lunes, 13 de abril de 2015

Maldita lisiada

¡Dos semanas sin actualizar!

Los robots de Google se habrán olvidado de éste vuestro blog por incumplir el mandato de actualizar con regularidad. Pero no ha sido culpa mía, no, ha sido culpa de estas seis señoritas que me tienen todo el día que si disculpe usted mi demora, no, discúlpeme usted a mí por mi atrevimiento. Sí, lectores de mis entretelas, ando trabajando en una nueva serie de televisión, y de época. Por si lee este blog alguien de vestuario de la serie y no saben qué hacer con un vestido con un lamparón que no se va, regálenmelo a mí. Que yo cada vez que voy a la productora insinúo que no me importaría nada tener un algo de 1913 (no tiene porqué ser un vestido, un tocado, unos guantes...) y nada, oye, ni caso.

A la mayoría de los guionistas de mi generación, marcados por Indiana Jones y los Goonies, les haría una ilusión loca trabajar en Hollywood. Pero a mí me marcaron más Falcon Crest y Dinastía. Esas series de televisión donde se aprendía que el lujo consistía en levantarte por las mañanas y que tu mayordomo chino te hubiera preparado un desayuno tipo buffet, que ni en los hoteles de cuatro estrellas. Mi ración de felicidad infantil consistía en un sandwich de nocilla, una coca cola y ver el capítulo de Dinastía que ponían a media mañana:



No recuerdo dónde he dejado las llaves hace veinte minutos pero recuerdo que Linda Evans era Kristle Carrington en Dinastía, que Ana Alicia era Melissa en Falcon Crest y que hubo una abducción en un capítulo de Los Colby.

Será considerado un género menor, pero el culebrón es, en el fondo, como la ciencia ficción: todo es posible. La ciencia ficción hace posible el teletransporte, la vida inteligente en otros mundos y los extraterrestres que parecen peluches. El culebrón hace posible que las paralíticas se levanten de las sillas de ruedas, que los hermanos separados al nacer se encuentren y además se enamoren o que la gente se pelee como en una película de Bruce Lee, si Bruce Lee hubiera sido dama de honor en Miss Colombia:



Un guionista de ciencia ficción puede darse el gustazo de acabar sus tramas haciendo explotar un planeta entero. Y eso mola. Pero cargarse a un personaje haciendo que se ahogue porque su alianza se engancha en una rejilla en el fondo de una piscina... eso tampoco está nada mal. Y así es como murió la esposa de Chase Gioberti en "Falcon Crest".

Los guionistas de "Mad men" se devanan los sesos para que su serie sea todo subtexto, sutileza y un análisis devastador de la psique del hombre moderno. Y seguro que llegan a su casa muy satisfechos con el trabajo realizado y con una jaqueca terrorífica. El equipo de "Empire" no tiene ni la cuarta parte del talento del de "Mad men", pero se lo pasan pirata.

Con todos ustedes, Cookie Lyon, la mujer que mejor defiende el estampado de leopardo.

¿Que hay que traer a una actriz que interprete a una cantante politoxicómana en horas bajas? Pues traen a Courtney Love. ¿Que necesitan a una cuarentona buenorra para interpretar a la amante de un raperito de 18 años? Pues traen a Naomi Campbell. "Empire" no es una serie para hacer pensar, es más bien un despiporre. Una mezcla entre Dinastía, Meet the Kardashians y las noticias sensacionalistas sobre el mundo del hip hop, todo con una estética muy Donatella Versace.

