jueves, 26 de enero de 2012

Famosas que venden su casa en Idealista

Porque los famosos también tienen hipoteca. Mira, “Los famosos también tienen hipoteca” podría ser el título actualizado de “los ricos también lloran”, el culebrón mexicano que tiene el dudoso honor de ser el primero de su género que se emitió en la televisión española.

De los autores de “¿Quién vive ahí?”, “Supercasas”, “¿Se puede?” y “Callejeros especial calle Serrano” llega un nuevo microespacio que une los típicos casoplones que salen en las páginas iniciales del “Hola” con el servicio inmobiliario de “Idealista” y un toque de “Cine de barrio”. La que inició la moda fue una mujer acostumbrada a ser pionera, una adelantada a su época, moderna e independiente, que se divorció cuando nadie se divorciaba, y luego se ha dedicado a casarse, divorciarse, viajar y vender exclusivas al Hola. Lo dicho, moderna e independiente. Aquí, Carmen Martínez Bordiú, vendiendo una casa de piedra en medio de la naturaleza, llena de porches para desayunar, pasar el rato o posar para el “Lecturas”.


Una preciosidad de casa si no fuera porque la nietísima la ha decorado con un sofá y unos reposapiés con estampado de vaca y lámparas de colorines. Porque ella ha vivido 20 años en París, y eso, quieras que no, te da una sofisticación, que se nota en que llama “restorán” a los restaurantes y en los leggins con puntilla que luce en el video.

A Carmencita la siguió Sara Montiel, a quien tengo el honor de haberle vendido, cuando trabajaba en una tienda de Goya, unos pendientes de bisuta más grandes que la fila de gente que espera para comprar lotería en Doña Manolita. Pagó con la visa oro que llevaba su marido de entonces, el cubano Tony, en una carterita de mano.


Ángela ya contó en su blog cómo era la casa de la Montiel, y no me voy a repetir, resumámoslo en que es el resultado de Norma Desmond con síndrome de Diógenes.

Y, por último, el recientemente publicado, y mi preferido: María José Cantudo, que vende su casa de Serrano. Por comparación, su video es el más normal de las tres, hasta que aparece Carlota, la perrita de la Cantudo, interrumpe la entrevista y María José le suelta eso de “qué va a pensar de ti la gente, que tú eres una señorita de Serrano educada en los mejores colegios, aquí al lado”.

Supermomento señorita de Serrano en el minuto 03:55.

Ya me caía bien la Cantudo desde aquel mítico “instituto mongol” de Martes y Trece, pero ahora me declaro fan. De ella, y de Carlota, of course.

Y vosotros/as, ¿compraríais, si os lo pudierais permitir, alguna de estas casas?, ¿decoración incluida?, ¿deberíamos abrir una página en facebook a Carlota?, ¿la Bordiú no os da más grima que arañar una superficie de pizarra?

Por supuesto, os recuerdo que aún hay tiempo, hasta el día 31, para visionar, recomendar, enlazar, criticar y hasta poner a caldo "Lo último que hago para el Notodo" y lo mismo os digo del corto aspirante en la categoría "triple destilación", "Resuélvelo", de una tal Ángela Armero, guionista, rival del Notodo, y sin embargo amiga.

lunes, 16 de enero de 2012

La moda me está volviendo tonta (editado con ÚLTIMA HORA)

