Hay cosas que, llegadas a una edad, conviene no hacer. Por ejemplo, y por 25 pesetas cada una (imaginaos la musiquita del "1,2,3" de fondo para inspiraros):
- Llevar peto vaquero pasados los 7 años.
- Hacerse pis en la cama cumplidos los 5 años.
- Tener acné después de los 21.
- Compartir piso pasados los 30...
Y tampoco conviene pillarse una borrachera terrible, de las de llegar a casa, tumbarse en la cama, marearse, ir al baño, acabar tumbada sobre las baldosas del baño porque te da gustito, volver a la cama, marearte solo con el movimiento de coger postura, para acabar girándote a vomitar algo así como un litro (o un kilo, que aquello no era ni líquido ni sólido) de restos de conguitos más vino, más pampero con coca cola. Para a la mañana siguiente descubrir que esa mezcla marrón que no era ni líquida ni sólida ha salpicado un libro de la biblioteca dejándolo hechos unos zorros por lo que pasas el día siguiente en el sofá, buscando el puñetero libro, descatalogado, por todas las librerías con página web. Y además, con resaca.
No, amigos, no, hay una edad en la que pillarse borracheras indignas no es simpático. Es indigno. Borrachera indigna, si ya lo dice la propia palabra.
En ese día de resaca no sólo me dediqué a la búsqueda de "vida cotidiana en la España medieval" (está en la librería Prometeo, de Málaga, por si os interesa), también me dediqué al noble arte de ver todo lo que echaban en la tele. Me tragué 3 capítulos de "Castle", uno de "Big bang theory", para enganchar con reposiciones aleatorias de "Mujeres desesperadas" en Divinity, descansar media hora la vista para luego ver "Frasier" en la 2. Trepidante, ¿a que sí?
"Castle" es una serie un poco vintage, muy de los 90, es como "Luz de luna", pero hecha hoy. Su gran baza, además de que se deja ver muy a gusto si tienes la tripa revuelta, es su protagonista, el autor de best sellers y colaborador con la policía Richard Castle, monísimo y con esa sonrisilla de tipo encantador:
Obviamente, el que es monísimo es el actor que lo interpreta, Nathan Fillion, porque todas sabemos que los escritores, como gremio, son casi tan poco agraciados como los guionistas, que ya es decir.
Pero hay excepciones. El
personaje protagonista de Castle es un ejemplo de escritor Átame, es decir, de escritor
al que secuestrarías para que se enamorara de ti. Por mono, por encantador, por talentoso, por ser brillante y nunca pedante en sus entrevistas... No hay tantos, a mí sólo se me ocurren dos, Manuel Rivas, que de joven era hasta atractivo, y Antonio Orejudo del que soy una fan lánguida. Para alivio de mis víctimas, soy una fan tan desganada que por no hacer, ni pido una triste foto (he visto por la calle a Josema y a Millán, por separado, claro, y no les he hecho una foto con el móvil). Eso sí, hago cosas como ir a que Orejudo me firme un ejemplar en la caseta de la feria del libro, seguirlo por twitter o acudir a charlas. A una que dio en Hotel Kafka me puse en la primera fila y todo, con dos amigas, que parecíamos la versión intelectualoide y pasada por el H&M en lugar de por Jimmy Choo, de "Sexo en Nueva York". Pero no pregunté nada. Lo más cerca que he estado de mi idolatrado Orejudo es el día del libro, cuando retuiteó lo que escribí con el hashtag #recomienda un libro, más que nada porque nombré uno de sus libros, "ventajas de viajar en tren" y otro de Mercedes Cebrián, "La nueva taxidermia".
Orejudo, Martes y Trece e Ewan Mc Gregor pueden estar tranquilos, soy una fan que, por pura desidia, no voy ni a pegar un codazo al de al lado al veros.
La realidad es que hay muchos más
escritores a los que les harías un Misery. Un Misery sería secuestrarlos para hacerle toda clase de perrerías. Por 25 pesetas cada uno, escritores que se merecen, por muchos motivos, no sólo su físico, hacerles un Misery, un, dos, tres, responda otra vez:
Juan Manuel de Prada:
Pérez Reverte:
Y también Sánchez Dragó, los difuntos Camilo José Cela y Paco Umbral...
Después
tenemos a los falsos positivos. Esos que podrían ser escritores Átame, pero en
realidad son Misery. Esos que no son ni tan guapos, ni tan brillantes, ni tan
rebeldes, ni tan underground ni tan buenos escritores como ellos se creen.
