miércoles, 27 de febrero de 2008

Encantado de haberse conocido

Esta semana parece que sólo hay dos grandes temas: el debate entre Zapatero y Rajoy y los Óscar. De lo segundo no debería hablar porque apenas he visto dos o tres películas de las nominadas y casi ninguna de las premiadas pero, ante la otra opción: ZP y Ra, me arriesgo con los Óscar.

Mi crónica, por tanto, puede resumirse en esto: ideal el collar de Nicole Kidman, Vanessa Paradis anoréxica, muy bonito el peinado de Jessica Alba, precioso el vestido de Anne Hathaway, impresionante Jennifer Garner y una hortera de cuidado Diablo Cody.

Ejercicio de agudeza visual, de estas tres damas, ¿quién necesita un estilista, quién un filete con patatas y quién cambiar de cirujano plástico?

En el fondo no me acabo de creer que la guionista de "Juno" fuera stripper. Vestía tanto al estilo de una stripper que no le pegaba haberlo sido. ¿No es guionista? ¿No sabe que no se puede caer en el tópico? ¿No le da corte ir con esas pintas sabiendo a las pibones que va a tener al lado? Pues no, porque Diablo está encantada de haberse conocido. Y eso no lo digo porque la conozca de cuando yo también era stripper, lo que pasa es que lo llevo con mucha discreción, no, lo digo por su película.

"Juno" es simpática, es independiente, se ríe de algo tan serio como un embarazo en la adolescencia y todo eso está muy bien. Pero no se merece un oscar al mejor guión. ¿Por qué? Por posturera. Porque su protagonista es cool, ingeniosa, segura de sí misma, sabe de música de los 70 y de pelis gore alternativas y aún encima europeas que una duda y no sabe si es una adolescente de 16 años o una periodista de 26 años del EP3 de El País. Está encantada de haberse conocido porque se sabe molona y esto, no sólo es repelente es que, además, es muy falso porque, recordemos, Juno es una adolescente y, ¿hay algo más universal a los 16 que la inseguridad? Pero la inseguridad no es cool.

Lo posturero está de moda. Por eso el óscar, por eso el éxito de películas independientes tan molonas como "Hard Candy" o "Brick", por eso Wes Anderson tiene fans y "Viaje a Darjeeling" excelentes críticas. Pero sólo es una moda, pasará porque todo lo efímero pasa y lo posturero es, por definición, efímero. Todas estas películas, llamativas formalmente hablando, no tienen nada por debajo. Son falsas, tontorronas, ramplonas a más no poder.

Pero si hay una peli posturera llena de prestigio y que ha abierto paso a las demás, óscar incluido, ésa es "Lost in translation". Después de esta película montones de video clips, de reportajes de moda y, sobre todo, de anuncios de perfumes, se ambientaban en el Tokio más moderno mientras bellas muchachas lánguidas y melancólicas se paseaban mirando con mala cara a los japoneses. "Lost in translation" ha hecho mucho por la industria de la cosmética y de la moda, el reino de lo efímero y lo banal pero, ¿alguien se acordará de esta película dentro de 20 años? ¿Y de Juno? ¿O serán una de esas películas que envejecen antes de tiempo y que sólo si son kitsch permiten una revisión?

Se admiten apuestas.

miércoles, 20 de febrero de 2008

En un mundo ideal

Todos nos quejamos, queremos un piso más grande, o simplemente un piso; un sueldo digno, o simplemente un sueldo; un chico que te quiera, o simplemente un chico. Pero es que lo de los guionistas no es ni medio normal.

Casi ningún guionista está orgulloso de la serie en la que trabaja, lo más habitual es que le avergüence. Pero incluso aquellos que trabajan en series dignas y de éxito como "Cuéntame", "El comisario" o "Camera Café" acaban confesando que no ven series españolas. Ven, compran o se bajan series americanas. No me apetece nada entrar en el típico debate de los blogs de guionistas sobre porqué las series americanas son mejores, por si alguien le pica la curiosidad es fácil de resumir: más presupuesto, más tiempo, más ánimo de arriesgar y puede que también más talento.

En un mundo ideal todos trabajaríamos en lo que queremos y eso para un guionista significa trabajar en el guión... de una buena serie. Así que la pregunta del millón es: ¿En qué serie os gustaría trabajar?

Pensadlo bien. Como en toda fantasía, es mejor darle un toque realista para que sea más creíble.

