lunes, 23 de noviembre de 2009

Muérdeme, chato

Yo también he visto "Crepúsculo".
Pero antes de que empecéis a lanzarme tomates, limones pochos, yogures caducados o cualquier otra cosa con moho que tengáis en el frigorífico, diré en mi defensa que la he visto en la tele, a trozos y que no me ha gustado.

Es una película hecha ya no para las adolescentes, si no para sus hormonas y sus trompas de Falopio. Y creo que la explicación a su éxito ya la dio Escrito Por. Pero es que, además, llega en el momento adecuado, ahora las películas o series de vampiros son lo que fueron hace unos años los psicothrillers o las buddymovies, un subgénero en alza, que ya existía de antes pero que, de repente, se ha puesto de moda.

Lo malo es que los vampiros de hoy no molan un carajo. Aquí tenéis un top ten, al más puro estilo 40 principales de los peores a los mejores vampiros:
10. El vampiro de "True Blood" encarna todos tópicos chorras del personaje. A saber, es atractivo básicamente porque mira torvamente...

¿A que soy súper interesante?


... y va de sofisticado. La sofisticación se reduce a que siempre que entra a un bar, incluso a uno de carretera americano donde sólo sirven tarta de manzana, se pide un vino tinto. Chico, en un bar de esos sólo te van a poner garrafa o vino en caja de cartón. Para colmo de males, resulta que es todo pose, que intenta no beber sangre y que se enamora de una humana que también pretende ir de atractiva porque es sexy a la par que inocente. Pero no, Anna Paquin, tú lo que eres es una falsa guapa, por mucho que te embutas en camisetas de la talla 34.

9. Gary Oldman como el Drácula del "Drácula de Bram Stoker" que no es para nada de Bram Stoker, sino de Coppola que, quizá no se leyó el libro o a lo mejor lo leyó de niño en una de esas ediciones ilustradas y resumidas. En la película, Drácula es una mezcla del vampiro dandy de las películas de la Hammer, del vampiro enamorado y torturado por la pérdida de su amada y del vampiro monstruo que caza, bebe sangre y mata alegremente. Un pastiche que cuadra con el aspecto visual de la película, kitsch a más no poder: que si una armadura de músculos por aquí, que si pelucas-moño por allá.


8. Robert Pattinson en "Crepúsculo" es la versión azucarada del vampiro torturado y atormentado. Ama a su amada, que se llama Bella Swan (bella cisne, toma cucharón de azúcar) total, completa y eternamente, como toda adolescente que escribe poesías en su clasificador sueña. La película asume su condición de fantasía adolescente y hay paseos bajo la luz de la luna, miradas lánguidas y promesas de amor eterno suficientes para crearle una diabetes a cualquiera. De todos modos, y sólo porque el chico es guapo a rabiar, le dejo en este puesto.



7. Chayanne en "Gabriel, amor inmortal". Sí, amigos, Chayanne ha interpretado a un vampiro. En una miniserie donde (por favor, sentaos) su rival es... ¡José Luis Rodriguez, el Puma! Por supuesto Chayanne no puede interpretar a un vampiro malo, el suyo es del género romántico-torturado, como muy bien explica él aquí.
6. Bela Lugosi en el "Drácula" de Tod Browning. La película que marcó durante décadas la estética del vampiro, su aspecto dandy y seductor, pero esencialmente malvado. Las mujeres caían a sus pies casi hipnotizadas, el mordisco del vampiro era claramente una metáfora del sexo y aunque ahora la película haya quedado anticuada e ingenua sigue teniendo encanto. A Lugosi, que era un actor de teatro hasta ese momento, le dio éxito, demasiado, se pasó la vida haciendo de vampiro cada vez en películas más surrealistas hasta que murió. Fue enterrado vestido de Drácula por propio deseo. El personaje acabó vampirizándole a él.

5. Rudi, "el pequeño vampiro". Si "Crepúsculo" es una fantasía amorosa para adolescentes muy pavas, "el pequeño vampiro" es una fantasía de aventuras para niños. Porque que te saquen por ahí, vueles y conozcas a gente que nació hace cientos de años es tope guay. Obviamente Rudi es bueno, tanto él como su familia beben sangre de animales, no de personas. Rudi se siente tan solo y tan diferente a los demás como Anton, su amigo humano. Aquí el tema vampírico es una excusa para hablar de la amistad y tolerar al distinto.
4. Christopher Lee en cualquiera de las películas de la Hammer donde hizo de vampiro. Le podría haber pasado lo mismo que a Bela Lugosi, encasillarse, hacerse adicto a la morfina y morirse loco perdido, pero Christopher Lee es un actor como la copa de un pino y lo digo en el sentido metafórico y literal (mide 1.95), de esos de la escuela británica que dan dignidad a cualquier personaje, ya sea en el "Drácula" de Terence Fisher como en la saga de Fu-Manchú o películas de Jess Franco. Además de por la presencia de Lee, los vampiros en las películas de Fisher en la Hammer eran monstruos con un lado atrayente, eran la versión modernizada del Drácula de Tod Browning con un componente más claramente sexual, más perverso y más adulto.

