. Compartir piso con dos o tres, verlos a todas horas en el bar de la esquina y llevar una vida llena de ligues, cerveza y buen rollo, aunque haga mucho que has cumplido los 30 años. Tú quieres vivir en “Friends” aunque la realidad es que nadie de “Friends” o de “Cómo conocí a vuestra madre” te dirigiría la palabra porque, amigo... tú no eres ni tan guapo ni tan guay como ellos.
 Bah, me he puesto lo primero que he pillado por ahí.

Mayoría de B
Divina
Habitante de un pueblo donde por no haber, no hay ni un Zara. En tu pueblo la gente viste de negro y marrón y sólo se sale los sábados. Para los necesitados de glamour, como tú, sólo queda la ficción. Ay, cómo te gustaría pasear tus manolos por Madison Square. O haber nacido en una época sin Bershkas ni Primarks, donde los caballeros llevaban sombrero y las damas se arreglaban para servir la cena. Pero ni vives en los años 50 de “Mad men”, ni en el Manhattan de “Sexo en Nueva York”, sino en Mangurriana del monte, Albacete.

Mayoría de C 
Capo de una mafia
Felicidades. Tienes todos los conocimientos teóricos para fundar tu propio cartel de la droga. Sabes cómo blanquear dinero porque lo aprendiste de Skyler en “Breaking Bad”, sabes cómo usar a menores de edad para el menudeo porque lo aprendiste en “The wire”. Pero, para tu desgracia, eres de clase media, de buena familia y te desmayas al ver la sangre. Quizá en otra vida seas el nuevo Pablo Escobar.

Mayoría de D
Psicópata
Todo el mundo piensa que eres una excelente persona. Dices “gracias” y “por favor” hasta a las cajeras del Dia. Cedes tu asiento a ancianos y embarazadas. Hasta devolvías los VHS rebobinados en la época de los video clubs. Pero detrás de ese ciudadano ejemplar late un psicópata en potencia. Fantaseas con matar a gente al estilo aséptico de “Dexter” o al barroco de “Hannibal”.

No estoy loca, lo que pasa es que yo tengo razón y tú no.
Mayoría de E
Agente en lucha contra el sistema
A ti no te la dan con queso. Tú sabes que detrás del 11 M está ETA, aliada con los de Al Qaeda, a los que conocieron en un congreso de bandas terroristas en un hotel de Torrevieja que tenía buffet libre y hasta spa. Sabes que detrás del 11S están Bush y los lobbys del petróleo. Y que los extraterrestres llegaron a los USA en los 50, que la CIA y el gobierno lo mantienen en secreto y que todos los avances de los últimos 70 años son gracias a la tecnología extraterrestre, todos: el gps, la thermomix, ¡¡¡el whatsapp!!! Es más, tú consideras “24”, “Homeland” o “Expediente X” como documentales más que como obras de ficción.

Y a vosotros, ¿qué os ha salido en el test absurdo? 

jueves, 3 de octubre de 2013

Hail the king

Tranquilos. Podéis leer este post sin temor a ningún spoiler. Porque sí, he visto el final de Breaking Bad, y voy a hablar de ella, pero sin adelantar absolutamente nada del contenido de los últimos capítulos. Soy así de maja.


Hablábamos hace nada (aquí, sin ir más lejos) de lo decepcionante y habitual que era un mal final en una buena serie. Por alargar en exceso, por marear la perdiz, por caer en tópicos o por caer en el ridículo. Pero Breaking Bad ha conseguido mantenerse ahí donde ha estado siempre: arriba.

Mas allá de las argucias de su protagonista para mantenerse en el negocio de las drogas, más allá de tener un estilo y un mundo propio, incluso más allá de las lecciones magistrales de interpretación que regalan sus actores... la serie es el ejemplo perfecto de lo que consigue la buena ficción: tenerte ahí enganchada mientras vives la vida de otros. Una vida que tú nunca vivirás. Porque no eres un rey de la metaanfetamina, ni matas zombies a cascoporro, ni vas a rescatar a tu hermano de prisión. Eres funcionaria, becario o parada. Vamos, lo típico.

Una buena historia te ayuda a vivir eso que tu conciencia no te dejaría. Pruebas durante 50 minutos, una hora y pico con anuncios, a ver cómo sería eso de ponerle los cuernos a tu marido con el jardinero joven y cachas. O, ¿por qué no? pruebas algo todavía más salvaje, algo que jamás harías, que te repugna. Pruebas a ver cómo sería matar gente, traficar con droga y ganar millones con ello.

