miércoles, 9 de diciembre de 2015

Carta abierta a Madonna

De los creadores de "yo he estado en Japón" (he estado, o mejor dicho, estuve, ¿lo he dicho en alguna ocasión?) llega... "yo he estado en Amsterdam viendo a Madonna".

No, no soy una de esas fans que siguen a sus ídolos durante toda su gira, que hacen cola para estar en primera fila y que se compran todo su merchandising. Es más, a mí Madonna me ha hecho un par de jugadas muy feas, y por eso, Madonna, reina del pop, te escribo estas líneas. Como sé que tu castellano es fluidísimo, que llevas media vida cantando "last night I dreamt of San Pedou", te escribo esta carta en el idioma de Cervantes. Y en el de Daddy Yankee, también.

Dear Madonna;

A mí no me la vuelves a dar con queso. Me sé tu juego. Tú vas y programas una sola fecha en España, pongamos por ejemplo en Barcelona y dejas unos días libres después. Por supuesto, las entradas baratas vuelan. Y es que los miembros de los clubs de fans y los apuntados a páginas como Live Nation tienen prioridad. Y allí estaba yo, con dos amigas, a las que llamaremos O. y F., atentísimas para luego descubrir que sólo quedaban a la venta las entradas VIP que cuestan unos 200 euros y la promesa de entregar a Madonna tu primer primogénito. Envalentonadas y después de haber pasado toda una mañana dándole al botón de actualizar y peleándonos con diferentes páginas de venta de entradas, decidimos ir a un concierto de la ambición rubia de todas-todas, ¿por qué no a Amsterdam, que coincide con el puente de la Constitución? En el mismo instante en que teníamos las entradas compradas... oh, sorpresa, oh aciago destino, resulta que Madonna programa otra fecha en España.

Pero te olvidas de todo, incluso de esta horterada de video, perteneciente a su último álbum, cuando empieza el concierto. Una mezcla de El circo del Sol con un pase de modelos de Dolce y Gabbana y, por supuesto, todas las obsesiones de Madonna a lo largo de sus años de carrera. En el concierto hubo bailarinas vestidas de monjas y subidas a barras de pole dance, un ejército de algo así como samuráis y hasta un cuadro flamenco de lo más bizarro, con bailarinas chinas y bailarines con camisas de encaje. 

Y luego estuvo esto:


La boca abierta.

Espero que:
a. Pagues bien a estos muchachos, Madonna.
b. Les des mucha biodramina antes de subirse ahí arriba.

A mí, que siempre me he mareado hasta en el barco vikingo de la feria, no entiendo cómo un ser humano puede hacer lo que esos bailarines hacieron.

Hubo otros números impresionantes, como la versión de Material Girl, con Madonna subida a una pantalla inclinada desde la que iba rechazando y lanzando a los bailarines al suelo (lo dicho, el trabajo de estos chicos no está pagado con dinero). Pero también hubo momentos para que la estrella pillara el micrófono por banda y se quedara sola en el escenario. Suponemos que esos ratos los aprovechaban los bailarines para cambiarse de ropa y tomarse otra biodramina. En uno de estos momentos cogió a un muchacho del público, un tal Johan, al que le regaló un plátano (¿?) y en otro se marcó una versión, ella sola con un ukelele, de "La vie en rose".



Que digo yo, Madonna, teniendo a ese ejército de bailarines y canciones como "Ray of light" o "express yourself" en tu repertorio, ¿tienes que chapurrear el francés y más en una canción tan difícil como ésta? Para la próxima gira, te sugiero que cantes más temas tuyos, de los de toda la vida, y que olvides tus últimos discos. O que saques uno bueno, que eso tampoco estaría mal.

También te sugiero que empieces a la hora, que luego salimos tarde y acabamos todos en la misma cola para coger el mismo autobús nocturno. Que tú eso no lo verás como problema porque fijo que tienes un jet privado, pero ponte en el lugar de la plebe, reina.

Y eso es todo, Madonna. Espero que hagas una nueva gira, con bailarines que parecen súper héroes, pantallas gigantes, plataformas, suelos que se abren, coreografías, cambios de vestuario y mucho de todo. Porque para cantar solo en un escenario, guitarra en mano, para eso ya están los cantautores del café Libertad. Tú eres otra cosa, tú eres una "entertainer".

Besitos.

Y os dejo con el momento, estoy sola en el bar, cerrando el garito y canto una de Madonna mientras bailo estilo caballito:


Y vosotros, ¿sois más de conciertos a lo grande o íntimos?, ¿créeis que Madonna se ha pasado al ponerse bótox hasta en las pestañas?, ¿o sois de esos fans que le perdonan hasta que perpetre "La vie en rose"?

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Macarrones rellenos de bicarbonato de sosa

Hubo una época, más lejana de lo que a mí me gustaría reconocer, en que la televisión programaba películas antiguas. Tan antiguas que eran... ¡en blanco y negro! Sí, jovenzuelos que nacisteis después del año 1985, hubo un tiempo en el que podías encontrarte con clásicos del cine emitidos en franja de máxima audiencia. 

