martes, 8 de octubre de 2019

Vodafone me trolea

De verdad que si no he actualizado antes ha sido porque el destino, la fatalidad, los elementos (como a la Armada Invencible, igualito) me lo han impedido. Y no os exagero ni un ápice. No. No. Porque quién soy yo, pobre consumidora del montón, comparada con una multinacional. Vodafone me ha señalado con su todopoderoso dedo, ha decidido que me iba a dejar sin conexión a internet y lo ha hecho. Esta es mi triste historia, sacad los pañuelos de papel:

Jueves. 19 de septiembre. Llego a mi casa del trabajo y no tengo conexión a internet. Hago lo típico: reiniciar, apagar, encender, revisar cables… y nada. Me digo a mí misma que mañana será otro día y fijo que la conexión, igual que se ha ido, vuelve. Qué ingenua era yo en esa época.

Viernes. 20 de septiembre. Sigo sin conexión y eso que vuelvo a reiniciar, apagar, encender, revisar cables, así que llamo al servicio técnico de Vodafone. Me sugieren que reinicie, que apague, encienda, que revise cables, me preguntan qué lucecitas están encendidas, intentan solucionarlo de forma remota, no pueden y me dicen que esté atenta a mi móvil que me llamará un técnico para concertar una cita.

Sábado. 21 de septiembre. Estoy atenta a mi móvil, pero el técnico no llama, así que vuelco mi ira en twitter donde, rápidamente, el community manager de fin de semana de Vodafone me dice que me cuente qué pasa vía mensaje directo. Lo hago. Me dice que intentarán solucionarlo.

Lunes. 23 de septiembre. El CM de Vodafone me dice que mi incidencia, tras la visita del técnico, ya está solucionada. Voy a mi casa y después de reiniciar, apagar, encender, revisar cables y todo el ritual compruebo que sigo sin conexión. Se lo digo vía mensaje directo al CM o a quien quiera que sea que escribe estas cosas y le añado que el técnico nunca ha venido ni llamado. Su respuesta: “vamos a reclamar la incidencia puesto que al dejar indicado que se te solicitaba un técnico y no comprobar más mensajes o llamadas hemos pensado que ya se había personado y tenías conexión de nuevo. Disculpa el error”. Ajá. Bueno. Vale.

Martes. 24 de septiembre. Llamo al servicio técnico, les cuento mis cuitas y vuelven a decirme que me llamarán para concertar una cita con el técnico. Les digo que eso ya me lo dijeron antes y nunca me contactaron. El teleoperador se disculpa y asegura que lo harán esta semana sin falta.

Viernes. 27 de septiembre. Otro mensaje vía mensaje directo por twitter que asegura que mi incidencia ha sido solventada. Les digo que de eso nada, que ni está solventada ni el puñetero técnico ha venido, ni llamado.

Interneeeeeeeeeet

Martes. 1 de octubre. El lunes por fin me llaman y conciertan una cita y el martes viene un técnico (una hora más tarde de la hora prevista), lo revisa todo, dice que los aparaticos (se llamen como se llamen) están bien y que si no tengo conexión es por un problema externo de la línea de Jazztel que Vodafone alquila para dar su servicio. Me dice que se concertará una segunda visita.

Miércoles. 2 de octubre. Estoy en la biblioteca de mi barrio (aprovechando la conexión a internet) cuando veo que tengo varias llamadas perdidas de un móvil desconocido. Resulta ser el técnico de Vodafone, pero me dice que ha estado esperándome media hora y que ya se ha ido. Me dice, además, que la cita ya estaba concertada. Yo le digo que no, que yo no sabía nada de esa cita. Media hora después me llama una misteriosa voz que vuelve a asegurar que sí se había concertado una cita a las 16.20. Yo lo niego, les aseguro que no han hablado conmigo. Me preguntan que si podría haberse cerrado esa cita con otro miembro de la familia. Yo le juro que mi gato todavía ni habla ni responde al teléfono.

Jueves. 3 de octubre. Viene el segundo técnico, puntual y todo. Vuelve a hacer lo mismo que el otro: revisa los cables, saca su ordenador, recibe llamadas (esta vez de esa misteriosa central que asigna las citas a los técnicos y que, según mi experiencia, funciona tirando a mal) para acabar diciéndome lo mismo que el otro técnico: que todo está bien que el error viene del cableado externo, de la línea de Orange (dice Orange, no Jazztel). Me recomienda que no vuelva a llamar a servicio técnico porque me asignarán a otro técnico que me dirá lo mismo. Le pregunto: “¿y qué hago entonces?”. Me responde: “esperar un par de días”. Yo le digo: “¿y por qué va a volver la conexión en un par de días si no ha vuelto en quince?”. A eso no responde.

Sábado. 5 de octubre. Vuelvo a llamar al servicio técnico, vuelvo a contarles toda la movida, vuelven a disculparse y vuelven a asegurarme que el servicio se reanudará el lunes.

