viernes, 29 de abril de 2011

El día B.

09.21, en TVE están con los desayunos, pero A3 y T5 ya están hablando de la boda. A3 ha mandado a Londres a Mariñas y T5 a Peñafiel, que ha dicho que ésta es su boda real número 49, que la de este verano de Alberto de Mónaco será la 50. Ahora, para hacer tiempo, se lían unos y otros a contar cómo se conocieron Will y Kate, no confundir con la sitcom aquella de la pelirroja y el gay.

09. 28, siguen sin llegar invitados, me voy a hacer un café.

09.32, el café se está haciendo. T5 también tiene a Boris Izaguirre que lleva un "morning suit", vamos, que podría colarse entre los invitados. No viene a cuento pero aprovecho mientras se hace el café para decir que Boris escribe fatal, que me leí el libro suyo aquel que ganó el Planeta y es malo con dolor.

09.40, van llegando los invitados, según un horario establecido, han convocado primero a los menos importantes, así que ahora se ve una marabunta de señores con "morning suit" y señoras con tocados que digo yo serán lores y ladys de segunda.

09.48, en su lucha por hacer tiempo ahora repasan la vida de Kate Middleton y resulta que cuando tenía 13 años hizo de princesa que se iba a casar con un príncipe en una obra de teatro de su cole. Ella apuntaba maneras, no hizo de árbol de papel pinocho ni de pastorcilla en el Belén.

09.55, han invitado a 1.900 personas (pero ni a Obama, ni a Fergie), en la boda de Di con Charles invitaron a ¡¡¡3.500!!! Supongo que los primeros invitados tenían que entrar a las 7 de la mañana y sentarse encima del órgano.

09.59, Carlos García Calvo comentarista en A3, dice que le gustó mucho el vestido que llevó Letizia la cena de anoche (uno gris como de estampado de sofá) porque "estaba bordado a mano por unos chicos en la India que ni sabían quién era Doña Letizia".

10.08, un señor comentarista con corbata amarilla dice a Ana Rosa que se critica a Kate Middleton porque a sus 29 añazos mucho estudiar en Saint Andrews pero no ha trabajado. Apunta Ana Rosa que igual su madre le dijo "nena, a por éste". Cazar marido se revela como una tarea fulltime.

10.17, ¡Los Beckham! Él con cara de no haberse tomado el café por haberse pegado el madrugón para acicalarse, ella va muy mona aunque el vestido es un poco azafata en "Atrápame si puedes". El tocado de la Beckham no va en su cabeza, sino en su frente, ¿lo habrá pegado con superglue o con blutac?

10.26, de los chorrocientos invitados "sólo" a 600 les invitan a comer, y resulta que es un triste picoteo con canapés de salmón y de hojaldre relleno de salchicha. Y eso porque no deben conocer la típica banderilla de dátil con bacon.

10.39, también ha llegado en la tanda de invitados de segunda Rowan Atkinson (Mister Bean), sería muy bonito que hiciera el gag de quedarse dormido en la Iglesia durante la ceremonia.

10.47, más consejos para cazar marido, ahora por parte de las comentaristas de TVE1, que dicen que la madre de Kate Middleton le dijo a la niña que diera "oxígeno y celos" a William cuando llevaban un tiempo saliendo. La Sexta no retransmite la boda, con lo bonito que hubiera sido que la comentaran Berto y Buenafuente haciendo de los Peñafieles.

10.51, van llegando invitados famosetes: John Major, Elton John (cada día más tonelete) y su marido...

11.07, ni han llegado las familias reales y Elton John, que ya está sentado, está todo lloroso.

11.18, llegan Will y Harry, vestidos de domadores. Cuando entren en Westminster la llorera de Elton John va a ser apoteósica.

11.23, la BBC está haciendo una realización buenísima. Ahora los domadores (Will y Harry) están de cháchara con los Spencer (vamos, con sus titos) y la BBC nos regala unos planazos de William de espaldas y de su coronilla, se está quedando cartón.