Es así, es un hecho. Todo comenzó como un descubrimiento de páginas extranjeras donde comprar online ropa monísima, primero compré, luego me enganché a las páginas (a ésta, y a ésta sobre todo) y las visitaba sólo para mirar. Luego llegaron las páginas con información sobre mercadillos, después las páginas de moda… y he acabado diciendo cosas como ésta con total naturalidad:
- Uy ese jersey con copos de nieve, es muy “apres ski”
- Eso no es azul marino, ni azul noche, ni cobalto, ni azul eléctrico, es azul klein.
- A mí la tendencia del estampado de estrellas como que no me convence, ¿sabes?
Y claro, es imposible decir nada de esto sin un acento a lo Rick Costa y/o sintiéndote boba.
Pero hoy todo eso da igual porque… ¡ayer fueron los globos de oro! Y gracias al enganche por las páginas de moda ya puedo comentar lo que de verdad mola de las entregas de premios, ¡los modelacos!
No son de cera, son los Brangelina, tan perfectos que a veces dan miedo.
Este año, las habituales han ido tan ideales como siempre: Angelina, Kate Winslet, Milla Kunis… Aunque Charlize Theron se ha pasado con la lazada y las capas en el vestido, que aquello parecía obra de Frank Gehry en vez de ser de Dior, pero es tan guapa y tiene tanta clase, que se lo perdono. Natalie Portman, sin embargo, también es un bellezón, pero tiende a ser más cursi que un dueto entre Álex Ubago y Pablo Alborán. Si tienes cara de niña buena, no te pongas un moño y un vestido rosa fucsia porque pareces un caramelo.
Se dice que para ser bella hay que sufrir, y este año las famosas se lo han tomado al pie de la letra. Que los globos de oro se celebren a las tantas de la mañana de aquí hace que nunca pueda comprobar si las actrices andan, ya que siempre veo la alfombra roja en fotos. Porque, vamos a ver, ¿es posible moverse con modelitos así?
Por favor, si alguien ha visto la ceremonia en directo que me diga si estas actrices andaban o si las llevaban sus asistentes en plan la sillita de la reina hasta su asiento.
Muy en su estilo tía chunga meets emo sufrida, iba Rooney Mara. Un caso de cómo convertir a una actriz muy mona y con cara de ángel en una tía chunga con aire de emo sufrida para que cope portadas y, de paso, haga promoción de su película y oyes, si cae un contrato con Lancome por el camino, mejor que mejor. Pero en trendencias lo explicaron mucho mejor.
¿Y quién iba la más mona de las monas?, ¿quién provocaba ganas de robarle el vestido, el bolso, los zapatos, el cinturón y hasta el tinte de pelo? Pues ella, Emma Stone:

Last, but not least (que es una forma más eficaz y sucinta de decir: por último y no por ello menos importante), las menos de lo menos, las menos elegantes. Directa desde los 90, y con un modelo que imposibilitaba totalmente el ir al baño a hacer pipí y ni digamos ya hacer lo otro: Sarah Michelle Gellar, vamos, Buffy cazavampiros.
Mata vampiros con este modelito, si es que puedes, reina.
Lea Michele, la protagonista de “Glee”, llevaba un vestido de la tendencia Norma Duval en su época parisina, perfecto para actuar en Las Vegas o en el Molino.
agradecida y emocionada solamente puedo decir gracias por venir…
Por supuesto, en esta lista también estarían las habituales: Kelly Osbourne (familia de Ozzy, no de Bertín, la de azul en la foto de grupo de actrices con trajes de corte sirena) o Tilda Swinton. Es más, seguro que invitan a Kelly Osbourne para que haga efecto contraste, que las actrices buenorras aparte de buenorras, también son actrices e inseguras, y ven a Kelly en la alfombra roja y se les sube la autoestima.
Pero la que se lleva el gato al agua es Michelle Williams, con un vestido que no aparece en el catálogo de fiesta de Blanco o Bershka sólo porque es demasiado largo. Para rematar su “outfit” (¿no os he dicho que me estoy volviendo boba con tanta moda?) una diadema de niña buena que me recuerda a Joaquín Reyes imitando a Bjork y diciendo “a veces soy una niña buena, a veces soy una niña mala”.

