martes, 28 de octubre de 2014

El ataque del cuquismo

Últimamente los muros, timelines y perfiles se han llenado con fotos como ésta:

Ni Carlos del Amor escribe frases tan cursis. 

Se supone que es una misteriosa intervención artística, pero no. Está bastante claro quiénes están detrás: el colectivo de artistas urbanos Boa Mistura, que otras veces han llevado acabo acciones similares para romper la monotonía de la ciudad pero esta vez, en vez de graffitis, han optado por micropoemas.

Cuánta palabra hipster en un solo párrafo. "Micropoemas", "intervención artística", "colectivo de artistas urbanos"... Pero no os equivoquéis, esto podría parecer hipster pero en realidad es otra cosa: es twee.

¿Y qué es twee? Pues muy fácil: hipster + ñoño = twee

Estamos viviendo una invasión de lo twee o, como me gusta a mí llamarlo, el cuquismo.

Los de Mister Wonderful lo han sabido ver con tiempo y se están forrando a base de dibujitos monos con mensajes positivos que plasman en bolsas, tazas, cuadernos y ropa de estar por casa que comercializa Oysho. Es una cadena de montaje de la ñoñería.


Quién iba a decir que el anuncio de Anais Anais en el que unas modelos con el pelo planchado y aspecto lánguido correteaban por un bosque mientras una voz decía "un día la ternura moverá el mundo" iba a ser premonitorio.

Porque no sólo Mister Wonderful ha sabido ver el auge del cuquismo. Ahí están las tiendas color macaron con ropita ideal de la muerte para los nenes, y manualidades para marujas modernas. El concepto es simple: cocinar cupcakes, no tortillas de patata ni callos; tejer amigurumis de animalitos y no los bajos del pantalón; escuchar pop melancólico y no trash metal.

El twee es una oda a los buenos sentimientos y la inocencia infantil. El mundo cuqui es amable y bonito, está poblado por gente guapa, pero no sexy, que vive en una eterna juventud llena de cosas hermosas por hacer y si es con sus propias manos, mejor aún. Es un mundo de película de Wes Anderson con la voz en off de Carlos del Amor.

La musa de esta moda es la actriz, diseñadora (aunque no lo hace con sus propias manos, lo fabrica Tommy Hilfiger) y cantante Zooey Deschanel. Zooey nos da un curso rápido sobre cómo ser twee en 5 sencillos pasos. Porque, recuerda, tú eres una veinteañera fresca, espontánea e inocente. Que el maldito dni opine que tienes 37 palos no es excusa.

1. Abrir mucho los ojos, en pose de perpetua sorpresa, porque eres tan joven que el mundo sigue siendo una novedad para ti:






2. Lucir vestiditos cortos con cuello que recuerdan a tu baby del cole.

3. Flequillo, que siempre ha sido una cosa tope juvenil y además tapa las arrugas de expresión de la frente. Arrugas que salen por pensar, por preocuparse, y tú eso no sabes lo que es.

4. Tener un grupo pop o folk o pop folk. Algo delicado donde cantes tú a lo francesita (o sea, flojo) canciones melancólicas sobre todos esos chicos a los que te has cepillado pero bueno, ya no y tampoco pasa nada, porque siempre tienes a otro haciéndote ojitos.

5. Posa ante las cámaras como ante el fotógrafo de tu Primera Comunión, inclinando la cabeza ligeramente hacia un lado.





Con estos 5 sencillos pasos pronto podrás decir bien alto que eres twee, formas parte de un colectivo de arte urbano que llena de micropoemas la ciudad y las mañanas de los sábados las pasas cocinando eclaires.

Basta ya de ñoñadas. Hombre, ya. Reivindiquemos los sentimientos de verdad; los fuertes y devastadores. La rabia, el cabreo, los celos, romper platos, montar escenas en público, llorar en el vagón del metro. Digamos no a los micropoemas y los cupcakes con frosting de fresa. Digamos sí a las croquetas de jamón y los chistes malos.