11.28, van llegando los Royals: Máxima de Holanda va muy mona y muy sonriente, as usual, y su señor marido tiene pinta de turista holandés de los que piden sangría en los chiringuitos de Mallorca. En T5 se ha sumado a los comentaristas (son casi tantos como los invitados a la boda) Pitita Ridruejo, que estuvo en la boda de Charles y Di y que dice que la reina les invitó a ella y su marido a pasar tres días en Windsor, "qué ideal", dice Boris, admirativo.

11.36, en A3 han confundido a un Royal de un país árabe que nadie sabe poner en el mapa con Mohamed Al Fayed y se han tirado 10 minutos hablando de que esta era la boda de la "reconciliación" hasta que Susanna Griso (que lleva una pamela que parece hecha de papel maché) les ha dicho que han metido la pata.

11.40, retiro lo dicho sobre la realización de la BBC, que prefiere sacar el recorrido de los Bentleys de la familia real inglesa que la llegada de los royals del continente a Westminster. Así que aprovecho para decir ahora que he medio visto el traje de Letizia cuando salía de su hotel (a eso de las diez y poco) y no me ha gustado nada, era rosa palo (no nude, ojo) y llevaba un sombrero de señora mayor.

11.44, llegan Carlos y Camilla. Él de domador y ella de blanco roto (o hueso, o marfil, según las fuentes que se consulten) y con un sombrero muy british que me ha gustado y que además le tapa un poco la cara, así que muy favorecedor.

11.46, a Mariñas le ha encantado la presencia del ejército inglés en la boda (andan por ahí paseándose en caballo, tocando himnos y, según la enviada de TVE, también bandas sonoras de "El señor de los anillos" o hits de Elton John) y dice que tenemos que tomar nota porque "aquí ya no hay ni militares". Sic.

11.49, llegan los reyes, él de domador y ella de amarillo: vestido amarillo, sombrero amarillo con flor amarilla, bolso amarillo (cuántos bolsitos de asa corta tiene esta señora, ¿mil?) y guantes blancos al más puro estilo Mickey Mouse. Igual su intención es iluminar el cielo nublado de Londres con su resplandor...

11.55, los comentaristas ya no saben qué mas comentar, en zapping pillo a Carlos García Calvo enumerando a las esposas de Enrique VIII y cómo murieron...

12.00, llega Kate, monísima a Westminster, junto a ella su hermana Pippa (sí, Pippa, estaba claro que esta Middleton no iba a emparentar con la realeza), el traje tiene un aire Grace Kelly y a Kate se la ve relajada y sonriente. Apunta Boris que dicen que se ha estudiado los videos de Di, dato que a él le parece un poco "escalofriante". En Ana Rosa están con el almíbar por los cielos y rotulan "Londres se enamora de Kate al verla", el público, contagiado, aplaude cuando sale del coche, que fijo que es otro Bentley.

12.22, mientras cantan la versión anglicana del "señooor, has llamado a mi puertaaaa, sonriendo has dicho mi nombreeee" he pillado a las hijas de Fergie entre la multitud. Como para no verlas, llevan las dos unos tocados que son como el letrero de "vacancy" en los moteles de carretera.

12.32, menudo trajín en T5, de repente han desaparecido Maxim Huerta y Boris y los comentaristas del corazón y ahora han aparecido, como de la nada, 3 diseñadores, Bibiana Fernández con pamela y Carmen Lomana hablando de la boda. AR sigue en su sitio, imperturbable.

12.36, la nueva troupe de Ana Rosa están de acuerdo en que Leti no ha acertado con su sombrero, pero no acaban de mojarse del todo. También están de acuerdo en que la reina (Sofi, no Isa) iba "elegantísima". Venga ya, esta señora no ha sido elegante en su vida, tendrá muy buena mano con los ositos panda, eso no lo discuto, pero... ¿elegante? Ese vestido de madrina azul-que-brilla es espantoso.

12.40, la Lomana dice que Chelsy Davy (novia de Harry) iba despeinada como si le hubieran dado un calambrazo, y yo añado que esa chica es súper choni.

12.48, en A3 se están cebando con las hijas de la Ferguson, que si mal gusto genético, que si no han acertado en la vida, que si una llevaba de tocado las palmas del domingo de ramos... a lo que añado que la que no llevaba las palmas de domingo de ramos llevaba una falda que, o era asimétrica, o estaba torcida (no lo sé seguro) y además una chaqueta rollo corpiño con estampado de sofá.

