Esto va a valer una pasta en ebay en el año 2050.
En esta ocasión me he ahorrado los eurillos del Hola porque la boda de Quique y Marga (también conocidos como Harry y Meghan) ha resultado ser una royal wedding de chichinabo. Si no acuden Carolina de Mónaco o el bello Carlos Felipe, eso no es royal wedding. Asumo que no había royals de los de verdad, de esos que sacan a pasear medallas y tiaras de brillantes, por algún tema de protocolo, que sólo van a las bodas de los herederos. Tiene su lógica, los plebeyos vamos a las bodas de amigos y familiares, pero los Windsor, Habsburgo, Orange, Borbón... son todos familia entre sí y ya sabemos el gasto (y la pereza) que conlleva ir a una boda. Hay que seleccionar. Y ya que Quique ha querido casarse con una actriz, han optado por invitar a celebrities, así al buen tun tún.
Tom no quería estar ahí
Entiendo que se invite a los compañeros de reparto de la serie de Meghan Markle. Pero... ¿Tom Hardy?, ¿George Clooney?, ¿Idris Elba? Tele5 y Antena 3 llevan un mes programando las tv movies que Meghan ha protagonizado durante su carrera y en ninguna ha coincidido con Clooney. Estamos hablando de tv movies canadienses, en las que ni tan siquiera aparecen actores de "Sensación de vivir" buscando pagar la letra de su mansión en Malibú. Únicamente las tv movies alemanas son peores que las canadienses. Meghan no sólo no ha coincidido trabajando con George, Idris o Tom... es que no les ha visto en su vida. Bueno, hasta el sábado cuando se casó.
Mi apuesta es que alguien de la servidumbre de los Windsor se ha encargado de confeccionar la lista de invitados y ha elegido a sus actores favoritos. Y no digo esto así porque sí. No. Si ya tienen a un contador del censo de cisnes reales, con uniforme y todo, así que... ¿por qué no iban a tener en nómina a un hacedor de listas de invitados?
Además, los actores ingleses adoran a su monarquía. Normal, los royals son un género en sí mismo, como las películas de tacitas de té. Si Tom Hiddleston, Terence Stamp o Michelle Dockery se proclamaran republicanos se les cerraría las puertas del proceso de casting de todas esas películas tan trepidantes sobre reyes ingleses: aquel que era tartaja, el que abdicó para casarse con una divorciada americana y todas esas sobre Enrique VIII, que no paró de matar esposas no por gusto, sino para dar trabajo a la BBC. Y, entre todos los royals, es Harry el más popular (excepto para Natalie Dormer, que elige como royal favorito al príncipe George porque "he's so cute"). Así que es normal que el enlace de Quique y Marga mezclara a gente con nombres tan rimbombantes como Lady Edwina Louise Grosvenor con otros como Tom Hardy, con pinta de haberse peleado la noche anterior con todos los parroquianos de un pub.
Victoria tampoco quería estar ahí.
Lo que no entiendo es la presencia de las ex novias de Harry en su boda. No una que fue su novia cuando eran adolescentes, en una época en la que se confunden amor y amistad, han pasado los años y ahora son amigos y casi hermanos. No. Dos ex novias. Dos rubias de familia noble con las que salió durante varios años cuando ya era un hombretón y, como todos los Windsor, se estaba quedando cartón. Esto demuestra mi teoría de que la high society no es como nosotros, los ordinarios plebeyos que nos dejamos arrastrar por nuestras pasiones barriobajeras y no consentimos compartir espacio con un ex... No. Ellos se lo toman con diplomacia, a lo alta comedia de Lubitsch.
Yo, que soy plebeya y además rencorosa, jamás invitaría a un ex. Y habría invitado a la familia paterna de Meghan, a ese padre que vendió una exclusiva a la prensa horas antes del enlace y que por eso mismo acabó por no acudir y, por supuesto, a sus dos hermanastros. Una aconsejó a su padre que concediera esa exclusiva y el otro escribió una carta a Harry aconsejándole que "aún estaba a tiempo de no casarse con Meghan". Una buena ración de mal rollo familiar es necesaria en toda boda y garantiza menos caras de aburrimiento.
Pero es que ni Elizabeth quería estar ahí.
Y vosotros, ¿invitaríais a los/as ex a vuestra boda?, ¿por qué estaban tan aburridos los invitados, abuela del novio incluída?, ¿con quién se peleó Tom Hardy la noche anterior?, ¿quién es más bello, el bello Carlos Felipe o el bello David Beckham?
5 comentarios:
Ah, vale, por eso tanta insistencia en echarnos pelis de mierda por la tele, aunque no se distingan en nada de las pelis de mierda habituales, y sí, las pelis alemanas son una cláusula del rescate de la Merkel. No me he casado...aún pero tengo alguna antigua relación con la que me llevo bien al que sí invitaría...como él me invitó a mí. Me he perdido la boda de Quique y Marga y es que ni yo quería estar delante de la tele.
No he visto la boda. No la he visto porque estaba en Amsterdam, esquivando bicicletas enloquecidas y respirando por todos los rincones humaradas de maría (huana). Pero vamos, aunque no hubiera estado corriendo esos inverosímiles riesgos, no se me habría ocurrido y mira, que los billetes del Eurostar Bruselas-Londres estaban agotados desde hace semanas, lo que demuestra que medio Bruselas estaba en la boda. Pero en fin, ¿estaban los guardias esos del peluche en la cabeza? y ¿los de caballería con sus brillantes corazas y su plumero en el casco? Es que si no, efectivamente, ni era una boda ni nada.
Yo me llevo muy bien con mis ex. Tan bien que todos se conocen. Entre tu y yo: no creo que me case nunca. Y, entre tu y yo, creo que si me casara no me apetecería verles por allí. Pero me temo que no tendría excusa para no invitarles. Acabo de caer en la cuenta que a lo mejor es por eso que no me caso. En cualquier caso: ¿Serena Williams? ¿de verdad? ¿Oprah?... No deja de sorprenderme la vanidad humana. Para eso mejor que hubieran invitado al clan de Porcelanosa que se llevan muy bien con Charles. Aunque sea pagando.
Juli, pues a mí si me llegan a invitar, voy. Pero que me inviten al ágape, porque para ver sólo la ceremonia... pues mira, no.
Sorokin, estaban todos esos señores disfrazados que nombras y también los príncipes, vestidos de soldaditos de plomo (o algo así).
Uno, ay ojalá hubieran invitado al clan Porcelanosa-Preysler-Iglesias-Vargas Llosa. Llegan a hacerlo y el Hola les dedica un especial de 500 páginas.
Hablando de ex novias de la realeza, me acabo de acordar de aquella vez que me crucé en el aeropuerto de Copenaghe con una mujer que me sonaba mogollón y que resultó ser Eva Sannum, la ex novia de Felipe VI. Iba en vaqueros y camiseta, muy informal, y con un bebé en brazos. Entre tanto ser humano despampanante no llamaba mucho la atención. Reina de España en un universo alternativo.
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