miércoles, 11 de enero de 2012

Esencia del 2011

Van pasando los años y una recuerda con nostalgia lo eternas que eran los primeras semanas de septiembre, cómo se alargaban y estiraban esos días de tortura donde tocaba comprar los libros, forrarlos y ver con angustia los anuncios del Corte Inglés de vuelta al cole.
Dijo un sabio, de ésos a los que entrevista Punset, que tendemos a pensar que el tiempo pasa más deprisa conforme cumplimos años porque nuestra memoria saborea y retiene las primeras veces que hacemos algo, suele relegar las segundas y olvidar del todo de las terceras para arriba. Así que cuando os dé un ataque de angustia vital absurda del tipo:
- Oh, dios mío, no sé qué comí ayer, ¿me estará dando un Alzheimer precoz como a Michael J. Fox?
- Ése tenía Parkinson.
- Yo digo lo otro. El del chiste ése de ¿cómo se llama ese alemán que nos vuelve locas?
- Alzheimer.
- Pues lo que decía yo.
Si os pasa algo así, no os preocupéis. Es normal olvidar las tonterías y las actividades rutinarias. La memoria hace limpia de disco duro para que el cerebro no se cuelgue. Pero pasan los años, vamos teniendo cada vez más rutinas y menos primeras veces y el tiempo parece que pasa volando, los años se confunden en nuestra cabeza como los calcetines en el tambor de la lavadora. ¿Cómo recordar algo, fijarlo y distinguirlo?
Desde este vuestro blog me propongo, a partir de ahora, a buscar la esencia de cada año que pase. Ahora que es enero del 2012 podemos saber qué es lo que ha hecho al 2011 especial. Así al echar la vista atrás y, de la misma forma que sabemos perfectamente que el 92 fue el año de las Olimpiadas, la Expo, Sensación de vivir y las mamá Chicho, y por tanto la época del instituto, ahora sabremos qué era el 2011 y qué andábamos haciendo.
Muchos diréis:
- ¿2011? El año de la crisis
Y yo digo:
- ¿Otra vez? Qué deja vu.
Hay que pensar en algo propio e inconfundible del 2011. Por ejemplo, una moda chorra. Como ésta:

Los cupcakes nos han invadido. Las panaderías de Madrid se han llenado de secciones con cupcakes, que no magdalenas (eso es muy siglo XX), ni muffins (muy 2010). La moda ha llegado al punto de la imitación, jabones con forma de cupcake, brillo de labios en cajitas que simulaban ser cupcakes, o hasta bragas envueltas en forma de cupcake.

La banda sonora del 2011 también ha sido peculiar. Podría decirse que ha sido el año de David Guetta, el dj ése que ha encontrado la llave del éxito repitiendo los mismos ritmos una y otra vez, pero haciendo que los canten artistas distintos. Lo malo no es que ya estuviera sonando en el 2010, no. Lo malo es que un listillo le ha copiado la fórmula añadiéndole un par de frases en español sabrosón del tipo de "mira que estás rica", "mira que estás dura" y ala, a hincharse a hacer duetos y videoclips con buenorras en bikini:

Pero no se vayan amigos, que aún hay más. Les ha salido una versión patria, una mezcla entre Pitbull, Guetta y aquellos que cantaban "y que no me digan en la esquina, el venao, el venao, que eso a mí me mortifica, el venao, el venao": Juan Magán y su electromerengue. Avisados estáis, no escuchéis más de 30 segundos, no es necesario, se repite todo una y otra vez.

El 2011 también ha sido el año de una historia de amor difícil. Y no me refiero a la de Guille y Cata o la de la Duquesa y Alfonso, sino a la de Merkel y Sarkozy. Difícil, porque les separa todo: los dos están casados, viven en países diferentes, hablan idiomas distintos, no son el uno el tipo del otro. Pero es evidente que se molan. Y están sobredimensionando lo de la crisis para tener excusas para sus encuentros amorosos, pero como esos encuentros son para echar un quiqui, que no para solucionar la crisis, ésta empeora. Ni primas de riesgo, ni mercados, ni deuda pública, todo se reduce a una historia de amor prohibida:


También ha sido un año de escándalos políticos y financieros, tantos que es difícil llevar la cuenta: el caso Brugal, el de los ERE, Gürtel, el caso Malaya, Jaume Matas y Urdangarín, Fabra... Un filón para Berlanga, si no fuera porque murió en el 2010. Lo tenía todo para hacer una trilogía al estilo de "La escopeta nacional": pijos obsesionados con la moda como Camps y los Costa, concejales con melena al viento que encargan estatuas con su cara, cuñados del rey que fundan falsas ONG's con las que desvía dinero a paraísos fiscales, concejales de urbanismo con helipuertos, cuadros de Miró en el baño y fotos de cacería mayor en el salón, políticos que hablan con trabalenguas:

El sainete está muy bien para reírse de él, pero vivirlo no mola. Es feo. Es injusto. Es llamarnos a todos los demás tontos a la cara. Pero el 2011 también ha sido un año de reacción, de dar un golpe en la mesa para decir hasta aquí hemos llegado y creo que el 2012 (o igual el 2013) será un año donde se notarán las consecuencias de esto:
¿Vosotros qué opináis?, ¿qué ha representado el 2011?

4 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Prefiero no expresar públicamente mi opinión sobre este año tan bonito que se nos va, bueno sí, como Angela le dice a su galo bajito, ha sido un poco "pettit cochon"

Lo de galo es porque me encanta la gente que cuando no quiere decir francés por tercera vez en la misma noticia, dice "galo", que no hay vez que lo oiga y no piense en Astérix.

No sabía que ese fulano con aspecto de proxeneta se llamara así, las "canciones" si es que a lo que ese señor vende se le puede llamar así, nunca las oigo, porque estoy muy rápida (y mortal) para cambiar la tele o la radio.

Claudia Hernández dijo...

Muy buen recuento, la verdad lo de la estatua es impresionante... qué cara (en ambos sentidos del término)... y bueno esperaremos más 15M dándole la cara a este nuevo gobierno. Razones no faltarán-
Saludos

Uno dijo...

Creo que ha sido muy feo por parte de Sarko, andar todo el día con ese bombón alemán mientras Carla concebía un enfant de la patrie.
Y creo que el 2011 pasará a la historia como el Año Mariano. A Rajoy se le apareció la virgen y Zapatero hizo mutis por el foro.
Después desapareció Mariano. Dicen que está haciendo los deberes no sea que la Merkel le ponga cara a la pared o Sarko le ponga mirando pa Paris.

Un saludo

Esti dijo...

Loque, sí Pittbull tiene pinta de proxeneta. Y Daniel Craig de mafioso ruso.

Claudia, y luego está la estatua del aeropuerto de Castellón, que no tiene la cara de Fabra, pero podría...

Uno, a Sarko le pasa con la Merkel lo que a Carlos de Inglaterra con Camilla, lo suyo es una pasión sin barreras.