12.53, Beatriz Cortázar, en Ana Rosa (¿cuánta gente cabe en ese plató?) da dos datos sin los que no sé cómo he podido vivir hasta ahora, a saber: que la reina (la Isa, no la Sofi) va siempre de colores llamativos para facilitar la labor a su equipo de seguridad, que así la tienen localizada; y que la Leti iba de rosa terracota. No rosa palo, no rosa chicle, no rosa maquillaje: terracota.

12.56, Alessandro Lecquio, quizá para hacerse notar entre tanto invitado, suelta que si te gusta el traje de novia de Kate, entonces también te gusta el de Belén Esteban. Debaten lo mucho que se parecen los de Chayo Mohedano, la Esteban y Kate. Ahí queda eso.

¿Vosotros qué opináis?

13.07, tengo hambre, ¿cuándo se acaba esto?

13.10, Will y Kate (Guille y Cata a partir de ahora) salen de Westminster, hasta los damitos de honor van vestidos de domador. Campanas retumban por todo Londres.

13.21, Maxim Huerta reaparece en Ana Rosa para decir que el ramo de la novia tiene unas pequeñas flores que se llaman "sweet William", un invitado apostilla "es que Kate es una romántica".

13.25, Bibiana da en el clavo, este rollo protocolario british de sacar sobre todo a sus royals y no a los invitados es un muermo, por dios, ¿cuánto dura este paseo por calesa? El bus turístico por Londres tarda menos.

13.36, Peñafiel, desde Londres, dice que Kate le ha recordado a Mary Donaldson (es verdad que se dan un aire) y que Isa no ha acertado con el amarillo piolín (piolín lo digo yo, no él) y saluda a Ana Rosa llamándola Ana María.

13.44, Carlos García Calvo sigue llamando Al Fayed al señor que se le parece, pero no es. Y se pierden que en segundo término, detrás del doble de Al Fayed estaban Alberto de Mónaco con su nadadora, que va idealdelamuerte, dicen que de Armani.

13.55, Isabel Sartorius lleva sentada en A3 toda la mañana, de convidado de piedra, porque cada vez que comenta algo mete más la pata que Carlos García Calvo.

14.02, Maxim Huerta se prueba tocados que ha traído una diseñadora al plató de Ana Rosa. Ese plató cada vez se parece más al camarote de los Hermanos Marx.

14.11, impresiona/da miedo ver la organización, una fila de bobbies hace de valla para contener y guiar a la masa humana que toma la plaza frente a Buckingham Palace.

14.27, Guille y Cata salen al balcón a saludar a la marea humana. Se da un rápido y casto besito que en Ana Rosa celebran con entusiasmo, música de fondo y brindis, y yo despido este minuto a minuto que me ha dejado muerta de hambre, ¿qué os ha parecido el evento del siglo, qué digo, del milenio?

lunes, 25 de abril de 2011

Querida Kate:

How do you do? Y ahora es cuando tú contestas "How do you do?", aunque yo esto en la vida se lo he oído decir a ningún inglés. Es como lo de "my tailor is rich", muy de manual de aprender inglés, pero poco práctico en la vida real, aunque en tu caso, que ya estás rodeada de mayordomos, sastres, asistentes y ayudantes de cámara, puedes decir que tu tailor es very rich. Pero very, very.

Kate, dicen que has adelgazado una barbaridad por culpa de los nervios de la boda. Y lo entiendo, la tuya es una boda elevada al cubo. Tu problema no es sentar en la misma mesa a familiares que no se hablan, sino a ministros de países en guerra. Ya no es cuestión de poner un plato de carne y otro de pescado para que los señores mayores que vivieron la posguerra coman hasta hartarse, tú tienes que elegir un menú apto para musulmanes, judíos y princesas que siempre están a régimen. Y qué decir del regalo a los invitados, ¿qué regalas a los miembros de la realeza?, ¿las clásicas peladillas?, ¿un billete de metro, para que vean cómo es?