3. Nosferatu, sí, el de la peli muda. La versión más fiel a la novela "Drácula", pese a que se trasladara la acción a Alemania. "Nosferatu" además de la típica peli que te ponen 20 veces en la facultad porque es historia del cine, es un monstruo de cuento, sin fisuras, malvado, sin alma y feo de cojones. Es el no muerto que volvía para perseguir a los vivos en las historias medievales que luego dieron lugar a "Drácula", sin mirada torva, ni sex appeal de ninguna clase, es el mal en estado puro. Y si no habéis visto la película porque "uy qué pereza, una peli muda", muy mal, castigados sin postre.

2. Lestat en "entrevista con el vampiro". Se dice que las fans de Tom Cruise se salieron del cine a vomitar cuando le vieron mordiendo a una rata. Yo creo que es una de sus mejores interpretaciones, porque Tom Cruise a veces es buen actor, sobre todo cuanto más se disfraza. Pero, además, "entrevista con el vampiro" es un gran película y Lestat un caramelo de personaje; un vampiro seductor, amoral, encantado de haberse conocido ("Dios mata indiscriminadamente, como nosotros") pero lo mejor es que no se toma en serio a sí mismo.

1. Spike en "Buffy cazavampiros". Aunque para vampiros que no se toman en serio a sí mismos, nada como Buffy. Una serie sobre una adolescente que, mientras estudia en el instituto, mata vampiros y demonios, no puede tomarse en serio. Eso pensó su creador, Joss Whedon, y gracias a eso creó una serie muy original, que mezcla en dosis justas comedia, terror, aventuras e ironía. Spike, el vampiro sanguinario al que le gustan el rock, el tabaco, la juerga y Buffy (aunque no en ese orden) comenzó siendo un personaje secundario al que acabaron conviertiendo en fijo, y no me extraña.

¿En serio voy a estar 5 temporadas tiñéndome de rubio platino?
Y vosotros, ¿qué top ten o five de vampiros haríais?
"Mañana" sigue por ahí viendo mundo. Este miércoles se proyecta en el Colegio Mayor Juan Evangelista en la muestra Johnny Corto. El día 27 en el festival Cinemajalvir (Ajalvir, Madrid) y del 24 al 27 en el festival Playa de las Américas, en Arona (Tenerife)

sábado, 14 de noviembre de 2009

Nunca mais

Seguro que recordáis este lema acuñado tras el desastre del Prestige. Ese que de tanto repetirse nos hacía pensar "nunca mais" oír otra vez el "nunca mais".

Pero aún así, hay cosas que vuelven una y otra vez, insistentemente, como si nunca las hubieran hecho antes. Este fin de semana, sin ir más lejos, se estrena otra versión del "Cuento de Navidad" de Dickens.

El imdb, que todo lo sabe, dice que hay 50 adaptaciones del cuento: ya sean con actores reales, con dibujos animados clásicos o en 3D, con los teleñecos, con Mickey, con los Picapiedra o con Barbie.


Los Ángeles, rascacielos tocho, oficina en planta 45, el directivo del estudio se reúne con 15 guionistas, todos con sus gafas de pasta, su pelo largo, sus camisetas de cómics y sus licenciaturas en Harvard o Princeton. El directivo quiere ideas nuevas. Silencio. Sólo se oye el castañeteo de los dientes de uno de los guionistas que ya se ve en el paro. Hasta que uno dice: ¿y si hacemos otra adaptación de "Cuento de Navidad"? Pero esta vez protagonizada por Hannah Montana. A ése lo ascienden y al resto los despiden.

Yo digo nunca mais a "Cuento de Navidad". Pero se me ocurren una cuantas cosas más que ya no quiero volver a ver, porque ya las hemos visto suficientes veces y han sobrepasado el cupo:

  • Otra película en la que Harrison Ford salva a su mujer e hijos de unos secuestradores/terroristas/malos en general. Harrison Ford bordea esa edad en la que un día se va a caer por las escaleras y no van a saber si se ha caído porque se la roto la cadera o se le ha roto la cadera sola y por eso se ha caído. Al menos, si lo contratan que le den a la tecla "sustituir" del word y en vez de salvar a sus hijos, salve a sus nietos.
  • Otra escena amorosa con montones de velas encendidas de fondo. Porque, vamos a ver, quién se lleva a alguien a su casa y le dice: "espérate un momentito, que tengo que buscar 35 velas, colocarlas y encenderlas". Primero, nadie guarda tantas velas, ni aunque hayas sufrido muchos apagones; segundo, nunca se encienden a la primera; tercero, para cuando acabe, su amor ya se habrá ido, cansado de esperar.


  • Otro cortometraje sobre un español racista que trata injustamente a un emigrante trabajador, buena persona y honrado. Los festivales de cortos los organizan el departamento de cultura o de juventud correspondiente, no el de asuntos sociales.
  • Otra película sobre el Holocausto o la II guerra mundial. Todos los años se estrenan varias películas con esta temática, por un año que estemos en barbecho, no se va a hundir el mundo.
  • Otro desnudo de Kira Miró. Sólo en "Gominolas" no enseñó las tetas, y probablemente porque se canceló la serie antes de que llegara ese capítulo. La pobre va a coger una pulmonía y seguro que su familia lo agradecerá.

