miércoles, 23 de octubre de 2013

David Lynch te quiere ayudar


Maggi no te quiere ayudar. David Lynch, sí.
El moderneo madrileño ha estado súper entretenido. La visita de David Lynch a la capital del Reyno de la semana pasada ha reunido a hipsters, famosos de la farándula y gays con el pelo cortado a lo tazón con un único fin: adorar a Lynch sobre todas las cosas. El festival Rizoma lo traía durante sólo dos días, pero qué dos días, oigan, repletos de actividades. Todas a un módico precio:

Charla de David Lynch sobre cine y meditación trascendental, 25 euros. 
Fiesta David Lynch con consumición incluida, 20 euros. 
Cena con David Lynch, 150 euros.
Que lo mismo es próximas ediciones dan un paso más en la experiencia David Lynch y organizan la velada íntima: sexo con David Lynch, por 3.000 euros.

Os preguntaréis porqué la charla de Lynch trataba sobre meditación trascendental y no sobre sus películas, o sobre de qué va "Carretera perdida". Y el motivo es que Lynch es un apasionado de la meditación, de la que dice cosas como que: 
es la técnica que nos permite acceder a la felicidad, al entendimiento, a las llaves del reino que están en nuestro interior. Y cuando acabas te sientes rejuvenecido, las ideas fluyen, la creatividad crece gracias a este océano ilimitado, eterno e inmutable de conciencia que está dentro de ti.

Y en su libro "Atrapa al pez dorado", afirma que: 
Llamo a esa depresión y rabia el Sofocante Traje de Goma de Payaso de la Negatividad. Es sofocante y la goma apesta. Pero en cuanto has empezado a meditar y bucear, el traje de payaso comienza a desintegrarse. Al final te das cuenta de lo pútrido que era el olor cuando empieza a desvanecerse. Luego, al disolverse, te sientes libre.

Tanto le ha cambiado la vida este tipo de meditación, que Lynch ve el mundo con otros ojos y dice cosas como que, si un atracador de bancos se encontrara con que una de sus víctimas practica la meditación trascendental, el meditador miraría a los ojos al ladrón y éste se daría cuenta de la magnitud de lo que está haciendo, de todos los errores de su vida que lo han llevado a atracar bancos y acabaría abrazado a su víctima, llorando.

Tanto le ha cambiado la vida la Meditación Trascendental (a partir de ahora en mayúsculas), que ha fundado la David Lynch Foundation for consciousness-based education an world peace. Traducido: Fundación David Lynch para la educación basada en la consciencia y paz mundial.

Tanto le ha cambiado la vida la MT que se pasea por el mundo dando conferencias y recaudando fondos, a veces acompañado de un tipo con corona de oro que quiere abrir una universidad de la Meditación Trascendental en Alemania:
El edificio de la futura universidad de la meditación trascendental me recuerda mucho a la iglesia de los mormones de Moratalaz.

En su charla, Lynch insistió mucho en meditar en condiciones, con la escuela oficial, la que sigue las enseñanzas de Maharishi Mahesh, el yogui de las estrellas, que enseñó a meditar a los Beatles, al cantante de Beach Boys, a Clint Eastwood... La única escuela oficial de la Meditación Trascendental en Madrid ofrece sus servicios por un precio muy módico, unos 500 euros el taller de 10 horas. Aunque los precios son flexibles, dependiendo de tu nómina. A más nómina, más sablazo.

Pero la MT no sólo huele a chamusquina por sus precios desorbitados y por esa obsesión por el blanco y el oro que tienen todas las sectas. John Lennon acabó tan mal con Maharishi Mahesh que le dedicó una canción. Y la Redune (asociación para la prevención sectaria) considera a la MT como un grupo coercitivo, es decir, una secta, pero dicho de manera fina y políticamente correcta. Y allá por los 90 la MT se presentó a las elecciones europeas mediante el partido de la Ley Natural:



Así que resulta que David Lynch es el nuevo Tom Cruise.

Pero la experiencia Lynch no acabó con su charla sobre lo guay que es meditar trascendentalmente.

Durante su estancia se le agasajó con dos cenas. Una privada, la otra pública (siempre y cuando pagaras 150 euros). La cena privada la organizaba la firma de lencería de lujo Lilly Blossom, y reunió a Lynch con un grupo de famosos patrios de lo más variopinto: Goya Toledo, Ray Loriga, Rossy de Palma, José Corbacho, David Delfín...:


La fiesta David Lynch era la actividad más barata, sólo 20 euros... ¡con consumición! Así que ahí estaba yo, en la sala de baile del Círculo de Bellas Artes, rodeada de gays modernos con pantalones pitillo, pensando en pedirme un Matusalén con coca cola... hasta que el camarero me dijo que la consumición incluida en la entrada era cerveza.  

Con mi cerveza en vaso de plástico me aposté al lado de unos cortinones de terciopelo que separaban la fiesta David Lynch de la cena David Lynch. Una chica de la organización, aburrida ya de controlar a los gays con mocasines que querían asomar la cabeza a través de los cortinones, para ver a Lynch cenando, me dijo que el menú tampoco era nada del otro mundo, consistía en:

Entremeses variados (loncha de choped, loncha de jamón york, loncha de jamón serrano, loncha de chorizo de Pamplona, fritos variados y la clásica ensaladilla rusa).