Pero supongo que a estas alturas toda una legión de Carsons flemáticos y reservados como el de "Dowton Abbey" están ocupándose de esas cosas. Y tú, Kate, aún estás a tiempo de evitar algunos grandes errores que otras han cometido antes. Que Carson baje al Starbucks más cercano a Buckingham Palace a buscar un camarero español y te traduzca este post, Kate, que te va a venir de perlas (it will come of pearls):

1. Los pasteles de nata, sólo para el postre.
Debajo de este vestido Lady Di podía ocultar a James Hewitt y a todo su equipo de polo.

2. No te pases de creativa
Hay cosas que en teoría parecen buena idea, como pintar las paredes de casa una misma para ahorrarse pagar a un pintor profesional. Pero que si las piensas dos veces te das cuenta de que no son tan buena idea. Comprar una misma tela y dársela a las damas de honor para que cada una se diseñe el modelito que quiera es otro ejemplo:



Y posar en plan cuerpo de baile de Norma Duval, tampoco es buena idea.

3. Cuidado con los tocados
Recuerda, Kate, que ninguna pamela debe superar en diámetro al sombrero de un mariachi, ni ninguna invitada luciendo tocado debe superar en altura a un jugador de baloncesto profesional.
Ante la duda, hazte esta pregunta, ¿me puedo imaginar a Beatriz de Holanda con este sombrero? Si la respuesta es sí, busca otro.

4. La Edad Media ya pasó
A la realeza y la aristocracia en general es una idea que les cuesta asumir, y se empeñan en sacar todas sus medallas, joyas y carrozas como si quisieran impresionar al vulgo analfabeto. El corte medieval en los vestidos de novia te puede parecer romántico, rollo princesita Disney pero, ¿y lo mal que quedarás ante los reyes nórdicos y sus medallas si metes la manga medieval en la salsa del roast beef?

5. Brillos, los justos
Facilita el trabajo al personal de prensa: entre las lámparas de araña, los focos, las joyas de la corona que para una vez que salen del museo, pues oye, nos las ponemos todas encima... no hay quien saque una foto con flash. Tú no abuses del brillo:
Sí, es Rania de Jordania, antes de operarse la nariz y ser la más elegante. Todas tenemos un pasado.

En cuanto a los hombres, un traje de vestir que brille sólo se admite si eres Farruquito o un capo de la mafia rusa:
6. Conjuntarlo todo, caca.
Ya sabes, Kate, que la moda es un negocio que consiste en convencernos de que la ropa del año pasado ya no vale, aunque tengamos la misma talla. Y si hasta hace bien poco el rosa con el naranja, caca, este año resulta que sí. Pero este año lo de ir toda igual, caca. E ir toda de lunares, caca, caca.

7. No pretendas ser Escarlata O'Hara.
Ella no se hizo el vestido con una cortina. Se lo hizo el departamento de vestuario de O'Selznick:
8. Controla a tus primas, las solteras.
Que ellas van a la boda con ganar de pillar cacho con alguien de la realeza y van a ir enseñando toda la artillería, y eso en las fotos no queda bonito:
Y vosotros/as, ¿qué consejos tenéis para Kate Middleton antes de que se case?, ¿va a retransmitirse la boda?, ¿debería hacer un minuto a minuto del evento?

lunes, 18 de abril de 2011

¿Está todo inventado?

Hombre, todo, todo, no. Ni el teletransporte, ni los cachorros que nunca crezcan ni una anticelulítica realmente eficaz se han inventado aún.

Pero en cuanto a historias, parece que sí se ha inventado todo. O eso sostiene "La semilla inmortal" de Jordi Balló y Xavier Pérez, uno de esos libros necesarios si te interesa algo la escritura. En su libro, los autores analizan varios de esos temas universales que una y otra vez reaparecen, en formatos distintos, pero que se pueden resumir en la historia de la Cenicienta, del patito feo, de Hamlet o de Pigmalión. Lo mismo se puede aplicar al mundo de la música, porque si no, no se entiende esa costumbre de versionar lo ya existente. Hay versiones buenas como ésta de "enjoy the silence"...: ...malas como ésta, terribles como ésta otra, y terriblemente malas (como esa versión de la lambada de Jennifer López con Pitbull que, y aquí todo cuadra como un puzzle sideral, también ha colaborado con Enrique Iglesias).