Y vosotros, ¿qué pensáis que no debe volver a verse nunca mais?

"Mañana" sigue su ruta de festivales, esta noche se proyecta en la muestra de cortometrajes de Pasaia (Guipúzcoa) y un rato después en el concurs de curtmetratges Ciutat de Valls (Tarragona).

martes, 3 de noviembre de 2009

Pero, ¿a alguien le gustan las peladillas?


Hace mucho que no hablo del corto.

Pero es que hay un pequeño problema, es difícil hablar de los festivales de los pueblos de España sin ser un poco mala y sin ofender, (todo esto suponiendo que alguien de la organización de alguno de estos festivales llegara algún día hasta aquí). Es difícil y, además, es aburrido. Así que planteémoslo de una forma divertida y blanca, para todos los públicos, como si esto fuera “el hormiguero”.

Habrá quien diga que los festivales de cortos, se dividen en categorías según su veteranía, el importe que den en premios, su prestigio, etc. Pues bien, para mí los festivales se dividen en dos tipos: los que te pagan el viaje y los que no. Los primeros molan, los segundos no.

Por supuesto, lo digo desde mi punto de vista de quien está dispuesto a irse a donde sea (preferiblemente lugares con playa o casco histórico interesante) con tal de hacer turismo. Sé que desde el punto de vista de la gente de organización pagar los traslados e incluso la estancia de los participantes es, simplemente, imposible. Conozco a varias personas que colaboran en festivales y esto, que así dicho suena muy bohemio y de persona-con-inquietudes-que-utiliza-su tiempo-libre-de-forma-útil, en realidad consiste en verse 900 cortos, en buscar a alguien que diseñe la página web gratis y luego perseguirle para que la entregue a tiempo. El personal de organización de un festival es como el meritorio de producción de cualquier serie, película y hasta de un corto cutre: el que se comen los marrones, el que corta las calles.

Entiendo la falta de presupuesto y asumo que no me van a pagar el viaje pero, si hay tan poco presupuesto, ¿por qué malgastarlo en las empresas de serigrafía? Porque todos los festivales, todos, insisto, y hasta pongo mayúsculas, TODOS se empeñan en llenarte la casa de objetos absurdos. Por alguna ley no escrita que habría que cambiar ahora mismo, insisto, ahí van las mayúsculas: AHORA MISMO, no puedes irte a tu casa sólo con un cheque al portador. No. Vale que si ganas un premio te den un galardón, diseñado por un artista local, y que además siempre pesa más de lo que parece:

Si en vez de "oro por euros" existiera el "metales por euros", yo me forraba.



Pero es que, además, sólo por ir, te dan una cantidad ingente de cosas sobre las que se pueda estampar el logo del festival: bolsas, bolígrafos, gorras y camisetas serigrafiadas, mecheros... Hacen igual que Rafa, mi profesor de claqué, obsesionado con regalarnos cosas sin utilidad alguna ni patrón estético de ninguna clase.

Que lo sepa el mundo, las intenciones no bastan. Un regalo no está bien por el hecho de ser gratis. Está bien si está bien y si no está bien, está mal. ¿Una obviedad? Podría parecerlo, pero no es así. Por eso, en mi lista particular de los detalles con los que los festivales han ido llenando mi casa tengo ciertas preferencias:
- Botella de vino de la tierra (de Medina del Campo), BIEN, es más, MUY BIEN
- Bolígrafo, por supuesto con el logo del festival, que además es calendario, MAL
- CD recopilatorio de música de grupos locales (de Medina del Campo), BIEN (no lo he oído, ni le he quitado el celofán, pero me parece buena idea)
- Mechero con logo de festival, PASE, no fumo, pero siempre está bien tener algún mechero por casa.
- Gorras, bolsas de tela, o camisetas también con el logo del festival. MAL. Como diría mi amiga R. nadie mayor de 5 años debería llevar gorra. Y yo añado a esto que nadie nunca debería llevar ninguna prenda de propaganda, ni siquiera para hacer footing porque, ¿acaso hay algo más decadente que un señor en pantalón corto, todo sudado, con una camiseta de Marlboro y una gorra de su caja de ahorros?

Estos objetos son como la bolsita con peladillas que regalaban en la bodas, bautizos y comuniones. Ese detalle con el que te ibas a casa sin tener nunca intención de guardarlo como recuerdo ni mucho menos de comértelo porque, ¿hay alguien a quien le gusten las peladillas?

Por cierto, seguimos la andadura de festivales. Esta semana nos proyectan en dos, a saber:

-Madridimagen, el día 3 de noviembre a las 11.30 en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense.

- Mostra de curtmetratges de Vilafranca (Barcelona) el 7 de noviembre a las 22.00 en el teatro Municipal Cal Bolet.

Y vosotros, ¿qué detalle guardáis escondido en un cajón para que nadie lo vea?