miércoles, 22 de octubre de 2008

Buenas malas series

Sigo viva. Puede que parezca lo contrario porque no contesto a los correos electrónicos a los 30 segundos habituales. Porque no salgo los fines de semana ni mando mensajes con el texto: "¿haces algo esta noche?". Porque ni me acuerdo de la última vez que fui a clase de claqué. Pero sigo viva. De verdad.

Este domingo acabaremos de rodar "Mañana" y, por tanto, volveré a ser una persona con vida social. O no, que todavía queda el montaje.

Hasta que llegue ese momento me reservo contar nada sobre la grabación del corto. Mientras tanto, usaré el recurso habitual para rellenar un post sin devanarse demasiado los sesos: youtube.

Los cinco o seis que soléis visitar este blog recordaréis la serie "Gabriel, un amor inmortal". Para los que no leísteis ese post os doy dos opciones: leerlo, o leer este resumen: Gabriel es un vampiro de 300 años, torturado e infeliz por la muerte de su esposa e hijo hace también 300 años, que un día reconoce en una doctora a Bibiana, su esposa muerta." Pero lo mejor de esta serie no está en su argumento, sino en el reparto: Gabriel está interpretado por Chayanne y su archienemigo Pizarro es José Luis Rodríguez "el Puma".

La serie ya se ha emitido y, por tanto, ya hay fragmentos colgados en la red. Aquí os dejo mi favorito, con anuncios y promociones incluidos y una escena final entre Chayanne y una doctora de generoso escote y pelo abundante que no tiene desperdicio:


Si esta serie se emitiera en la televisión nacional, yo la vería. Es mala, es cursi, está llena de lugares comunes, es un quiero y no puedo lleno de efectos especiales de andar por casa y vestuario histórico comprado en tienda de disfracez. Pero lo que la hace tan divertida es que se toma tremendamente en serio a sí misma. Eso la hace perfecta para convertirse en serie de culto o, mejor, en una buena mala serie.

Porque cuando uno ve la tele tiende a engancharse a lo más facilón. Quizá por la capacidad que tiene de sacar no tanto lo peor de nosotros mismos, sino lo más vago. La tele multiplica por (introducir aquí un número de muuuchos ceros) nuestro impulso natural hacia la ley del mínimo esfuerzo.

Entre mis malas buenas series favoritas, además de "Gabriel", está todo un clásico: "Melrose Place". Aquella serie de los 90 que consistía en unos vecinos que liaban los unos con los otros y en la que la piscina común era un personaje más. La mecánica de "Melrose Place" era simple: todos se enrollaban con todos y cuando a un personaje ya no le quedaba con quién enrollarse, lo echaban y llegaba otro que repetía la misma ruta de amoríos de puerta en puerta. Por supuesto, todos los actores eran jóvenes y jamones, lucían tipo en la piscina y tocaban todos los palos del culebrón: cuernos, abortos, mentiras, embarazos, chantaje, brote de locura, pero lo que la hacía divertida era que no se tomaba en absoluto en serio a sí misma.

Y vosotros, ¿cuál es vuestra buena mala serie preferida?
Ah, casi se me olvida, este viernes 24 de octubre, a las siete de la tarde, en la escuela de música de Berriozar (Navarra), se proyecta "Bichos raros" dentro del festival de temática social.

5 comentarios:

Frida Palo dijo...

¡Vaya pregunta! "Amarte así, Frijolito".

¡Obvio!

Anónimo dijo...

"Melrose Place."

Descarao.

Anónimo dijo...

Yo creo que era el Pressing Catch, cuando era pequeño.
Vale como serie mala?
Porque vamos, era un serial... y mala mala de narices, pero ahí estaba, hipnotizado!

Anónimo dijo...

Chicho Terremoto, la serie japonesa de un niño que jugaba al baloncesto y sólo encestaba cuando le veía las bragas a la chica que le gustaba.

Además el perro de la chica también estaba enamorado de ella.

Me voy ahora mismo al psicólogo a que me miren porqué me gustaba esta rallada mental.

Esti dijo...

Uli, yo nunca vi "amarte así, Frijolito", pero tiene el mejor peor título de la historia.
Ángela, no vale plagiar, seguro que recuerdas alguna más.
Gal, claro que vale el pressing catch, y humor amarillo también.
Andre, creo que te has dejado la "a" por el camino y sí, ve al psiquiatra a que te miren lo tuyo