¿Es verdad que al final todo es cuestión de versionar, formatear y adaptar?

Hagamos un experimento. Aquí tenéis una anécdota simpática y simple, que es tal que así: la protagonista es una señora mayor, de ésas que piensa que “en sus tiempos” (y esto implica su niñez, su adolescencia o el año pasado, según el contexto) las cosas iban mejor, de ésas que se sientan en el autobús y ocupa dos asientos, uno para ella y otro para su bolso y que sale de la peluquería con un extraño tono lila en su pelo. Una de ésas.

Esta señora está en un autobús lleno de gente y piensa en cómo es posible que la juventud de ahora no se levante para ofrecerle a ella un sitio, que eso en sus tiempos no pasaba (claro, en sus tiempos no había ni transporte público), cuando se da cuenta de que no tiene su reloj de pulsera. Un reloj moderno, que le regalaron sus nietos hace un par de años para Navidad. Y, lo que es peor, se da cuenta de que el chico que ocupa el asiento frente a ella, con pinta de punkarra, hippie, okupa (la señora no distingue estos conceptos, ella se limita a dos: buena pinta, mala pinta), lleva en la muñeca un reloj como el suyo. Qué coño, el suyo. Furiosa con él y con el mundo; con los jóvenes que no se levantan para ofrecerle un sitio en el autobús, con el Imserso que sólo ofrece destinos decadentes tipo Benidorm...

...con los que tienen perro y no recogen sus caquitas, con todos, la señora se arma de valor y suelta al chico, indignada, que le dé ya su reloj. El chico, que nunca en su vida había visto a una señora así de enfadada y que nunca le habían pillado robando nada, porque él es cuidadoso y sabe cuáles son los puntos ciegos del Dia de su barrio, obedece, y le da el reloj a la señora. Ella, tras repartir codazos a diestro y siniestro, porque ahora ya está crecida, se baja en su parada. Camina a casa orgullosa de sí misma, echa un rapapolvo a un chino que escupe en la calle (“eso en este país no se hace”, le dice), en casa pilla al portero echándose una siesta y le cae otra bronca: "que me sigue llegando publicidad al buzón, Marcial". Sube a casa, sintiéndose joven, enérgica. Va a su habitación a ponerse la bata de estar por casa y entonces lo ve. Su reloj de pulsera, el que le regalaron sus nietos, está encima de su mesilla de noche.

Esta misma anécdota, ¿puede convertirse en otro género? Pues claro que sí. Veamos cómo lo harían en esa serie tan sobria y contenida que es "Spartacus".

Aquí el protagonista es un viejo esclavo, de ésos que lleva tanto tiempo sirviendo a su domine que ya piensa como él y siente como él. Si el domine pasa apuros económicos y ese año no puede pagar la pelea de gladiadores, ni siquiera una triste lucha de osos contra jauría de perros en las Lupercales, el viejo esclavo dice que “hemos tenido” un mal año. Uno de ésos.

Este viejo esclavo está camino del mercado para comprar riñones de paloma, sesos de conejo, morros de armiño y otras exquisiteces para la cena del domine de esa noche cuando se da cuenta de que no tiene la bolsa de cuero con los sextercios para pagar en el mercado. Y, lo que es peor, se da cuenta de que el esclavo que camina frente a él, con pinta de bárbaro (tracio, galo, hispano, germánico, el viejo esclavo no distingue estos conceptos, él se limita a dos: libre o esclavo) lleva en la mano una bolsa de cuero como la suya. Por la polla de Júpiter, la suya.

Furioso con él y con el mundo, con el domine que le prometió la libertad hace 7 años y aquí estamos, con el esclavo griego que se cree tan superior a él porque es el tutor de los hijos del domine pero es tan esclavo como los demás o qué se creía, con todos, se arma de valor y suelta al esclavo bárbaro que le devuelva su bolsa. El bárbaro responde que ni aunque el mismo Júpiter le sodomizara repetidas veces iba a darle la bolsa o qué se creía. El viejo esclavo se rebota cosa mala y saca, a cámara lenta, un puñal de su cinto. El bárbaro saca un cuchillo de debajo de su capa y toda la ciudad hace un corro a su alrededor, que en esa época no había tele y la diversión estaba en las peleas. El viejo esclavo esquiva los envites del bárbaro agachándose, a cámara lenta como en “Matrix”, pero el cuchillo del bárbaro le roza el pecho y sale un chorrazo de sangre que ni en un geiser de los que hay más allá del muro de Adriano. El viejo esclavo contraataca con energía y rasga la pierna de su oponente, que también sangra como un cerdo en la matanza.

