lunes, 20 de marzo de 2017

Malos de película VI: el comisario Villarejo

Hay un hombre en España que lo hace todo y no, no es Bertín Osborne. Y eso que Bertín Osborne es: presentador de televisión, cantante, empresario de la alimentación (de aceite, de jamón, ¡de gazpacho!), latin lover, y ahora hostelero... Si no fuera porque Astrud y Bertín Osborne tienen tanto en común como una esferificación de Adriá y la tapa "crooner" de "el rincón de Bertín", diría que la canción se basa en él.
"El rincón de Bertín" existe. Doy fe. Porque he pasado por delante, pero no he entrado, o qué os creíais.

Pero, en realidad, ese hombre que lo hace todo en España es el comisario José Manuel Villarejo. Nombrad un escándalo político/económico de los últimos años, que ahí estaba Villarejo: el pequeño Nicolás (sile), el ático de Ignacio González (sile), la Marbella de Jesús Gil (sile), Gao Ping (sile), informes sobre Baltasar Garzón (sile), Javier de la Rosa (sile)...

Y sin embargo, Villarejo es un gran desconocido que ni siquiera ha merecido un especial en Equipo de investigación, cuando su figura da mucho más de sí que "la guerra del precio del pan".

 Por no haber, no hay ni imágenes actuales de Villarejo mejores que ésta.

Quien sí ha estudiado a fondo a este personaje es Álvaro de Cózar, el periodista detrás del podcast "V, las cloacas del estado".

¡Cómo!  ¿Que no sabéis qué es un podcast?, ¿es que vuestro teléfono móvil es un Alcatel?, ¿seguís diciendo "okey mackey"? Aquí, la que sigue manteniendo un blog en el 2017 (sí, soy taaaan 2010) os va a explicar que un podcast es un archivo de audio y/o video de corta duración que puedes descargarte para disfrutarlo en tu móvil o el dispositivo que más rabia te dé. En el caso de "V", se trata de un total de diez capítulos, de unos 20 minutos cada uno, en los que Álvaro de Cózar y su acento madrileño nos cuentan las muchas perrerías de Villarejo. Eso sí, no llega a decir quién es el misterioso "V" del que habla el podcasta, aunque una simple búsqueda en google sirve para despejar las dudas. Os contaré una de las perrerías del comisario, la más desconocida, y la más sencilla de explicar.

Años 80, tras pasar una época como policía nacional, Villarejo pide una excedencia y funda una agencia de detectives. Uno de sus clientes es la iglesia de la Cienciología, que empezaba a implantarse en Europa y de la que se sabía muy poco.


"Going clear: scientology and the prison of belief" está en Netflix. ¡Cómo1, ¿que no tenéis Netflix?, ¿y qué hacéis en vuestro tiempo libre?

La Cienciología contrata a V. para hundir la clínica de desintoxicación de drogodependientes del dibujante Pedro Lerma, conocido como "Petrus". Petrus había sido un adicto y había logrado desengancharse en París, en una clínica Narconon, relacionada con la iglesia de la Cienciología. De vuelta a España, abrió una centro con los métodos de Narconon, pero sin el ideario religioso/místico/surrealista de la Cienciología. Eso no gustó un pelo a los jefes cienciólogos, que veían que implantarse en un país a través de centros de desintoxicación (y más en la España de los 80, plagadita de heroinómanos) era una oportunidad de oro. Así que encargaron a Villarejo que hiciera lo necesario para hundir al dibujante. Y lo hizo.

En 1984, un toxicómano paciente de la clínica de Petrus acusa a éste de robo en una sede de la Cienciología. Era una acusación en falso, fabricada por Villarejo, que además usó su influencia en antiguos compañeros de la policía. Así quedó demostrado en el juicio de 1990. Seis años más tarde, porque la justicia es ciega y también un poco lenta, con el consiguiente daño a la reputación de Petrus. En cuanto a la reputación de Villarejo... no pasó nada. Volvió a la carrera policial unos años más tarde y, como policía, se convirtió en el perejil de todas las salsas. Redactando informes falsos, haciendo grabaciones... y lo que surgiera, pero esta vez por encargo de quien estuviera en el poder. A ese mejunge de manejos turbios que nunca acaban de salir a la luz es lo que se conoce como "cloacas del estado" y nadie las conoce mejor que V.