Y quiero acabar este post resolviendo un misterio que me ha obsesionado durante montones y montones de entregas de premios: ¿por qué invitan a Heidi Klum? Bien, amigos, la invitan las casas de joyas, para que exhiba sus piedrolos. Y ella hace un esfuerzo y busca canguros para sus chorrocientos churumbeles porque cuando toca exhibir una joya así, chica, te tienes que sacrificar. Observad qué belleza de collar:

Todas a una: “ohhhhhhhhhhhhh”.
Y vosotras, también vosotros, ¿a quién consideráis la más elegante?, ¿vosotros también creéis merecidísimos los premios a "Una separación" y a "The artist"?, ¿también echasteis de menos nominaciones para "Breaking Bad" y "The killing"?, ¿qué famosa creéis que llevaba un orinal debajo de su vestido corte sirena para poder hacer pipí durante la ceremonia?
(introducir aquí efecto de sonido de telegrama) Última hora, última horaaa. Desde hoy se puede ver, y por tanto también enlazar, recomendar, criticar, difundir... "Lo último que hago para el Notodo", el corto de cuyas desgracias ya os hablé en otro post. Y, last, but not least, me he olvidado de incluir en la lista de más elegantes de los globos de oro a ÉL. Vale, sí, iba con un traje que medio brillaba, muy al estilo mafia rusa, pero da igual porque es tan hermoso y tienes unos ojos azulverde que se lo perdono todo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Esencia del 2011

Van pasando los años y una recuerda con nostalgia lo eternas que eran los primeras semanas de septiembre, cómo se alargaban y estiraban esos días de tortura donde tocaba comprar los libros, forrarlos y ver con angustia los anuncios del Corte Inglés de vuelta al cole.
Dijo un sabio, de ésos a los que entrevista Punset, que tendemos a pensar que el tiempo pasa más deprisa conforme cumplimos años porque nuestra memoria saborea y retiene las primeras veces que hacemos algo, suele relegar las segundas y olvidar del todo de las terceras para arriba. Así que cuando os dé un ataque de angustia vital absurda del tipo:
- Oh, dios mío, no sé qué comí ayer, ¿me estará dando un Alzheimer precoz como a Michael J. Fox?
- Ése tenía Parkinson.
- Yo digo lo otro. El del chiste ése de ¿cómo se llama ese alemán que nos vuelve locas?
- Alzheimer.
- Pues lo que decía yo.
Si os pasa algo así, no os preocupéis. Es normal olvidar las tonterías y las actividades rutinarias. La memoria hace limpia de disco duro para que el cerebro no se cuelgue. Pero pasan los años, vamos teniendo cada vez más rutinas y menos primeras veces y el tiempo parece que pasa volando, los años se confunden en nuestra cabeza como los calcetines en el tambor de la lavadora. ¿Cómo recordar algo, fijarlo y distinguirlo?
Desde este vuestro blog me propongo, a partir de ahora, a buscar la esencia de cada año que pase. Ahora que es enero del 2012 podemos saber qué es lo que ha hecho al 2011 especial. Así al echar la vista atrás y, de la misma forma que sabemos perfectamente que el 92 fue el año de las Olimpiadas, la Expo, Sensación de vivir y las mamá Chicho, y por tanto la época del instituto, ahora sabremos qué era el 2011 y qué andábamos haciendo.
Muchos diréis:
- ¿2011? El año de la crisis
Y yo digo:
- ¿Otra vez? Qué deja vu.
Hay que pensar en algo propio e inconfundible del 2011. Por ejemplo, una moda chorra. Como ésta:

Los cupcakes nos han invadido. Las panaderías de Madrid se han llenado de secciones con cupcakes, que no magdalenas (eso es muy siglo XX), ni muffins (muy 2010). La moda ha llegado al punto de la imitación, jabones con forma de cupcake, brillo de labios en cajitas que simulaban ser cupcakes, o hasta bragas envueltas en forma de cupcake.

