Pobres políticos. Y lo digo en serio, sin ironía. Los políticos, antes de serlo, han estudiado cosas sumamente aburridas como el derecho. Después, se afiliaron a sus partidos para poder medrar en las juventudes, así que mientras tú y yo estábamos de resaca, ellos acudían a congresos regionales. Luego estudiaron para sacar plaza en lugares tan apasionantes como los registros de la propiedad y, cuando por fin consiguieron su primer cargo oficial dentro del partido resulta que ni siquiera sabían en qué consistía su trabajo, porque, ¿para qué sirve el comité de "estudios y programas", ¿y la "vicesecretaría sectorial"?, ¿y la comisión de garantías democráticas? ¿Hacen informes?, ¿cafés?, ¿fotocopias?
Detrás de tanta burocracia, tanta comisión ininteligible y tanta puñalada trapera para que te den un puesto en un comité que ni siquiera sabes qué hace... hay personas, hay sentimientos que tienen seres humanos (o algo así). Y son personas más parecidas a ti de lo que tú crees: gente que sangra cuando les pinchan y que se arrancan a bailar cuando suena un temazo. Este test (tan fiable y minucioso como éste o éste otro) os lo va a demostrar que hay un político dentro de ti.
Un divo/a de la canción que sea tu perdición (uy, un pareado):
A. Digan lo que digan, Raphael.
B. Cualquier cantante francés, sea Edith Piaf, Charles Aznavour, Serge Gainsbourg o France Gall. Es que no hay idioma mejor que el francés. Todo en francés suena mejor.
C. Justin Bieber, mucho más que un ídolo adolescente, ¿habéis oído su último disco? Artistazo. HIT.
D. Freddie Mercury es el champion, my friend.
E. Cuatro divos: los Beatles.
Un poco de autocrítica. ¿Cuál es tu mayor defecto?:
A. Dicen que soy inmovilista, es verdad que no me gustan los cambios. A veces moverse es bueno, otras veces, no; a veces es mejor estarse quieto y en otras es mejor que no; y en ocasiones es mejor estar en movimiento.
B. Soy cabezota, pero yo no lo veo como un defecto. Porque, si tengo la razón, ¿por qué voy a ceder?
C. La vanidad. Me miro al espejo y me quedo como hipnotizado. Mírame, ¿a ti no te pasa lo mismo conmigo?
D. Soy demasiado blando, me falta mordiente, agresividad.
E. Creo que me paso de seria, algunos dice que soy una persona sosa, pero estoy intentando ser más espontánea.
Es domingo, fuera llueve y tú te quedas en casa mirando el catálogo de Netflix una y otra vez. ¿Qué película o serie del catálogo te llama la atención y es la que acabas viendo?
A. ¿Qué es Netflix? Yo prefiero el fútbol. Cualquier partido de fútbol, sea del Madrid, de tercera división o de una liguilla regional infantil.
B. Cualquier comedia de esas que han visto un millón franceses. Un millón de franceses no pueden estar equivocados.
C. "House of cards", "Borgen"...
D. "Estiu 1993"
E. Cualquier película de tacitas de té o una serie de la BBC ambientada en la gloriosa época en la que el imperio británico poseía medio mundo.
Si estuvieras en el corredor de la muerte y tuvieras que elegir el menú de tu última cena... ¿qué pides?:
A. Pulpo a la gallega y lacón con grelos. De postre, filloas.
B. Foie, pato a la naranja y macarons.
C. Una hamburguesa (de carne de ganadería extensiva, por supuesto), acompañada de verduras a la plancha y agua mineral. De postre me permito unas tortitas con sirope de arce.
D. Pa amb tomaquet, butifarra con mongetes, escalivada, calçots y crema catalana.
E. Fish and chips.
¿Cómo ves el mundo dentro de 50 años?
A. ¿Cómo lo ves tú?
B. Europa invadida por emigrantes de esos marrones que sólo quieren robarnos, islamizarnos y hacernos comer kebabs. Eso va a sucedernos a todos... a no ser que alguien haga algo ahora para evitarlo.