Si tenéis ganas de un chute de mala baba, id corriendo al cine a ver "Relatos salvajes", un montón de historias de venganza y malos sentimientos, la típica historia que Zooey Deschanel jamás protagonizaría.

Last, but not least, os pido el voto para "La leonera" que vuelve a concursar en un festival online, en esta ocasión el FIBABC. No hace falta darse de alta ni nada, sólo votar aquí.

Y vosotros, ¿estáis hartos del ataque del cuquismo?, ¿creéis que Zooey Deschanel tiene tortícolis de tanto posar inclinando la cabeza?

martes, 21 de octubre de 2014

Tonadillera hay que decirlo más

La Pantoja, como Carmina Ordóñez o Rocío Jurado, es un personaje que forma parte de nuestra cultura. De la cultura popular y marrullera, no de la cultura con mayúsculas. No es Cervantes, ni Velázquez, ni el gazpacho. Es tan parte de la cultura popular como hablar alto en los restaurantes, llevarse mal con los cuñados y los chistes de Lepe.

La vida de la Pantoja siempre ha estado ahí, marcando sus propios hitos a la vez que la historia contemporánea. Ahora que, como símbolo que es de toda una era, está a punto de entrar en prisión, es un buen momento para recordar los grandes hits de I punto P punto.

Rebeca es tu muñeca
En el año 1976, con los últimos coletazos de la dictadura, la Panto es joven y ambiciosa, y hace sus pinitos en televisión cantando, bailando y en lo que surja. ¿Que hay que hacer un gag cómico? Pues la Panto y su melena Pantene (que entonces ya la tenía), van y lo hacen:



Soy la viuda de Francisco Rivera
Pero I punto P punto se habría quedado en una folclórica más y ahora nadie la recordaría si no fuera porque se casó con un torero. Y era un torero famoso. Y además el torero se murió joven. Y en la plaza. Y todo apareció en televisión: la boda, la cogida en la plaza, el entierro... Y entonces la Panto se convirtió en otra cosa. Ya no era la tonadillera del binomio "torero y tonadillera". Ella ahora es algo más trascendente y trágico: la autoproclamada viuda de España.

En su nuevo papel la Panto sacó las que a partir de ese momento serán sus armas: dar pena, sacar provecho de sus dramas personales, seguridad en sí misma, sentido de la oportunidad y todo a golpe de melena.


Atención a look eighties: americana de satén naranja, hombreras y uñacas.

Mi pequeño del alma
Convertida en viuda de España, I punto P punto vuelve a los escenarios después de pasar un tiempo de retiro. Su primer concierto tiene rango de evento histórico, con la reina entre el público y todo. En su rol de sacrificada esposa y madre, la Panto saca a su hijo y a su corte de pelo estilo príncipe de Beukelaer, que tanto daño hizo en los 80, para que cante con ella.

Como esas madres que piensan que su hijo sabe hablar cuando en realidad lo que sabe decir son las vocales, la Pantoja canta: "mi pequeño del al..." y el niño completa "¡a!", "con tu piel de canel..." ¡¡a!!"

¿Y qué dice la criatura cuando no se sabe nada más? Pues la única palabra que sabe pronunciar y que es toda una pista de cómo será el Paquirrín del futuro:


¡¡¡Canne!!!

Estoy cansada (pausa dramática) de la familia Rivera
Si hay algo que la Panto maneja como nadie (aparte de la bata de cola) es la pausa dramática. Una pausa bien puesta cambia una frase. Y no es lo mismo decir con tono agotado que estás cansada de la familia Rivera a decir en voz en grito ¡¡¡¡estoy cansada!!! (pausa dramática) ...de la familia Rivera.

No me vas a grabar más
En los 90, evolucionando como la propia sociedad, I punto P punto aparca a la viuda de España y tiene sus escarceos por ahí. Incluida su amistad/relación/llámalo X con Encarna Sánchez, esa villana de culebrón. Los paparazzi la siguen a todas partes y la Panto se enfrenta a ellos, vestida de chándal, sin peinar y sin sujetador, al grito de: ¡no me vas a grabar más!,

Gitana, ¿tú me quieres? Más que a mi vida
El melodrama persigue a la Pantoja, y ella no corre más rápido. Se enamora de Julián Muñoz, un alcalde de Marbella con afición a llevar pantalones de tiro alto y hacen pública su relación pese a que él está casado, tiene hijos, y su mujer critica a la pareja de programa en programa. Todo muy copla versión siglo XXI.