Hablamos, claro está, de Ray Loriga o Jose Angel Mañas.
Y vosotros/as, ¿a qué escritores/as les haríais un Misery?, ¿y a quiénes un Átame?
Casi dos años después, quién lo iba a decir, "Cataclismo", ese proyecto de web serie que sigue en el cajón de una productora, cogiendo polvo, se lleva el primer premio en el festival de web series del SOS 48, ¡ole y ole!
9 comentarios:
Pablo Gutiérrez y Andrés Barba: escritores Átame
Yo, a Agustín Fernández Mallo, el de Nocilla Dream, le hacía un Misery como la copa de un pino. Aunque no creo que ni él mismo se crea guapo. Pero sí se cree ingenioso y culto y polifacético (No escucheis NI DE COÑA su disco/experimento. Hacedme caso) y esas cosas... Y me da un perezón que no te quiero ni contar. Así que Misery al canto.
Un Átame se lo hacía yo a Paul Auster hace unos añitos, oiga. Que tiene ese punto canalla que últimamente solo lo tienen él y George Clooney. Pero los dos hace unos añitos. Que ahora se les ha puesto cuellaco...
Flo, ¿los libros de esos escritores esatán a la altura de las fotos de sus contraportadas?, ¿me dejas alguno?, prometo no vomitar encima.
Erre, alguien que escribe algo llamado "Nocilla dream" ya amenaza con ser un falso positivo. Esto que voy a decir va a ser impopular, pero a mí Paul Auster no me gusta, está sobrevalorado, como "Shame".
No los tengo, porque yo también tiro mucho de biblioteca y estos precisamente los pillé ahí.
De Pablo Gutiérrez he leído 'Nada es crucial' y de Andrés Barba 'Las manos pequeñas'. Los dos me gustaron. Pero si quieres leer un libro güeno de verdad y contemporáneo yo te diría otro, escrito por una señora de 80 años: 'Las primas' de Aurora Venturini. La mujer ya no está para que le hagan ni un Misery ni un Átame pero le da mil vueltas a todos.
Laesti, aunque no lo creas me encontré hace unos años al guapísimo y simpático Ewan McGregor en mi bar predilecto del centro de Madrid... rodaba una escena de un peli (Deception)que nunca llegué a ver; es más guapo en persona...
Citando a mi escritor predilecto que cita siempre en estos casos a Borges que decía cuando un fan se le acercaba: "¿Qué, ya han terminado con los autores buenos?" (se refería a los clásicos).
De los escritores... sin duda, ni Átame ni Misery (porque da mucho trabajo) a ningún escritor español, que son bastante malos... a excepción de Vila-Matas, claro.
Saludos
Los de Misery está claro que son esos, los que tú has dicho, no hay duda ninguna.
Átame, por supuesto Eduardo Mendoza, mi amor (platónico) por él crece día a día, y más ahora que me estoy releyendo "El laberinto de las aceitunas".
Y cuando le he visto en alguna entrevista, me he emocionado: Educado, modesto, sensato y sin ningún palio encima de su cabeza.
Lo mismito que Los Miserables (por lo de Misery, digo)
Pero vamos, que yo no lo secuestraría ni nada, le haría unos cuántos kilos de churros y que sea muy feliz.
pd. La mujer del que se acaba de casar, esto... ¿ha hecho una promesa? ¿es igual que él? ¿es su Marina Castaño?
pd2 ¡Enhorabuena! Os lo merecéis, a mí el corto me gustó mucho.
Flo, tomo nota de la recomendación. Además, alguien que se llama Aurora Venturini está destinada a hacer algo artístico, aunque a mí me suena más a cabaretera.
Claudia, ¿HAS VISTO EN PERSONA A MI EWAN? Te envidio mucho, que lo sepas.
Loque, cierto, Mendoza es un amor. Uy, Marina Castaño, qué personaje tan desagradable... claro que ver a Cela absorbiendo litros de agua vía anal debe dejar a cualquiera traumatizado.
jajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja. Me apunto la recomendación de Castle, y mueroooo con ese Muchachada!!! Qué bueno para empezar el Lunes
Flora: Yo he visto Deception, y creo que el título resume bastante bien lo que me produjo.
Además de Ewan M. sale Hugh Jackman, que es el que yo secuestraría gustosa, pero vamos, ni que saliera también Alain Delon a los 25 años.
Hombre, si te la ponen en un tren...
Publicar un comentario