En el caso de Berlín, el muro y la historia reciente de Alemania marcan la ciudad. Pero a mí la historia reciente en general y la alemana en particular me la traen al pairo. Más que nada porque he visto tantas películas sobre la II guerra mundial y el Holocausto que me he saturado. Hay comedias ("la vida es bella"), musicales ("Cabaret"), erótico-festivas ("portero de noche") incluso la versión alemana de los hechos ("Stalingrado", "Amén"). Y, por supuesto, las más numerosas, las producidas en Hollywood para recordar a todos los europeos, incluso los nacidos mucho después de la II guerra mundial, que fueron ellos, los americanos, los que nos salvaron de los malvados alemanes.
Pero como decía, a mí la historia reciente me la trae al pairo. La historia reciente está demasiado bien documentada, tanto que no deja sitio a la fantasía, ni mucho menos al glamour. Berlín está llena de vestigios del pasado. A los berlineses les encanta vestirse con vestigios del pasado, y lo llaman retro. Venden souvenirs que son vestigios del pasado: gorros rusos, trozos del muro, medallas del ejército alemán o del soviético.
Detrás del muro que separó la ciudad, supuesto simbolo de la democracia y del fin de una separación muy dolorosa para Alemania, hay ahora anuncios de conciertos de mega estrellas como Elton John.
Pero yo prefiero el pasado remoto, la historia antigua, esa que está tan lejos que es más fácil inventar sobre ella que documentarse, porque sólo quedan trocitos de piedra encerrados en urnas de cristal. Si existe la ciencia ficción, alguien debería acuñar el término historia ficción, porque cualquier novela, película… ambientada en un pasado remoto se está inventando tres cuartas partes de lo que dice. Y eso es lo más me gusta. Además, los pueblos antiguos tenían muchísimo glamour, esas túnicas, esas joyas, esos templos.
Probablemente los romanos no eran el pueblo sabio y hermoso en el que se puede pensar viendo las estatuas o templos que hay en el museo de Pérgamo. Esclavistas, machistas y con unas condiciones de vida brutales para los que hemos nacido en el siglo XX. Vidas sin televisión, sin teléfono móvil, sin edredón de plumas, ni coche, ni patatas, chocolate, seguridad social, vacunas o antibióticos.
Pero precisamente por la diferencia es por lo que me atraen tanto todas las civilizaciones antiguas. Por eso hoy me he tragado una hora de una tv movie infumable y larguísima sobre Atila, rey de los hunos, por eso he visto las dos temporadas enteras de "Roma", una serie muy irregular, que en la primera temporada agilizaba la narración alternando una escena histórica y complicada en el Senado con otra de polvo o esclavo en desnudo frontal. Y en la segunda temporada fue todavía peor porque resolvían todo con violaciones anales. Por muy brutos que fueran los romanos, no lo eran ni la mitad que los guionistas de "Roma".
Y sin embargo, si uno visita Pompeya encuentra restos de pinturas en las paredes de las casas, equivalentes a los graffitis de ahora. Iguales a los que te encuentras en el muro de Berlín:
María gentilmente nos señala un conmovedor mensaje para la posteridad en el muro de Berlín: devolverme mi maleta, hijos de puta del aeropuerto. Firmado: Juanky
6 comentarios:
Pues yo prefiero el verano pasado antes que el pasado remoto. No quiero vivir sin televisión, edredón de plumas, patatas o chocolate. Y si me obligaran a elegir entre una de estas cosas, me quedaría con las patatas.
Yo elijo donde sea que este Antinoo. brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
es de la entrada anterior, pero es que acabo de ver el video y me he hecho fan, chayanne haciendo vampiro!!!! y torturado, igual que brad pitt en entrevista con el vampiro, vamos calcao.
Ya no hacen pelis y tal de Romanos como las de antes, que eran de las bien realistas!!
O las de la edad media, como la del CiD, que desprende verdad histórica por los agujeritos del celuloide!!
Na, yo es que los romanos, para la Vida de Brian, vale, pero lo demás, me suelen acabar aburriendo. Sus películas y series siempre son de pesados que se pasan el día de palique y no hacen nada más que conspirar. Puf!
Uli, yo no podría vivir sin queso y de eso los romanos tenían, así que, como Andrea, me apunto a donde sea que está Antinoo.
Galahan, a ti lo que pasa es que te tiran los corpiños, que lo sé yo.
Yo también me voy con Antinoo.
Qué grande lo de Elton John.
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