martes, 8 de agosto de 2017

Películas veraniegas para combatir la ola de calor

En Japón (¿he contado ya que yo he estado en Japón?) se sirve sopa de miso, caliente, humeante, todo el año, hasta en agosto. Y mira que hace calor allá en agosto... Doy fe, porque yo he estado ahí (no sé si lo había comentado en alguna ocasión). Por lo visto tomarse una sopa en verano no es tan mala idea, al menos evitas cortes de digestión. De hecho, países cálidos como India y México (tranquilos, no he estado en ninguno de los dos) tienen una gastronomía muy picante.

El año pasado ya probamos a combatir el achicharrante verano con estas películas repletitas de nieve, lluvia y cielos cubiertos. Probemos la otra opción. Cine veraniego, tropical o hasta desértico, caliente como una sopa de miso. Dadle al aire acondicionado o al ventilador, echaos crema solar y proteged vuestras cabecitas con un sombrero de paja, que aquí van unas cuantas películas que dan sudores.

A pleno sol / El talento de Mr. Ripley
Muchas novelas de Patricia Highsmith se han adaptado al cine. De hecho, con el dinero que consiguió por las ventas de "Extraños en un tren", Highsmith se pegó un viaje por toda Europa y allí empezó a escribir "El talento de Mr. Ripley".

Por supuesto, hubo adaptaciones de esta novela. En "A pleno sol", Alain Delon luce palmito por veleros y playas varias. Años más tarde llegó "El talento de Mr. Ripley", con Matt Damon interpretando a un Ripley menos frío y más vulnerable. De esas películas que es fácil encontrar en televisión, cada vez que la veo, me quedo un ratito. Ver "El talento de Mr. Ripley" casi provoca síndrome de Stendhal: los paisajes de la costa italiana, Roma, la moda de los años 50... y, para colmo, Jude Law cuando tenía pelo.



La selva esmeralda
Hay dos Españas, y no me refiero a la España que muere y a la que bosteza del poema de Machado.  Me refiero a otros grandes cismas: la tortilla de patata con o sin cebolla; nesquick o cola cao; cerveza o vino. Y, por supuesto: calor seco o húmedo. Yo soy una ferviente defensora del calor seco, así que, si me pasara lo que al protagonista de "La selva esmeralda", no habría película. Yo no hubiera sobrevivido en medio de una jugla llena de calor húmedo y, lo que es peor... ¡mosquitos!

"La selva esmeralda" cuenta la historia de un ingeniero americano que está construyendo una presa en plena selva amazónica cuando su hijo desaparece. El padre lo busca durante años, pese a que todo el mundo le da por muerto. El chaval ha sido criado por una tribu indígena y a punto está de convertirse en un guerrero. No he vuelto a ver esta película en muchos años, pero de cría me tenía fascinada: el reencuentro entre padre e hijo en plena selva, los ritos iniciáticos de la tribu y un mensaje ecologista que en los 80 sonaba de lo más novedoso.

El nadador
Con una piscina cerca da igual que el calor sea húmedo o seco. Y no estamos hablando de piscinas municipales llenas hasta la bandera o de las de tus amigos, esos que viven en una urbanización y a los que gorroneas cada verano. No. Piscinas privadas, tuyas y de nadie más. Y como esas las hay a patadas en los Estates. Por eso, un buen día, Burt Lancaster decide volver a su casa nadando de piscina en piscina. Y de eso va "el nadador". Mientras Burt hace largos a crol con un estilo que ni Mark Phelps, vas descubriendo las vidas de sus vecinos y, de paso, vas reconstruyendo el pasado de él. Hora y media de Burt Lancaster en bañador es motivo más que suficiente para ver "el nadador" que, no os engaño, no es para nada un clásico con todas las letras.


Para eso, mejor:

Lawrence de Arabia 
Puede que no hayáis visto ninguna de las películas anteriores, y no pasa nada, pero ésta es obligatoria. Mira que suelen dar pereza las biografías de personajes históricos... Suelen consistir en una sucesión de hechos más o menos conocidos sin un hilo conductor detrás, como si leyeras la wikipedia hasta que al final el personaje en cuestión va y se muere. Pues bien, "Lawrence de Arabia" se las apaña para mostrar parte de la historia del pueblo árabe, más la biografía de T.E. Lawrence, más la vida en el desierto, y todo lo hace bien. Es una película histórica y biográfica y psicológica y bélica y, sobre todo, muy emocionante. Tuve la suerte de verla en pantalla grande hace un par de años y la gente aplaudió en este momento, cuando Lawrence consigue regresar con vida del desierto de Nefud:




Hay que verla. Con una botella de agua de litro al lado, eso sí.

Y vosotros, ¿sois más de Alain Delon de joven, de Jude Law cuando tenía pelo o de Burt Lancaster en bañador?, ¿el calor con más calor se quita o donde haya un aire acondicionado a tope, que se quite todo?, ¿qué película calurosa y/o veraniega recomendáis?