Podría parecer que el género culebronesco sólo puede tomarse en serio si uno lo toma en broma. Los creadores de "Jane the virgin", conocedores del exceso inerente al género, juegan a la parodia. Y qué bien lo hacen los jodíos. Saben mezclar intriga, drama y comedia, con un ritmo trepidante y unos personajes tan divertidos como él, Rogelio de la Vega, international star of telenovelas, que siempre viste de color lila o melocotón y que es una reina del drama:


Y vosotros, lectores de mis entretelas, ¿seguís por aquí?, ¿me habéis abandonado por otro blog sólo porque he tardado un poco en actualizar?, ¿os habéis enganchado alguna vez a alguna telenovela?, ¿vosotros también conocisteis a Barbara Stanwyck primero por su papel en Los Colby? Y, por supuesto, no puedo dedicar un post al maravilloso mundo del culebrón sin colgar este mítico momento:


13 comentarios:

Uno dijo...

Lo se todo sobre las grandes telenovelas de la historia, como si las hubiera visto, pero no. Las seguí a distancia, conocía los personajes, las familias, veía las escenas cumbres mas comentadas pero no mas. El único culebrón que he seguido con devoción ha sido uno que ponían por las tardes:El secreto, con Lorena Bernal (¿Qué ha sido de mi miss favorita?) y Eduardo Capetillo. Me enganchó de forma malsana y no podía ser mas malo.
Tenía en mente ver Juana la virgen y quizá después de leerte busque Empire pero no se si tendré tiempo para tanto que estoy con Mad men y creo que hoy ha vuelto Juego de Tronos. Por lo demás, me encantaría poder decir que descubrí a Barbara en los Colby.
Enhorabuena por esa nueva serie.
Un abrazo

Juli Gan dijo...

Y un buen culebrón no falla casi nunca. Aún recuerdo Santa Bárbara, y eso que no se gastaban un duro en exteriores, que todo era cartón piedra y actores mostrando sentimientos. Esa Robin Wright haciendo sus pinitos. ¿1913? Bien, aún no hay primera guerra mundial, ni España sube precios para forrarse con guerras ajenas y ya se puede hablar del hundimiento del Titanic y de que la reina fumaba. Jijiji. Suerte.

Santy Trombone dijo...

Desgraciadamente el mundo blog no vive sus mejores momentos, la mayoría de autores han emigrado haciendo ese abismo impersonal de Twitter y Facebook... Así que no sufras lo tenemos muy difícil para serte infiel con otro blog. Me han hablado mucho de Empire y tendré que ponerme con ella, pero el mundillo black me da mucha pereza... Nada comparable con la emoción que sentía cada vez que escuchaba la sintonía de Falcon Crest.

Charly Hell dijo...

Nunca he sido de culebrones (aunque confieso que en su día veía Dinastía y Los Colby, aunque era pequeño y apenas me acuerdo de nada. Sólo de lo entrañable que era Barbara Stanwyck a la que yo también descubrí ahí, y después vi que hasta incluso había sido joven!!

Eso si, me fascinan dos cosas de los culebrones:

- la fecundidad creativa de sus creadores, tan capaces de tirarse 15 capítulos para ver como una señora llama a otra lisiada o como alargar una trama hasta el otro area de Oliver y Benji.

- la fidelidad y complicidad del espectador.

Aunque luego ves cosas como Juego de Tronos que no deja de ser un culebrón disfrazao.

Sorokin dijo...

Pues la verdad es que me tenías muy deprimido, sin poder leer tu blog, así es que en cuanto lo has actualizado ¡zapa!, a leerlo. Yo, te diré la verdad, no veía las series en tiempos de Falcon Crest (qué dirían mis amigotes), me he hecho serieadicto desde que Laura Palmer apareció casi pútrida en el río de Twin Peaks. Ahora, no vivo sin mi serie diaría.
Y de culebrones, cielos, cuando vivía en México, todas las calles quedaban desiertas a la hora que pasaban "los ricos tambien lloran". Era el momento ideal para irse a tomar una cerveza michelada al Zócalo de Veracruz, sin aprietos y sin pachangas.
En fin, que no somos nadie

deWitt dijo...

