domingo, 26 de abril de 2009

Sí que va a ser para siempre

Trabajar en casa está muy bien. Puedo estar todo el día en pijama, puedo seguir "Fama", puedo, incluso, trabajar. Pero la tentación está tan cerca, es tan fácil despistarse con el ordenador, engancharse a algún juego gratuito, hablar de naderías (naderías, cómo me gusta esa palabra) con cualquiera por el msn o ya, dispuesta a perder el tiempo como sea, ver videos en youtube...

Mi último descubrimiento es el video conocido como "David after dentist" o "David saliendo del dentista", porque ha tenido tanto éxito en los últimos meses que puedes encontrarlo subtitulado en varios idiomas.

David es un chico de unos 7 años cuyo padre decide grabarle a la salida de una visita al dentista. Y David está muy colocado, tanto que ve a veces doble y a veces a mitades; tanto que apenas puede aguantar el peso de su cabeza; tanto que se pregunta cosas como si esto es la vida real. Como dirían Faemino y Cansado: ¿quién quiere un niño sobrio?:


Después de reírme un rato con el video admito que pensé: "pobre chaval" y luego pensé, "el padre es un capullo". Porque una cosa es colgar en la red un video de tu bebé, porque es el más adorable del universo y otra colgar algo tan delicado como un niño drogado. Muy gracioso, sí, pero drogado. En casos así la frontera entre reírse de alguien o con alguien es casi inexistente.

Pero lo peor del asunto es que el padre de David se ha aprovechado del filón. Tiene una página de internet donde vende camisetas con las frases más míticas del video, como el "is this real life?" aunque mi preferida es la última que dice: "is this going to be forever?" (¿esto va a durar siempre?). Me temo, David, que sí va a durar para siempre. Es el don de youtube.


¿Qué va a pasarle a David según pasen los años y su video siga ahí, subtitulado en esloveno, en polaco, en maorí? ¿Le afectará de alguna forma? ¿cómo será David en 10 años? Yo veo tres opciones:

A. Su familia se convierte en nuevos ricos gracias al éxito de la venta de las camisetas con el lema "is this real life?". David pega el estirón a lo largo y a lo ancho y se convierte en la versión hooligan de Paquirrín y Borjarrón Thyssen. Pese a que su padre intenta evitarlo, se ennovia con una joven que alguna vez ha sido modelo de ropa interior y se ha presentado a todos los castings de Gran Hermano. Vive una existencia tranquila puliéndose el dinero de las camisetas en fiestas en Ibiza.

B. David sufre una infancia llena de bromas a su costa, donde no pasa un solo día sin que alguien le pregunte ¿cuántos dedos tengo, dos o cuatro? Hasta que aparece un video de un niño borracho porque ha confundido el vaso de aguardiente de su abuelo con uno de agua y se lo ha bebido entero. David entra en la adolescencia de forma anónima y casi feliz, pero un compañero de clase descubre el video y todo vuelve a empezar. Esa noche, en su casa en Milwaukee (o Wichita o un sitio así como muy americano), David saca el cuchillo de cortar el pavo relleno en Acción de gracias y mata a toda su familia.

C. David se engancha a la popularidad, le encanta que le reconozcan por la calle, que le pregunten cuántos dedos tiene y hasta suele llevar puesta la camiseta de "is this real life?". Pero en youtube la competencia es feroz: los osos panda que estornudan, los jóvenes de resaca que cuentan cómo les rechazaron la noche anterior, los cuatrillizos que se ríen a la vez... y la gente olvida a David que, desesperado, y hambriento de fama, en cuanto cumple los 18, se apunta al Gran Hermano VIP, pero lo expulsan pronto y lo gana un ex componente de algún grupo de la movida de Manchester. David ahoga sus penas en lo que más felicidad le ha dado: el gas de la risa del dentista, se engancha y, finalmente, logra salir de sus adicciones gracias a una sección especial de Proyecto Hombre dedicada a los adictos a fármacos.
Y vosotros, ¿qué creéis que le sucederá a David en el futuro?

jueves, 16 de abril de 2009

La cápsula del tiempo

Yo suelo llegar tarde a casi todo: me compré la cámara digital cuando todo el mundo tenía una, todavía no tengo TDT e ignoro qué significan cosas como Blue Ray o Bluetooth, conozco a los artistas molones para cuando van a actuar en el Benicassim y no en el Primavera Sound (que es el festival al que va la gente auténticamente enterada) y así todo. Esto no es tan malo, en su momento me libró de comprarme hombreras cuando todo el mundo las llevaba:

Sí, es Sarah Jessica Parker, antes de ser icono de la moda, antes de Sexo en Nueva York y antes de tener estilista.


Por eso, porque llego tarde a todo, hasta hace bien poco no había visto el famoso video de Youtube “contigo no, bicho”. Un clásico que no sólo se merece tener millones de visitas, sino que alguien lo grabe y lo incluya en una cápsula del tiempo para que las gentes del futuro comprendan la psicología del joven macho de principios del siglo XXI, sus estrategias para ligar, sus relaciones con sus amigos, qué modelos de calzoncillos se llevaban, lo mala que es la resaca, la sed que da, y cómo era el típico piso en la playa que los padres prestaban a los hijos para que se fueran de vacaciones:





“Contigo no, bicho”, además de un video casi antropológico sobre las costumbres del macho de veintitantos en el 2000, es un gran monólogo. Tiene ironía: “yo siempre he sido un tipo atractivo, tú ya me has visto” dice Carlos, con ese moreno con marcas de camiseta de manga corta. Tiene reflexiones filosóficas: “”Te da que pensar, dices mañana será otro día… el día después de que chewbacca te dijera contigo no, bicho”. Tiene protesta: “en su puta vida le ha entrado un tío sin que esté borracho y sin cuatro cerdos detrás, en su vida le ha entrado un tío con amor”. Y tiene verdad, porque seguro que si el pobre Carlos llega a estar en pleno uso de sus facultades no hubiera dejado que le grabaran.

