martes, 29 de enero de 2013

Verdades como templos


Todos tenemos un amigo normal. Hasta los guionistas, que como gremio tendemos a juntarnos con gente de nuestra especie: tipos peculiares con afición por las gafas de pasta, las camisetas graciosas...
 ...y el cine en versión original. Pero hasta la gentuza como nosotros tenemos un amigo normal.

¿Cómo es el amigo normal? Es ése que dejó la casa de sus padres a los treinta y algo, que sale por Huertas, le gustan el fútbol, los coches y la playa, lee poco aunque le gustó mucho "La catedral del mar" y no ha ido nunca al teatro más que aquella vez en COU en la excursión a Almagro con el profesor de literatura. Es ése que, en un bar de Huertas, mientras suenan Cali y el Dandee de fondo y él sujeta una copa de ron con coca cola te confiesa que ya no va al cine porque es muy caro. Es entonces cuando le haces notar que la entrada de cine vale exactamente lo mismo que su copa.

Pero no culpemos al amigo normal por preferir salir de farra a ir al cine. Tiene sus motivos. Un ron con coca cola siempre te ofrece lo que promete, pero una película no siempre está a la altura de lo que esperábamos. Si habéis visto "The master" sabéis a qué me refiero. Y no es que al amigo normal no le guste el cine, lo que pasa es que le gusta un poco más chuzarse. Es más, él sigue viendo cine, lo que no quiere es pagar por él, ¿por qué? Como decían en "Asesinato en 8 mm" (eso sí, refiriéndose a los motivos por los que grabar una película snuff): Porque podían.

Si los rones con coca cola pudieran descargarse vía torrent seguro que las discotecas empezaban a cerrar a pares, tal y como están cerrando los cines.

Así que yo entiendo que los amigos normales prefieran gastarse su dinero en rones con cola o incluso en ginebras premium. Lo que no entiendo es esa manía generalizada de la gente normal hacia el cine español, basada en supuestas grandes verdades sobre el cine que se hace aquí y que luego no son tales, pero se repiten tantas veces que acaban por considerarse ciertas como, por ejemplo:

Esa peli no parecía española. Es lo que dice nuestro amigo el normal después de ver "Lo imposible" o "Los otros". La etiqueta de "película española" siempre tiene un significado peyorativo, una pátina de horterada, de cutrez o de lugar manido o de todo a la vez. La "españolada" de antes, que se refería a las películas de Landa y Esteso y Pajares, ahora se refiere a las revisitaciones de la Guerra Civil o a los dramas cotidianos biográficos que duran dos semanas en cartel. Ahora bien, ¿es todo culpa de las películas en sí o es algo que también está en los ojos del que lo ve? Porque ese mismo amigo normal luego se ríe con "La que se avecina", está enganchado a "Amar en tiempos revueltos" y ha visto "Hospital Central", pero no Urgencias.

Los del cine son todos rojos. En el imaginario colectivo, el cineasta típico es como una esfinge. Si las esfinges eran cabeza de mujer, cuerpo de león y cola de serpiente, el cineasta típico tendría la capacidad de estar en todas las manifestaciones de Pilar Bardem...


...el arte para meterse en líos de Guillermo Toledo y las amistades en las altas esferas de Ana Belén. Así se mezclan, a lo loco, tres personas que lo único que tienen en común es que son actores y se consideran de izquierdas, aunque seguro que cada uno vota a un partido distinto, y seguro que alguno de ellos ni vota. Es verdad que el mundo del cine, de siempre, ha tendido a ser de izquierdas. Pero eso no es de ahora. Es más, ni siquiera es típico sólo de aquí. Basta ver la lista kilométrica de actores que han apoyado a Obama en las elecciones americanas.
 
Los del cine son unos titiriteros. Debería ser un cumplido porque, a fin de cuentas, alguien tan lleno de talento como Jim Henson era un titiritero. Pero no van por ahí los tiros. Titiritero es una versión actualizada de aquel "vagos y maleantes" que suena demasiado franquista. Pero no nos engañemos, precisamente quienes usan esta palabra a modo de insulto lo hacen por motivos políticos. Porque el "No a la guerra" y la campaña de la ceja de Zapatero estaban llenitas de cineastas españoles. Por eso. No porque el cine español reciba subvenciones (que también las recibe la danza), no porque sea poco rentable (todo el cine europeo está subvencionado y tampoco es rentable), no porque las películas españolas tengan menos éxito que las americanas (aunque más que las de cualquier otra nacionalidad, y eso que aquí se doblan, no como en casi todo el resto del mundo). El motivo es pura revancha política. Y así, la parte más derecha de la derecha nunca conseguirá el apoyo del mundo del cine.