C. Soy positivo, el mundo habrá frenado el cambio climático y todos viviremos en paz, amor, armonía y con sanidad universal.
D. La aldea global se habrá convertido en una gran federación de regiones, todas ellas con sus tradiciones, sus lenguas propias y sus platos típicos.
E. Sé que es difícil, pero sueño con un mundo civilizado, elegante, donde reine la flema británica y todas las personas hablen un inglés perfecto.
Anoche tuviste un sueño erótico... ¿con quién?
A. Con mi santa esposa.
B. Soñé con Omar Shariff, de joven, en la época de "Doctor Zhivago", ese árabe sí que me gusta.
C. Soñé que me hacía un trío con Celine Dion y Alanis Morrissette.
D. ¿Esto lo va a leer alguien? Porque si no lo va a leer nadie te digo que con Pedro Sánchez.
E. James Bond. Todos los James Bond: Pierce Brosnan, Daniel Craig, Timothy Dalton, también ése que hizo solo una película y del que nadie se acuerda... Todos, menos Sean Connery, ése no.
Mayoría de A
Mariano Rajoy
Maestro de los pasos básicos, es decir: caminar hacia delante, caminar hacia atrás y asi hasta que acabe la canción. Tu manera de bailar es conservadora, vas sobre seguro y sólo te sales del "pasito para delante", "pasito para atrás" para mover la cabeza al ritmo de la músca y, si te dejas llevar (y eres sentimientos y tienes seres humanos, también te dejas llevar de vez en cuando), puede que hasta des alguna que otra palmada. Si haces todo esto... sí, bailas como Mariano Rajoy y algún día te sorprenderá "la cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera, es cosa mayor".
Mayoría de B
Marine Lepen
Te defiendes con dignidad en la pista de baile. Si te ponen rock, te pones a dar vueltas como una peonza. Si toca reggaetón, perreas. Que pinchan a Shakira, pues mueves las caderas. Lo disfrutas, te diviertes y cualquiera que te vea pensará que eres una tipa majísima... pero no hay que fiarse. Hitler era un amante del arte y ya ves la que lió. No eres de fiar, Marine Le Pen.
Mayoría de C
Justin Trudeau
Lo tuyo es el baile. Y tener pelazo. Y sonrisa bonita. Y encanto. Y saber estar. La lotería genética ha sido muy generosa contigo y, aunque no hayas ido a clases de baile en tu vida, y menos de danza hindú, te arrancas y te sale como si llevaras bailando, no te diré que toda la vida, pero sí unos cuantos meses. Y eso mismo te pasa con todo. Qué rabia que dais, tú, y Justin Trudeau.
Mayoría de D
Miguel Iceta
Eres todo corazón. No tienes ni idea de bailar y ni falta que hace, a ti te ponen un temazo y tú lo das todo, da igual que estés en una discoteca, en un mitin, en la cola del supermercado o en un funeral. El baile te posee y tú te entregas a él. Aunque con condiciones, que tú no te entregas a la danza con cualquier cosa, lo haces con el rock. Las sardanas, para otros.
Mayoría de E
Theresa May
El sentido del ritmo y tú sois incompatibles, enemigos a muerte, como el aceite y el agua, como Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Y mira que tú le pones buena intención, ¿eh? Pero te pasa como a Theresa May, que elige lanzarse al baile y es como ver bailar a Robocop un día en que nadie le ha echado tres en uno a sus bisagras.
Y vosotros, ¿qué político bailongo sois, según este riguroso test? Confesad.
Y recordad que "Loser" (mi primera novela, chispas) está a la venta en la web de la editorial Tandaia y también puede encargarse en grandes superficies.
Mantengo este blog porque si las hombreras y el flúor volvieron a ponerse de moda, ¿por qué no los blogs?
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martes, 18 de septiembre de 2018
sábado, 29 de enero de 2011
Películas a reivindicar: "Dinero caído del cielo"
A veces la TDT te da sorpresas. Y no me refiero a encontrarte con Juan Manuel de Prada debatiendo sobre el Apocalipsis con varios curas tras haber emitido "El séptimo sello" (esto es verídico, lo hicieron hace un par de semanas en Intereconomía). Me refiero a sorpresas agradables, como descubrir "Dinero caído del cielo", también conocida por su título en inglés, "pennies from heaven".