Así vi yo, por primera vez, una película de los hermanos Marx, "Una noche en la ópera". En uno de los muchísimos momentos míticos de la película, Groucho dice que su padre inventó los macarrones rellenos de bicarbonato de sosa, que causan y curan la digestión. Pero no voy a dedicar este post a reivindicar a los hermanos Marx. La mejor reivindicación posible que se les puede hacer es ver una de sus películas: "Una noche en la ópera", "sopa de ganso" o "Los hermanos Marx en el Oeste". Me propongo a hablar de las cosas reales que son como los macarrones rellenos de bicarbonato de sosa: causan algo para luego curarlo.

Quizá tú seas una regordeta feliz, que prefiere vestirse de forma cómoda y barata sin más complicaciones... pues haces mal en ser feliz. No deberías serlo, amiga. Deberías aspirar a más: a adelgazar, a saber andar con tacones, a vestirte para "sacarte partido" y a maquillarte de forma que tus ojos parezcan más grandes, tus labios más gruesos y tu piel sedosa. Y para eso están las revistas femeninas, para causar y curar la inseguridad.



Las revistas llamadas "femeninas" son unas expertas en mandar mensajes contradictorios. Todas lo hacen. Glamour, Vogue, Woman, Elle, Marie Claire, Mujer hoy, Cosmopolitan, Telva, InStyle... Todas ofrecen estos contenidos:

- Portada de mujer bella y joven de éxito. Probablemente una modelo, a veces una actriz.
- Moda, tanto alta costura como consejos para estar a la moda como trucos para copiar la manera de vestir de las mujeres bellas y jóvenes de éxito de la portada.
- Trucos de belleza, que van desde cosmética hasta cirugía, dietas y vida sana.
- Entrevistas con gente de interés, básicamente famosos triunfadores.
- Temas de psicología de andar por casa y consejos varios para mejorar tu vida. Esto va desde cómo atreverse a dar el paso de cambiar de trabajo a cómo convertirte en multiorgásmica.
- Y algo de tema social: el tercer mundo, el paro, conciliar vida laboral y familiar...

Lo único que cambia de una revista a otra es dónde se pone el acento. Vogue pone el acento en la moda de alta costura. Cosmopolitan en los trucos para ser multiorgásmica. Pero todas, en el fondo, pretenden lo mismo: vender. Y oye, es su negocio. Alimentan la necesidad de la lectora por sentirse guapa, joven, triunfadora, amada, deseada... y para ello le ofrecen cremas, ropa, joyas... que, ¡oh sorpresa! resulta que anuncian en las páginas interiores de la revista.

Pero... ¿son igual de manipuladoras las revistas llamadas masculinas? Ellos tienen las que podríamos considerar más o menos serias  (Esquire, Icon) y las que son más frívolas (FHM) y luego, aparte, el Interviú, inclasificable. Las revistas "serias" predominan. Van dirigidas a un sector concreto, básicamente a hombres con puestazos que les permiten comprarse los coches, relojes y productos de lujo que anuncian estas revistas. En portada salen hombres carismáticos y triunfadores. Su edad y su físico importan, pero más que sean tipos “interesantes”. Es más fácil ver en la portada a alguien como John Malkovich que a alguien como Mario Casas. Cuanto más frívola es la revista más posibilidades hay de que en la portada aparezcan hermosas mujeres en poses sugerentes:


Estas revistas van dirigidas a un público masculino heterosexual, en portada aparecen hombres a los que se admira y mujeres a las que se desea. ¿Por qué no es igual en las revistas femeninas?, ¿por qué no vemos en las portadas a un Andrés Velencoso en pleno esplendor con una Glenn Close, por poner un ejemplo? Sin embargo en Elle, Woman, etc. no dedican sus portadas ni a hombres deseables ni a mujeres interesantes. Tienen a modelos buenorras y, a veces, haciendo una excepción, a famosas interesantes pero buenorras y siempre menores de 40 años. Fotos de cuerpo entero, que se vea bien el vestido que luce,
lo bien que le sienta, que se vea bien lo joven y delgada que es. Nada de primerísimos primeros planos en blanco y negro. Por favor. Si así no se aprecia el maquillaje ni de qué marca es el vestido.  

No es sólo que las revistas femeninas alienten ciertas necesidades y carencias (esos cinco kilos que todas queremos perder) por muy contradictorias que éstas sean (en la revista también encuentras recetas para hacer tarta tres chocolates). Es que perpetuan un modelo machista. Entre líneas se cuela un mensaje: está muy bien que aspires a triunfar, pero a lo que debes aspirar sobre todo es a ser guapa y a cazar a un marido, preferiblemente rico y guapo.

Esto apareció publicado hace una semana en Telva:

Sara Carbonero lo tiene todo para aparecer en la portada de las revistas femeninas. De hecho, ha salido un par de veces. Es guapa, es joven, triunfa... Pero no nos engañemos, lo que le interesa a la periodista (y suponemos que a Telva también) es que ha cazado a un marido de postín. 

Y yo digo: dejemos de comprar estas putas mierdas, revistas. ¿Sería mucho pedir una revista dedicada a la mujer, en cuya portada aparecieran mujeres interesantes?, ¿con moda, viajes, temas sociales y artículos bien escritos?, ¿con entrevistas a otras mujeres que no se centren en cómo se casaron con sus todavía más famosos maridos?

Y vosotros, ¿sois lectores habituales de alguna de estas revistas?, ¿os habéis vuelto multiorgásmicas gracias a los artículos de la Cosmopolitan?, ¿o sois más de comprar la Interviú, pero por sus artículos de investigación?