martes, 9 de septiembre de 2014

El hombre bajo el peluche

Hay gente que juzga a los demás por su signo del Zodiaco:
- Uy, Tauro, tú eres muy cabezota.
- Qué va.
- Que sí, ¿ves como eres cabezota?

Yo prefiero un método alternativo. Juzgo a la gente por su programa favorito de la TDT. Es más práctico que el método del zodiaco, básicamente porque no hay 12 programas dignos de ser el favorito de nadie en la TDT. Hay, y me estoy poniendo generosa, cinco:

- Guerra de cupcakes, donde unos flipados del Play Doh han llegado a la edad adulta y se dedican a hacer bizcochos gigantes y llenos de margarina y de azúcar con forma de la torre Eiffel.


- El vestido de tu boda (o "Me pido ese vestido" o "Novias de Beverly Hills", da igual). Donde una novia busca su vestido tal y como cuenta aquí, maravillosamente, Loque.

- Mil maneras de morir. Un hombre, metido en la cárcel, inicia una huelga de hambre. Adelgaza lo suficiente como para huir atravesando los barrotes. Cuando sale tiene tanta hambre que se pega un atracón y muere. No sólo no le da tiempo a disfrutar de la libertad, es que además su muerte ridícula queda inmortalizada y recreada en este programa.

- Extreme Makeover. Una persona fea, pero fea con premeditación y alevosía y acné y pelo graso y unos dientes que ni un adicto al crack, se somete a un montón de operaciones que le quitan todos sus defectos y también cualquier parecido con alguien de su familia.

- Mi extraña adicción. Un clásico contemporáneo que haría las delicia de David Foster Wallace. Gente adicta a aspirar lejía aroma a pino; a comerse el relleno de los cojines; a disfrazarse de bebé; o a recoger animales muertos en la carretera:



Recoger animales muertos de la carretera es, probablemente, uno de los peores trabajos que puedan existir. Ya hacerlo por gusto y de forma compulsiva es de estar mal de la azotea. Con razón se queja el muchacho del video (os lo cuento por si vosotros el inglés, como que no) de que no le duran las novias.

Pero hay trabajos todavía peores. Y conviene recordarlo en estos días donde todo el mundo está agradecido hasta el infinito cuando le sale un currillo de una semana a media jornada y mal pagado. Peor que recoger animales muertos es recoger desechos en baños portátiles. O limpiar escenas del crimen. Eso es algo en lo que reflexiono mientras veo CSI, con tanta sangre y tanto fluido por ahí desparramado: ¿esto quién lo limpia? Ahí veo la próxima serie de la franquicia: CSI limpiadores.

Contador de peces es otra labor apasionante como pocas. Consiste en sentarse en la orilla del río y contar los salmones que pasan para así tener un registro fiable de la cantidad existente del bicho en cuestión. Fascinante, ¿eh?

Ser recolector de esperma es otra actividad de ésas que hacen que se eche de menos la ociosa vida del parado. Es, además, algo bastante habitual en las granjas o en los criaderos de caballos. El trabajo consiste en estimular, manualmente, a los animales, para así conseguir su esperma y poder luego inoculárselo a la yegua o la vaca que interese al granjero.

Pero el trabajo que más pena me da es éste:

La soledad del peluche de fondo.

Bajo esos peluches gigantes que persiguen a los niños en Sol o en Retiro, hay seres humanos. Imagináos estar ahí abajo en agosto, en Madrid.

Pero el trabajo de ir disfrazado de Elmo, Bob Esponja o Dora Exploradora no sólo es un horror por el calor, las propinas ridículas o los niños que lloran. También es peligroso. Las zonas más turísticas, con más afluencia de gente, son las más deseadas y si alguien te quita el sitio se lía, de ahí la pelea entre Minnie Mouse y Dora Exploradora en Sol. Y puede que ésta entre Bob Esponja y Hello Kitty también se debiera a la misma razón:



En Nueva York el Monstruo de las Galletas empujó a un niño, Elmo insultó a los turistas y Super Mario manoseó a una señora. Y yo me pongo de parte de los peluches. A fin de cuentas, los hombres bajo el disfraz no son un dibujo animado. Tienen calor, les duelen los pies y les jode que tras 4 horas de trabajo unos padres con niños maleducados no quieran darles un triste euro de propina.

