miércoles, 5 de enero de 2011

Sheldon Cooper existe

...aunque no es doctor en física, ni comparte piso con su mejor amigo, ni necesita que le canten “soft kitty” cuando está enfermo.





En realidad es matemático, ruso, y vive con su madre en San Petersburgo. Se llama Grigori Perelman.

Para todos aquellos que abandonamos las matemáticas allá por segundo de BUP, los logros de este hombre son incomprensibles. Por si alguno de vosotros hizo el COU de ciencias o se cree que de tanto ver “Redes” lo mismo puede pillar algo, os cuento porqué Grigori Perelman es un genio. Pero aviso, la mayoría no vais a entender nada, yo me limito a copiar y pegar:

"ha hecho históricas contribuciones a la geometría riemanniana y a la topología geométrica. En particular, ha demostrado la conjetura de geometrización de Thurston, con lo que se ha logrado resolver la famosa conjetura de Poincaré, considerada uno de los problemas abiertos más importantes y difíciles en matemáticas. Propuesta por el matemático francés Henri Poincaré en 1904, era el problema abierto más famoso de la topología. En términos relativamente sencillos (jajaja, sencillos), la conjetura indica que si una variedad tridimensional cerrada es suficientemente similar a una esfera en el sentido de que cada bucle en la variedad se puede transformar en un punto, entonces se considerará que es realmente sólo una esfera tridimensional".
(sacado de la Wikipedia, of course)

Ha quedado clarinete, ¿a que sí? Dejémoslo en que Perelman solucionó el problema que montones de matemáticos llevaban un siglo intentando resolver, que su expediente académico nunca bajó de la matrícula de honor, arrasó en las Olimpiadas matemáticas, ingresó en la Universidad sin necesidad de examen previo y sus profesores lo temían. Además, es un talentoso violinista y un buen jugador de tenis de mesa. Es un genio.

Por toda su brillante trayectoria han intentado premiarle varias veces. Pero no ha habido manera.

En 1996 rechazó un premio de la Sociedad Matemática Europea porque pensaba que el comité del premio no estaba cualificado para evaluar su trabajo.

En 2006, tras resolver la conjetura de Poincaré, se le quiso galardonar con la medalla Fields, digamos que es el Oscar de los matemáticos. Hasta el presidente de la Unión Matemática Internacional le visitó para convencerle en persona de que aceptara el premio. Pero Perelman dijo que era "totalmente irrelevante para él. Todo el mundo entiende que, si la demostración es correcta, entonces no se necesita ningún otro reconocimiento".

En 2010, el Instituto de Matemáticas Clay decidió que Perelman merecía el conocido como "premio del milenio" por resolver la conjetura de Poincaré. Pero, de nuevo, él se negó a aceptarlo porque: “No quiero estar en exposición como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas. Ni siquiera soy tan exitoso. Por eso no quiero que todo el mundo me esté mirando.”

A esto hay que añadir un dato importante. El premio del milenio está dotado con un millón de dólares.

Y otro dato: Grigori Perelman no es precisamente un millonario. En la actualidad vive aislado de la comunidad científica, hace años que ni contesta a los correos de sus colegas, se dedica a dar clases particulares de matemáticas y comparte un pequeño apartamento en las afueras con su madre. Sus vecinos dicen que es un hombre amable y gentil. Y algunos se lo han encontrado en el metro de San Petersburgo:

Su caso puede recordar al de otros genios como John Nash o Bobby Fischer, que un buen día hicieron "clic" y desconectaron del mundo real.

Algunos de sus antiguos profesores piensan que Perelman se obsesionó con resolver la conjetura de Poincaré y que, una vez resuelta, no tiene más que decir, ni que aportar y por tanto no quiere ser centro de atención.

Otros creen que está profundamente decepcionado con el mundo de las matemáticas. Cuando se conocieron sus trabajos sobre Poincaré hubo quienes intentaron sumarse a su éxito, publicando artículos donde añadían detalles al trabajo de Perelman. Grigori (Grisha para los amigos, o mejor dicho, para su madre y su hermana, que son quienes suelen tratar con él) dijo al respecto: "no puedo decir que estoy indignado. Otras personas hacen cosas peores. Por supuesto, hay muchos matemáticos que son más o menos honestos. Pero de ellos, casi todos son conformistas. Son más o menos honestos, pero toleran a quienes no son honestos".

Por último hay quien cree que Grisha, consciente de su superioridad intelectual al resto de la gente, incluidos sus colegas, que son aquellos que deciden si merece un premio o no, no soporta verse juzgado por ellos y por eso prefiere la soledad y hasta la pobreza.

Sea cual sea el motivo de su aislamiento, sea locura, síndrome de Asperger o porque es su vida y con ella hace lo que le sale de ahí mismo, el caso es que Grigori Perelman sigue trabajando. Ahora se propone demostrar matemáticamente la existencia de Dios. ¿Le pagará la Iglesia una millonada si lo consigue?, ¿lo harán santo?, ¿esto acaba de demostrar que está loco perdido?, ¿o que tomó el pelo al periodista de turno?

8 comentarios:

Escrito por dijo...

¡Obvio! Se ha autoimpuesto el único reto que sabe no va a resolver. Al menos le tendrá entretenido una temporada larga. Aburridito le tiene la vida.

Da como ternura verle ahí en el metro a punto de introducir el pie entre coche y andén.

Esti dijo...

En las fotos da entre pena y miedito. Pero pasa igual cuando era profesor y le hacían fotos con la pizarra llena de fórmulas:
http://caridadibez.files.wordpress.com/2010/10/grigori-perelman.jpg

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dani dijo...

Pobrecito. De todas formas, el metro de Moscu (es que he estado en Moscu, ¿sabeeees?)está lleno de hombres con una pinta muy parecida. Cuando estuve alli pense que era cosa del vodka, pero lo mismo son ex ajedrecistas, es cosmonautas o es bailarines del Bolshoi con problemas mentales.

loquemeahorro dijo...

Vale que esté un poquito más aca que allá, pero bien pensado, esto de los premios a veces conlleva ciertas "servidumbres".

Me acuerdo de aquellas imágenes del (tonto'del) Cela haciendo reverencias a troche y moche. O a la lisiada de los 5 abrigos...

George C. Scott decía que pasaba de los Oscars, con mucho respeto y buen rollo, pero vamos, que a mí me pareció que (resumiendo) pasaba de tanto mamoneo (además por ese premio no te dan un duro)

Esti dijo...

Dani, no me das envidia, yo he estado en Japón este verano, no sé si lo había comentado...
Loque, si yo entiendo perfectamente que pasen de las galas (yo no lo haría, es una excusa para comprarse un modelazo),¡pero del dinero! Además, le dieron la opción de simplemente aceptar el premio, sin tener que acudir ni nada. Incluso le dieron un tiempo para que se lo pensara.

loquemeahorro dijo...

¿Que no tenía que ir?

Vale, entonces sí, realmente está a punto de introducir el pie entre coche y andén

Guionista eléstrico dijo...

Muuuy interesante, Esti. Menos mal que todavía quedan guionistas que hablan de algo que no sea su propio ombligo (entre estos me incluyo) y abren nuestras cabezas a otros mundos.
Aunque Grisha viva entre coche y andén, mola que, de vez en cuando, alguien nos enseñe el dedito y nos diga: "Que os den, estúpidos terrícolas"