Tras un rato de salpicaduras de sangre, cuchillazos y ataques a cámara lenta, el viejo esclavo pega un salto tal que se queda congelado en el aire unos segundos y que provoca que el público murmure, admirado: “por la polla de Júpiter”. Cuando cae propina tal puñalada al bárbaro que éste, después de sangrar mucho (otra vez), muere. El pueblo de Roma aclama al viejo esclavo, que está crecido. Son los 30 segundos más felices de su vida, porque luego llega uno diciendo “pelea en las termas” y se van todos. No había tele en esa época, recordemos. Aún así, el viejo esclavo vuelve a la villa de su domine orgulloso de sí mismo. Va hacia sus aposentos a ponerse las sandalias de estar por casa y entonces la ve. La bolsa de cuero con los sextercios que la domina le dio para comprar morros de armiño están sobre su jergón. ¡Por la polla de Júpiter!

Ahora os toca a vosotros, contad la anécdota de la señora y el reloj de pulsera al estilo de la serie que más os apetezca, ¿cómo sería en “Dowton Abbey”?, ¿y en “Big Bang theory”?, ¿y en “Amar en tiempos revueltos”?, ¿o en “Prison Break”? Sorprendedme…

miércoles, 13 de abril de 2011

La intimidad

Bajo este título de película francesa probablemente protagonizada por Daniel Auteil, Emmanuelle Beart y Gerard Depardieu (entre estos tres está toda la producción gabacha de los últimos 15 años) con alguna que otra escena de sexo explícito, paseos por París bajo la lluvia y charlas, montones de charlas en cafés, teatros y brasseries, en realidad se esconde un post en el que voy a abrir las puertas de mi ser.

A mí me hubiera gustado más abrir las puertas de mi casa y enseñarla en plan primeras páginas del "Hola", y puede que lo haga algún día, aunque decir que una mesa la compraste en oferta en el Hábitat de Claudio Coello con Hermosilla no viste tanto como decir que el cabecero de cama de cerezo te lo trajeron desde Bali. Pero no voy a enseñaros mi casa. Os voy a enseñar mi día a día, que es tope apasionante. Esto último es irónico.

Es lo que tiene trabajar en casa: ahorras atascos, ahorras tiempo, no sufres menús del día, ni comedores de oficina, ni jefes que piensan que debes ser capaz de leerles el pensamiento y escribir tal y como lo harían ellos (porque, por supuesto, nada podría ser mejor o igual de bueno que nada que ellos idearan)... Vamos, que ganas en esa cosa tan etérea que es la calidad de vida. Pero pierdes otras cosas, como eso de vestirse en condiciones...:


No es Chloé Sevigny presentando su nueva colección de ropa, soy yo y mi ropa de estar por casa.

Y también pierdes eso de hablar con otros seres humanos. Lo de la ropa es preocupante cuando llega el que lee el contador del gas o el del agua y te pilla desprevenida y hecha una Chloé Sevigny sin ser tú nada de eso. Pero lo de hablar con otros lo llevo bien. Yo hablo con mi gato y me quedo tan a gusto.

Nuestra comunicación, fluida y compleja, siempre trata uno de estos temas:

- Poesía, especialmente comparaciones y metáforas. Es cuando le digo que es como un osito polar, como una figurita de Lladró o que es un angelito.

Simón en posición figurita de Lladró.


- Gastronomía. "Quesito de philadelphia", "pastelito de nata" y "ensaimadita" son otras de las cosas que le llamo.


Simón en posición "ensaimadita".


- La infancia. "Mi bebé" y "mi niño" son las típicas cosas que todo dueño dice a su sufrida mascota, que tiene la suerte de no entender nada. Yo voy más allá y he creado el "momento biberón", cuando cojo en brazos a Simón, panza arriba y patas arriba, como si fuera a darle un biberón. No se lo he dado todavía, pero al tiempo.