Ésta es una de esas películas de culto que nunca ha recibido el éxito que se merecía. Ni en su momento en la taquilla, ni hoy, donde tiene un triste 6.4 en la imdb.
Se entiende el fracaso en taquilla, porque no es una película al uso. Mezcla géneros, es un musical ambientado en los años 30, pero rodado en los 80, cuando ya apenas se hacían musicales. Mezcla una historia digna de melodrama, con sus embarazos no deseados, amantes, infidelidades, asesinato... con números musicales grandiosos al estilo de los clásicos de Busby Berkeley o Fred Astaire y Ginger Rogers. Para colmo, el público esperaba de Herbert Ross (“funny lady”, “sueños de un seductor”) y Steve Martin, en aquella época recién salido de exitosas películas chorras, tan recién que ni siquiera tenía el pelo blanco, una comedia amable.
La realidad es que “Dinero caído del cielo” es una película amarga, donde el protagonista es mezquino y cutre, y vive en una época triste y desesperada, la de la Depresión tras el crack del 29. Y además, innovadora, porque los números son en realidad ensoñaciones de sus protagonistas. Ah, y al final (no leáis esta frase si no habéis visto la película) el protagonista es ejecutado por un crimen que no ha cometido. ¿Os suena? Pues sí, Lars Von Trier no es tan vanguardista, y "Bailando en la oscuridad" debe mucho a esta película.
Ésta es una de esas películas de culto que nunca ha recibido el éxito que se merecía. Ni en su momento en la taquilla, ni hoy, donde tiene un triste 6.4 en la imdb.
Se entiende el fracaso en taquilla, porque no es una película al uso. Mezcla géneros, es un musical ambientado en los años 30, pero rodado en los 80, cuando ya apenas se hacían musicales. Mezcla una historia digna de melodrama, con sus embarazos no deseados, amantes, infidelidades, asesinato... con números musicales grandiosos al estilo de los clásicos de Busby Berkeley o Fred Astaire y Ginger Rogers. Para colmo, el público esperaba de Herbert Ross (“funny lady”, “sueños de un seductor”) y Steve Martin, en aquella época recién salido de exitosas películas chorras, tan recién que ni siquiera tenía el pelo blanco, una comedia amable.
La realidad es que “Dinero caído del cielo” es una película amarga, donde el protagonista es mezquino y cutre, y vive en una época triste y desesperada, la de la Depresión tras el crack del 29. Y además, innovadora, porque los números son en realidad ensoñaciones de sus protagonistas. Ah, y al final (no leáis esta frase si no habéis visto la película) el protagonista es ejecutado por un crimen que no ha cometido. ¿Os suena? Pues sí, Lars Von Trier no es tan vanguardista, y "Bailando en la oscuridad" debe mucho a esta película.
Por si todos estos motivos fuera pocos para recomendarla, resulta que los actores, todos, están que se salen. Especialmente Steve Martin, en uno de los poquísimos papeles dramáticos de su carrera. Lo borda, como tantos otros actores que han empezado en la comedia pero han sabido, podido o les han dejado, variar un poco: Jack Lemmon, Kevin Kline, Robin Williams o hasta Antonio Resines. Se entregó al papel, entrenó durante 6 meses para poder bailar claqué con soltura. Y supongo que entrenaba todos los días, porque medio año, en claqué, no es nada, os lo digo yo que llevo yendo a clases dos años.
El caso de Christopher Walken fue distinto, él bailaba ya desde jovencito y fijaos qué dominio:
El fracaso de "Pennies from heaven" dolió especialmente a Martin, que dijo esto: "I'm disappointed that it didn't open as a blockbuster and I don't know what's to blame, other than it's me and not a comedy. I must say that the people who get the movie, in general, have been wise and intelligent; the people who don't get it are ignorant scum."