La mitad de estos teleoperadores se ha disculpado conmigo y me ha recordado que les ponga buena nota en la encuesta posterior.

Lunes. 7 de octubre. Oh sorpresa, sigo sin internet y hago lo que ya es costumbre: llamar al servicio técnico que me aseguran que paso a ser un caso prioritario y que harán un seguimiento de mi caso.

Martes. 8 de octubre. Sigo sin internet y escribo esta entrada (desde la biblioteca de mi barrio, claro) para que cuando sean los de Vodafone los que me llamen para preguntarme que porqué me he cambiado de compañía, no tener que contarles toda esta larga historia desde el principio.

Y vosotros, ¿cuándo os sentisteis un consumidor diminuto y desprotegido por última vez?, ¿cuántas llamadas al servicio técnico de un operador de fibra y telefonía hacen falta para convertir a una persona normal y corriente en asesina peligrosa? Mis vecinos dirán: saludaba siempre, pagaba puntualmente las derramas, no entiendo porqué masacró a toda la plantilla de Vodafone España…

6 comentarios:

Sorokin dijo...

Toda mi solidaridad. En Bélgica puede ser todavía peor, porque el Internet, la tele, el teléfono te lo da el mismo suministrador. En mi caso es Proximus. Tiene la ventaja de que si se va uno, se te van todos y dependes del 4G para llamar por teléfono. Pero en fin, Proximus tiene la delicadeza de mandarte mensajitos por SMS cuando cambias de país: "Bienvenu en France, etc, etc, sus llamadas le costarán lo mismo que en Bélgica y tal". Como si eso fuera mérito suyo y no el resultado de una lucha de años de la CE con las operadoras. En fin, espero que tu Internet vuelva, como un hijo pródigo.

el convincente gon dijo...

Uff. Los servicios técnicos son tremendos, sobre todo los que tienen que ver con las instalaciones del hogar. Nunca jamás llegan a la hora acordada. O bien llegan cuatro horas antes, cuando todavía no estás en casa, o bien cuatro horas después, haciéndote perder toda la tarde.

Lo mejor que puedes hacer es dejar Vodafone cuanto antes. ¡Ánimo!

Esti dijo...

Latest news: iba a venir un técnico (el tercero ya) a las 13h,son ya las 14h,¿ha venido? ¡¡¡Noooo!!!

Juli Gan dijo...

¿Quién no ha tenido una agradable experiencia con los servicios técnicos de telefonía? Hay quien dice que se sacó una oposición a notarías mientras lo pasaban de amable operador a amable operador pasando por los centenares de trabajadores del call center ubicado en el cálido Caribe. ¿Quién no ha tenido la suerte de gozar de esos lustros de esperas al técnico que pasará invariablemente entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde? Años ha me habría desesperado, cuando era una adicta, ahora puede que no me hubiera dado cuenta en semanas. La fibra óptica me llegó esta primavera y ya no la esperaba porque vivimos en la hemorroide del culo del mundo y no salimos ni en el mapa.

Uno dijo...

Recientemente tuve un problema con Instagram que me llevó al límite de la enajenación y puedo imaginarme por lo que estás pasando. Lo siento mucho.
Yo soy uno de esos pringados que siempre continuó con Telefónica -llámalo Movistar- aunque naturalmente nunca lo reconocí publicamente. No voy a decir que funcionan perfectamente pero no tengo quejas graves. Pero hoy, y no es un hoy metafórico, me refiero al 14 de Octubre del 2019, todo mi rencor se concentra en Samsung. Llevé mi microondas a su servicio técnico. Quedaron en llamarme en un par de días para darme un presupuesto. Hoy, 10 días mas tarde, seguía sin noticias de ellos. Desde las 10 a la las 13 horas he estado llamándoles por teléfono. Un largo parlamento te da la bienvenida para acabar con la típica lista de si quiere tal marque 1 si quiere cual marque 2 y así hasta el 3 que era el mío. Eso te lleva a un tipejo que a penas te escucha y dice que te pasa con otros. Suena y suena la llamada y nadie responde hasta que comunica. Repito esto no se cuantas veces durante 3 horas, con una variación: en una de las ocasiones una voz me dice que mi llamada es muy importante para ellos y que si no quiero esperar a un operador que marque 0 y deje un mensaje. Marco cero y se corta la comunicación. En mi enésima llamada, el tipejo, generoso él, dice que "veo que está usted llamando (jodiendo) toda la mañana así que voy a solucionárselo yo. Dígame su número de teléfono..... a ver... 115 euros. No merece la pena, cómprese uno nuevo". Solo le ha faltado decir "¡Y que no sea Samsung, pardillo!"

Esti dijo...

¡Aleluya!, ¡milagro! Un mes más tarde, 4 técnicos más tarde, innumerables llamadas al servicio técnico más tarde... ¡tengo internet!
Leidas vuestras historias de terror, creo que deberíamos hacer un trip advisor de marcas y empresas que nos hacen la vida tan cuesta arriba. A ver si así nos torean un poquito menos.