Los dos eligen oficializar su amor no en un restaurante cuqui, o en un fin de semana en la playa. No. Ellos eligen el Rocío, donde se pasean en caballo, en carromato, se miran a los ojos y, como si representaran la letra de una sevillana, se dicen cosas como:

- Gitana, ¿tú me quieres?
- Más que a mi vida.

Dientes, dientes, que es lo que les jode
La Panto y Cachuli se pasean por sus dominios (esto es, Marbella) perseguidos por la prensa. I punto, que tiene más experiencia en bregar con los fotógrafos, aconseja a su churri esto:


Pero la historia de amor con el atractivo alcalde se va al garete más o menos a la vez que se van destapando sus manejos en Marbella. Se enjuician todas esas cosas que ahora, a fuerza de oírlas en el telediario una y otra vez, todos ya sabemos lo que son: malversación, prevaricación...

Si la Pantoja ha sido un símbolo de la copla y de la prensa del corazón, ¿cómo no serlo también de la corrupción? El escándalo salpica a la tonadillera (tonadillera hay que decirlo más) que es también enjuiciada y condenada.

Los cañones hacia mi persona
¿Y qué ha sido mientras tanto del pequeño del alma? Pues que crece, más a lo ancho que a lo largo. Y participa en un reality de pasar penurias en una isla, donde sólo pasa unos días porque él el hambre lo lleva fatal.

Su vuelta a la civilización incluye la aparición estelar de su señora madre que lo eclipsa en un pis pas en cuanto el presentador le pide que cante una canción y ella, muy flamenca, pone sus condiciones:

"Me tenéis que pone la luz en condiciones. Me tenéis que poner muy íntima. Yo quiero sólo cañones hacia mi persona, ¿dónde están? La luz, a la cara. ¿El del cañón no ha venido? Ahí está. Vamos a ver, que de esto entiendo un poquito yo".

Y vaya que si entiende.

Cómprate una vida
La Panto, icono pop donde los haya, agota los días antes de entrar en prisión. Pero no ve la vida pasar desde su casa, tranquilita. No se es icono pop y tonadillera siendo discreta. Ella sigue lanzando frases lapidarias allá por donde pasa:



Y vosotros, ¿cuál es vuestra frase pantojil favorita?, ¿creéis que entrará I punto P punto en la cárcel?, ¿habéis visto "Orange is the new black"? Y, sobre todo, de entrar I punto P punto en prisión: ¿qué tipo de presa será? La reina del cotarro, como Red; la más ligona, como Nicky; la más inestable, como Crazy Eyes...

martes, 14 de octubre de 2014

Te deseo lo mejor

Hay cosas que molestan, como que se te cuele en la fila del supermercado una anciana al grito de "sólo llevo una cosa".

Otras cosas dan rabia, como que se te vaya el metro justo en las narices y tengas que esperar 7 minutos en un andén repleto de gente.

Y otras provocan ganas de ir a la Santería La Milagrosa y pedir: un muñeco de vudú, un paquete de alfileres e instrucciones de uso, gracias.


Pocas cosas dan más ganas de hacer vudú que enterarte de que a tu ex le va bien. Y no sólo bien en plan "no me puedo quejar". Es que le va mejor que a ti. Es que ya ha "rehecho su vida". Ah, "rehacer su vida", expresión terrible donde las haya, que significa que nadie puede ser feliz si no tiene una pareja. Pero eso es algo de lo que hablaremos en otro post...

Asumamos ya que eso de "te deseo lo mejor", "que seas muy feliz" y tal, son  mamandurrias. Lo que uno realmente le desea a su ex es que le vaya mal. O, por lo menos, peor que a ti. Tampoco es que le desees un cáncer de estómago. Eso no. Pero una enfermedad crónica y molesta, tipo alergia al polen y al polvo, eso sí.