Trabajar en Prison Break o 24 estaría muy bien pero, ¿no acabarán los guionistas tan estresados como los protagonistas? Ay dios, que Jack Bauer está rodeado de terroristas islámicos armados mientras sus aliados, otros terroristas, pero chechenos, han secuestrado a su hija y amenazan con matarlo a él y a su hija si no les da la clave para la bomba nuclear que no les extermirá ni a él,ni a su hija pero sí a toda la ciudad de Los Ángeles. Al guionista de esta serie se le pide que sea tan ingenioso como un agente secreto. Ahí es ná. El sabio Punset dice que el hombre es único animal capaz de sufrir stress con tal sólo imaginar una situación estresante, aunque sea completamente falsa. O sea que los guionistas de Prison Break se agobian tanto como si fueran un reo condenado a pena de muerte.

Eso no mola.

Por eso en un mundo ideal yo me pido trabajar en "Malcolm". Una serie de muchas y variadas risas, hay humor físico de tartazos y caídas, humor absurdo, humor de palabra. Quien piense que sólo es una serie infantil es porque no la ha visto. "Malcolm" también habla de la relación padres-hijos:


De métodos educacionales:


E incluso de metafísica:



Como no vivimos en un mundo ideal, sino normalito, hay que conformarse con ver la serie, que tampoco está nada mal.
Ah, casi se me olvida, "Bichos raros" se proyecta el día 5 de marzo, a las 19:00, en el festival Cinella de Tres Cantos. Además de laale o yo o ambas y otras directoras que presenten sus trabajos, el festival contará con la actuación de... ¡Miguel Nández! (nota recordatoria: el de OT, ahora mismo no sé de qué edición.) Qué nivelón, oiga.

viernes, 15 de febrero de 2008

Profesiones paralelas

Lo digo aquí, públicamente: estoy enganchada a "Fama, a bailar". Tanto que hasta he hecho algo que jamás había hecho antes: he mandado un sms para expulsar a Jonathan. Y porque a Marcos no le han nominado aún, que por ése estoy dispuesta a mandar hasta dos sms.

El programa es un reality como tantos otros, llenos de profesores-sargento que hacen llorar a sus alumnos, de llamadas sorpresa de padres y parejas que hacen llorar a los alumnos, de largas pausas antes de decir a quién expulsan para que así los alumnos se pongan más nerviosos y, por supuesto, cómo no, lloren. Pero "Fama" como programa tiene dos cosas buenísimas: el baile y que todos los días pasa algo. Han estructurado el programa de tal forma que un día hay expulsión, otro día baile grupal, otro día premio para el mejor del baile grupal, otro día nominaciones. Y así de lunes a viernes. Es el único reality un contenido prestablecido que va más allá de saber quién se pelea con quién. Y es que, en comparación con otros realities, se pelean muy poco. Es natural, no tienen energía. Están machacados de tanto bailar.

Yo los admiro, porque en general son unos críos de veintipocos años, muy disciplinados gracias a años de clases en academias diversas, entusiastas y conocedores del mundo del baile. No son como esos concursantes de OT que no sabían ni quién era Joan Manuel Serrat. Los admiro por lo currantes que son. Los envidio porque hacen el espagar con la misma facilidad con la que yo enciendo la tele. Pero también pienso que en el fondo, muy en el fondo, los bailarines y los guionistas tenemos mucho que ver.

Porque estos pobres chicos se dejan la piel haciendo piruetas y "trucos", que es la manera técnica de llamar a eso de coger a alguien, lanzarlo por los aires y recogerlo, antes de que llegue al suelo, y todo de forma elegante. Se lesionan, sudan como bestias, pasan montones de castings y todo, ¿para qué? Para esto:



Habéis visto bien, el moreno que baila detrás de Melody es Rafa Méndez, uno de los profesores de "Fama". Seguro que hasta hace bien poco en situaciones como, por ejemplo, una mesa llena de desconocidos en una boda, a él le sucedía algo así:

-Hola, soy Susana, ¿qué tal? ¿a qué te dedicas? Yo trabajo en un banco.
-Hola Susana, encantado, yo soy Rafa, bailarín.
-Bailarín... qué bonito, qué interesante. ¿Dónde bailas? ¿Puede ser que te haya visto alguna vez?
-Eh... bueno, he hecho algún videoclip.
-¿De quién, de quién?
-De Melody.

Y Susana mira a Rafa Méndez con cara de "pues menudo bailarín de pacotilla eres tú". En este punto es en el que los guionistas y los bailarines coincidimos. Misma situación:

- Hola, soy Susana, ¿qué tal? ¿a qué te dedicas? Yo trabajo en un banco.
- Hola Susana, encantada, yo soy Estíbaliz, guionista.
- Guionista... qué bonito, qué interesante ¿Dónde escribes? ¿Alguna película que haya visto?
- Eh... bueno, en general trabajo en televisión.
- ¿En qué serie, en qué serie?
- En Ana y los siete.

