martes, 2 de octubre de 2012

Desidia, su lechuguita



Yo compro en el Dia.
Sí, ya sé que lo cool es ir al Mercadona, comprar productos Hacendado y las cremas del Deliplus. O, si ya eres el colmo de lo cool, ir al mercado. O, todavía mejor, ser de una cooperativa de cultivo ecológico.
Pues yo no.
Yo compro en el Dia. Me pilla al lado de casa, es barato, hay lo que buscas, y a veces, menos cosas aún, y eso, a los de naturaleza golosa, nos viene muy bien. Y ya no da grima, como sigue dando el Lidl, porque han quitado las cajas de cartón de los pasillos y las cajeras se tiñen las raíces.
Pero a veces encuentras cosas que no esperas en esos mismos pasillos. El otro día (ese concepto que puede significar tanto ayer como hace 3 años) vi a dos personas hablando de la prima de riesgo, en la esquina entre congelados y la sección de pasta y arroces.
Hasta ahí ha llegado la crisis económica. A que ahora cualquiera discute sobre términos tan de MBA en económicas como la prima de riesgo, los fondos de riesgo, la especulación, el rescate bancario... como si fuera un experto.

Se habla mucho de la crisis. Demasiado. Y también se hacen asambleas, manifestaciones, caceroladas. Pero pocas veces se resuelve una pregunta que a mí me han hecho un par de veces: ¿todo esto sirve para algo?

Porque si hay manifestaciones siempre se puede decir que los que acuden son una minoría.
Porque los políticos en el poder no quieren (o pueden, o saben cómo) cambiar las cosas, pero tampoco renunciar a su poder.
Porque los políticos que antes estaban en el poder tampoco quisieron (o pudieron, o supieron cómo) cambiar las cosas.

Entonces... ¿qué? Porque eso de que a la revolución, que hay que liarla, que hay que hacerse escuchar y cambiar el sistema suena taaaan a okupa adolescente con rastas en el pelo. No suena serio.
La mejor opción, entonces, es quedarse en casa. Sentadita en el sofá, viendo "La voz" o "Tu cara me suena" y cambiando de canal cuando lleguen las noticias. Y luego, en el bar, con los amigos, ya nos cagamos en todo, nos desahogamos y listo.

La desidia es, al final, lo que nos separa de la acción, de dar un golpe en la mesa y forzar que ocurran las cosas que deberían pasar. No vamos a las manifestaciones que deberíamos ir, no somos voluntarios donde deberíamos serlo por los mismos motivos que el señor del anuncio de Linea Directa:

Y al final no vamos a ninguna manifestación porque qué pereza, porque uy qué calor hace, buf, que habrá mucha gente y me agobio, además, seguro que hay batucadas, que las detesto, ¿y si hay follón?, ¿y si me pega un antidisturbio? Y qué decir de las asambleas, que duran tres horas y hay que sentarse en el suelo, y qué coñazo ese momento sugerencias donde siempre hay alguna chica con camiseta de tirantes y sin sujetador que quiere organizar un día de cantautores.

El 15M tiene muchas cosas que cambiar. No es consciente del daño que hacen a su imagen los cantautores. Es como organizar sesiones de la tuna o de mimos, no atraen a nadie, más bien repelen. Meterá la pata y pecará de ingenuo, de aburrido, de lento... pero, al menos, lo intenta. Y en sus concentraciones se ven desde un tirado con una camiseta de Sociedad Alkohólika y los dientes amarillos que intenta ligar contigo, hasta amas de casa interesadas en saber qué día y a qué hora son las asambleas de su barrio, porque ella internet no lo usa.

Puede que el 25 S, el 29S, el 16J, el 15M... sólo sirvan para agotar el número de combinaciones de letras y números y, de paso, también a la gente. Puede que la táctica gubernamental consista en eso precisamente, en esperar a que la gente se canse. Y puede que hasta les funcione. Pero salir a la calle siempre será mejor que quedarse en casa viendo la tele.

A no ser, claro, que emitan "Quién quiere casarse con mi hijo".

Pero el 13 de octubre es sábado, y hay un cacerolada mundial para reclamar el no pago de la deuda. Porque si la marca España es tan importante y somos como una empresa, entonces, declarémonos en suspensión de pagos. Ellos se explican mejor, y en castellano, aquí.

Y vosotros, ¿os puede la desidia o sois gentes de acción?


4 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Qué gran verdad lo de los cantautores, en serio lo digo.

Yo firmo un montón de cosas. ¿Utilidad? difusa, por no decir otra cosa, pero ahí sigo hija, firmando.

Amiga R. dijo...

Yo firmar, tambien firmo, maris. Lo de las manifestaciones es que me pillan todas lejos (es lo qeu tiene vivir en Culomundo). Y lo de la cacerolada igual si que me uno, pero vamos, solo me va a escuchar mi único vecino. Intentaré convencerle de que la hagamos los dos, si eso...

Claudia Hernández dijo...

Sin duda: la acción; es imposible quedarse en casa con la que está cayendo, hay que salir siempre a demostrarle a los políticos que no estamos contentos. Lo peor, es que el gobierno español parece que preparar una ley para criminalizar las protestas, eso da más miedo aún.

Os dejo un link de Avazz al respecto:

http://www.avaaz.org/es/protestar_no_es_criminal_10/?bBWEhab&v=18330

Saludos

laesti dijo...

Loque, los cantautores son los nuevos mimos. Ahí lo dejo.
R., no me seas vaga, baja a la plaza del pueblo a la cacerolada, y luego os vais a tomar algo al Pegasón.
Claudia, ¡tomo nota del enlace!