La banda sonora del 2011 también ha sido peculiar. Podría decirse que ha sido el año de David Guetta, el dj ése que ha encontrado la llave del éxito repitiendo los mismos ritmos una y otra vez, pero haciendo que los canten artistas distintos. Lo malo no es que ya estuviera sonando en el 2010, no. Lo malo es que un listillo le ha copiado la fórmula añadiéndole un par de frases en español sabrosón del tipo de "mira que estás rica", "mira que estás dura" y ala, a hincharse a hacer duetos y videoclips con buenorras en bikini:

Pero no se vayan amigos, que aún hay más. Les ha salido una versión patria, una mezcla entre Pitbull, Guetta y aquellos que cantaban "y que no me digan en la esquina, el venao, el venao, que eso a mí me mortifica, el venao, el venao": Juan Magán y su electromerengue. Avisados estáis, no escuchéis más de 30 segundos, no es necesario, se repite todo una y otra vez.

El 2011 también ha sido el año de una historia de amor difícil. Y no me refiero a la de Guille y Cata o la de la Duquesa y Alfonso, sino a la de Merkel y Sarkozy. Difícil, porque les separa todo: los dos están casados, viven en países diferentes, hablan idiomas distintos, no son el uno el tipo del otro. Pero es evidente que se molan. Y están sobredimensionando lo de la crisis para tener excusas para sus encuentros amorosos, pero como esos encuentros son para echar un quiqui, que no para solucionar la crisis, ésta empeora. Ni primas de riesgo, ni mercados, ni deuda pública, todo se reduce a una historia de amor prohibida:


También ha sido un año de escándalos políticos y financieros, tantos que es difícil llevar la cuenta: el caso Brugal, el de los ERE, Gürtel, el caso Malaya, Jaume Matas y Urdangarín, Fabra... Un filón para Berlanga, si no fuera porque murió en el 2010. Lo tenía todo para hacer una trilogía al estilo de "La escopeta nacional": pijos obsesionados con la moda como Camps y los Costa, concejales con melena al viento que encargan estatuas con su cara, cuñados del rey que fundan falsas ONG's con las que desvía dinero a paraísos fiscales, concejales de urbanismo con helipuertos, cuadros de Miró en el baño y fotos de cacería mayor en el salón, políticos que hablan con trabalenguas:

El sainete está muy bien para reírse de él, pero vivirlo no mola. Es feo. Es injusto. Es llamarnos a todos los demás tontos a la cara. Pero el 2011 también ha sido un año de reacción, de dar un golpe en la mesa para decir hasta aquí hemos llegado y creo que el 2012 (o igual el 2013) será un año donde se notarán las consecuencias de esto:
¿Vosotros qué opináis?, ¿qué ha representado el 2011?

viernes, 6 de enero de 2012

Siento dejar este mundo…

…sin probar pipas Facundo.




Analizar el subtexto, la crueldad y el encanto kitsch de este anuncio me llevaría todo un post. Pero no será hoy. Como primer post del 2012, toca hacer eso que estamos haciendo todos durante estos días: ¿retomar la Dukan?, ¿descambiar los regalos que no nos han gustado? No. Toca hacer propósitos de año nuevo.

Y esta vez voy a ser ambiciosa. Me propongo propósitos vitales, para toda una vida. Hacer esas cosas que luego pueda contar, orgullosa, a mis nietos. Asuntos importantes, más aún que probar las pipas Facundo. Porque hay cosas que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Y no me refiero a saltar en paracaídas, montarse un trío, o enrollarse con un negro, topicazos enormes dignos de salir en una película que se llamara “Antes de cumplir los 30”, protagonizada por Anne Hathaway, Milla Kunis, Justin Timberlake y Jake Gyllenhal. No. Hablo de cosas que de verdad nos gustaría llevar a cabo, pero no te atreves, o no surge la oportunidad, o cuando surge no reaccionas a tiempo:

Echarle una copa a la cara a un ex
Sí amigas, y también amigos, a todos nos han dejado con alguna frase torpe, ridícula e hiriente del tipo "no eres tú, soy yo", "tengo dudas" o, mi favorito personal: "las cosas se están poniendo serias con otra chica". Por no hablar del daño que han hecho las nuevas tecnologías, que permiten dejar a la gente vía post it en el frigorífico, vía sms, correo electrónico, wassup, cambiando tu estado en facebook de "tiene una relación" a "soltero" o vía twitter al estilo Paquirrín. No existe la manera elegante y digna de dejar a alguien y la mayoría optamos por salir huyendo para llegar lo antes posible a casa y llorar en soledad.