No hace mucho, estaba dándolo todo en una disco-petarda cuando comenzó a sonar la cabecera de Dinastía. Entonces, la música se detuvo y, en todas las pantallas del local, emitieron esa pelea de gatas entre Joan Collins y Linda Evans. Pude comprobar que todos allí, sin excepción, éramos muy pro Joan (y eso que su hijo todavía no había sacado el libro de marras). Incluso escuché: ¡mátala! ¡mátala! Y la gente aplaudía (aplaudíamos), para asombro de las neohipsters... y todos éramos muy felices....

Creo que con esta anécdota ha quedado claro lo que opino al respecto.

A pesar de mi querencia al drama (ficticio y real) y de que opino que la verdadera drama queen ha muerto (estoy escribiendo algo al respecto, a ver si lo termino y ve la luz algún día),después de Sensación de Vivir (Brenda fuma!!) no he sido yo muy propenso al culebrón. Así que un día me armé de valor y me enganché a uno de estos culebrones mexicanos, a Yo soy tu dueña. Claro que si, sucumbí, tanto que terminé buscándola por internet porque el ritmo de emisión televisivo no está hecho para mí. Pero una y no más, lo confieso. Quién me iba a decir a mí que a día de hoy circula por internet un video (sin acento en la i) muy explícito de David Zepeda dándose gustirrinín...Qué cosas!!

Santy Trombone dijo...

DEWITT quiero ir a esa disco...

deWitt dijo...

CAL: jajaja! Cuando vengas por Galicia te llevo a ver su hay suerte.

Esti dijo...

Uno, qué gran actriz de culebrones perdimos con Lorena Bernal, su carrera continuó con un capítulo de CSI Miami y ya.

Juli, ¿y el pelazo que Robin Wright en Santa Bárbara? así no hacía falta ni decorados decentes, ni nada.

Cal, Empire es tan mala que es maravillosa. Anímate con ella que te vas a reír.

Charly, ¿y yo que no puedo con Juego de Tronos? me parece una especie de Señor de los anillos con culos y tetas.

Sorokin, hubo una época en que en mi casa se veía Galavisión. Yo era pequeña y sólo veía "El chavo del 8" y cosas así, pero doy fe que a partir de las 8 de la tarde era todo culebrones, uno tras otro.

DeWitt, dinos la dirección exacta de esa discoteca, por favor!!!

loquemeahorro dijo...

Enhorabuena guapa, me alegro mucho por ti y por el público que disfrutará de tu talento, en serio lo digo.

Yo soy aún muy fan(s) de Falcon Crest, sobre todo a partir de que desapareció Chase Gioberti del reparto por dos motivos
a) La serie se puso muy loca, no se tomaba ya en serio a sí misma, y terminó siendo genial
b) No soportaba a ese tipo

Sin embargo, y a pesar de ser Maggie mi personaje favorito, no recordaba su muerte. Pobre, con lo bien que estaba con su segundo marido!

Eso sí, qué bien se conserva esa mujer, no sé qué se habrá hecho pero en Castle está genial y poco cloroformada.

Empire intenté verlo un día y no me enganchó nada, pero muy culebrón también es "Cómo defender a un asesino" y me mola.

loquemeahorro dijo...

Hasta ahora no había podido ver los vídeos y lo pido postrada de hinojos, por favor, haced una escena en tu serie en la que haya dos personas heridas y cinco diciendo
- ¿Qué hacemos?

el convincente gon dijo...

Santa Bárbara, qué recuerdos... Bueno, recuerdos sobre la trama, ninguno. Solo me acuerdo de que Robin Wright salía guapísima —aunque su personaje era soso (era más graciosa la rubia mala)— y de que el teniente Castillo se quitaba la camisa cada dos por tres.

Esti dijo...

Loque, mi serie es muy de: ¡Oh, está enfermo!, ¡¡¡pongan a calentar agua!!! Y tiene algunos momentos muy de confesiones de heredera con mucho tiempo libre...

Gon, ¡¡el teniente Castillo!! Abriendo camino a los actores chicanos para hacer el papel de "latin lover". Qué hubiera sido de Antonio Banderas sin esos pioneros.