Los cuatro Dunkin donuts y el mordisco de un quinto que falta, todos, me los zampé yo. Solita. De una sentada. Y no en lugar de una comida, sino de postre.
Pero cumplir años tiene otras ventajas además de las fiestas y la gula sin medida. Por ejemplo, también puedes recordar cosas que otros han olvidado o que no han vivido. ¿Os acordáis de la serie "Dinosaurios" o sois demasiado jóvenes para haberla visto? Producida por la compañía de Jim Henson, era una parodia de la típica sitcom familiar, aunque ambientada en la época de los dinosaurios y protagonizada por los Sinclair, una familia de ídem. Póngase en una coctelera una mitad de Los Picapiedra, un cuarto de El Cuentacuentos y una pizca de Los Simpson. Agítese y ahí están Dinosaurios listo para degustarse.
Lo mejor de la serie era el bebé de la familia. Una de las cosas más monas y adorables de la historia de la televisión (y lo dice alguien que se derrite con cualquier cosa que venga en formato bebé). Aquí el bebé Sinclair en todo su esplendor:
Pero el bebé Sinclair no sólo era sumamente adorable. También era un capullo. Pocas veces habréis visto un resumen tan completo como el que viene a continuación de lo que son las relaciones padres-hijos, cuando el hijo sólo es un bebé.
"Sólo quiero que me quiera, ¿eso es malo?" "El cariño hay que ganarlo, no comprarlo" "Bah, tardaría años, quiero que me quiera ya, quiero su cariño incondicional, y si hay que pagar, se paga". Me encanta.
Os dejo con una última imagen del adorable baby Sinclair haciendo lo mismo que yo anteayer: una ingesta masiva de azúcar:
Last, bus not least, "Bichos raros" ha sido seleccionado en dos festivales más: Contraplano, en Segovia y Vienna independent shorts, en Austria. Cuando confirmen las fechas de la proyección os lo cuento, por si os pilla cerca, de Segovia o de Austria, el día en cuestión.
Ah, y los dos donuts que sobraron me los comí para desayunar al día siguiente.
7 comentarios:
¿Tú no mami?
Jajaja, que cabroncete.
Oye, ¿pero los donuts del dunkin no se siguen quedando como una piedra a las pocas horas? Es que es lo que me solía pasar a mi, cuando me daba por ahí... Hace ya tanto que no.
¿Pero queda algún dunkin abierto?
Besotes formato bebé!
Mierda... con esa foto (la de los donuts) has despertado en mi interior algo que estaba dormido. Y bien dormido.
En mi vida he probado un donut que no sea el de toda la vida. Afortunadamente el azucar no es algo que me tiente particularmente. Eso sí, motivado por tu acto de "Porque yo lo valgo" me voy a pedir una pizza del telepizza para comermela yo solito.
;-)
El lobby de las grasas animales y el azúcar de origen industrial me ha mandado un mail agradeciendo mi labor publicitaria. ¿Sólo con ver la foto de los dunkin ya os ha entrado ansia golosa?
Galahan, por supuesto que quedan dunkins abierto: en Gran Vía hay uno y otro en la calle Mayor. Por la zona donde vive el profesor guapito ya no sé si hay.
Daniel, qué suerte tienes de no sentirte tentado por el azúcar. Los que sí vivimos en constante angustia: ay, quiero un kit kat, o mejor un helado del mac donalds, o una palmera glaseada del horno San Onofre...
ooooooooooh!
esta serie la veia de muy pequeñaA!:D
k bonitoooo
http://vivirlavida3.blogspot.com
http://jacobybelinda.blogspot.com
entra y comenta!
besos!
Es adorable el bichito. Yo esta noche también me voy a dar una fiesta de autoindulgencia y me voy a comer una hamburguesa a tu salud (y a mi colesterol, claro.)
Oye, pues yo tengo una amiga que vive en Viena, le diré que os anime bien por esos lares si puede acercarse ¡! Le trataré de convencer diciéndole que en mi boda podréis firmarle un par de autógrafos. Ja, ja.
Bs
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