miércoles, 13 de diciembre de 2017

Sobrevivir a la cena de Nochebuena, el drinking game


Llega esa época llena de buenos deseos, canciones de Mariah Carey, especiales de José Mota, luces a tutiplén y tarifas elécticas desmesuradas a fin de mes. La tradición llama a estos días Navidad y, los que vivimos en el centro de Madrid, sabemos que es una época que cada año se amplía un poco más. Cada año los supermercados ponen a la venta los turrones un poco antes, cada año se hace más difícil transitar por Sol y alrededores unas semanas antes de lo previsto. A este paso la Navidad acabará el día 8 de enero y empezará el día 15. De enero.

El espíritu navideño es como la fe o el metabolismo de las top models: se tiene o no se tiene. No hay más. Y los que carecemos de espíritu navideño somos tan siesos que no ponemos ni siquiera el típico nacimiento seudoelegante presidiendo el salón. No ponemos nada. Ni siquiera compramos una flor de pascua. Por supuesto, no adornamos ningún árbol ni colocamos un enorme belén con pastores, ángel anunciador, reyes con camellos y lavanderas al lado de un río hecho de papel Albal. 

Si algún año me animo a poner un belén, será con la esperanza de que acabe así:

Según los evangelios apócrifos, al portal de Belén no acudieron unos reyes magos de Oriente, sino un gato gigante.

O así:
Sin embargo, un evangelio extracanónico asegura que quien recibió el anuncio del arcángel Gabriel no fue la Virgen María, sino un gato atigrado, que fue quien dio a luz al niño Jesús.
 
Aunque conociendo el carácter de mi gato, lo más probable es que acabara así:

Venid y adoradme, humanos inferiores.

Si os pasa como a mí y la Navidad os da una pereza cósmica (si tuviera un grupo de rock, lo llamaría así: "Pereza cósmica"), no os preocupéis. He encontrado una manera de sobrevivir. No es muy original: a este invento revolucionario lo llaman alcohol.  Se trata de beber con excusa, no porque tú quieras, que si por ti fuera beberíais agua del tiempo... es porque lo manda el juego, en concreto el drinking game de la Nochebuena 2017:

Las cenas de Nochebuena son como un gigantesco déjà vu: ¿no había visto ya este especial de los Morancos antes?, ¿cuál era el cava que me gustaba: Anna de Codorniú o el Cordón Negro de Freixenet?, ¿cómo hacía para pelar los langostinos sin que ese misterioso líquido que tienen dentro me saltara al ojo? Todos los años las mismas dudas, las mismas conversaciones, los mismos programas en televisión. Pero en este 2017 vamos a innovar, aplicando los drinking games de Eurovisión (¿alguien podría aguantar una emisión completa de Eurovisión sin alcohol?, lo dudo) a la Navidad. Ya veréis como así disfrutáis más de la velada. De la resaca del día 25 no me responsabilizo.

Y vosotros, ¿sois de belén, de árbol o de nada en absoluto?, ¿qué añadiríais al drinking game?, ¿qué es el líquido ése que hay dentro de los langostinos?