Y acabas comprendiendo a Walter White. Porque él no se ha convertido en capo para  conseguir dinero para su familia. Ni porque esté enfermo de cáncer y ya le dé todo igual. Ni porque una vez que entras en ese mundo ya no se puede salir. Comprendes a Walter porque él era un profesor de química sin suerte en la vida hasta que descubrió su buena mano para cocina metaanfetamina. Descubrió que era el mejor. Y ser el mejor en algo engancha.

Yo lo pienso cada vez que voy a mi clase de ballet y me encuentro con una alumna nueva que dice que ella no ha bailado nunca, pero se le quedan los pasos a la primera, es elástica y tiene un empeine en el pie que ni te cuento. Pienso: qué bonito debe ser tener un talento innato para el baile. Y luego pienso: qué torpe soy. Y luego pienso: los cojones tú no has bailado antes, guapa.

Pero a lo que íbamos, trabajar en una serie tan llena de talento tiene que ser un gustazo. Pero es que, además, parece que mientras creaban un clásico de la televisión actual se lo han pasado pipa:

 Bryan Cranston y Aaron Paul (protagonistas de la serie) lamen la tarta con la cara de Vince Gilligan (creador de la serie).

En España también se suelen organizar fiestas de fin de rodaje o, en el caso de las series de televisión, de comienzo de temporada. El día que se estrena la nueva temporada, fiestorro.

Pero lo habitual, aquí y en Constantinopla, es que en las fiestas se monten grupitos: maquillaje, peluquería y vestuario por un lado, los realizadores y las actrices por otro, editores y guionistas en casa, porque nadie les dijo que había fiesta... Vamos, como pasa en cualquier trabajo. Porque eso que dicen todos en los making of, que si "éramos como una familia", que si "yo te admiro mucho", "pues yo a ti más", suele ser mentira. En los rodajes se madruga demasiado, se trabajan horas extras y la comida suele estar malísima. El buen rollo se guarda para las entrevistas que formarán parte de los extras del deuvedé.

Pues bien, el equipo de Breaking Bad no sólo tiene talento para exportar a todo el mercado asiático, también se llevan bien entre ellos. En sus fiestas lo dan todo disfrazándose de personajes de la serie.

Aquí Aaron Paul disfrazado de pollo y Bryan Cranston disfrazado de Héctor Salamanca.

Y seguro que producción encargó un catering en forma de gelatina azul, igualita a la metaanfetamina antes de ser cortada. Que yo veo estas fotos y me entran unas ganas locas de organizar una fiesta temática en casa, y de convencer a mis amigos para que nos disfracemos de los personajes de Breaking Bad. No sé si pedirme Lydia Rodarte-Quayle, que es fácil, o disfrazarme del insecto de Vamonos Pest, la empresa de pesticida que Walter White usa como tapadera para su laboratorio de metaanfetamina:

Si me decido por el disfraz de insecto, llamo a Bryan Cranston a ver si me presta el suyo.

Pero luego me lo pienso mejor. Me acuerdo de esos domingos de resaca post fiesta con el salón pegajoso por culpa de las copas que se han caído al suelo y la cocina llena de vasos de plástico con restos de ron y con colillas dentro (amigos que fumáis, usad los ceniceros), y lo dejo para otra ocasión. O mejor, para otra casa.

Y vosotros, ¿ya habéis visto el final de Breaking Bad?, ¿organizamos una fiesta temática de series?, ¿alguien ofrece casa para la fiesta?

jueves, 26 de septiembre de 2013

Finales mierder

Se ha acabado Dexter.


Me gustaría poder decir que estoy de duelo. Que estoy pasando ese proceso de superación de la pérdida cuando se acaba una de esas series que has estado viendo durante meses. Pero no. Porque el final de "Dexter" ha sido una caca de vaca.

La serie de televisión nos había tenido entre fascinados y escandalizados con la historia de un psicópata a quien su padre, policía, había enseñado a matar a través de un código de conducta. Dexter Morgan también trabajaba en la policía y, desde dentro, tenía acceso a los expedientes de los asesinos que mataba y hacía desaparecer en las aguas de la soleada Miami.