Mirad el caso de la pobre Jennifer Anniston, penando de buenorro en buenorro mientras Brad y Angelina deslumbran en la alfombra roja, adoptan niños de colores o se pierden por La Rioja alavesa. En una felicidad nivel crepe de dulce de leche regado con almíbar, se casan en la intimidad, Angelina vestida con un velo lleno de dibujos hechos por sus hijos de colores.

O el caso de Melanie Griffith. Un porrón de años de matrimonio, una hija y un tatuaje en tu brazo con el nombre de Antonio en medio de un corazón gritan al mundo que tú no vas a divorciarte así como así. Pero te divorcias, y Antonio no sólo tarda una milésima de segundo en "rehacer" su vida con otra. Es que además ella es guapa. Y joven. Y además tiene un puestazo como asesora de inversiones.

Melanie tiene mucho que aprender de Jennifer Anniston. En lugar de penar su corazón roto de cama en cama, ella opta por tapar su tatuaje con un papel cutre pegado con cello donde escribe su nombre en vez del de su ex.

¿Peto vaquero, Melanie?, ¿en serio?

Si estás en la fase flagelante de escuchar baladas abrazada a un cojín, ponte esta foto de Melanie Griffith en la nevera, al lado de los anuncios de Telepizza, para que te recuerde que siempre se puede caer más bajo. Hacerte unos liftings espantosos, tatuarte el brazo con el nombre del que ahora es tu ex, salir a la calle en tirantes dejando a la vista el papelito que tapa el tatuaje... y, lo peor de todo, decides completar tu look con un peto vaquero. Con un peto vaquero. En el año 2014. Sin ser tú una niña de 7 años ni nada de eso. Aprende de Melanie todo lo que NO hay que hacer.

Pero hay casos peores. Aunque se lleven con más discreción que en el caso de Melanie. Hay casos mucho, pero mucho peores. Como el de Pelayo, el ex del diseñador David Delfín.

¿Y quién es Pelayo? Pues la versión gay de la fashion blogger. Cámbiale el sexo, cambia el ser hija de por novio de y ahí está Pelayo, de fiesta en fiesta, ahora como dj, ahora como invitado y siempre del brazo de David Delfín y publicitándolo todo en su cuenta de instagram, a nombre, ni más ni menos que de "princepelayo".

Hasta que se les rompió el amor (de tanto usarlo) y Delfín lo lleva con dignidad, en la soledad de su dúplex, mientras que Pelayo tarda lo mismo que Antonio Banderas en "rehacer su vida". Aunque él no la rehace, la redecora por todo lo alto. Y no en Ikea, sino en Gastón y Daniela. Pelayo se echa de novio a Nicolas Ghesquière, diseñador de Louis Vuitton.


Pelayo, que no se ha visto en una así desde el día en que David Delfín le llevó por primera vez al front row de Cibeles, está que no se lo cree. Y venga a hacer fotos y venga a colgarlas en las redes y venga a presumir de que se ha pasado el verano viajando a París, a Los Angeles y a Bora Bora.

¿Y David Delfín? Pues haciéndole un vudú comprado en la Santería La Milagrosa, seguro.

¿Y vosotros?, ¿sois un ex discreto tipo David Delfín, de las que no pierden el tiempo, tipo Anniston o desastrosas tipo Melanie?, ¿habéis tenido ganas alguna vez de hacerle un vudú a alguien?, ¿habéis entrado en la santería La Milagrosa?

Contadme...

martes, 7 de octubre de 2014

El hombre elefante existe

Se llama Berik y vive en Kazajistán, uno de esos países de la antigua Unión Soviética que están como por Asia (como por Asia quiere decir más abajo que Mongolia, pero más arriba que Afganistán).

Por si alguno de vosotros no ha visto "El hombre elefante" (shame on you) os cuento que:
A. es una obra maestra y tenéis que verla ya, y
B. cuenta la historia de un hombre, John Merrick, que existió realmente en la Inglaterra victoriana y que padecía una extraña enfermedad, hoy diagnosticada como síndrome de Proteus, y consistente en tener el cuerpo deformado, lleno de tumores.