Traducción libre: estoy decepcionado porque no fuera un taquillazo y no sé el motivo, quizá que no es una comedia. Debo decir que quien entendió la película, en general, es listo, inteligente; los que no la pillan, son una panda de tontos del culo.
Qué sinceridad y qué pasión la de Steve Martin. Otro actor en su lugar optaría por hacerse el longuis e intentar que no le salpique el fracaso, pero él se mojó.
Obviamente, hubo muchos que no pensaron como él. En una de las escenas más bonitas de toda la película, el personaje de Steve Martin lleva a su amante al cine, los dos están desesperados y sin un duro, y ven una película de Ginger Rogers y Fred Astaire. Se imaginan a ellos mismos vestidos como las estrellas y bailan, frente a la pantalla, exactamente igual que Ginger y Fred, hasta que toman el lugar de ellos y ejecutan, paso a paso, la misma coreografía. Con una diferencia, al final los bailarines que les acompañan les "encierran" entre sus bastones, porque van a acabar así, en la cárcel:
El fracaso de "Pennies from heaven" dolió especialmente a Martin, que dijo esto: "I'm disappointed that it didn't open as a blockbuster and I don't know what's to blame, other than it's me and not a comedy. I must say that the people who get the movie, in general, have been wise and intelligent; the people who don't get it are ignorant scum."
Traducción libre: estoy decepcionado porque no fuera un taquillazo y no sé el motivo, quizá que no es una comedia. Debo decir que quien entendió la película, en general, es listo, inteligente; los que no la pillan, son una panda de tontos del culo.
Qué sinceridad y qué pasión la de Steve Martin. Otro actor en su lugar optaría por hacerse el longuis e intentar que no le salpique el fracaso, pero él se mojó.
Obviamente, hubo muchos que no pensaron como él. En una de las escenas más bonitas de toda la película, el personaje de Steve Martin lleva a su amante al cine, los dos están desesperados y sin un duro, y ven una película de Ginger Rogers y Fred Astaire. Se imaginan a ellos mismos vestidos como las estrellas y bailan, frente a la pantalla, exactamente igual que Ginger y Fred, hasta que toman el lugar de ellos y ejecutan, paso a paso, la misma coreografía. Con una diferencia, al final los bailarines que les acompañan les "encierran" entre sus bastones, porque van a acabar así, en la cárcel:

Bien, pues esto no hizo ni puta la gracia a Fred Astaire, que no quería que se usara metraje de sus películas, y dijo esto: "I have never spent two more miserable hours in my life. Every scene was cheap and vulgar. They don't realize that the thirties were a very innocent age, and that [the film] should have been set in the eighties — it was just froth; it makes you cry it's so distasteful."
Traducción libre: en mi puta vida de primate he pasado dos horas peores. Todas las escenas eran baratas y vulgares. No han sido conscientes de que los años 30 eran una época inocente, esta película debería haberse ambientado en los 80. Es puro humo; me entristece que fuera todo tan desagradable.
Quizá desanimados por el fracaso en taquilla, quizá porque les resultó más fácil redirigir sus carreras hacia lo comercial, quizá porque no les ofrecieron otras cosas, tanto Herbert Ross como Steve Martin volvieron a las comedietas chorras. Ross dirigió cosas muy ochenteras, muy de ver las sobremesas de los fines de semana, como "Footloose" o "El secreto de mi éxito". Martin sigue siendo un actor enorme, mejor que las películas en las que suele participar: "un genio de dos cerebros", "Bowfinger", la saga de "el padre de la novia" o de "doce en casa"... Y vosotros, ¿qué película de culto recordáis que haya sido injustamente valorada?
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Platanito
Este fin de semana he vivido una celebración atávica, salvaje, de iniciación.
Tranquilos, no me he montado en un caballo para perseguir a Platanito, ni he estado en Tordesillas.
Por si no habéis visto las noticias en los últimos días, os hago un resumen: el toro de la Vega es una celebración que se da todos los años en Tordesillas, consiste en que los mozos del pueblo, a caballo y con lanzas, persiguen a un toro, hasta que lo matan a lanzadas. Previamente al evento hubo una manifestación en contra de la fiesta, y el día del evento hubo otra manifestación, pero a favor, defendiendo las tradiciones populares.