- Preguntas retóricas. Así en general, no espero que me conteste, pero mucho menos a preguntas como: "¿quién es más guapo que tú, quién?" o "¿quién es el gato más guapo de todo el edificio?". Si bien a esta última los dos sabemos que la respuesta es fácil, ahora que la Gamba (mi discretísima vecina) se ha ido con sus dos gatas persas del vecinario.

- Onomatopeyas, del tipo "ochochochoiiiii" y casi cualquier cosa que contenga la "ch" y la "u", como "cuchucu", "puchu", "cuchu" o"cuchupu".

- Rimas, como perseguirle por la casa diciéndole "que te pillo", me parece simplón, lo adorno con un "que te pillo, ladrillo" o "que te pillo, membrillo".

Y vosotros, ¿qué cosas sonrojantes decís a vuestras mascotas?, ¿qué es lo más absurdo que hacéis en la intimidad del hogar?

jueves, 7 de abril de 2011

¿Quién hace las frases hechas?

Me gustaría saberlo.

¿Acaso existe un postgrado para los estudiantes de filología hispánica para especializarse en eso? Y los que sacaron un 5 raspado acaban dedicándose a nombrar a las operaciones bélicas (perdón, de la paz) de la OTAN, de la ONU y los Estates como Libertad Duradera, Amanecer de la Odisea… ; los que sacaron notable se dedican a poner nombre a las operacions policiales. Obviamente, los que sacaron matrícula se dedican a crear frases hechas, o quizá a crear grupos de Facebook.

Como por ejemplo: “irse el santo el cielo”. Hay muchas expresiones para decir que estás despistada, que te has quedado en blanco o pensando en tus cosas: "estás en la luna de Valencia" (¿es que hay una luna distinta a LA luna en Valencia?), "pensando en las musarañas" (¿alguien sabe cómo es una musaraña?)... pero mi favorita es "se te ha ido el santo al cielo". Es tan poética, y tan absurda, es como imaginarse que le han salido alitas tipo Red Bull a tu cerebro y se ha ido al cielo. Aunque la realidad es que tiene su explicación.

"Hacerte el chichi Pepsicola". Esto es una versión moderna y guarrona de otras frases hechas que describen detalladamente una sensación como tener “mariposas en el estómago” o un “nudo en el estómago”. En el caso del Chichi que se hace Pepsi Cola, que dentro de lo que cabe es una frase hecha elegante si la comparamos con "el chocho te hace palmas", sólo se entiende con un ejemplo práctico:

¿Ahora sentís la expresión?

"Sacarte de quicio". Esta es una frase de las de pensar. De primeras puedes pensar que Quicio era un tipo muy desquiciante (de ahí su nombre), aunque la realidad sea la inversa, que del quicio de la puerta sale desquiciante y la expresión “sacar a alguien de quicio”. Una pena que Quicio no fuera un tipo real, porque con sus hermanos Abundio y Pifio (el tonto y el feo) Ibáñez podría haber hecho una tira cómica sensacional.

"Ni ostias en vinagre". No ostias rebozadas, fritas, a la gaditana, a la marinera o en salsa. En vinagre. Aunque mucho peor en su variante guarrona “ni pollas en vinagre”. Mejor ni la comento. Y peor aún otra frase hecha sinónima a las anteriores "ni qué niño muerto". Sólo podría ser peor un niño muerto en vinagre.

"Estar entre Pinto y Valdemoro". Que esto debe ser antiguo, de cuando la gente iba a los sitios en el coche de San Fernando, otra gran expresión,: un ratito a pie y otro andando, porque a día de hoy que algo esté entre Pinto y Valdemoro no garantiza que sea difícil de llegar o que esté a desmano. Prueba a ir a Mojácar ciudad, que no playa, en autobús, y entonces hablamos de lo que es que algo esté donde Cristo perdió la alpargata (¿llevaban alpargatas allá por el año 33 d.c.? ¿no iban con sandalias?).

¿Y vosotros?, ¿cuáles son vuestras frases hechas preferidas?