Querido asesino en serie:
Perdona que haya tardado tanto en escribirte, pero es lo que tiene la vida en libertad, que si un día tengo que ir a Hacienda, otro lavarme el pelo, otro día cortarme las uñas o recorrerme media ciudad con el portátil buscando el servicio técnico. Entre tú y yo, qué mala idea eso de los barrios con calles temáticas, buscas la calle Abedul y cuando ves la calle Sauce piensas que ya queda poco, pero luego viene Nogal, Roble, Acacia, Rododendro y, oh, Dios, Gardenia, ya has pasado a la zona de flores, y dónde está la calle Abedul... Vamos, que he tenido un poco de lío.
Pero bueno, no pasa nada, que tú estarás entre rejas pero entretenidísimo leyendo las cartas de las otras 16 guarras mujeres. Ojo, que yo te entiendo, ¿eh? Que es normal que te dejes querer y que los días que no hay motín algo tienes que hacer. Te entiendo, soy una persona súpercomprensiva y tolerante, para nada una celosa compulsiva. Yo sólo miro el correo electrónico de mi churri cuando somos una pareja estable, ¿y qué es una pareja estable? Pues la que ha pasado por estas fases:
- Unas vacaciones juntos, y esos momentos de "pero dónde estamos, ya te has perdido, es que no sabes mirar los mapas, ni tú conducir, que te dije que era la la tercera rotonda, segunda salida, no segunda rotonda, tercera salida...".
- Unas navidades con "la otra" familia y sobrevivir a los chistes malos del cuñado, las pullas de la suegra y la indigestión de cóctel de gambas.
- Una cagalera, vomitona o cualquier tipo de enfermedad que implique escatología, mocos y fluidos corporales varios.
Pero una vez que se han pasado por estas fases de la gymkana del amor, entonces una ya se ha ganado el derecho a pedir la contraseña del correo electrónico, y de facebook, twitter, pinterest, flickr, tumblr, google + y sí, porqué no, también la de linkedin. Las revisiones de bolsillos y armarios, como soy una persona de natural confiado, sólo las hago una vez al mes. En cuanto a las cámaras espía, sólo las uso cuando La Tienda del Espía me tienta con cosas tan monas como el colgante espía:
Como ves, soy una persona sensata y normalísima. Si me gustan Bisbal, Gran Hermano y la ropa de Zara... Vamos, que no sé a qué estás esperando para dar la patada a las otras 16
Querido asesino en serie, yo te quiero como en las letras de las coplas, ¿te van a querer las otras guarras damas así?
Pero que yo no te quiero presionar, porque soy muy comprensiva, y sensata y confiada y normal. Sobre todo normal.
Besitos.
4 comentarios:
¡Cámara lata de coca-cola!
¡¡La quiero, ya!!
Mujer, cómo no vas a espiar así, con gadgets tan cucos.
Y yo que pensaba que el osito de peluche con cámara incorporada, utilísimo para espiar a las canguros, que usaban en un capítulo de "Mujeres desesperadas" era coña...
Venga va, porque me insistís, ¿eh? Voy a comprar un pack de cámaras espía. Si gasto lo suficiente me regalan una cámara botón. Es monísima tan chiquitita ella.
El mundo del espionaje ha cambiado muchísimo, no veais la cantidad de microcamaras que existen, lo de las películas de James Bond se ha quedado en nada en comparación de las artículos espías que existen hoy en día.
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