Hay muchos otros ejemplos de obras que reflejan la realidad de una época o unas gentes concretas y que se merecerían un hueco en una cápsula del tiempo. Por ejemplo, ¿qué mejor que “Wall Street”, la película de los 80 de Oliver Stone, para que las gentes del futuro entendieran cómo era la vida de un broker ansioso por forrarse?

Aquí el monólogo de Michael Douglas, apto sólo para los que se sacaron el Advanced:




A este monólogo se le conoce como "greed is good": la avaricia (o ambición, como se tradujo en la versión en español) es buena. Y más o menos viene a decir: "La ambición, a falta de una palabra mejor, es buena; es necesaria y funciona. La ambición clarifica y capta la esencia del espíritu de evolución. La ambición en todas sus formas: la ambición de vivir, de saber, de amor, de dinero; es lo que ha marcado la vida de la humanidad"

En esa hipotética cápsula del tiempo, también añadiría “Cabaret”. ¿Un musical? Pues sí. Con la de películas que hay sobre el nazismo, los judíos, la II guerra mundial y demás, ninguna película después de “Cabaret” ha explicado mejor, de forma más sencilla y más conmovedora, el ascenso del nazismo, sólo con una canción "Tomorow belongs to me", subtitulada al español y todo:




Se me ocurren un par de ejemplos más: “Mad men”, sobre cómo se entendía la vida, el trabajo y las relaciones personales en los 60; o prácticamente cualquier película del neorrealismo rosa sobre la vida en la Italia de la posguerra.

Y vosotros, ¿qué películas, series o incluso videos de Internet incluiríais en una cápsula del tiempo?

jueves, 2 de abril de 2009

Gente molona I: David Broncano

Qué rabia me da esa gente que dice que la tele es mala. Son esos mismos que se indignan al saber el sueldo de Belén Esteban, esos que dicen no ver realities y sin embargo se saben de memoria los nombres de los concursantes del último Gran Hermano, esos mismos que dicen que lo que ven son las noticias y los documentales de la 2.

Cuando todo tiene una solución muy simple: apagar la tele. La caja tonta no es tonta, es un simple electrodoméstico y se debe usar bien, igual que el microondas. Si no quieres cabrearte con tu microondas, no metas nada metálico dentro. Si no te gustan los realities, no los veas. Otra cosa es que se use la televisión como terapia de autoestima, para sentirte superior a los concursantes de Gran Hermano o a cualquier personaje del corazón. Belén Esteban ganará una pasta por no hacer nada, vale, pero yo soy más lista y más guapa y no me tiño el pelo. Pero entonces no podemos criticar a la tele que, pobrecita, está haciendo una función social; ya no es que informe, eduque o entretenga, sino que sirve para hacernos sentirnos superiores a los demás. Igual es un uso un poco mezquino, pero la mar de práctico.

Sin embargo, entre las miles de horas de programación continua de la tele, no sólo hay morralla, también hay programas que se salvan de la quema. Programas dignos, hechos para hacer reír y que de verdad consiguen que te rías. Hace un tiempo descubrí "Estas no son las noticias". Una especie de Noche Hache pero emitido por las tardes y presentado por Quequé. Parecía una imitación mala del programa de Eva Hache, hasta que empezaron a hablar de esa serie que ha cambiado la historia de la televisión. Por supuesto, me refiero a "Gabriel, pasión inmortal" .

Pero además han descubierto otros filones. Como el mundo de los reporteros de los canales locales y, en concreto, a Amparo, de Aragon Tv.




Pero el auténtico descubrimiento del programa, para mí, no es ni Amparo, ni "Gabriel", ni siquiera Quequé (que qué guapo que es), sino uno de sus colaboradores: David Broncano. Este chico, que yo no sé ni si es chico u hombre, porque lo mismo podría tener 19 años como 33, es muy gracioso. Durante un tiempo hacía el papel de becario pelota con Quequé, hasta que los responsables del programa le han dado un espacio propio: "tipos de interés", donde analiza distintas tribus urbanas.

Esta es la explicación de cómo son los góticos o siniestros, según David Broncano:




"Los emos son como góticos pero de messenger, que te pone estado ausente, he salido a llorar".

Me parto.

Ignoro si cada uno de los colaboradores se escribe su parte, si hay un equipo de guionistas detrás de todo o un guionista específico lleva la sección de Broncano. Sea la opción que sea, me declaro fan tanto de Broncano como de sus guionistas, porque ya sabemos que no es sólo cuestión de que algo escrito sea gracioso, sino también de que leído e interpretado siga siendo gracioso.

Esto es lo que decía cuando habló de los hiphoperos y la mala leche de muchas de sus canciones: "A los raperos les dio por hacer canciones reivindicativas pero no tipo Ismael Serrano, sino como Ismael Serrano el día que se levantó, vio que no era el año 76 y se dijo qué estoy haciendo con mi vida".

O esto sobre los músculos del rapero 50cent: "50 cent está muy mazao, una vez le metió un guantazo a Jaime Bores y ha desaparecido, no se le ha vuelto a ver"

Si os habéis quedado con ganas de más, aquí va otro video de Broncano, esta vez hablando de los pijos:


"Don Quequé, tiene usted un alma pija, que será llevada al cielo por montones de ositos de Tous".

Me parto.