Y vosotros, ¿cuál creéis que es el peor trabajo que existe?, ¿hombre peluche en Sol o limpiador de escenas del crimen?

10 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Para mi lo peor es cualquier trabajo que tenga que ver con estar de cara al publico... Es que soy un poco asperger.

Blackmount dijo...

hay muchos trabajos malos. mesero en un restaurante donde la comida es horrible y los clientes se quejan y no puede hacer nada (pero se dequitan contigo). guarda de seguridad que tiene que pasar la noche entera con la vista fija en imagenes de moniotores en los que no se mueve nada ni pasa nada (pero si te quedas dormido te despiden). o los que se disfrazan de momias verdes para mover el cabello de una modelo y simular que ondea magicamente al viento en los comerciales de champu

Uno dijo...

Vendedor de alfombras en la playa (que los he visto) porque además de las incomodidades obvias tienes que lidiar con tu falta de cabeza.

Ese spin off CSI limpiadores vendría a ser lo que Aida a 7 vidas ¿no?

Uno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Charly Hell dijo...

Limpiador de pozos negros tampoco debe ser demasiado tentador.
Preferiría ser limpiador de escenas de crimen, no me impresiona mucho. Me lo pido antes que recolector de esperma.
También debe ser chungo ser profesor de dicción de Mariano Rajoy.

Esti dijo...

Calamarín, yo he sido dependienta, y sí, trabajar de cara al público es HORROROSO.

Blamount, qué grande el trabajo de momia verde. Fíjate que yo le veo su punto...

Uno, cualquier trabajo de vendedor ambulante me parece horrible, y ya si viene la policía y tienes que marcarte una huida por la arena de la playa que quema, ni te cuento.

Charly, me imagino a ese profesor de dicción con alumnos como Rajoy o el cantante de Los Planetas... Acaba desesperado, harto de no ver resultados pese a sus esfuerzos.

loquemeahorro dijo...

Muchas gracias guapa, te agradezco la mención.

Recoger animales muertos, horrible, horrible, pero el del esperma... creo que sí, que es ese.

Ah, hace años un compañero tuvo que ir a tomar unas muestras al incinerador de basuras de Valdemingómez. Aún recuerdo esto:

- Yo llego a casa, me quito toda la ropa, la echo a lavar, me ducho, me pongo ropa limpia.
Y sigo oliendo a MIERDA

Apúntate también ese.

loquemeahorro dijo...

Anexo: por lo que yo sé, la policía no limpia la escena del crimen, toma las muestras y allá te las apañes tú con la sangre, etc...

Según varias pelis (Cleaner, una de Amy Adams, "Tú asesina que nosotras limpiamos" o algo así), hay empresas especialistas en este tipo de limpiezas.

Reclutan a sus trabajadores entre los que van disfrazados de peluche por la calle.

Sorokin dijo...

Como oficio duro, el de veterinario especializado en curar hemorroides a los gorilas tampoco debe ser moco de pavo.

Juli Gan dijo...

Todos tienen su lado malo. Yo curro de cara al público y suelo ser muy maja (La gente me suele traer bombones, jaaaajaja). Pero, a veces, me entra un furor asesino con algún borde que casi no me controlo. Huy, el día que no lo haga.

Mola clasificar a la gente por el programa de la TDT. A mí me molan el "quién da más" y "la casa de empeños". De primero, por ver la basra que acumulan los yankees en sus almacenes. Me encanta que en el último recipiente roñoso encuentren siempre un cachivache que vale un huevo. Del otro, los repasos de "historia americana" ¿X? que dan al llevar a empeñar un sable del general Grant o el cojín de las hemorroides de Washington. Me parrrto con su reverncial cuidado de sus 200 años de historia.