Y Susana te mira con cara de "pues vaya trabajo chorra haces tú". La diferencia fundamental está en que Rafa Méndez en cualquier momento levanta la pierna, la lleva hasta la coronilla y todo el mundo se calla y acepta su valía como bailarín. A los guionistas, sin embargo, nos queda la opción de resignarnos y oír consejos como: "pues yo creo que Ana y los siete estaría mejor sin Ana Obregón... y sin los niños, ¿lo habías pensado?"

De todos modos, por si existe la reencarnación, yo me pido ser bailarina en la próxima vida. Y a vosotros, ¿qué os gustaría ser?

Por cierto, después de cierto parón en el envío a festivales, "Bichos raros" vuelve a ser proyectado por ahí. Este fin de semana en el certamen San Javier en corto, en Murcia. Y del 25 de febrero al 1 de marzo en el Zinemastea o semana de cine de Vitoria.

jueves, 7 de febrero de 2008

Preston Sturges y las subvenciones

La semana pasada entregamos todo el papeleo necesario para optar a las subvenciones de la Comunidad de Madrid. Aquí comienza la carrera para conseguir financiación para hacer el siguiente corto. Ahora os preguntaréis, y con motivo, qué tiene que ver eso con Preston Sturges. Incluso es posible que os preguntéis quién es Preston Sturges. Haced click y ved este video, el fantástico comienzo de "Los viajes de Sullivan".




Además de por hacer películas tan brillantes como ésta, Sturges es famoso por su decálogo de la comedia, que reza lo siguiente:

1-Una chica guapa es mejor que una fea
2- Una pierna es mejor que un brazo
3- Un dormitorio es mejor que un cuarto de estar
4- Una llegada es mejor que una partida
5-Un nacimiento es mejor que una muerte
6-Una persecución es mejor que una conversación
7 -Un perro es mejor que un paisaje
8-Un gatito es mejor que un perro
9-Un bebé es mejor que un gatito
10-Un beso es mejor que un bebé
11-Que alguien se caiga de culo es mejor que todo lo demás.

Esta lista no sólo se puede aplicar a la comedia, e incluso al cine, e incluso a la vida, sino también a las subvenciones a la Comunidad de Madrid.

Los días previos a la entrega los pasamos pidiendo favores a dibujantes para hacer un story en condiciones, persiguiendo al productor para que acabara el presupuesto, rehaciendo el guión para que estuviera mejor, escribiendo una memoria de intenciones llena de palabras grandilocuentes para dar buena impresión. Todo para que al llegar al despacho en cuestión viéramos cómo el chico que teníamos justo delante presentaba la solicitud, sin nada más. Sin guión, sin presupuesto, sin dossier, sin nada. El tipo del mostrador se le queda mirando, muy serio, y le pregunta: ¿y todo lo demás? El chico sonrió y se encogió de hombros. El funcionario archivó la solicitud y le dijo, tras llamarle por su nombre de pila, que entregara lo demás los días siguientes.

Conclusión, y aquí es donde entra Preston Sturges: esto es lo que hay que hacer para conseguir una subvención:

1. Un buen guión es mejor que uno malo.
2. Un buen presupuesto es mejor que un buen guión.
3. Una lista de actores, con sus curriculum y cartas de compromiso en la participación del proyecto es mejor que un buen presupuesto.
4. Un dossier bien maquetado, con su índice, una memoria donde te echas muchas flores, fotos de las supuestas localizaciones, story board, y todo en rutilante color, es mejor que una lista de actores.
5. Que conozcas al funcionario de las subvenciones es mejor que todo lo demás.

Preston era un adelantado a su época. Y no sólo por su decálogo. Los que hayáis visto el video de "Los viajes de Sullivan" entero y tengáis un nivel alto de inglés habréis visto que aparte del momento glorioso en el que el productor insiste en poner un poco de sexo en la película que Joel MacRea ha dirigido, la escena tiene otro momento glorioso, cuando los dos productores le cuentan lo mucho que han trabajado y sufrido al bello y aguerrido Joel. Esa misma situación pero multiplicada por dos porque la interpretan cuatro actores y porque se lleva hasta el límite, forma uno de los mejores sketches de los Monty Python, el conocido como "four yorkshire men" y que para quien lo haya visto en español es más famoso como "yo me levantaba antes de irme a dormir":



Si vuestro inglés se quedó en aquello de "I´m Muzzy, big Muzzy", aquí un video de la obra "Los mejores sketches de los Monty Python" que Yllana representó en el Alfil hace un par de años. El sketch de los millonarios está por el minuto seis, pero los anteriores tampoco tienen desperdicio: