





Mantengo este blog porque si las hombreras y el flúor volvieron a ponerse de moda, ¿por qué no los blogs?
4 meses después de empezar a leer “1Q84”, parecerme un aburrimiento, pero querer acabármelo, y llevármelo al baño, he aprendido una cosa: que el libro era una caca. Y una señora caca, del tamaño de un niño de nueve años, que diría mi amiga R.
¿Por qué no os debéis leer 1Q84 aunque sea un best seller, aunque os llame desde las estanterías de la FNAC, aunque su contraportada diga que es de una “acción hipnótica” con “violencia de turbadora belleza” y “personajes impulsados por anhelos universales”?
Porque es demasiado largo. 737 páginas. Malísimo para la espalda, si eres de los que lee en el metro. Y además, si fuera una película, sería de esas en las que comentas que le sobra media hora. Si quitáramos todas las veces que el autor repite información que ya contó una vez (la historia completa de cómo nació una secta) y que, incluso la primera vez que la contó, parecía una chorrada (como que a Aomame, una bella asesina a sueldo, no le gustan sus pechos, porque son pequeños, sin embargo los de Fukaeri, escritora de 17 años con grave dislexia y problemas para comunicarse, son enormes y turgentes) se convertiría en un libro de bolsillo muy manejable.
Porque genera preguntas y no las resuelve. ¿Quién es el padre biológico de Tengo, el protagonista masculino?, en el primer episodio ya nos cuentan que él recuerda ver a un hombre que no era su padre lamer los pechos (sí, yo también pienso que Haruki está obsesionado con las tetas) de su madre. 700 páginas después el marido de su madre le confirma que no es su padre biológico, y ya. Pero es que aún hay muchas más preguntas por resolver, cada una más surrealista que la anterior, pero para entenderlas pasemos al siguiente punto…
Porque la trama es un sindiós. Un editor encarga a Tengo, escritor novel, que reescriba una novela titulada “La crisálida del aire”, escrita por una adolescente, Fukaeri. La novela habla de lo que más adelante se descubrirá es la infancia de Fukaeri, en una comunidad medio hippie aislada del exterior, y su encuentro con la misteriosa “Little people”, una especie de hombrecillos sólo ella puede ver y que tejen la crisálida del aire, de donde sale una doble de Fukaeri.
La aparición de estos hombrecillos y su contacto con el líder de la comunidad lo cambian todo, la secta, de ser un grupo de gente austera, dedicados al campo y la meditación, pasan a convertirse en una secta religiosa que adora a su líder.
Por otra parte, y en paralelo, la bella Aomame da clases de estiramientos por el día y de vez en cuando se carga a gente por encargo de una millonaria y venerable anciana. Los tipos que se carga suelen ser hombres que han maltratado a sus esposas. El caso más grave que le llega es de un hombre del que se sabe ha abusado de una niña pequeña, amparándose en el aislamiento de la secta religiosa en la que viven. El tipo en cuestión es el líder, que le cuenta a Aomame que para él la muerte será una liberación, desde que está en contacto con la “Little people” sufre un dolor físico inmenso y sus relaciones con las niñas no son violaciones. Luego, cuando Tengo se empalma y Fukaeri se sienta encima de él y él tiene una visión con Aomame (su amor verdadero desde que compartieron clase cuando tenían 10 años, no se han vuelto a ver ni se han buscado el uno al otro, pero los dos se aman), comprendemos que no es sexo, sino otra cosa, ¿cuál? Y yo qué sé. ¿A cuento de qué las violaciones de las niñas?, ¿qué puñetas son la Little People?, ¿desde cuándo estás enamorado de alguien y no lo buscas?, ¿cuál es el tema de este libro?, ¿tiene alguno?, ¿qué significa "prima de riesgo"?
Quizá todos estos interrogantes se resuelvan en el tercer volumen de 1Q84, que todavía no se ha publicado pero yo, personalmente, paso.
Y vosotros/as, ¿cuál ha sido el último libro que os habéis leído que os ha parecido una caca?