lunes, 21 de abril de 2014

Reinas del melodrama. Hoy: Mia Farrow


Hay vidas que se asemejan más a un culebrón venezolano. Tienen más drama y más conflicto que "Santa Bárbara". Es el caso de la vida de Mia Farrow. Todo el mundo conoce la historia de su relación con Woody Allen y ese pedazo de punto de giro que fue el día en que Mia se enteró de que su pareja desde hacía diez años estaba enrollado con su hija adoptiva. Si no conocéis la historia, aquí los detalles.

Pero si Mia Farrow inaugura esta nueva sección dedicada a las grandes reinas del melodrama de nuestros tiempos es por algo más que un solo escándalo.

Con 19 años, cara de pajarillo asustado y ningún novio anterior, Mia Farrow conoce a Frank Sinatra, que entonces ya era una estrella, millonario, mujeriego, ex marido de Ava Gardner y a punto de cumplir los 50 años. Pese a que tenían menos en común que Kiko Rivera y Rostropovich, se casan. Ava Gardner, al enterarse, y antes de servirse su quinto whisky, dice que siempre supo que "Frankie acabaría con un muchachito":


Mia Farrow ya era una actriz que hacía televisión en aquellos días. Su matrimonio la lanza a las portadas que se rinden ante la chica tan frágil y a la vez tan cool. Era la época de Twiggy y Mia Farrow fue la Jennifer Lawrence de los 60. Sinatra quería que ella coprotagonizara su próxima película, pero a la estrella emergente le ofrecen protagonizar "La semilla del diablo". Mia, frágil pero no tonta, acepta la película de Polanski y eso sienta como un tiro a Sinatra. Amenaza con separarse de ella, Mia piensa que exagera. Pero no. En pleno rodaje de "La semilla del diablo", a Mia Farrow que ya tenía que vérselas con Roman Polanski, se enfrenta a firmar los papeles de su divorcio. Lo hace. Y Polanski usa el sufrimiento de Mia para dar más veracidad a su papel. La película se convierte en un clásico.

Cualquier otra persona con menos afición por el melodrama hubiera cortado de raíz la relación con Sinatra. No es el caso de Mia Farrow. Siguió viendo a Sinatra durante años, Mia incluso ha insinuado que el único hijo biológico que tuvo con Woody Allen, Ronan, podría ser en realidad hijo de Sinatra. Ronan, un cerebrito que fue a la universidad a los 11 años, ha esquivado la polémica con este comentario en twitter: "una cosa está clara, todos somos posibles hijos de Frank Sinatra".

Ronan Farrow es calcado a su madre. Podría tener un aire a Sinatra. A quien no se parece ni por el forro es a Woody Allen.

Después de Sinatra, la angelical Mia protagoniza otro escándalo. Empieza una relación con el músico André Previn, casado. Él se divorcia, se casan y, juntos, empieza a adoptar niños compulsivamente. Después de su matrimonio de ocho años con Previn vendría la relación con Woody Allen y el drama de Soon-Yi. Pero mi momento melodramático preferido en la agitada vida de Farrow no es ése en que descubre las fotos de la hija adoptada medio desnuda. Ni cuando sigue adoptando niños de colores distintos. Ni cuando acusa a Woody Allen de abusar de otra de sus hijas. Mi drama favorito es éste:

Después de sobrevivir a la polio y a la muerte de uno de sus 6 hermanos, Mia sufre más que Jeanette Rodríguez en toda su filmografía de telenovelas. Una noche de 1962, está sola en su casa de Nueva York cuando escucha el teléfono. Presiente que es su padre quien llama y decide no contestar. Así evita inventar excusas que justifiquen la ausencia de su madre. Su progenitora, que encarnó a Jane en las cintas de Tarzán de los años 30, había salido con un director. Mia, que entonces tenía 16 años, intuía que una actriz "saliendo" con un director podían ser muchas cosas. Así, Mia se pasó horas escuchando como sonaba el teléfono. Al día siguiente, se enteró que su padre había muerto la noche anterior con el teléfono en la mano.

Está claro que a Mia Farrow la tragedia la persigue desde que era una cría.

Y vosotros, ¿tenéis alguna reina del melodrama de la que queráis que hablemos por aquí?

"La leonera" ha ganado su primer premio, en el certamen Café Kino, en Madrid. El corto se proyectará allí durante todo el mes de mayo, antes de las películas que se programan.

9 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Enhorabuena!!

A mí, en ese estilo, me gusta mucho Elizabeth Taylor, la verdad.

Oye ¿seguro que eran 10 años los que estuvo con la hija? ¿no tenía ella 22? Dime que te has equivocado con los números y no que ella tenía 12.

LaCarola dijo...

Creo que en este caso la palabra melodrama no está a la altura de las circunsatancias. Habría que hablar quizás de maremoto de desgracias extremas ¿no? Propongo para esta sección a Catherine Denueve que también las pasó canallas aunque nunca lo demostró ya que ella nunca expresó de más...

Esti dijo...

Tomo nota de Elizabeth y Catherine Deneuve. Investigaré.

Loque, ¿quién tenía 22?, ¿quién estuvo 10 años con qué hija? Es que en este culebrón hay mucho personaje y, como dirían Martes y Trece, "yo sé que tú me hablas, pero no te entiendo".

Calamarin dijo...

Me quedo muerto con lo del padre y el teléfono... A mi nunca me ha caído bien Mía, siempre me ha parecido una loca esquizofrénica. Por cierto el hijo ese tan mono no puede ser de Woody... Que loca está la genética en algunos casos.

Uno dijo...

Para drama, la vida de Patricia Neal. Para empezar debuta en el cine con una peli con Ronald Reagan. Logra sobrevivir.
Tiene un aborto de una relación con John Wayne.
Un hijo suyo resulta gravemente herido en un accidente.
Una hija suya muere de meningitis siendo una niña.
Sufre varios infartos cerebrales que durante algun tiempo la incapacitan para andar y hablar mientras esta embarazada, aunque consigue dar a luz sin problemas.

La verdad es que era muy guapa y una excelente actriz pero siempre se la ve tristísima.

loquemeahorro dijo...

Ah, su pareja desde hacía 10 años, descubrió que ...

y no "descubrió que la engañaba desde hacía 10 años con su hija"
que es lo que yo había leído.

Patricia Neal también tuvo un aborto cuando estaba con Gary Cooper, y cuando él la dejó, tuvo una depresión clínica.

Esti dijo...

Si yo hubiese estado con Gary Cooper y luego dejo de estar con él, también me da una depresión clínica.

Sorokin dijo...

Uy, pobrecita Mia, tan poquita cosa, con esa pintilla de no comer más que una hojita de lechuga y un yogur descafeinado a la hora del lunch. Pues no, no me da pena. A mí, la que me da pena es Ava Gardner, teniendo por imperativo fisiológico que trajinarse tantos y tantos elementos desagradables. Y teniendo que renunciar a algunos verdaderamente interesantes, como el Fary, que ya contó una vez que lo de su rollo con la Ava era un bulo.

Claudia Hernández dijo...

Ah, doy la bienvenida a esta nueva serie. La verdad es que Mia se las trae. Lo de Previn, hay que decir que ella era amiga del matrimonio, es decir, que hay alevosía… Qué grande Ava con su comentario, es la más grande. (Por cierto uno de los hermanos de Mia sí fue encarcelado por pederastia).

En fin, creo que la vida de Romy Schneider es un verdadero culebrón, pero me inspira verdadera pena, no como el de mía, que uno se puede echar una risas.
Saludos