"El hombre elefante" es una especie de cuento gótico sobre la dignidad del ser humano.

Joseph Merrick sufrió en su vida más que cualquier personaje de una película de Disney. Huérfano, trabajó en un circo, todo el mundo daba por hecho que ni siquiera sabía hablar, sufrió maltratos y burlas constantes. Hasta que se encontró con un doctor, un hombre bueno que le examinó y se ganó su confianza. Así se dio cuenta de que Merrick no era deficiente, hasta sabía leer, pero le costaba pronunciar debido a sus malformaciones. Gracias al doctor Treves Merrick mejoró, y mostró su auténtica cara, era un hombre bondadoso, amable, pese a toda la mierda que le había rodeado él seguía siendo puro. Durante un tiempo Merrick tuvo una vida decente, se hizo una celebridad, le invitaban al teatro, recibió a la princesa de Gales...

Murió muy joven, víctima de unos dolores horribles, pero contento porque, como dice al final de la película: "estoy rodeado de gente que me quiere".


 Qué trailer tan bueno, copón. Nótese que en ningún momento se ve al hombre elefante.

Berik Syzdikov no tiene la misma enfermedad que Merrick pero su parecido no sólo está en sus nombres. Berik tiene la cara llena de tumores y es ciego debido a que su madre, durante el embarazo, estuvo sometida a radiación.

Después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, la URSS entró en una carrera armamentística con los Estates. Hizo numerosas pruebas atómicas y para ello eligió la estepa de Kazajistán, un área a partir de ese momento conocida como "el polígono". Las tasas de mortalidad se dispararon, al igual que las enfermedades cancerígenas, los problemas de tiroides y las malformaciones varias. Uno de esos casos fue Berik. Su enfermedad, tan espectacular, llamó la atención de muchos médicos. Primero en Suiza, luego en Italia, después en Alemania. Siempre acompañado de su madre, su guía 24 horas al días, Berik ha salido de la árida y aburrida Kazajistán para operarse, fantaseando con una cosa: poder ver. Pero nada.

   
"Hijos de la bomba atómica", el reportaje de En Portada que dio a conocer el caso de Berik en España.
           
Berik comparte con el hombre elefante su forma de ser: bonachona, inocente y un punto infantil. Pese a la vida tan dura que le ha tocado, él tiene un carácter dulce. De momento, porque Berik cumple años, pasa el tiempo y él sigue pasando las horas en su casa en Kazajistán, ese país feo con ganas (más feo que Badajoz, más feo que Almería capital), aburrido y cada día con más miedo porque, ¿qué será de él cuando falte su madre? Precisamente ella es la gran víctima de todo esto. Dedicada devotamente a su hijo, en un país donde no hay ningún organismo o escuela que ayude a Berik a convertirse en una persona independiente, la madre sólo quiere garantizar el futuro de su hijo para cuando ella no esté. De hecho, ella no sonríe en todo el reportaje. Sólo una vez, en una foto antigua cuando están en el mar, en Italia, cuando todavía tenían esperanzas de curar a Berik.

El documental "Hijos de la guerra atómica" fue un revulsivo para su caso. Un cirujano español contactó con RTVE y con Carlos Franganillo (qué gran apellido para una tira cómica de Ibáñez), el enviado especial en Rusia que hizo el reportaje. Movieron hilos y Berik y su madre volvieron a viajar, una vez más, esta vez a España, a someterse a otra operación. En su estancia en Madrid se grabó el documental "el alma de Berik", madre e hijo fueron a un espectáculo de flamenco y disfrutaron en la piscina, pero Berik se volvió a casa sin recuperar la visión. Eso sí, el cirujano le quitó un buen trozo de carne colgante y le hizo una cirugía reconstructiva espectacular, gracias a la que Berik puede, al menos, llevar gafas de sol y sentir que no llama la atención cada vez que sale a la calle.

Y vosotros, ¿habíais visto "El hombre elefante"?, ¿no?, ¿y a qué estáis esperando?