Error.

La próxima vez hay que estar preparados/as y, cuando te dan ese primer aviso en forma de "tenemos que hablar", debes reaccionar rápido y quedar en un sitio público, a ser posible de moda. Un gin club, por ejemplo. Cuando él (o ella) suelte esa frase, por ejemplo un "estamos en puntos distintos de la relación", tú te incorporas, coges el gin tonic con pepino y, se lo echas a la cara. Acto seguido coges tu bolso y tus cosas y abandonas el local. Es lo que en guión se llama acabar una escena en alto.

Siga a ese coche
¿Cansada de aguantar con cara de póker la charleta del taxista típico madrileño que está escuchando la COPE y pretende que comentes con él que Zapatero tiene la culpa de todo, pero de todo-todo?, ¿asustada del hijo del típico taxista madrileño, que no quiere estudiar y sólo vive para gastarse el dinero en juergas en el Goa y que va encocado hasta las cejas? Córtales el rollo señalando un vehículo al azar y diciendo "siga a ese coche". Que lo mismo acabas lejos de tu casa, pero entonces coges otro taxi, le dices que siga a otro coche, y listo.

Romper una botella en la barra de un bar
Preferiblemente en un bar con billares y música country o heavy de fondo. En cuanto consigas romper la botella (que me da a mí que no será tan fácil como parece en las películas del oeste) se montará una trifulca que debe incluir, como mínimo, rotura de palos y mesa de billar, sillas volando por los aires y la mitad del bar contra la otra. El motivo no importa, lo que importa es el destrozo.



“Mi abogado hablará con tu abogado”, seguida de “usted no sabe quién soy yo”.
La verdad es que hay pocas ocasiones en las que decir algo así, es más, lo más probable es que no tengas ni abogado, porque los asesores fiscales, los que hacen las declaraciones de la renta, no cuentan. Pero si hay que forzar un poco la máquina, se fuerza. Que estás en la cola del súper y una señora se quiere colar con el clásico método de "yo sólo quiero preguntar a la cajera cuánto vale esta botella de aceite", tú la miras con frialdad y le dices "y usted no sabe quién soy yo". Es muy probable que ella conteste que no, que no lo sabe y que acabe colándose exactamente igual, pero el resto de la cola agradecerá esa ruptura en la rutina.


O pongamos que estás andando por la Gran Vía y te cruzas con ese viandante que se cree que es el cantante de The Verve en el video aquel. Es decir, que en lugar de seguir ese pacto social por el que ante un choque, cada uno de los viandantes se mueve unos 30 grados para evitar la colisión, decide seguir a su rollo y te mete tremendo empujón. Pues tú, en lugar de seguir andando, con el hombro dolorido, te giras hacia el viandante incívico y le sueltas que vas a hablar con tus abogados.

Last, but not least, en este año que promete estar lleno de parados, despidos y no renovaciones de contratos, qué mejor que darle algo de glamour y dramatismo innecesario a una situación tensa. Cuando tu jefe te llame para darte el finiquito, tú firmes y él haga el gesto de acompañarte a la puerta (no por educación, sino por acortar el momento tenso y porque aún tiene que despedir a unos cuantos más esa misma mañana), tú debes decirle: "No hace falta que me acompañes, sé dónde está la salida".

Y vosotros, lectores, ¿cuál de estas absurdeces os gustaría hacer alguna vez en la vida?, ¿tenéis alguna propuesta más? O, lo que sería ya la repanocha, ¿habéis hecho alguna de estas cosas?