Y vosotros diréis: ¿Idi quién?, ¿Uganda está cerca de Sudáfrica o cerca de Somalia?
No preocuparse, que entre la wikipedia y servidora resolveremos todas vuestras dudas. Idi Amin Dada, antes de ser dictador y caníbal, fue soldado. Entró en el ejército británico, ya que por aquella época Uganda era una colonia del Imperio. Allí hizo una carrera meteórica, frenada sólo porque a los negros sólo se les permitía llegar a oficial. Cuando Uganda consiguió la independencia de los ingleses, Amin siguió su carrera hasta convertirse en coronel y luego jefe del ejército. Idi era un tiarrón de 1.93, una mole que había practicado boxeo, rugby y natación.
En 1965 Idi Amin Dada, ya jefe del ejército, se alía con el primer ministro ugandés para derrocar al rey, que tenía el bonito nombre de Mutesa II (no confundir con Mufasa, el de "El Rey León"):
Tras distanciarse del primer ministro, Idi Amin toma el poder y dice lo que dicen todos los jefes de ejércitos tras un golpe de Estado: que es sólo momentáneo, que ahora mismo convoca elecciones y que él lo que quiere es democracia, que es el mejor de los sistemas posibles. Una semana después de decir todo eso, Idi se nombra a sí mismo presidente de Uganda, comandante en jefe del ejército y reorganiza la justicia de modo que hasta los ministros estaban sujetos a los tribunales militares. Hasta ese momento, lo típico de cualquier dictador. Pero ahora empieza la diversión.
Idi purga el país de posibles enemigos a su causa: que si disidentes políticos, que si otras etnias, que si ejecutivos, que si líderes religiosos, que si homosexuales, que si artistas, que si tú que una vez fui a pedirte sal y me dijiste que no tenías... Tantos que no se sabe a ciencia cierta cuánta gente murió durante los años de la dictadura, la cosa está entre 80.000 y 300.000. Además expulsó a los ugandeses de origen asiático, casi todos indios que llevaban generaciones viviendo en Uganda, ya que habían llegado allí en la época del imperio británico.
Además de cruel, Idi Amin Dada era un tipo excéntrico y encantado de tener poder. Tanto que se autoproclamó: "Su Excelencia el presidente vitalicio, mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin Dada, señor de todas las bestias de la tierra y peces del mar y conquistador del imperio británico en África en general y en Uganda en particular".
Estos son los hechos probados. Y luego está la leyenda negra, según la cual el dictador, además de asesinar así al buen tuntún, también era caníbal, sádico y aficionado a la magia negra, de ahí que se diera credibilidad a cosas como ésta:
Una de sus mujeres, Kay, abortó sin su permiso así que el ingenioso Amín la mandó asesinar, descuartizar y ordenó después que, en presencia de todos sus hijos, el cuerpo de Kay fuera cosido con los brazos y piernas cambiados de lugar —derecha por izquierda— para que sirviera de escarmiento.
O como ésta:
el presidente Amin comió parte del hígado del que fue su ministro de Asuntos Exteriores Michael Onadaga para "ahuyentar" los malos espíritus.
El director Barbet Schroeder, que en su carrera ha hecho desde "Mujer blanca, soltera, busca", hasta "El misterio Von Bullow" y algún capítulo de "Mad men", rodó en 1974 el documental "General Idi Amin Dada, an autoportrait", de su experiencia allí contó cosas como ésta:
"en Kampala la electricidad se iba muchas veces porque las turbinas generadoras se atascaban con los cadáveres que los cocodrilos no se comían".
Obviamente el cine ha adaptado la vida de Idi Amin. La película más conocida es "El último rey de Escocia" (2006), bastante olvidable si no fuera porque salen Scully de rubia y James Mac Avoy tan joven que parece una niña. Pero quien de verdad se luce en "El último rey de Escocia" es Forest Whitaker, interpretando a Idi Amin Dada:
Ejercicio de agudeza visual: ¿quién es Forest y quién es Idi?
Otra adaptación de la vida del dictador es "Rise and fall of Amin" (Triunfo y caída de Idi Amin), una coproducción entre Kenya, Nigeria y Reino Unido y película de culto del exploitation donde, por supuesto, Idi se hincha a guardar cabezas de enemigos en su congelador, cortar orejas, e incluso se come una loncha de un muerto. Una loncha, por cierto, sospechosamente parecida a una loncha de jamón serrano:
En 1979 Idi Amin Dada, pese a sus esfuerzos por matar a cualquier posible disidente, fue depuesto. Podríais pensar entonces que le juzgaron, que le asesinaron o que pasó la vida huyendo. Pues no. Le acogieron en Arabia Saudí, donde pasó el resto de su vida, cómodamente instalado en un hotel y recibiendo una asignación mensual a cambio de no volver a la política. Siguió casándose y teniendo hijos (entre 30 y 45 en total) hasta que murió en el año 2003. Para que luego digan que existe la justicia poética.
6 comentarios:
No se puede ser mas malo. El ser humano de toda raza y condición ha demostrado en todo el mundo, cienes y cienes de veces, que si está aforado se hace malísimo. La impunidad saca la fiera que llevamos dentro.
No he vsto ninguna de las pelis pero me encanta el cartel que has publicado.
Un abrazo
El verdadero problema es que solo conocemos una pequeña parte de los muchos salvajes que hay en este mundo...
¿Ese cuitadiño mozuelo que lleva una corona en la primera foto es Idi Amin, el que comía brazos humanos? Pues cómo cambió, releñe. Aunque sí se le ve la carita de relamerse pensando en chupar uñita a uñita del brazo en cuestión.
Claro, que, a saber, hay mucho mito en eso de comer gente. Creo que era Malaparte el que contaba que Ante Pavelich tenía una fuente de algo que parecían ostras y eran los globos oculares de sus enemigos. Por cierto, he decubierto una peli sobre Pavelich, hablando de malos de cine:
https://www.youtube.com/watch?v=luosuaTTu_A&feature=kp
Uno, el cartel es uno de los que promocionaban "rise and fall of Idi Amin", la peli del trailer.
Calamarín, y tanto, en concreto el subgénero de dictadores del tercer mundo es especialmente salvaje.
Sorokin, el de la corona es el rey Mutesa II, al que derrocaron Idi Amin y sus colegas. Me voy corriendo a buscar cosas de Pavelich, que promete.
De Idi Amin se cuentan muchas cosas, puede que algunas sean ciertas, pero de la mayoría, me juego un sugus a que son trolas porque hay que hacer creer que el enemigo es Satán. Llevamos una cantidad de malvados comeniños enorme: Bokassa, Sadam , Jomeini, Noriega, Ho Chi Minh, la familia teletubbie de Corea del Norte, Gadafi, Chávez, Castro, Pancho Villa, los hermanos Dalton, Maléfica, Pierre Nodoyuna....Siempre construyendo la leyenda de que comen humanos (Uno de los tabúes antropológicos por excelencia) y matan y matan y vuelven a matar por placer orgásmico....
Vete tú a saber. Los nativoa americanos desconfiaban de los españoles conquistadores porque celebraban rituales donde comñian y bebían el cuerpo y sangre de su Dios, que lo decían, ¿Eh? y hacían cola para jamárselo mientras entonaban el satánico himno "pescador de hombres": "Túuuu, has venido a la orillaaaaa..."
Pero... Éste hombre era malísmo!!! Malísimo pero refinado. Lo de comerse a la gente a lonchas en lugar de a bocados y descuartizar y coser los miembros, pero al revés, es como muy sofisticado. Que se puede ser malote, pero con estilo.
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