Y vosotros, ¿conocíais la historia de V.?, ¿habíais escuchado antes un podcast?, ¿habéis probado alguno de los miles de productos de Bertín Osborne?

7 comentarios:

Sorokin dijo...

No sé, no sé... ¿va a misa los domingos? ¿sale en la portada de ABC del sábado pasado? (sí, sí, yo leo las portadas de los periódicos de medio mundo con el rollo ese de Quiosco) Pues si no es así, ese hombre no existe. Fíjate en Bertín Osborne ese sí que es alguien, en primera plana del gran diario nacional.

Juli Gan dijo...

Ualaaa, qué apasionante. Me había pasado desapercibido el comisario Villarejo. Tengo que ahondar más en esto. En cuanto "ese hombreeee, ese hombreee...(En plan Astrud)" que lo hace todo en España, creo recordar que tenía unos roscos de pan con jamón y queso para meter al horno y creo haberlo probado en plan "no sé qué coño poner para cenar pero no meteré una "picsa" de casa Tarradellas en el horno". La penúltima que he visto por ahí es unos juegos de sartenes del inefable en el "Carreful". La última, el hiper Usera sortea una comida con Bertín Osborne, lo de que sea "una comida" no me tranquiliza mucho. ¿De qué comida hablan?

loquemeahorro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
loquemeahorro dijo...

Me suena vagamente el nombre de Villarejo, pero no podría decir si es por el ínclito, o no. Respecto a la imagen, la veo un poco entre Spencer Tracy y el protagonista de Up.

De "Bertín" (además del nombre del grupo Vertidos Bordes) lo mejor que se ha dicho nunca fue lo que soltó aquella concursante gaditana de "Casados a ciegas" a la que emparejaron con un pacientísimo belga al que la mujer despreciaba de forma inmisericorde.

Un día lo confesó, lo que le ocurría con el desgraciado consorte era que ella se esperaba a Bertín Osborne, y fíjate tú, este hombre no se le parecía ni en el físico, ni en la manera de ser.

Yo voto que se deje de decir cosas como "es una bellísima persona" y se imponga la frase "es que no se parece en nada a Bertín Osborne".

Mejor carta de presentación, no se me ocurre.

Esti dijo...

Sorokin, fíjate que yo creo que Bertín Osborne no pisa una iglesia a no ser que haya boda, bautizo o cualquier tipo de evento que implique comilona posterior. Eso sí, en el Rocío sí que me lo imagino.

Juli, estoy segura que después de probar los roscos made by Bertín ya miras con otros ojos la pizza Tarradellas.

Loque, ¿pero esa mujer por qué decía decepcionada que "no se parecía en nada a Bertín Osborne"? A mí me parecería un halago.

el convincente gon dijo...

Los blogs personales llevan tiempo en decadencia, es cierto. Ya nadie da la campanada con un blog (que era la finalidad de la mayoría de ellos, lo reconociesen sus autores o no). Pero tampoco con un podcast. Ahora mismo, la plataforma con más proyección son los vlogs de Youtube (véase el caso de la youtuber Ter, contratada recientemente como colaboradora por El País, el Intermedio...). Un dato: la media de edad de gente que hace podcasts es mucho más alta que la de la gente que tiene un vlog en Youtube. Malas noticias para todos aquellos que odiamos vernos en foto y, no digamos ya, en vídeo.

Uno dijo...

Como estará mi coco que me he llevado un buen rato intentando comprender por qué Bertín habría tenido la ocurrencia de abrir una franquicia con aires berlineses. ¿El Rincón de Berlín? ¿El,que es tan de su tierra?
Por lo demás si sabía de Villarejo que también ha aparecido en temas de Pujol y del emérito. Se ve que maneja mucha información y que ha hecho muchos favores.
Casi el mismo día que abrí mi primer blog, allá por el 2008, alguien me dijo que los blogs ya no eran lo que habían sido. Creo que hoy se hace otro uso de los blogs mas en conexión con las demás plataformas (o como se llame eso) y los que se lo curran siguen teniendo muchas visitas.
Por lo demás.... Podcast si, Bertinismos no.