Ay, con lo atractivo que estaba Alfredo en Serpico, con ese aire neohippie que parece sacado de un catálogo del H&M para esta primavera-verano.

Mantengo este blog porque si las hombreras y el flúor volvieron a ponerse de moda, ¿por qué no los blogs?
Los cuatro Dunkin donuts y el mordisco de un quinto que falta, todos, me los zampé yo. Solita. De una sentada. Y no en lugar de una comida, sino de postre.
Pero cumplir años tiene otras ventajas además de las fiestas y la gula sin medida. Por ejemplo, también puedes recordar cosas que otros han olvidado o que no han vivido. ¿Os acordáis de la serie "Dinosaurios" o sois demasiado jóvenes para haberla visto? Producida por la compañía de Jim Henson, era una parodia de la típica sitcom familiar, aunque ambientada en la época de los dinosaurios y protagonizada por los Sinclair, una familia de ídem. Póngase en una coctelera una mitad de Los Picapiedra, un cuarto de El Cuentacuentos y una pizca de Los Simpson. Agítese y ahí están Dinosaurios listo para degustarse.
Lo mejor de la serie era el bebé de la familia. Una de las cosas más monas y adorables de la historia de la televisión (y lo dice alguien que se derrite con cualquier cosa que venga en formato bebé). Aquí el bebé Sinclair en todo su esplendor:
Os dejo con una última imagen del adorable baby Sinclair haciendo lo mismo que yo anteayer: una ingesta masiva de azúcar:
Last, bus not least, "Bichos raros" ha sido seleccionado en dos festivales más: Contraplano, en Segovia y Vienna independent shorts, en Austria. Cuando confirmen las fechas de la proyección os lo cuento, por si os pilla cerca, de Segovia o de Austria, el día en cuestión.
Ah, y los dos donuts que sobraron me los comí para desayunar al día siguiente.