sábado, 3 de noviembre de 2012

El clan de los gordos, "the wire" en la Cañada Real.


El otro día (ese espacio de tiempo que puede ser antes de ayer o hace tres años) publiqué un post sobre Breaking Bad que, en realidad, de lo que hablaba era del caso de la reina de la droga española, Ana María Cameno.

Pues, amigos, ahora ya es oficial: estoy enganchada a la crónica policial.  Y si el caso de la reina de la cocaína, la que quería montar el mayor laboratorio de la droga en un pueblo de nombre entrañable (Villanueva de Perales) me tenía fascinada, ahora he descubierto otra musa en el mundo del hampa. Y pedazo musa, porque es todo un clan que vale su peso en oro. Y nunca mejor dicho. 



La historia del clan de los gordos merece ser contada. Y no en forma de best seller de tapas blandas y portada hortera. En forma de serie de culto. Aquí hay material para un "The wire" patrio, y contamos con todos los elementos necesarios: 

Un lugar, si en "The wire" era Baltimore y las barriadas donde se pasa droga, aquí tenemos la Cañada Real. 

Una estética propia: gorras, camisetas XL, ropa deportiva, zapatillas y estilo hip hop para los negrazos de Baltimore. En la Cañada lo que se estila es vestir de blanco, las cadenas de oro y todo lo que brille así, en general.

Un vocabulario propio, si en "The wire" no podías hacer eso de verte un capítulo sin subtítulos ni nada, por eso de mejorar el listening, porque parecía que hablaban en otro idioma que no era el inglés, algo parecido pasa dentro del clan de los Gordos, con su propio lenguaje: 
Machaca, encargado de vigilar las entradas a la zona donde se vende droga a cambio de una dosis gratis. Dan el agua si ven peligro.
Dar el agua, dar el aviso. Las contraseñas que usaban era: Popeye, si venía la policía y Olivia, si pasaba el peligro.  
Kundas, coches particulares que hacen la ruta del centro de Madrid a la Cañada, muchas veces el conductor es un churdero que hace la ruta a cambio de droga. 
Churdero, adicto. 
Estupas, los policías de estupefacientes. 
Polvo/Coca/Farlopa/Farla/Nieve/perico/colombiana/yeyo/milonga..., cocaína.
Caballo/sugar/chute/papelina/dama blanca/Brown Sugar/Jaco/Potro/White Lady/Reina, heroína.

Como en todo negocio serio, los gordos tenían su lista de precios a la vista de sus clientes.

Y, por supuesto, tenemos a los grandes protagonistas de la trama que no pueden faltar en ninguna historia mafiosa que se precie, a saber:

Una familia unida. Porque, como todos los que hemos visto la trilogía del Padrino bien sabemos, la familia criminal que delinque unida permanece unida. Juan José y Adela son el matrimonio núcleo del clan de los gordos. Muy familiares, tanto que les incautaron un colgante con el cordón umbilical de uno de sus hijos bañado en oro. El padre de ella, Antonio Motos, es el padrino de esta historia, quien inició el negocio de la venta de droga allá por los 80.

El heredero, "el bola", el único que no ha sido apresado por la policía en ninguna de todas las redadas hechas en los búnkeres del clan. Es uno de los ocho hijos de Juan José y Adela, y protagonista de casi todos los videos de bodas del clan colgados en youtube. El que estaba destinado a heredar el imperio. Y, además, el único que no estaba gordo de todo el clan de los gordos.

El abogado, Carlos Tejeda, ha dicho que sus clientes son inocentes de todos los delitos y que
"son unos luchadores contra una sociedad opresiva”. Convencido de que todo el dinero amasado por el clan de los gordos se debe a la venta ambulante:


Qué artística esta incautación. Los billetes tan bien colocados, ordenados por colores, con los símbolos de la policía nacional de fondo y ese bastón gitano en medio, ¿nunca os habéis preguntado quién se encarga de organizar estos "bodegones"?

En "Vaya semanita" sí se lo preguntaron:




Pero lo que me enamora del clan de los gordos, lo que los convierte en todo un filón audiovisual, es cómo se lo montan cuando quieren irse de fiesta. Cumpleaños, bodas, bautizos... da igual, ahí invitan a todo el barrio y a artistas de nivel como a Canelita o el Farru. ¿Os gustaría verlo? No hay problema, si hay videos a cascoporro en youtube. Con ustedes, Ángel y Carol en su boda:




Pero si os habéis quedado con ganas de más estilismos imposibles sólo hay que teclear "clan de los gordos" en youtube y listo, a documentarse para crear la serie que se convertirá en la versión cañí de "The wire". Y si queréis más datos sobre cómo crear un imperio del menudeo de droga, eso sí, con música grandilocuente de fondo, echad un vistazo al reportaje que dedicaron al clan de los gordos en Equipo de investigación.

Y vosotros, ¿también estáis enganchados a la crónica negra patria?

6 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Que buena "the wire". Lo malo es que en la version española saldrian actores cachas. El clan de los gordos estaria formado por Rodolfo Sancho, Miguel Angel Silvestre y Maxi Iglesias.

Claudia Hernández dijo...

La verdad es que es una serie que has creado en tu blog interesantísima.
Acá donde vivo ocurren esas cosas pero en menor medida. Drogas, drogas, imperios en menor medida. Pero estaré atenta.
Comos siemrpe me courre en Alemania, el vídeo de Youtube no me lo deja ver ¿quién coj… tendrá los derechos?
Saludos

Esti dijo...

Anónimo, yo cambio a Maxi Iglesias por Aitor Luna, que el otro día lo vi por la calle y madremíadelamorhermoso.

Claudia, no sé porqué no se ve el video. Aquí no hay problemas, es más, empiezas a poner "el clan de los" en el buscador de youtube y te sugiere enseguida "gordos boda" o "gordos fiesta".

Amiga R. dijo...

Soy muy fan del momento en que la invitada de naranja se sienta a la mesa presidencial con su bolsa de plástico llena a reventar (a saber de qué), le hace el nudo bien hecho y la mete debajo del mantel. Yo, a la próxima boda que vaya, pienso llevar pamela y bolsa de plástico. Asín te lo digo...

Esti dijo...

Erre, la bolsa de plástico es un clásico. Te explico la mecánica (cuánta aliteración), le dices a la camarera que tienes una Marilyn (que es como las señoras llaman a sus perritas) y que te dé las sobras, te las guardas en la bolsa de plástico y a comer gratis toda la semana. Mi abuela usó la táctica en unas 15 bodas.