Tordesillas ha monopolizado los telediarios (con permiso de Sarkozy y Nadal) y además el pueblo se ha llenado de visitantes, tanto curiosos, como periodistas y ecologistas con pancartas. La hostelería lo celebra, la alcaldesa lo celebra y el afortunado lancero que dio la estocada final a Platanito también, que por algo llevaba media vida "soñando con eso".

Para otros años, quizá sería mejor política celebrar la manifestación contra salvajadas como considerar una fiesta la tortura pública de un animal, en el pueblo de al lado. Así al menos los hosteleros beneficiados no serán los del mismo Tordesillas.
En el 2010 es una obviedad hablar de la mala imagen internacional que da una fiesta popular tan bruta como "el toro de la Vega". Ni siquiera entiendo porqué hay que razonar algo tan evidente como que es cruel e innecesario matar a un ser vivo porque sí y aún encima hacer de ello una fiesta. Además, que los toros sean del gusto de personajes como la Duquesa de Alba, Fran Rivera o Jaime Ostos ya debería ser un punto en contra.
Los defensores del "toro de la Vega" argumentan que es una tradición, antiquísima, que data del siglo XIV. El siglo XIV, esa época tan bonita, en la que no había antibióticos, ni televisión, ni chocolate, ni higiene, pero sí peste negra, Inquisición y analfabetismo. Recuperemos las costumbres del siglo XIV, claro que sí.
Pero algo deben tener estas fiestas salvajes para enraizarse tanto y sobrevivir durante siglos. Algo debe haber de iniciación, de catarsis, de llegar al límite y sobrevivir para contarlo.
Para que los muchachos de Tordesillas sigan teniendo todos los años su chute de adrenalina, y los hosteleros su inyección económica, sugiero otra opción. Deberían contratar a la crew de los Supersouthsonics que, justo en las mismas fechas que el "toro de la Vega" celebran su aniversario.
¿Y cómo lo celebran? El primer día con baile, varias exhibiciones de los distintos miembros del grupo, ya que unos bailan popping, otros break y, sobre todo, les gusta mucho hacer el payaso.
Pero el segundo día, los Supersouthsonics celebran el "strip drunken master", una fiesta donde se unen varios elementos: alcohol, break dance y desnudos:
Lo que comenzó como un juego en la calle y en plan de risas de "el que pierda se quita una prenda o bebe un chupito", se ha ido sofisticando. El 15º aniversario de los Supersouthsonics se ha celebrado en un teatro, entre sus participantes había hasta algún concursante de "Fama a bailar" y, sabedores de que el jurado valoraba especialmente las coreografías guarras, arriesgadas o con una chica como participante, los bailarines optaban por acudir disfrazados de mujer o por desnudarse a primeras de cambio.
Un par de rondas después, cuando ya estaban todos desnudos (todos, y del todo) y habían bebido varias rondas de absenta, la única forma de vencer al contrario era arriesgando mucho ¿Y qué puede haber más arriesgado que el desnudo integral, sin caer en la delincuencia?
La escatología.
Sí, los b-boys desnudos mearon en público, cagaron en público y, esto es lo mejor, lo que hizo que el público se levantara de los asientos: un chico meó en un vaso y su compañero se lo bebió.
Ni Sanfermines, ni el primer día en las rebajas del Corte Inglés. La experiencia social más primitiva, iniciática y brutal que he visto nunca es el strip drunken master de los Supersouthsonics.
Y vosotros, ¿cuál ha sido vuestro momento atávico más bestial?
Postdata, añado aquí un pequeño diccionario para la jerga del street dance, o baile urbano, pero es que les pierden los palabros en inglés:
Crew: grupo de personas que bailan juntas.
Popping: estilo de street dance basado en "pops" o pequeñas contracciones musculares, el efecto conseguido se conoce popularmente como hacer el robot.
Break dance: estilo de street dance basado ante todo en acrobacias que se realizan en el suelo.