La necesidad agudiza el ingenio
La censura agudiza el ingenio
La escasez agudiza el ingenio
Si es que no hay como la penuria para crear. Por eso, y como todo el mundo sabe, los países del tercer mundo producen muchísimo cine, y de gran calidad. Qué tontería. Lo que agudiza el ingenio es un cheque a fin de mes. Si a nadie se le pasa por la mente que los hosteleros tengan que trabajar gratis para ser más competitivos, ¿por qué los cineastas sí? Hacer películas de presupuesto cero no es ninguna alternativa a nada. Es más, es un timo. El trabajo de la gente vale dinero, tan simple como eso.

El cine está subvencionado.
A esta afirmación no puedo ponerle ningún pero. Porque en España, como todo el mundo sabe, no se subvenciona casi nada. No te subvencionan si quieres cambiar tu coche viejo por uno nuevo, ni si quieres cambiar la caldera o las ventanas de tu casa, ni si eres menor de 30 años y quieres abrir una empresa. Por algún extraño motivo, se mira con suspicacia al cineasta que recibe subvenciones, pero no al empresario/joven emprendedor/señor normal que quiere comprarse un coche, y que también recibe ayudas del Estado. Por algún extraño motivo, se entiende que las subvenciones consisten en un maletín lleno de billetes que un productor se lleva a su casa para comprarse un coche y, con lo que sobre, hacer una película que se estrene directamente en video:

Por supuesto que hay productores que hacen eso. Cómo no los va a haber, si hay hasta presidentes de la Patronal que son corruptos, pero no por eso consideramos a todos los empresarios unos aprovechados.

Y no se me ocurren más supuestas verdades como templos, pero que no lo son, relacionadas con el cine ¿A vosotros se os ocurre alguna más?

Hablando de cine español, el próximo día 5 de febrero, en La Escalera de Jacob, "Lo último que hago para el Notodo" se proyecta a las 20.00h de la tarde. Entrada barata-barata en Atrápalo. ¡Venirsen todos!

6 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Yo también he conocido a mucha "gente normal", sobre todo en el trabajo. Y amigos... también he tenido unos cuantos.

Generalmente se les reconocía cuando decían que no veían cine en V.O. porque "no veo las letras" o "no hablo inglés/francés/loquesea" ¿?

Y que después se han tragado La Pasión de Mel Gibson en arameo y latín (que se ve que sí lo hablaban en la intimidad).

Y por cierto, ahora se bajan series subtituladas y ven perfectamente "las letras" en una tele/pc que antes no veían en una pantalla enorme.

Ganchitos dijo...

Ay, Kibris, dicen por ahí que es la peor película española de todos los tiempos. Peor incluso que "Supernova", la primera y última película de Marta Sánchez.

Esti dijo...

Loque, yo no debo ser muy normal, que no he visto la peli de Gibson en arameo, es más, ni siquiera he visto "Braveheart".
Ganchitos, un día de estos organizaré una proyección (llámalo proyección, llámalo peli descargada enchufada a la tele) de películas tan malas que son buenas: Kibris, Supernova, el caballero del dragón...

loquemeahorro dijo...

Y Piratas con Pilar Rubio??

O "eso" era una serie?

Claudia Hernández dijo...

Jaja, Esti, hay un festival (¿o ya se lo han cargado?) en Gijón que se llama Peor Imposible que cumple esa máxima de "son tan malas" que se convierten en al menos una peli para no perdérselas-
Tampoco he visto Braveheart, y si no la vi en su tiempo dudo que la vea ahora…
¿De verdad es tan mala The Master? Ahg, quisiera estar en desacuerdo contigo, aún no ha llegado acá, pero ahora iré con ojo avisor.
Saludos

Esti dijo...

Loque, "Piratas" era una serie,sí, y Pilar Rubio es peor actriz que Marta Sánchez, sí.
Claudia, "The master" es larga y se hace larga y, para mí, que en el fondo no habla de nada. Ojalá sigan haciendo ese festival de Gijón, me parece un planazo de fin de semana irse a Asturias a comer fabada y pastel de cabracho y luego a ver pelis horrorosas.