Pollo asado con patatas.
Postre: flan de la casa.
Para beber: vino con gaseosa o cerveza.

Tras la cena, Lynch y su eterno tupé con canas se asomaron por las cortinas de terciopelo. Un tipo de la organización les hizo a ambos un par de fotos y David desapareció rápidamente. Supongo que tenía que irse corriendo al Ritz a meditar. Los demás nos quedamos en su fiesta. Hubo un momento en que vi una cola en un sitio que no era el baño, y allá que fui. La cola era en la entrada del teatro contiguo a la sala, para ver una especie de espectáculo o happening o performance. El público entraba, se sentaba, cerraban las puertas y entonces veías que había algunos personajes extraños por ahí sentados: un señor gordo de mediana edad abanicándose en una esquina, un hombre vestido de mujer con un traje de lentejuelas que bailaba en un palco... luego entraron dos chicas que eran las versiones de andar por casa de las protagonistas de Mullholand Drive (más que nada por que una era rubia y la otra morena), se pasearon por el teatro arriba y abajo, se abrazaron un par de veces, miraban a un lado y a otro con cara de susto, luego se les sumó un tipo vestido de traje con pajarita y con bigote fino, luego abrieron las puertas del teatro y luego todos salimos. Más o menos con la misma cara con la que se sale del cine después de ver "Cabeza borradora".

Y así, amigos, fue la Lynch experience de la semana pasada. Ahora bien, de toda la información que he dado, una sola cosa es falsa: ¿el menú de la cena?, ¿los precios del curso de meditación trascendental?, ¿la anécdota del atracador de bancos?, ¿el partido de la Ley Natural?, ¿nada?, ¿todo?

Al primero que acierte, de premio, un mechón del pelo cano de David Lynch.

En otro orden de cosas, este viernes, en el festival Moralcine, de Moralzarzal, se proyecta "Lo último que hago para el Notodo".

8 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Me gustaría que lo falso fuera la cara de David Delfín diciendo "Eh, estoy con un famoso!!" o que haya gente dispuesta a aprovecharse de cualquiera que incocentemente quiera meditar (o casi cualquier otra cosa).

Pero sospecho que es el flan de la casa de postre.

Con lo de la performance me has dejado loca, te agradezco que vayas a estos saraos para comentárnoslos a los que vivimos retirados del mundanal ruido.

Oye ¿qué es un Matusalén con cola?

Uno dijo...

Lo he meditado profundamente y creo que el menú entero es falso. Y espero ganar el mechón cano porque, curiosamente, comenté a ALFORTE (MULLHOLLAND WORLD: alforte1970.blogspot.com.es) que, de haber podido asistir a alguno de los eventos que mencionas, le hubiera conseguido algun pelillo de su adorado Linch.

Un abrazo

Sorokin dijo...

Yo creo que el chorizo de la foto no es de Pamplona y, además, hay un pedazo de tortilla de patatas que no está en la lista que pones. Por lo demás, creo que Mullholand drive y Lost highway son películas clarísimas. Hala, interpretad "inland empire" (yo ya lo hice en: http://diriodeunaburrido.blogspot.be/2011/12/inland-empire.html)

Que esa sí que tiene bemoles. Y bemoles de tres horas.

loquemeahorro dijo...

Otra cosa ¿este hombre ha hecho una promesa para no quitarse el cuello ese abrochado hasta arriba sin corbata y la chaqueta negra? ¿Lo va a seguir llevando hasta que se construya el templo del tipo de la corona?

Amiga R. dijo...

Soy muy fan tuya por cosas así, mari. La Deividlinchexperiens debería tener mucho más éxito que su secta para meditar. Asín te lo digo...

Esti dijo...

Os digo a todos que sois muy listos y que, por vuestra culpa, Lynch se va a quedar calvo. Le voy a llamar a su mansión en Malibú y a ver si se enrolla y quiere ceder un mechón a todos y cada uno de vosotros.

Sorokin, ¿tú entendiste Carretera Perdida?, ¿me podrías explicar porqué, de repente, el protagonista es otro señor, y está metido en la cárcel?

Erre, la Deivilinchexperiens del año que viene espero organizarla yo. Al menos seremos serios y para la fiesta contrataremos a enanos, a señoras que hablen con leños y habrá barra libre de donuts.

Sorokin dijo...

Como dicen en los coloquios: "me alegro que me hagas esa pregunta, etc, etc". Pues bien, te diré que el hecho de que la entendiera cuando la ví, no quiere decir que la siga entendiendo, pero, en fin, con Lynch siempre hay que decir que no hay que confundir el plano real con el plano onírico y esas cosas que siempre quedan bien. De todas formas, voy a ver si me la bajo y la veo otra vez.

Amiga R. dijo...

Me parece una ideaca. Me uno a la organización como voluntaria. Si hay que hacer de LeidiLeño, se hace. ¡Anda que no!

Y de paso quiero decirte que te ha quedado muy mono el blog, apiga.