B-boy: bailarín de break.
domingo, 4 de mayo de 2008
Se acabó Fama (snif, snif)
Mis tardes están vacías y carentes de sentido.
No sé si engancharme a "Cifras y letras" o a "Saber y ganar", con "Supermodelo" ya lo he intentado y es intragable, además de indescifrable porque los profesores son todos extranjeros y apenas se les entiende cuando hablan.
Y toda esta desazón, ¿por qué? Porque se ha acabado "Fama, a bailar", que llenaba mis sobremesas de funky, hip-hop, top-rock, break dance y portés. Vamos, de baile.
Me he enganchado tanto al programa que hasta he mandado mensajes para que ganara mi concursante favorita, Vicky. Aquí abajo la tenéis improvisando, ella solita, una coreografía:
Pese a que es un reality, donde se fuerzan los llantos de los chavales, existen nominaciones, expulsiones y la audiencia es mayoritariamente adolescente, "Fama" sobre todo es un programa sobre baile. Tanto que sus picos de audiencia se dan con las coreografías, y no con las partes de convivencia de los concursantes. Tanto que he llegado a oír por la calle a dos niñas muy pavas decir que Juan Carlos era "técnicamente", un gran bailarín. Juan Carlos, un ser que en cualquier otro reality hubiera sido crucificado, nominado y expulsado por borde, creído y mala persona. Porque era todas esas cosas, pero también un bailarín técnicamente muy bueno y eso es lo que ha pesado a la hora de llegar a la final. Porque "Fama" es el unico reality que he visto hasta ahora donde lo profesional ha superado a lo personal, es decir, la gente ha votado al mejor, no al más simpático.
Además de popularizar la danza entre las adolescentes "Fama" sirve para dar ganas de bailar. Yo llevo toda la vida diciendo que quería hacer claqué. Como llevo toda la vida diciendo que quiero tener los balcones de mi casa llenos de flores, aprender italiano y viajar a Grecia. Pero luego lo vas dejando, lo vas dejando, te olvidas de regar, se te pasan los plazos para la matrícula del curso, no encuentras amigos con fechas de vacaciones iguales a las tuyas y al final tus plantas están secas, sólo sabes decir "buona sera" y te vas de viaje a Barcelona o a Galicia, porque tienes amigos que viven allí.
Pero "Fama" me ha dado tantas ganas de bailar que me he apuntado a claqué. Me he comprado los zapatos, que valen una pasta. No he convencido a nadie para que se apunte conmigo. Soy la más nueva y la más torpe de la clase. Y aún así, pese a todos estos inconvenientes que en cualquier otro caso me hubieran venido de perlas para dejarlo, sigo yendo. Espero que la desaparición de "Fama" no implique que yo vuelva a mi pereza habitual al "uy, que llueve, paso de ir hoy" o al "uy, que voy a llegar tarde, pues entonces no voy", o incluso al "uy, que me tengo que cortar las uñas, mejor voy otro día".
Ayuda mucho que el profesor, Rafa, sea un tipo encantador, divertidísimo, que se ríe en medio de una coreografía y no porque se esté riendo de lo perdida que estás, sino por puro entusiasmo. A veces lleva unos zapatos deportivos dorados con suelas de claqué. Y aunque su nombre real sea Rafa tanto su página como su nombre artístico es, atención, rafastaire. Si en la próxima edición de "Fama" quieren añadir a un profesor de claqué y bailes de salón, él es su hombre.
Mientras llega esa anhelada nueva edición, con Rafa como profesor de claqué, creo que ocuparé las tardes con él, el único hombre tatuado que me gusta (si no contamos a Sergio Alcover, el profesor de street dance de "Fama").

Soy tan bello que quito el hipo. Y con barbita estoy monísimo.
En las últimas semanas nos han dado un par de premios nuevos. En realidad, debería decir menciones, porque no hay dinero en metálico (ni en ninguna otra forma) para el corto. Ganamos el premio del público en el festival de curtmetratges de Celrá en Girona y el segundo premio en el festival de la sala Aftasí, en Badajoz.
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