Dexter tuvo 5 temporadas magistrales donde exploraba la relación de Dexter con su hermana, su esposa, sus compañeros de trabajo... sus problemas para mantener su doble vida y su necesidad de encontrar a alguien a quien poder contar todos sus secretos. Temporada tras temporada, la menda, sentada en el sofá, pensaba: ¿y qué van a hacer ahora? Y siempre me sorprendían. Hasta que llegó la sexta temporada y se fue todo a freír gárgaras.  Una serie que ha sobrevivido al matrimonio y la separación de la pareja protagonista (hermanos en la serie) y al cáncer del actor protagonista no se merecía acabar así.
Guapos e incestuosos.

Suele suceder en casi todas las series de televisión. Los guionistas ya no saben cómo estirar más el chicle, o dependen de la decisión de la cadena, que todavía no sabe si les van a renovar una temporada más o no o, simplemente, pierden la perspectiva de cuál es la historia que están contando. Es entonces cuando llega el "jumping the shark", ese giro inesperado o absurdo, da igual, lo que sea para renovar una temporada más. En el caso de Dexter su huida hacia delante (traducción libre del jumping the shark) es cuando Deb Morgan, hermana de Dexter, compañera de trabajo en la policía, confidente y eterna víctima de todos los asesinos en serie que van poblando la serie, confiesa que está enamorada de su hermano ¿Era esto necesario?, ¿era coherente con la serie?, ¿era ridículo?, ¿era meterse en camisa de once varas? El caso es que esa temporada marcó un antes y un después y a la serie sólo le quedaba languidecer y morir.

No es el único caso. Qué va. Grandes series han caído víctimas de primeras temporadas demasiado brillantes (Prison Break, Héroes), de finales decepcionantes (Battlestar galactica) o de exceso de temporadas (Mujeres desesperadas, Expediente X). Aunque de todos los finales mierder, el que a mí más dolió fue el de Nip/Tuck. Vale que era una serie excesiva desde el primer momento. Una serie sin miedo a caer en el ridículo porque luego era sublime. A mí (y ahora me voy a poner un poco pedante) me recordaba a los relatos de David Foster Wallace. Los clientes de la clínica de cirugía plástica de los doctores protagonistas eran un repaso a lo más incómodo y extraño de la naturaleza humana: siamesas que no querían separarse, mujeres cañón que habían sido hombres y que querían volver a ser hombres, obesas mórbidas que querían adelgazar para epatar en la fiesta aniversario de su antiguo instituto, capos de la droga que pasaban cocaína en los implantes de silicona de sus amantes... Pero el día en que el hijo díscolo de los dos doctores (engendrado por uno y criado por otro) perdió el norte del todo y se dedicó a robar bancos disfrazado de mimo saltaron el tiburón.

Soy un mimo mazo chungo.

El jumping the shark de las comedias de situación, donde no se permite el incesto ni el crimen, suele consistir en embarazar a la protagonista femenina con un tardanito para que llegue sangre nueva a la serie. Pasó en "Los problemas crecen" y en "El príncipe de Bel Air". Pero ojo, que también tenemos ejemplos de lo contrario. Series que han sabido evolucionar, mantenerse fieles a sí mismas y acabar (como diría Rajoy) como Dios manda. "Buffy cazavampiros" no sólo supo mezclar humor, terror, vampiros y adolescentes sin ser cursi. Es que supo hacerlo durante 7 temporadas, ¡y cada temporada tenía 22 episodios!

Mítico es el final de "The Shield" (atención, SPOILER), cuando su protagonista, policía corrupto que se ha librado de que le pillen en siete temporadas, llega a un acuerdo con asuntos internos: inmunidad a cambio de confesar. Accionan el casete y la trajeada agente escucha, horrorizada, la ristra de crímenes que Vic MacKey ha cometido. Ella le pregunta que si hay algo más. Él responde: "¿cuánta memoria tiene este chisme?"

Os dejo con otro final de ponerte los pelos como escarpias. El de "The wire", un homenaje a la ciudad que ambienta la serie, Baltimore, y que de paso nos cuenta cómo siguen sus vidas los personajes:



Y vosotros, ¿cuál ha sido el peor final de serie que habéis visto?, ¿y el mejor? Y, ¿qué os parece el lavado de cara del blog?, ¿a que ha quedado bonico?