Dear Arturo,
Te escribo estas líneas porque me han contado que has escrito un artículo jacarandoso y de ficción (que eso lo has aclarado vía twitter porque también me han contado que la gente te ha puesto a caer de un burro) sobre tú y tus amigos intentando haceros una foto conmigo, la pelirroja actriz de Mad Men, aka "la de las tetas gordas".
Arturo, no me ofende que me llames "la de las tetas gordas". Como te imaginarás, a estas alturas de la vida eso me lo han dicho unas cuantas millones de veces. Como llamar cuatro ojos al que lleva gafas, enano al más bajito de la clase o zanahorio al pelirrojo, es habitual, una piensa que se acabará en cuanto se acaba el instituto. Pero fíjate tú por dónde, sigue pasando. No me lo esperaba de un escritor con léxico, silla en la RAE y edad de sobra para haber superado el instituto, pero bueno, ya digo que eso no me preocupa tanto. Para la próxima vez que te vengas arriba pensado en tetas gordas, Arturo, recuerda esta canción:
Tú no conocerás la serie "crazy ex girlfriend", Arturo, es demasiado 2017. Supongo que eres más de cine clásico en blanco y negro que verás en la pantalla de cine de tu casa, porque en los cines de ahora la gente hace ruido y da pataditas en la silla y ya no se hacen películas como antes ni hay mujeres como las de antes: Sofía Loren, Jayne Mansfield, Jane Russell... eso sí que eran mujeres, ¿a que sí?
Tampoco me ofende, Arturo, que definas a mi marido como "que no tiene ni media ostia". Tienes razón. Es, si me apuras, un poco feo, y lleva un modelo de gafas que no le sienta bien, y ese pelo revuelto que parece que siempre está despeinado... A Geofrey Arend (que así se llama, podrías haberlo buscado en google, pero bueno, ya te digo que eso tampoco me preocupa) le elegí por otras cosas que por su físico o su capacidad de liarla parda en un bar. Me han contado que tú, Arturo, eres muy viril, y que si te llega a pillar el atentado terrorista de París allí, tú solo con tu hombría y tu santa voluntad hubieras doblegado al ISIS entero. A mí es que la virilidad me importa un pito. Valoro más otras cosas: el sentido del humor, el cariño, la comprensión... Será que soy una blanda.
Lo que me ofende muchísimo es que digas que mandé a la mierda a tu compañero de fatigas, más joven, con pelazo y también más masculino que competir por ver quién mea más lejos: Manuel Jabois. Por ahí no paso, Arturo. Yo me hago fotos con todos mis fans. Aunque me interrumpan mientras estoy poniéndome hasta arriba en Casa Lucio. Aunque haya oído al tipo del pelazo y sus amigos llamarme a grito pelado "la de las tetas gordas", porque se creen que no entiendo el castellano y porque los españoles gritan que da gusto. No importa, yo soy una profesional y me hago fotos con todos, hasta contigo, Arturo.
Firmado,
Christina Hendricks, también conocida como la de las tetas gordas.
6 comentarios:
Vaya, así que corre por ahí otra aventura del capitán "Fachatriste". Tanto chascarrillo protagoizado por "Pereza Deverte", sea ficción o realidad, hace tiempo que dejó de llamarme la atención. Las majaderías que perpetren tipos con el ego en el más allá, ya sean este, Mejide, Ramoncín o algún diosecillo con ínfulas similar, me producen bostezos reiterados.
La verdad es que se que hay polémica con Reverte y sus circunstancias pero no se muy bien de que va este hombre. Una cosa si te digo: coge un grupo de hombres cariñosos, comprensivos y con sentido del humor, déjales 5 minutos solos tomándose unas cañas y el tono"cuerpo de guardia"surge irremediablemente.
No conozco, como digo, las ideas de Reverte aunque le tengo un poco de manía por humillar a mi Vigo Mortensen. Por lo demás, recordar al querido Valderrama:
Se ha cortao el pelooooo
la novia de Reverteeeeee
Un abrazo
Juli, veo tu lista con Mejide y Ramoncín y subo con Alessandro Lecquio, otro señor rancio que da toda la pereza del mundo.
Uno, yo creo que a Reverte le encanta crear polémica y la busca. Yo, con unas copas encima, también digo tonterías y soeces a costa del guaperas de turno pero nunca lo publicaría en plan "¿a que soy ocurrente y graciosa?" y, desde luego, ni al borde del coma etílico describiría a Fassbender (por poner un ejemplo) como el pelirrojo de la cola larga.
Christina, my darling,
No se ofenda su merced, voto a bríos, por una definición tan exacta de su persona. Comprenderás que un académico de la rancia lengua de Cervantes no puede usar horteradas como "glándulas mamarias". Tetas, son tetas. Y la verdad, es que no me acordaba de tu nombre, así que tuve que usar tu descripción. Que vamos, pardiez, no es mala, como la que uso para la santa esposa del protagonista de la serie: "la maruja de su mujer".
Además, su merced debe saber que tengo mi brillante mente muy ocupada pergeñando la última aventura de mi alter ego: "Alatriste en las selvas del Amazonas".
Beso sus... pies, Madame
Me niego a leer lo que ha dicho originalmente el hombre este, ya con lo que has contado me basta y, más que nada, me sobra.
Qué pena. Qué pena. Qué pena.
Jajaja, me ha encantado.
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