En esas reuniones se comen muchos dulces, se llora una barbaridad y, sobre todo, se hacen muchísimas deducciones: no está preparado para vivir en pareja, te habrá puesto los cuernos, está en una época complicada de su vida, tiene dudas. Seguro que habéis pensado todo tipo de cosas... excepto una: que él sea un policía de incógnito.
Eso le pasó a Helen Steel.
Gran Bretaña, 1990. Helen es una jovencita con ideales, milita en grupos ecologistas y difunde panfletos sobre McDonald's que la llevan a un larguísimo proceso judicial del gigante de la comida rápida contra ella y su compañero David Morris.
Pero no nos interesa la labor como activista de Helen, nos interesa más su vida amorosa. Conoce a un muchacho llamado John Barker. Suponemos que John sería atento, divertido, compartiría gustos e inquietudes con Helen, porque guapo, lo que es guapo...:
Helen con el de en medio de los Chichos.
Tras dos años de amor un buen día John le dice a Helen que tiene problemas. Y no estamos hablando de dudas, de "me pillas en un mal momento de mi vida", de "no soy lo suficientemente bueno para ti" o de "he conocido a alguien". No. John le dice a Helen que tiene problemas mentales, que abusaron de él cuando era un niño y que tenía que alejarse de ella. Y eso hizo.
Helen se queda destrozada y con un tremendo sentimiento de culpabilidad: ¿y si John intenta suicidarse? Pero ha desaparecido de la faz de la tierra. Helen no consigue encontrarlo... pero porque John Barker ya había muerto. Con el tiempo Helen averigua que el tal John Barker no existía, que su identidad pertenecía a un niño fallecido de leucemia en los años 80. Hasta aquí parece el argumento de una de esas películas para echarnos la siesta los fines de semana. Hasta que Helen Steel descubre la auténtica identidad del que fuera su novio: John Dines, un policía encubierto que investigaba a grupos ecologistas supuestamente radicales. Recordemos que lo más radical que había hecho Helen era repartir panfletos contra McDonals's...
Tras años y años de averiguaciones, Helen logra encontrar a John Dines. Un poquito lejos de casa... en Australia, donde lleva una vida normal impartiendo cursos de postgrado a otros policias. Las autoridades no solo nunca contaron la verdad a Helen, es que fueron quienes sufragaron la nueva vida de John Dines en el culo del mundo. Helen viajó hasta el país de los wombats, sabía que Dines iba a estar en el aeropuerto recibiendo a unos alumnos de su postgrado y le abordó:
Ahora diréis: eh, que esto es algo totalmente excepcional. Un caso entre un millón. Pues no. En Scotland Yard se estila muchísimo eso de echarse novia en el entorno que se está investigando. Porque eso ayuda a crear una buena tapadera para el policía infiltrado. Algunos se lo toman tan, pero tan en serio, que hasta dejan embarazada a la novia en cuestión. Bob Lambert, otro policía que se hizo pasar por simpatizante de grupos ecologistas, salió con Jacqui a finales de los años 80. Tuvo un hijo con ella y los dejó a los dos cuando la criatura tenía año y medio. Jacqui sólo averiguó la verdad cuando inició los trámites para que su nueva pareja pudiera adoptar a su hijo.
Aún hay más casos. Jim Boyling, investigando al grupo de activistas de Reclaim The Streets, conoció a Laura. Estuvo un año viviendo con ella y luego desapareció. Se esfumó. Una preocupadísima Laura lo busca durante meses, y lo encuentra. Boyling le cuenta la verdad y le dice que la quiere y que desea dejar el trabajo como policia e iniciar una vida con ella. Se casan y tienen dos hijos, aunque se separan en el año 2007.
Y vosotros, ¿creéis que algún ex novio o ex novia era, en realidad, un espía o un policía infiltrado?, ¿cuál ha sido la excusa más creativa que os han dado para cortar?, ¿y la que habéis dado vosotros?, ¿si Scotland Yard la lía tan parda para investigar a unos ecologistas, qué creéis que hará para infiltrarse en grupos terroristas?
8 comentarios:
Me has dejado muerta. Y yo que creía que mi vida había sido rara a la par que original. A mí lo más extraño que me han dicho es aquello de "eres demasiado estupenda para mí"... Ya ves, una ordinariez como otra cualquiera.
Tu lo que andas buscando es salir en " Cuarto Milenio" junto a Iker contando este tipo de cosas... No te preocupes en cuanto lo lea te llama seguro, ahora prepárate para competir con los taconazos que suele llevar su señora, y ese horrendo tinte de pelo frito.
Yo nunca he creido las razones que me han dado, siempre he sentenciado que estaban mal de la cabeza. Que es que hay que estarlo...
En cuanto a la historia de Helen y John decir que él ha envejecido mucho mejor. Claro que no ha vivido reconcomío por un engaño.
Se dice, se cuenta y se rumorea que esta misma táctica de los "latinlovers" se llevaba a cabo en el País Vasco para inflitrarse en grupos de la izquierda "aberchándal". Intrépidos jóvenes de casco acharolado se iban al euskaltegi de aek (centros para aprender euskera en tus ratos libres, y de paso, crear cuadrillas para terminar poteando o ir de copas, aunque sea en euskera)para intentar meterse en el ambiente y ligarse a alguna moza de esas del corte de pelo cortito por delante y larguito por detrás. No pasa de ser un rumor, porque todo el mundo sabe que en Euskadi no se folla, pero, la leyenda urbana siempre ha estado ahí.
Qué bie, qué descarga adrenalínica: liarse con un espía, como Martha, la "the Americans", casada en segundas o terceras nupcias con un espía ruso. Mi vida es mucho más aburrida, lo más que he conocido en mi trabajo es alguna rusa, pero ni era espía ni se quería liar conmigo. Qué fracaso exixtencial
Madreconcarné, veo tu "eres demasiado estupenda para mí" y subo a "las cosas se están poniendo serias con otra chica". Como ves, mis ex ni se molestan en quedar un poco bien.
Cal, yo por salir en la nave del misterio ma-to, que diría aquella.
Uno, el karma se ha portado fatal con Helen. Con el gusto que da ver a un ex y verlo calvo y gordo...
Juli, me imagino a esos policías de la Secreta desesperados porque en Euskadi no se folla y así no hay quien se infiltre.
Sorokin, ánimo con las rusas. Lo malo es que ahora ya no son espías, pero siguen siendo altísimas y rubísimas.
Había escuchado este par de historias en la Rosa de los Vientos y me dejó fascinada. Los dobles agentes realmente me dejan pasmada. Luego leí la noticia, ella interpuso una demanda a la policía, de la que la menos ha recibido una disculpa legal. ¿Sabías que la madre de Varoufakis la mandaron a espiar al que ahora es su marido y padre del Varoufakis? Ella era una militante de derechas...
Ah, la vida,
Saludoa
Buena historia.
A mí una vez a los 17 años me entró una chica de parte de su amiga y cuando fui a hablar con la amiga, cogió la tía y me dijo: pues no sé por qué te habrá dicho mi amiga que vengas a hablar conmigo, a lo mejor es por si te quieres unir a nuestra secta.
Estaban las dos muy serias pero la idea era reírse de mí, claro. Pero ¿y si hubiera sido verdad? Lo más cerca que mi vida ha estado de un telefilme malo de A3.
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